He pasado unos días en Berlín, una ciudad maravillosa que he visitado por segunda vez.
En esta ocasión he aprovechado para ver sitios que quedaron pendientes, como el Museum für Film und Fernsehen Berlin, que es el museo del Cine y la televisión. Yo no lo consideraría de los «imprescindibles» de la ciudad pero si eres un o una friki del cine clásico hay ciertos objetos y datos que seguro que te interesan, como a mí.
El museo lógicamente enseña los orígenes del cine alemán, su paso al sonoro, la inevitable migración de sus muchos talentos a Hollywood, el cine de propaganda, el cine desde la segunda guerra mundial hasta la actualidad. Además, hay una exposición de Marlene Dietrich muy interesante, que incluye vestuarios de algunas de sus películas, así como correspondencia privada y regalos que intercambió con sus múltiples amantes, hombres y mujeres, muchos de ellos célebres como Josef Von Sternberg, Douglas Fairbanks, Jean Gabin o Ernst Hemingway.
Resulta reconfortante ver el guión físico y con la portada dibujada a mano de clásicos como «M, el Vampiro de Dusseldorf», bocetos originales de los decorados de «El Gabinete del Doctor Caligari», diseños para «Metrópolis»… y ver películas antiguas protagonizadas por un simpático y feíllo actor llamado Ernst Lubitsch.
También descubrí que la persona que escribió «M», «Metrópolis», «El Testamento del Dr. Mabuse» o «Los Nibelungos» fue una mujer, además esposa de uno de mis directores preferidos, Fritz Lang.
Ella se llamaba Thea von Harbou.
Thea militó en el Partido Nazi. Las previsibles desavenencias entre ella y Fritz Lang, (que era anti fascista y más tarde emigraría a EEUU) y el amorío de éste con la actriz austríaca Gerda Maurus provocaron su divorcio en 1933.
La carrera de Von Harbou no sobrevivió a la guerra. Pasó un breve período en la cárcel, y acabó trabajando en la sincronización de películas extranjeras.
Su muerte ocurrió en 1954. A modo de homenaje a su carrera, se proyectó la peli escrita por ella y dirigida por Lang llamada «Der Mude tod». Al salir del cine, se resbaló y la caída le provocó la muerte días después.
Mientras, al otro lado del Atlántico, su ex marido disfrutaba del éxito de «Los Sobornados» y rodaba «Deseos Humanos».
La emigración germánica fue trascendental para la historia del cine; directores como Lang aportaron la sofisticación del expresionismo alemán a la meca del cine, mientras que la cinematografía de su país natal jamás volvería a conocer el poderío y esplendor de los días de la UFA, con obras de cineastas como G.W. Pabst, Murnau o el propio Lang.
En el vídeo, unas imágenes de «La Caja de Pandora», de G.W. Pabst e interpretado por Louise Brooks.