GUY DE MAUPASSANT

«¡Yo la había amado locamente! ¿Por qué amamos? Es raro no ver en el mundo sino a un ser, no tener en la mente sno una idea, en el corazón sino un deseo, y en la boca más que un nombre: un nombre que sube sin cesar, que sube, como el agua de un manantial, de las honduras del alma, que sube a los labios, y que decimos, que repetimos, que murmuramos sin cesar en todas partes, igual que una plegaria.»

Del libro que estoy (re)leyendo ahora. «El Horla y Otros Cuentos Fantásticos», de Guy de Maupassant. Muy recomendable.

UNA TARDE EN EL KITCHEN CLUB

Kitchen Club, en la Calle Ballesta, 8.

No todo en la vida va a ser escribir guiones. Como dijo el otro día David Muñoz en la quinta clase de Bloguionistas, todos los que nos dedicamos a esto hemos fantaseado alguna vez con dedicarnos a otra cosa. Confieso que hay dos actividades que me encantan aparte de escribir y una de ellas es cocinar. No parece una fantasía muy viable meterse a cocinera a estas alturas, porque no sé casi nada y creo que la hostelería es igual de sacrificado y probablemente mucho más estresante que mi trabajo actual. Pero encuentro en el hecho de cocinar un contrapunto estupendo al hecho de escribir: lo haces con tus manos, y al contrario que algo que hayas escrito, se puede tocar, oler, comer y con frecuencia la gente se siente mucho más inclinado a agradecerlo y a piropearlo que los guiones.

Por eso me apunté a un curso llamado «Alta Cocina Low Cost» en el Kitchen Club regentado por el chef Andrés Madrigal, y además lo hice en compañía de mi amiga Verónica Fernández, que es una excelente guionista y una reputada cocinera. En el grupo éramos ocho, Andrés nos dijo que hiciéramos dos equipos; cada uno comería lo que hubiera cocinado el otro, aunque los platos eran los mismos. Repartió los alimentos a cada miembro del equipo; ante mí tenía una pesada tabla, un cuchillo enorme y un calabacín.

Entonces averigüé que no se me da muy bien trocear calabacines, y eso que son la piedra angular de mi alimentación. Los miembros de mi equipo (un cocinero, un actor, y un empresario) parecían haber venido al curso con la única intención de humillarme. Sin embargo, cuando sentí la urgencia de trocearlo y de no llamar más aún la atención experimenté una intensa sensación de felicidad que me acompañó el resto de la jornada, en la que, instruidos de forma muy cercana y amable por Madrigal, hicimos tres platos que luego nos comimos. Estaban deliciosos y pasamos un rato estupendo. El espacio, como podéis ver, es magnífico. Si os gusta la cocina y pensáis que os vendría bien desconectar, yo os lo recomiendo totalmente.

Cocinar me gusta porque es una de las pocas destrezas manuales en las que no doy pena, pero sobre todo porque con frecuencia cocinar es una forma de cuidar a los que nos rodean y a nosotros mismos, implica amor por el detalle y el deseo de pasar buenos ratos, de disfrutar de la vida. Y, como dije al principio, ofrece recompensas evidentes y hace que pienses que, de vez en cuando, haces algo bien. Para un escritor, es una actividad complementaria fantástica.

Andrés Madrigal (camisa blanca) y su equipo.

ENTREVISTA AL GUIONISTA DE INTRUDERS, JAIME MARQUES

por Ángela Armero

Jaime Marques (Madrid, 1968) licenciado en Ciencias de la Información, es guionista, escritor y director de cine. Su último trabajo es el guión de «Intruders» (Juan Carlos Fresnadillo, 2011) junto a Nicolás Casariego, que está siendo un éxito de crítica y público. En 2007 dirigió y escribió «Ladrones», protagonizada por María Valverde y Juan José Ballesta. La película obtuvo varios reconocimientos: Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga, Mejor Guión y Premio del Público en la Primavera Cinematográfica de Lorca, Mejor ?pera Prima en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Angeles (LALIFF), entre otros galardones. Además, Jaime ha escrito y dirigido los cortometrajes «El Eco del tiempo» y «El Paraíso Perdido». Compagina su faceta audiovisual con la escritura de relatos cortos.

1. Jaime, lo primero quería darte la enhorabuena porque ayer vi «Intruders» y me parece un peliculón. ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cuánto ha durado su desarrollo?

??Intruders? surgió en la mente de Nicolás Casariego gracias a la chispa que disparó el productor, Enrique López, quien deseaba hacer una revisión del tema de la posesión. Nicolás escribió en solitario durante un año. Los productores ??con los que había trabajado anteriormente- me llamaron para refrescar el proyecto. Todos los involucrados estaban exhaustos. Después de mi entrada trabajamos en el guión durante un año más.

