El Cine Español y las subvenciones

El otro día el diario «La Razón» llevaba el siguiente titular a su portada: «Las subvenciones superan la recaudación», refiriéndose al denostado cine español.

El dinero que el Estado da a esta industria cultural es un eficaz argumento para meterse con nuestro cine. Y supongamos que tienen razón, al menos, en parte: supongamos que como negocio es un modelo absolutamente ineficiente. Supongamos que no todos los ciudadanos quieren que el dinero de todos vaya a parar a manos de unos titiriteros que jamás se levantan antes del mediodía y que cuentan historias de los siguientes géneros, «guerra civil con niño», «despertar sexual en el pueblo con mi prima», «parejas alienadas en la ciudad», «buenas gentes de barrio viven sabiamente», «insertar cualquier tema social aquí.» Supongamos que se hacen demasiadas películas y que muchas de ellas ni se estrenan, o están previamente financiadas antes de su explotación comercial.

Seré completamente honesta: sí, me parece que se financian demasiadas películas. Sí, me parece que muchas de ellas son malas. Pero… he aquí tres peros de importancia.

1. Yo me beneficié de ese caudal de dinero público a través del Premio de Medina del Campo. Si no fuera por ese galardón, yo no hubiera podido hacer mi corto. Sé perfectamente que ese no es un argumento válido para convencer a los escépticos, ni tiene ninguna trascendencia en el cosmos, pero del mismo modo que me dieron una oportunidad a mí, pueden acceder a esa oportunidad muchos realizadores jóvenes que son los cineastas del futuro, y no sólo ellos, sino todas las profesiones del audiovisual, un sector en auge que emplea a miles de personas, cada vez a más. Esa es nuestra cantera de artistas, técnicos, escritores, actores…

2. El cine español ha dado obras maestras, y lo ha hecho con apoyo público.

3. La cultura no es (únicamente) un negocio. La cultura no es un lujo. La cultura es indispensable en un país. Por lo tanto, si me preguntan a mí, a mí me parece bien que parte de los muchos impuestos que pago sirvan de apoyo al cine.

Por si esto no convence a nadie, aquí añado una lista de mis diez pelis españolas favoritas. Vale ya de complejos; el cine español es una de las cinematografías europeas más competitivas, y a los ?scars me remito.

Ahí van. No por orden de preferencia, sino al buen tuntún. Perdonadme la falta de rigor, pero es que soy un poco tirititera, y me gusta aburrir a todo el mundo con mis traumas infantiles, mis causas perdidas y mis recuerdos de la posguerra.

1. Viridiana, de Luis Buñuel.
2. La Buena Estrella, de Ricardo Franco.
3. El viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán Gómez.
4. Los Lunes Al sol, de Fernando León de Aranoa.
5. El Día de la Bestia, de Álex de la Iglesia.
6. El Crack, de José Luis Garci.
7. El Desencanto, de Jaime Chávarri.
8. Atraco a las 3, de José María Forqué.
9. Volver, de Pedro Almodóvar.
10. Plácido, de Luis García Berlanga.

¿Quién se anima a sumar pelis para convencer al personal de que el cine español puede ser maravilloso?