Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Huelga de mala calidad

Acabo de llegar a Madrid.

En Auto Res, como casi siempre.

No tengo coche. Ni siquiera carnet de conducir.

En la parada, en el Km. 175 (Atalaya) me fumé un pitillo con el conductor. Que cómo iba la huelga. Pues no creo que consigamos nada al final, me dijo, esto no interesa a nadie. A mí sí, le dije, pero es cierto que llevaba razón.

Unos tíos que ganan millones anuncian una huelga y, sin llegar ni siquiera a hacerla, ocupan todas las portadas y la actualidad periodística del verano. Los controladores áreos, esos tipos que se lo llevan crudo, pero, caramba, parece que aún les sabe a poco. En cambio, los trabajadores de Auto Res hacen una huelga real, que ha afectado a miles de pasajeros, y la prensa lo saca en letra pequeña y en los sitios más escondidos. ¿Por qué?

Hay diferencias: entre otras, que los de Auto Res ganan entre 1.200 y 1.500 euros mensuales. ¿A quién le puede interesar esa gente? Otra diferencia: el autobús tiene muchos más pasajeros que el avión, de hecho es el medio de transporte colectivo más usado en España, por encima del avión y el tren. Sí, vale, pero los pasajeros de autocar no somos más que gentecilla, nunca perdemos importantes conexiones para enlazar con un vuelo a París ni tenemos que estar inexcusablemente en Barcelona a las 16:33 para una reunión del Consejo de Administración. ¿A quién le importa si nos quedamos sin ir al pueblo? Ya nos apañaremos, por supuesto.  Gentecilla conducida por pilotos que son igual de gentecilla, no como las huelgas de controladores, que son gente de importancia conducidos por tipos no menos sólidos, todos de otra calidad.

Después de machacar todo el verano con la huelga (anunciada, pero no efectiva) de los controladores y tratar la huelga de verdad de Auto Res como una noticia sin importancia, El País se limitaba el otro día, como Guillermo Brown, a constatar un hecho:

Lo que los sindicatos no esperaban es que la huelga que acordaron pasara casi desapercibida en los medios de comunicación. Que apenas hubiera titulares, ni espacio en los informativos de radio y televisión.

¿Y de quién depende, don periodista marmolillo? Les habrá sorprendido a los sindicatos, pero no a tu redactor jefe, ¿verdad? ¿O no son ellos quienes han decidido dar la mínima visibilidad a la huelga de autobuses y la máxima a la amenaza de huelga de los controladores? ¿Quién decide qué es noticia y qué no? ¿Quién considera que los empleados de Auto Res y sus pasajeros son carne de cañón y que, en cambio, los controladores aéreos y los pasajeros voladores merecen toda nuestra tención? ¡Pues vosotros, almas de cántaro!

La prensa manipula nuestra percepción de la realidad. Ya, ya,: ¡pues vaya novedad!

Pregúntale a Pascual Serrano o lee su libro.

En las huelgas, lo que suelen hacer es hincapié en las consecuencias pavorosas de la huelga: viajeros durmiendo en el suelo, la niña que no puede ir a la operación a corazón abierto de su padre, el caos, la algarada callejera, las turbas de violentos sindicalistas, las víctimas inocentes de la furia proletaria, etc., pero se callan casi siempre cuáles son las causas de la huelga, sobre todo si la huelga tiene causas legítimas (no parece ser el caso de la de los controladores, quizá por eso sí las cuentan).

A mí me ha pasado miles de veces que, tras tener que enterarme de cuánta gente no ha podido coger el metro, la terrible catástrofe que ha sido, los miles de millones que se han perdido, la maldad de los piquetes, la insolencia de los cabecillas, lo que es en sí la plebe soliviantada, etc., al final no he podido enterarme de por qué están en huelga.

Ni idea. Que me aspen si lo sé. Eso no es importante, ¿verdad, amigo periodista?

No sea que el lector diga: anda, pues resulta que tienen toda la razón del mundo.

Ahora han ido un paso más lejos: hay huelgas de primera y huelgas de segunda, pero no depende del número de viajeros ni nada de eso, sino al parecer de la calidad de la ropa de entretiempo que utiliza el portavoz de los huelguistas y de la falta de entidad de los afectados, gentecilla como yo.

