Entrevista a Roberto Santiago

Roberto Santiago (Madrid, 1968) estudió Imagen y Sonido en la Universidad Complutense, y creación literaria en la Escuela de Letras de Madrid. Guionista de diversos programas de humor en Televisión Española, ha publicado varias novelas, por las que ha conseguido diversos premios, entre los que destaca el Premio Edebé de Literatura Infantil. Ha sido realizador de publicidad y videoclips. En 1999 dirige el cortometraje «Ruleta», que participa en la Sección Oficial del Festival de Cannes. En el 2000 escribe y dirige su primera obra de teatro, «Share 38», Premio Enrique Llovet al Mejor Texto Teatral de 1999. En 2001 debuta en la gran pantalla con la dirección del largometraje «Hombres felices» (2001), a la que le siguen «El penalti más largo del mundo» (2004), «El Club de los Suicidas» (2007) y «Al Final del Camino». (2009.)

Además de todo eso, Roberto es un buen amigo, compañero de letras y la primera persona que me dio la oportunidad de escribir profesionalmente. Le hecho unas preguntas aprovechando la coyuntura. Áhí van.

AA. «Al Final del Camino» habla de un grupo de parejas que se embarcan en una aventura para solucionar sus problemas conyugales. A pesar de que es un tema muy sobado, ¿cuál es el enfoque de tu peli sobre las relaciones humanas?

RS. Creo que la peli habla sobre lo difícil que es estar solo, pero lo más difícil todavía que es estar con alguien, compartir tu vida con otra persona. Alguien dijo una vez: Sólo hay dos tipos de parejas, las que se separan y las que acaban mal. Pues bien, creo que Al Final del Camino propone una solución intermedia, y sobre todo se hace un montón de preguntas al respecto. Por supuesto todo con mucho humor, para hablar de estos temas creo que nada mejor que reírnos de nosotros mismos.

AA. ¿A quién has tenido que matar para conseguir un reparto tan bueno?

RS. Ja, ja, ja… Era mi reparto soñado para esta película, y al final he tenido la suerte de que todos leyeron el guión y les apeteció venirse al camino de santiago conmigo. Fernando Tejero, Malena Alterio, Javi Gutiérrez… estamos hablando de un puñado de actores con tanto talento para la comedia que los ensayos y el rodaje eran un auténtico festín de propuestas y de creatividad. El caso de Diego Peretti es para mí un verdadero sueño cumplido, me parece uno de los mejores actores del mundo, y cuando me envió un email desde Buenos Aires diciendo que le gustaba el personaje del gurú, casi no me lo podía creer.

AA. ¿Qué parte es la que más te gusta de tu trabajo como director?

RS. Sin ninguna duda, donde más disfruto es en el trabajo con los actores. Evidentemente durante el proceso del guión y luego en el montaje es cuando de verdad haces la película. Pero hay algo que he ido aprendiendo este tiempo, y es que si consigues que los actores funcionen, que de verdad conecten con algo auténtico (ya sea una comedia o un drama o cualquier género), entonces ya tienes el 90% conseguido. Creo que es la clave de todo, y yo reconozco que cada vez les admiro más.

AA. Y cuando escribes, ¿qué es lo que siempre tienes en mente? ¿Cuál es tu metodología de trabajo? ¿A diario y con horario o a prontos y cuando sea?

RS. Yo soy guionista antes que director. Y que yo recuerde, siempre he escrito. Más que una metodología o un horario, creo en escribir todo el tiempo. Quiero decir que si de verdad te apasiona la escritura, y creo que es la única posibilidad de dedicarte a esto porque si no nada te lo va a compensar, lo lógico es escribir continuamente. Cuando no estoy rodando, yo me levanto por la mañana y lo primero que hago es encender el ordenador y escribir, da igual el día de la semana o el mes del año. No es una decisión, es una necesidad.

AA. Eres un director de comedias. ¿Por qué crees que el género está tan devaluado?

RS. Como espectador, yo siempre he sido un devorador de comedias. De adolescente quería ser Billy Wilder, Woody Allen, Berlanga… qué sé yo. Me parece que a través de la comedia se pueden contar las cosas y los temas más importantes para el ser humano, y además hacerlo sin tomarte demasiado en serio a ti mismo, lo cual es muy sano. Sin embargo, es verdad que es muy difícil el reconocimiento de los premios o la crítica para las comedias, me parece totalmente injusto y prejuicioso. Pero como decía John Huston, «no hago películas para gustarle a un puñado de vanidosos que escriben en los periódicos, hago películas para los espectadores».

AA. Como espectador, ¿qué es lo que más te hace reír?

RS. Con mucha diferencia, las historias que más me hacen reír son aquellas que además de humor, tienen emoción y ternura. Esas historias en las que puedes conectar con los personajes, con sus problemas, y al mismo tiempo reírte con ellos. Por poner un ejemplo, me encantan las historias romántico/gamberras de los Farrelly o de la factoría de Judd Apatow.

AA. Una última buena peli/libro que hayas visto/leído últimamente.

RS. Estoy viendo la última temporada de Boston Legal, una serie maravillosa que combina casos legales, intriga y mucho humor. Se la recomiendo a todo el mundo. Y en cine sin duda Frost contra Nixon, una de las mejores historias que me he encontrado estos meses. Ah, y creo que ya está en dvd una película española divéritidísima y muy ácida, Casual Day, es de lo mejor que se ha hecho en este país durante el año pasado, y no ha tenido el reconocimiento que se merece.

