TRAILER DE THE GIRL WITH THE DRAGON TATTOO

O lo que es lo mismo, la versión americana de la trilogia Millenium de Stieg Larson. Para mí tendría un interés moderado si no fuera porque el director es David Fincher. (Por cierto, el trailer al parecer ha sido filtrado, vedlo rápido antes de que desaparezca.)

¿CUÁL ES EL MEJOR EPISODIO DE SEINFELD?

Para mi próxima clase del curso de Guión de TV del Hotel Kafka he planeado que, tras ver el piloto de Seinfeld, analicemos un capítulo de la serie ya consolidada. Por ello he preguntado por ahí cuál es el mejor y con algunas de las respuestas voy a hacer este post (que podría incluir cientos de vídeos, al tratarse de una producción tan enorme.) Gracias a todos los que me habéis ayudado a recopilar estos capítulos, y a los que no, podéis si os apetece opinar en los comentarios.

(Sin ningún orden especial.)

1. «THE PONY REMARK«, capítulo 2 de la segunda temporada. (Para veer el genial vídeo pincha aquí en inglés con subtítulos en español.)

2. «EL CONCURSO«, el episodio 11 de la cuarta temporada. AQUÍ.

3. «THE PUFFY SHIRT«. Sexto episodio de la quinta temporada. Aquí.

4. «THE OPPOSITE». Vigésimo primer episodio de la temporada quinta. Aquí.

5. «THE LIBRARY», con el mítico Mr. Bookman. Quinto episodio de la tercera temporada. Aquí.

6. «THE PITCH». El tercer episodio de la cuarta temporada. La traducción de la mítica escena, aquí.

7. «THE BOYFRIEND«, un doble episodio (17-18) de la tercera temporada.

8. «THE SOUP NAZI», el sexto episodio de la séptima temporada. Vídeo en inglés con subtítulos en inglés, aquí.

9. «THE CHICKEN ROASTER«, el octavo episodio de la octava temporada.

10. «THE JACKET», el segundo episodio de la tercera temporada. Vídeo en inglés con subtitulos, aquí.

Se agradecen enlaces, vídeos, omisiones y opiniones de todo tipo.

AARON SORKIN EN 30 ROCK

Este vídeo pertenece al capítulo 18 de la Quinta Temporada. Breve contexto (atención spoilers.) Ante una «parada forzosa» de la producción que podría acabar con la cancelación de su programa, Liz Lemon busca un plan B laboral. Acude a un programa musical llamado «The Sing Off», donde va a ser entrevistada por Nick Lachey, y se encuentra a otro candidato: Aaron Sorkin.

No lo he encontrado con subtítulos, este es más o menos el texto.

AARON SORKIN: ¿Estás para «The Sing Off»?

LIZ LEMON: Sí. ¿Te conozco?

A. Conoces mi trabajo. Camina conmigo.

(Se levantan.)

A. Soy Aaron Sorkin. Algunos hombres buenos, El Ala Oeste, La red social…

L. Studio 60.

A. Calla. ¿Conoces a Nick Lachey? Creo que no te deja ni sentarte en las reuniones. Te grita para ver cómo reaccionas.

L. No estás interesado en este trabajo, ¿verdad?

A. Claro, tengo que encontrar lo que sea. Especialmente ahora, que nuestro oficio está muriendo, con la gente jugando al Angry Birds, dándose toques en Facebook, ¿por qué a mí no me dan toques en Facebook? ¿Es que no soy guay?

L. Vaya, el mercado está realmente mal. ¡Tú eres Aaron Sorkin! Por cierto, hablando de Angry Birds, ¿sabes cómo pasarte el 11-4? Hay uno rojo y otro verde.

A. El truco está en no utilizar el verde como boomerang.

L. ¿Hemos dado toda la vuelta?

A. Escucha, señorita. Este es un género que escribo especialmente bien si la historia lo pide… ¡Esto es serio! Hicimos coches de caballitos y el primer modelo de Ford T ha entrado en la ciudad.

L. ¡Somos dinosaurios!

A. No necesitamos dos metáforas, eso es mala escritura. No es que importe.

Secretario: Señor Sorkin, el señor Lachey le verá ahora.

Aaron Sorkin entra y hace grandes reverencias.

A. Señor Lachey, soy un gran admirador de su trabajo.

TEASER DE «LA PIEL QUE HABITO»

Hoy es un gran día por varias razones. Primera, porque comienza mi curso de Guión de TV en el Hotel Kafka (si quieres más información, pincha aquí) y porque ya está disponible el teaser trailer de «La piel que habito», la próxima de Almodovar. Yo de momento no voy a opinar, lo haré en los comentarios. ¿Qué os parece?