2. Lo has escrito con Nicolás Casariego, más conocido por su faceta de novelista que de guionista. ¿Ha aportado una mirada diferente o complementaria?

Mi incorporación a ??Intruders? podría haber desembocado en un enfrentamiento? Afortunadamente, Nicolás y yo entramos en sincronía de inmediato. A mí me encantaba el material de partida; donde quiera que mirara veía posibilidades que explotar, recovecos donde explorar… Nico y yo somos complementarios. Ambos tenemos dos lados: uno alocado -en el que dejamos volar la imaginación- y otro disciplinado -en el que tratamos de atrapar las ideas que hemos lanzado al aire dentro del esqueleto de la estructura que manejamos. En todo momento nos repartimos los papeles: cuando uno fantasea, el otro saca regla y compás. Indistintamente.

3. Es una historia sobre los temores infantiles. ¿Cuáles eran o son los tuyos? ¿Has buscado en tu experiencia o vivencias para construir el guión?

No tengo temores infantiles. Pero estoy convencido de que disfrazo mis miedos actuales de una u otra forma. Todos lo hacemos. Lo que me atraía de ??Intruders? era la posibilidad de estudiar las ideas de fantasía y sugestión, explorar su poder a la hora de renombrar o desfigurar a nuestras inseguridades? es decir, me gustaría comprender cómo la imaginación opera sobre lo real.

4. ¿Cómo ha sido vuestra relación con el director?

Conozco a Juan Carlos desde hace años. Antes de mi incorporación a ??Intruders? habíamos desarrollado otro proyecto juntos. Por ello, ambos sabemos qué esperar el uno del otro. A Juan Carlos le gusta soñar de forma puramente visual y abstracta: a esa aproximación yo opongo una visión narrativa y conceptual.

5. No puedo dejar de preguntarte algo que me genera muchísima curiosidad. ¿En qué se nota que uno está trabajando para Universal Pictures?

En la presión.

Durante un año hemos trabajado todos los días, y bastantes noches? Y lo anterior no es una metáfora. Los plazos de entrega son innegociables, y las demandas de introducir cambios, ofrecer diferentes opciones sobre una misma escena, o discutir toda la película de arriba abajo, son constantes. UP espera que escribas veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Si lo que uno desea es ejercitar los músculos narrativos, no puede caer en mejor lugar.

6. En 2007, dirigiste y escribiste tu ópera prima, «Ladrones». ¿Qué supuso para ti la experiencia? ¿Tienes algún proyecto como director en desarrollo?

??Ladrones? supuso cumplir más una vocación que un sueño. Yo no quiero hacer películas; si pudiera sería ingeniero. Pero no sé ni puedo hacer otra cosa. En estos momentos escribo mi siguiente largo. Si se hará o no, o cuándo? ¿quién lo sabe?

7. También has hecho cortos, y has cosechado éxitos con ellos. ¿Con qué te quedarías de ese mundo?

La sensación de control. Si haces bien tu trabajo, no es difícil acercarte al resultado que perseguías. También controlas los pasos posteriores (distribución, festivales, etc?) Tienes la sensación de que todo, para bien o para mal, depende de ti. Eso me gusta. Lo único que odio del trabajo en equipo es no poder imponer mi criterio en todas las facetas del proceso, ja, ja? ¡Si pudiera lo haría!

8. Además escribes prosa. ¿Con qué lenguaje -o formato si quieres- disfrutas más?

Sinceramente, disfruto igual escribiendo prosa que escribiendo guiones. Cada historia exige un lenguaje diferente. Cuento cosas, si lo hago con palabras, imágenes o notas musicales, es lo de menos.

9. Muchos de los que leen este blog son aspirantes a guionista. ¿Cómo accediste a la industria? ¿Cuál sería tu consejo para los que quieran asomar la cabeza?

Este es mi consejo: escribid constantemente y haced contactos mediante el trabajo. Seguid cursos, colaborad en cortometrajes, pedid subvenciones, ¡no busquéis oportunidades en los bares a las dos de la mañana!

Escribid, rodad, y rodeaos de gente que comparta vuestra vocación? Estad atentos. Tarde o temprano alguien comentará: ??Necesitaría una idea para una película, una serie? un corto??

Y entonces, mostrad vuestro trabajo. Un folio escrito o un minuto de película rodada vale más que un millón de palabras y buenas intenciones.

Jaime Marques dará una master class en Hotel Kafka (Hortaleza, 104, Madrid – 917 025 016) el día 15 de Noviembre, de 19:30 a 21:30. Reserva tu plaza aquí.