AA. ¿Cuál es la recompensa de un trabajo frecuentemente tan ingrato como es el de guionista? (Si es que hay alguna.)

RS. Hay muchas recompensas. Yo estuve muchos años trabajando de guionista en televisión antes de dirigir, y hoy en día todavía disfruto mucho si alguien me encarga un guión para otro director. Puede que suene un poco ingenuo, pero ver en imágenes lo que tú has imaginado sobre un papel, me sigue pareciendo una de las cosas más emocionantes que te pueden pasar en la vida. Comprobar que un enorme equipo de gente ha puesto todo su esfuerzo y su trabajo para dar vida a lo que tú has escrito me sigue sorprendiendo. A pesar de todas las cosas ingratas de esta profesión de guionista, esa recompensa no tiene precio a mi modo de ver.

AA. Un consejo para los que nos leen y quieren asomar la cabeza en el mundo del audiovisual.

RS. Primer consejo: no te dediques a esto por dinero o por la fama, no lo vas a conseguir. Segundo consejo: Escribe sin parar, manda tus guiones a las productoras, a las ayudas del ministerio de cultura para autores noveles, a todo el mundo; rueda cortos con amigos… y hazlo una y otra vez. Es la única manera, de verdad.

AA. ¿Qué opinas de la situación actual del cine español? ¿Hay crisis ahora? ¿O siempre la ha habido? ¿Qué crees que haría falta para que nuestra industria fuera más competitiva?

RS. El cine español siempre ha estado en crisis, es un tópico pero también una realidad. Sin embargo la primavera cinematográfica ha empezado muy bien para el cine español, con dos películas entre las tres más vistas. Auguro un año muy bueno tanto desde el punto de vista creativo como comercial para el cine español, soy muy optimista.

Por cierto, si queréis verle a él y al resto de sus actores, acudirán al PASE QUE SE CELEBRA EL MI?RCOLES 8 EN EL CINE CALLAO A LAS 20. 00 H. Así que ya sabéis, si os gusta ver la peli con el equipo en la sala, esta es vuestra oportunidad.

El Final de The Shield

Tranquilos, que esto no va de spoilers, sino de honrar este momento en el que he terminado de ver la serie «The Shield», creada por Shawn Ryan e interpretada magistralmente por Michael Chiklis. Mucho se puede escribir de la serie, pero no lo haré ahora. Solo hago este post para hacer una marca en el tiempo, para despedirme del Granero como se merece, para dejar por escrito la pena que me da no volver a ver a Vic, Lem, Ronnie, Shane, Dutch, Claudette e incluso a Billings. Otro día seguiré hablando de ella, explicando por qué me gusta tanto, hoy simplemente le dedico un aplauso bloguero en forma de post nocturno y nostálgico, rememorando tantas noches, tantas horas salvadas, tantos buenos ratos que me ha hecho pasar.

Vic, te echaré de menos.

Decálogo del Estreno

Ayer fui al preestreno de la última peli de mi amigo Roberto Santiago. Es una comedia ambientada en el Camino de Santiago, y se llama oportunamente «Al final del Camino.» No podéis dejar de verla. Es una historia llena de risas y emoción, y cuenta con un reparto alucinante (Malena Alterio, Diego Peretti, Javier Gutiérrez, Luis Callejo, Fernando Tejero…)

Eso me hizo pensar que a ojos de alguien que jamás haya estado en un estreno de estas características, es un evento gracioso y muy del gremiete. Se podría incluso pensar, «ahí va nuestro dinero público, en copas para gente mal vestida» y así.

En cualquier caso, he intentado resumir algunas de las características del mundo preestreno de nuestro entorno. Se agradecen aportaciones.

1. Cuanto más céntrico el cine, mejor el estreno. Los de Kinépolis y demás cines perdidos de la mano de Dios están muy bien, pero resulta anticlimático y encontrarse con la nada, y más anticlimático aún coger el coche o un taxi para irse a tomar la copa.

2. Cuanto más intelectual la película, menos gente guapa.

3. El número de adolescentes que se cuelan en la fiesta suele ser directamente proporcional a la presencia de actores «televisivos» en la película.

4. Cuando le preguntas a alguien o alguien te pregunta «¿Nos vemos en la copa, no?», no le volverás a ver. Desde luego no esa noche y puede que nunca.

5. Las actrices destacan porque van guapas y muy maqueadas. Los actores suelen ser esos tíos que están al lado de ellas, pero si le pones un gorro a su indumentaria, podrías llamarlo «pijama» tranquilamente.

6. Cuanto más se intente proteger la ubicación del bar de la fiesta de después, más petado estará.

7. Los actores siempre se hacen notar en el patio de butacas. Aunque sólo sea levántandose y volviéndose a sentar en su butaca, como perritos de la pradera oteando el horizonte.

8. Si lleva un gorro absurdo, increíblemente lo hace para burlar la atención de las fans. (Ayer ví a Martín Rivas reivindicando el «camuflaje».)

9. Cuando saludas a alguien protocolariamente el tema es «¿Y en qué estás ahora?». Una vez solventada esta cuestión, vas hacia el siguiente conocido/se te acerca el siguiente conocido y te pregunta «¿Y en qué estás ahora?»

10. Independientemente de lo que te haya parecido la película, NUNCA JAMÁS NI POR ASOMO BAJO NING?N CONCEPTO se te ocurra decirle al director que es algo menos que perfecta. A ellos les da igual que digas la verdad, sólo quieren que les felicites y que pase el siguiente. Tu opinión ya se la dirás a tus amigos cuando el director te haya dado un par de copas más.