Ayer fui al preestreno de la última peli de mi amigo Roberto Santiago. Es una comedia ambientada en el Camino de Santiago, y se llama oportunamente «Al final del Camino.» No podéis dejar de verla. Es una historia llena de risas y emoción, y cuenta con un reparto alucinante (Malena Alterio, Diego Peretti, Javier Gutiérrez, Luis Callejo, Fernando Tejero…)
Eso me hizo pensar que a ojos de alguien que jamás haya estado en un estreno de estas características, es un evento gracioso y muy del gremiete. Se podría incluso pensar, «ahí va nuestro dinero público, en copas para gente mal vestida» y así.
En cualquier caso, he intentado resumir algunas de las características del mundo preestreno de nuestro entorno. Se agradecen aportaciones.
1. Cuanto más céntrico el cine, mejor el estreno. Los de Kinépolis y demás cines perdidos de la mano de Dios están muy bien, pero resulta anticlimático y encontrarse con la nada, y más anticlimático aún coger el coche o un taxi para irse a tomar la copa.
2. Cuanto más intelectual la película, menos gente guapa.
3. El número de adolescentes que se cuelan en la fiesta suele ser directamente proporcional a la presencia de actores «televisivos» en la película.
4. Cuando le preguntas a alguien o alguien te pregunta «¿Nos vemos en la copa, no?», no le volverás a ver. Desde luego no esa noche y puede que nunca.
5. Las actrices destacan porque van guapas y muy maqueadas. Los actores suelen ser esos tíos que están al lado de ellas, pero si le pones un gorro a su indumentaria, podrías llamarlo «pijama» tranquilamente.
6. Cuanto más se intente proteger la ubicación del bar de la fiesta de después, más petado estará.
7. Los actores siempre se hacen notar en el patio de butacas. Aunque sólo sea levántandose y volviéndose a sentar en su butaca, como perritos de la pradera oteando el horizonte.
8. Si lleva un gorro absurdo, increíblemente lo hace para burlar la atención de las fans. (Ayer ví a Martín Rivas reivindicando el «camuflaje».)
9. Cuando saludas a alguien protocolariamente el tema es «¿Y en qué estás ahora?». Una vez solventada esta cuestión, vas hacia el siguiente conocido/se te acerca el siguiente conocido y te pregunta «¿Y en qué estás ahora?»
10. Independientemente de lo que te haya parecido la película, NUNCA JAMÁS NI POR ASOMO BAJO NING?N CONCEPTO se te ocurra decirle al director que es algo menos que perfecta. A ellos les da igual que digas la verdad, sólo quieren que les felicites y que pase el siguiente. Tu opinión ya se la dirás a tus amigos cuando el director te haya dado un par de copas más.