LA VIEJA EUROPA

Mañana me voy de viaje a una ciudad que tengo muchísimas ganas de conocer: Praga, ciudad en la que se desarrolla uno de los mejores libros que leí el año pasado: HHhH, de Laurent Binet, una novela histórica con un twist metalingüístico francamente genial. La novela habla de la épica Operación Antropoide, en la que un checo y un eslovaco llevan a cabo la misión de acabar con la vida del carnicero de Praga, Reinhard Heydrich, uno de los peores nazis (y eso es mucho decir) del Tercer Reich. Curiosamente, ahora estoy leyendo «Praga Mortal» de Philip Kerr, y aunque no va de Antropoide, Heydrich también es uno de sus personajes importantes, ya que fue Reichsprotektor de Praga… hasta que murió a causa de las heridas que le causaron los héroes y protagonistas HHhH Kubis y Gabcik.

También es la ciudad de Kafka, de la primera parte de Mission: Impossible dirigida por Brian de Palma, del reloj astronómico, de los Diarios de Praga y de tantas otras novelas, pelis e historias que no conozco (pero que me encantaría.) Mientras me peleo con los miles de visitantes del Puente Carlos, aquí tenéis algunos posts sobre la vieja Europa, por si os aburrís.

La historia detrás de Lili Marleen

Fritz, Thea y Gerda (en el museo del cine de Berlín)

El corazón del Temple

 

 

LA FERIA DEL LIBRO 2012

Uno de los mayores atractivos de vivir en Madrid es visitar la feria del Libro.  Se celebra anualmente a finales de mayo o a principios de junio en el Parque del Retiro, otro de mis lugares predilectos de la ciudad, y casi cada año voy una o dos veces. Este año he ido cuatro. Pero tiene una explicación, y como diría José Isbert, os debo una explicación y os la voy a dar.

Por suerte, para ellos y para mí, suelo tener amigos en la feria que firman sus libros, y esta vez me han firmado sus obras Recaredo Veredas, Macu Tejera, mi buen amigo Antonio Mercero y alguien muy especial: Álvaro Armero, mi padre.

Su libro trata sobre Madrid entre los años 1857 y 1869. Es una compilación de los artículos más interesantes de la mítica revista «El Museo Universal», testigo de los acontecimientos políticos, sociales, científicos y culturales que marcaron el periodo de transformaciones más decisivo de la época. Precisamente, en uno de los textos Gustavo Adolfo Bécquer retrata el parque y lo hace así:

«Hay un paseo cuyos concurrentes no es fácil señalar, un paseo al que no asiste clase determinada, al que se va siempre más por incidencia que por costumbre, paseo que cambia de aspecto a medida que pasan las estaciones, que ofrece un panorama distinto en las diversas horas del día, que en el discurso del año puede decirse que ve cruzar por sus alamedas a todos los vecinos de la corte, amén de la población flotante, paseo en fin en el que se reúnen alternativamente paletos y damas aristocráticas, niñeras y hombres políticos, artesanos y estudiantes, modistas y títulos de Castilla, provincianos y manolos, desesperados y alegres, ricos y pobres, chicos y grandes, muchachos y viejos. Este paseo sui generis es el tradicional, el histórico paseo del Buen Retiro.»

de «Madrid en EL MUSEO UNIVERSAL«, Álvaro Armero, Ed. Trifaldi, Madrid, 2011.

El libro recoge unos artículos fantásticos y a cualquier madrileño o madrileña curioso por el pasado de su ciudad le encantará. Como a mí. La novela de Antonio Mercero, y no es porque sea mi amigo, me ha gustado mucho. La he leído en cuatro días y os la recomiendo. ?l ha escrito esto sobre su obra, para los que queráis saber más.

También me he hecho con otros libros que espero poder leer este verano. Me apetece especialmente «Praga Mortal», de Philip Kerr y los «Cuentos para leer al anochecer» de Charles Dickens, aparte de los otros libros firmados por sus autores que también están en la lista.

Y el último reencuentro, también bastante emotivo, fue con un cuento que El 25 de junio de 1910 apareció en el diario El País de Buenos Aires. El traductor era un niño de diez años de edad y se llamaba Jorge Luis Borges. Yo lo leí a la misma edad que él tenía cuando lo tradujo y siempre he pensado que es una de las historias más hermosas que han pasado por mis manos.