 

NOSOTROS: LOS FRUTOS SECOS

Durante esta semana, y como prólogo al comienzo de mi curso de escritura de guión de Tv (que comienza el próximo lunes 9 de Mayo, todavía hay plazas) voy a postear algunos textos relacionados con la escritura y el análisis de guiones, algunos, como el de hoy, se han visto antes en Bloguionistas o en mi antiguo blog. Espero que os gusten.

¿Sabes el típico día en el que estás en un restaurante comiendo tranquilamente y alguien entra corriendo, gritando con desesperación y a pleno pulmón si hay un guionista en la sala?

No, no lo sabes porque eso no pasa. Nos creemos muy interesantes, pero nadie se levanta por la mañana con la ardiente necesidad de que un guionista le ayude. Si es muy importante ver al banquero, al dentista, al que te vende el pan o el que te ayuda a defenderte ante la justicia. Pero, ¿guionistas? el mundo podría seguir girando sin ellos, aparentemente.

Entonces, ¿por qué nos creemos tan apasionantes? ¿Por qué parece que nuestra profesión nos pone muchísimo? ¿Por una vocación ardiente? ¿Por pura devoción al acto solitario de escribir y de recibir tortas como panes como forma habitual de feedback? Sí, pero también porque nuestra profesión nos garantiza casi siempre la ocasión de hablar de un tema que nos encanta: nosotros mismos. Si lo que hacemos es tan atractivo, nosotros también debemos serlo, es el silogismo al que muchos nos hemos adherido con el paso de los años, dijera lo que dijera en el año 88 Iñaki el de cuarto que no quiso rollo conmigo.

Nos gusta ir a las fiestas y que la gente nos diga, «¿Y cada uno escribís un personaje?», la frase que más te repiten los profanos. Alguna vez te gustaría responder que sí, sólo por perpetuar esa leyenda tan antigua como absurda, tentación tan seductora como dar un nombre falso en Starbucks, «Remigia, tu frappe chai tea con soja light está listo». Otras frases que se suelen oír son «Si yo te contara la historia de mi vida…», «Yo creo que sería buen guionista porque a)me dicen que soy ingenioso b)me pasan unas cosas…» Y podemos porfiar todo lo que queramos acerca de esos comentarios, pero en realidad nos gustan. (Daría para otra entrada la facilidad con la que la gente cree que podría dedicarse a una profesión que exige cierta cualificación y según Pianista mil páginas, es como decir «Se me da bien el bricolaje, ¿Me dejas drenar el hematoma en tu cerebro?».)

Pero sí, nos gusta hablar de nosotros mismos, y este blog es la mejor prueba; nos gusta decir en qué serie trabajamos, aunque a renglón seguido te digan, «Esa serie era una mierda», que todavía si fuera en presente («es una mierda») te granjearía algo más de respeto. A veces, en una reunión social, cuando refiriéndose a ti alguien le dice a un tercero (o tercera) «Zutano es guionista», de repente, esa persona te mira de forma distinta. Pero esa atención sólo dura un tiempo. Luego somos perfectamente capaces de demostrar que somos tan aburridos como el que más. Tediosamente anodinos y preocupados por las mismas cosas que el resto de la gente.

¿Cuáles son esas cosas? Hablar incesantemente de nuestro trabajo, (al igual que hacen médicos, financieros o arquitectos), siempre comenzando con el ineludible «¿En qué andas?», frecuentemente seguido por dosis de cotilleo, quejas multidireccionales y del clásico estar harto de su jefe o de su jefa, algo tan español como El Corte Inglés o Zara. Cuando ese tema se agota, podemos hacer que nuestros amigos o parejas hagan viajes astrales mientras nos enzarzamos en el enésimo debate sobre si la serie «Sexo en Nueva York» es machista o por el contrario feminista, o sobre qué temporada de 24 es mejor, o sobre si escribir guiones es escribir literatura o no.

Nos creemos el solomillo pero en realidad somos los frutos secos de la sociedad. Nadie basaría su alimentación en nosotros, no somos huevos, ni pescado, ni agua, ni pan, ni siquiera garbanzos. Estamos bien para acompañar la vida, pero si hubiera que hacer una expedición rescatando a cincuenta personas del planeta Tierra para regenerar nuestra civilización seríamos los últimos de la fila. Los panaderos nos harían cortes de mangas desde las ventanas de la nave espacial.

Aunque en esa cola nos lo pasaríamos genial. «¿En qué andas?», empezaríamos a conversar animadamente.