Empieza así:

Dominando la ciudad, sobre una alta columna, se elevaba la estatua del Príncipe Feliz. Era toda dorada, cubierta de tenues hojas de oro fino; tenía por ojos dos brillantes zafiros, y un gran rubí rojo centelleaba en el puño de su espada.

de «El Príncipe Feliz», de Oscar Wilde, ed. Gadir, Madrid, 2009.

 

 

 

 

 

 

 

LO MEJOR DE 2011


Es de buen bloguero y de buena bloguera hacer una recopilación de lo más interesante del año que acaba. Bueno, no sé si es bueno, en mi caso es una especie de tradición y pienso cumplir otro año más. Sirva como aviso que en estos últimos doce meses no he ido mucho al cine y aunque sí he leído mucho y visto muchas series, las he consumido de forma desordenada y anárquica, y desde luego ni he visto todo lo que «había que ver» ni leído todo lo que «había que leer». Habrá, por tanto, omisiones importantes de las que me gustaría ser avisada en los comentarios.

TV

2011 ha sido, sin lugar a dudas, el año de Entourage, sobre todo para mí, que me he visto las ocho temporadas casi del tirón. No es una serie brillantísima pero si se es un poco mitómano y aficionado al cine dentro del cine, como lo soy yo, Entourage es una adicción absoluta; sus personajes, sin ser muy profundos, sí logran que les tengas cariño y que empatices con sus absurdos problemas de niños ricos en Hollywood. Algunos capítulos, como el de Cannes, Sundance o el de Vinnie Chase en el Pressing Catch son míticos.

He seguido viendo Big Bang Theory, y The Good Wife. La segunda temporada era mejor que la primera, y ésta también es mejor que la anterior. A Julianna Margulies se le reprocha su hieratismo pero yo creo que es un modelo bastante cool de mujer, sobre todo ahora, que hace casi todo lo que le viene en gana. También ha sido el año de despedirme de Jack Bauer: la octava temporada no es nada especial, pero como siempre, se deja ver, y tiene un final bastante emocionante.

La cuarta de Mad Men es simplemente sublime, de lo mejor que he visto nunca. La quinta de Dexter está muy bien, pero estoy a punto de terminar la sexta y me está decepcionando. Ayer terminé la primera temporada de American Horror Story, y aunque no me enloquece, sí salvaría al personaje que interpreta Jessica Lange, es fantástico y ella está enorme. Entre los descubrimientos, «The Killing» y «Downton Abbey«. Y no, no he sucumbido a Juego de Tronos. Lo siento, me quedé en el cuatro. (Aquí una entrada que escribí sobre series.)

CINE

CISNE NEGRO, de Darren Aronofsky, me encantó. Me parece una de las películas más hermosas y perturbadoras que haya visto jamás.

SUPER 8, aunque está lejos de ser una peli perfecta, me gustó mucho y me trajo bonitos recuerdos de otra época. (Aquí lo que escribí en su día.)

MIDNIGHT IN PARIS. La vi dos veces en el cine: tiene mucho encanto.

LA BODA DE MI MEJOR AMIGA: Excesiva en muchos sentidos, pero una gran comedia con sentimientos.

MARGIN CALL. La mejor peli sobre la crisis que he visto hasta el momento.

LA RED SOCIAL, de David Fincher y con guión de Aaron Sorkin, una maravilla. (Aquí mi análisis.)

MIENTRAS DUERMES, mi peli española favorita del año.

TOSTONAZOS INSUFRIBLES: La última de los piratas del Caribbean. Pequeñas Mentiras Sin Importancia. Resacón 2.

LIBROS

De lo que he leído este año me quedaría con «Corazón tan Blanco» de Javier Marías, «El Final del Amor», de Marcos Giralt, «Un momento de descanso» de Antonio Orejudo, «Todo está perdonado», de Rafael Reig, «Réquiem Alemán» de Philip Kerr, «Sin Destino» de Imre Kertesz y sobre todo, con «HHhH», de Laurent Binet y «Crímenes» de Ferdinand Von Schirach.

Por último os confieso mi última afición, que es algo tan simple como hacer fotos con el Iphone. Incluso me he abierto un blog en el que las voy colgando. Es éste.

Ah, y por supuesto, os deseo un ESPL?NDIDO 2012 a todos.

LETIZIA NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA

He leído con mucho interés el libro «Las Dudas de Hamlet, Letizia Ortiz y la transformación de la monarquía española», de Miguel Roig, publicado por Ed. Península.

Es un ensayo sobre el significado de la figura de la princesa y del porvenir de la monarquía no tanto a partir de la realidad o del relato oficial que envuelve a la pareja real sino de la identidad de Letizia Ortiz, creada a partir de las múltiples historias, enfoques o «cuentos» que la envuelven. Es también una reflexión sobre el valor de las historias como técnica infalible para vender cualquier cosa, instituciones, personas, coches. Como cuenta el autor de «Storytelling» Christian Salmon en su estupendo prólogo: «La «novela» de Letizia Ortiz no se reduce, por tanto, a un cuento de hadas de una cenicienta ennoblecida por la magia del amor de un príncipe; la experiodista accede ciertamente al estatus de princesa por su matrimonio, pero aportándole una notoriedad adquirida en las pantallas de televisión, hace que la monarquía acceda a la modernidad mediática. Redora el blasón que envejecía. El matrimonio principesco resulta ser una sorprendente operación de rebranding.»

Roig reflexiona sobre esa imagen caleidoscópica de la princesa y la familia Real; el origen a la vez plebeyo pero también mediático tiene el poder de transformar la imagen de la Monarquía, de unir al pueblo con las élites, aunque a ciencia cierta no se sepa si esa potencialidad será ejercida o no. Cuenta que «el perfil de Letizia Ortiz se va articulando sobre los relatos que se acumulan para quedarse de momento en la historia y desde allí prodigarse, en el que cada uno de nosotros podamos construir sobre ella.» Plantea que la princesa es como «el personaje de una novela moderna y lo que más nos interesa de ella es lo que aún no está escrito».

Fantástico libro jalonado de pensamientos brillantes, con múltiples referencias culturales de todo tipo, desde las más clásicas a las más recientes, «Las Dudas de Hamlet» es una extraordinaria indagación sobre la transformación de la monarquía a través del tiempo, la economía y la multiplicidad de puntos de vista del mundo digital, protagonizada por Letizia Ortiz, presentada como un misterioso personaje perdido en su destino a la que el autor supone «en busca de autor».

Aquí podéis leer el primer capítulo.

GUY DE MAUPASSANT

«¡Yo la había amado locamente! ¿Por qué amamos? Es raro no ver en el mundo sino a un ser, no tener en la mente sno una idea, en el corazón sino un deseo, y en la boca más que un nombre: un nombre que sube sin cesar, que sube, como el agua de un manantial, de las honduras del alma, que sube a los labios, y que decimos, que repetimos, que murmuramos sin cesar en todas partes, igual que una plegaria.»

Del libro que estoy (re)leyendo ahora. «El Horla y Otros Cuentos Fantásticos», de Guy de Maupassant. Muy recomendable.

EL FINAL DE GEORGE SANDERS

 

George Sanders

Estoy leyendo «Hollywood Babilonia II«, de Kenneth Anger, y aunque no lo encuentro tan fascinante como el primero, sí que hay historias sorprendentes. Por ejemplo, el desenlace de George Sanders.

George Sanders fue uno de los grandes actores secundarios de la época dorada de Hollywood. La mayoría le recordaréis por su papel en «Eva al Desnudo», con el que ganó un ?scar  y también por su rol de Lord Henry Wotton en «El retrato de Dorian Gray». Nacido en San Petersburgo en 1906, emigró de Rusia con sus padres hacia Inglaterra para huir de la revolución bolchevique. Trabajó en una tabacalera argentina y pasó muchas horas en prostíbulos de Buenos Aires. Al volver a Londres, se convirtió en actor de cine y teatro, y poco después desembarcó en Hollywood, donde logró un contrato con la Fox. Pronto le encorsetaron en el prototipo de cínico, se casó con Zsa Zsa Gabor y luego con Magda, la hermana de ésta. Su carrrera comenzó a declinar.

George y Zsa Zsa.

Según escribe Anger, el 25 de Abril de 1972 se mató en Barcelona (según este artículo de «El País» el suceso tuvo lugar en un hotel en el pueblecito playero de Castelldefels) con cinco tubos de Nembutal. No se sabe si llegó a identificarse mucho con su prototipo de cínico o si realmente lo era, porque la nota que dejó en su despedida decía, entre otras cosas, ésta:

«Querido mundo:

Me marcho porque estoy aburrido.»