¿Por qué está en huelga Auto Res? Bueno, para hacer corta la historia, porque la empresa la compró en 2006 un fondo de capital riesgo británico… con eso está dicho todo. Estos filántropos han decidido de inmediato que lo importante es el beneficio empresarial, a costa (no podía ser de otro modo) de los derechos consolidados de los trabajadores.

Como me comentaba el conductor de mi coche, gracias al cómplice desinterés de la prensa y los medios informativos, los trabajadores sospechan que no tienen mucho que hacer. Ojalá pudiera decirle a ese conductor que no estoy de acuerdo, pero lo cierto es que lo veo con parecido pesismismo.

Ni la huelga ha existido (según la prensa) ni ha afectado a nadie (a nadie que tenga importancia) ni los trabajadores ni los pasajeros de autobús existimos.

Recuerda: el autobús es el medio de transporte colectivo más usado en España. Recuerda: «Más de la mitad de todos los desplazamientos que se realizan en España en transporte colectivo se hacen en autobús» (El País). Recuerda:

«Una cosa que se olvida es que más de una cuarta parte de los hogares españoles no tienen coche», dice Ana Ramos, experta en transporte de la consultora Afi, especializada en Administraciones Públicas. El porcentaje aumenta por encima del 30% en provincias como Zamora, Ávila, Cuenca, Orense, Asturias, Salamanca o Soria. Territorios con poca población, dispersa y envejecida. Bolsas de pobreza en la España próspera y derrochadora que dependen del autobús. Como dependen los habitantes del País Vasco, un territorio donde se hacen en autobús el 70% de los desplazamientos en transporte colectivo. (El País)

La huelga de autobuses ha existido, pero en el país real, no en el país que interesa a los periódicos. Sólo ha habido huelga en ese país donde la gente gana poco dinero y no tiene entre sus preocupaciones primordiales la decoración de interiores, cómo seleccionar el bolso más adecuado o la averiguación de si la fruta ha sido cultivada sin productos químicos.

Mientras tanto, Renfe sigue intentando destrozar la red ferroviaria en beneficio del grandilocuente AVE.

Sólo el AVE (con tan pocas líneas y menos paradas) tiene más presupuesto que todo el resto de la red. No hacen más que cerrar líneas y reducir frecuencias.

Formidable esa apuesta por el AVE que, en el fondo, no consiste más que en elegir el tipo de pasajero que queremos: aquí no viaja gentecilla. Esos, que se vayan al autobús. Aquí no queremos a la España real, sino a esa que sale a todo color en los suplementos dominicales, tipos solidarios, creativos, capaces de expresar su individualidad a través del calzado que compran o la música que oyen, tolerantes, comprometidos con el planeta, tipos que reclaman carril-bici y orgamos simultáneos, la misma gente a la que van dirigidos los anuncios de teléfonos móviles o compresas con alas.

Puede que el AVE acerque Madrid a Barcelona, sí, pero a todos los pueblos y ciudades entre medias los manda de una patada a la estratosfera.

Qué vida.

Este verano ha cocinado casi siempre mi hija.

Un truco para padres: que cocinen bajo coacción.

El sistema es éste. Yo a mi hija le explico que, si cocino yo, hago la paella con garrafón, bachoquetas, en fin, de todo. Porque el que cocina decide. De paso le doy un poco de doctrina: el que hace un trabajo es el que más derecho tiene a decidir cómo se hace y sobre todo para qué. No se puede consentir que alguien fabrique una pieza y luego no sepa para qué la está usando en realidad el dueño de la fábrica. El que hace las cosas tiene capacidad de decisión y control sobre lo que hace.  

Así que le digo:

-Yo la hago con verduras.

Bajo amenaza de verduras, decidió cocinar ella:

No falla.

 

 

 

Me fastidia reconocerlo, pero lo salió bastante más rica que a mí.

Así que ha cocinado de todo, desde pizza (hemos hecho la masa con un rodillo, nos hemos reído mucho) hasta esa paella que no ha entrado en contacto con ninguna verdura.

Lo que sobró nos lo comimos al día siguiente con dos huevos fritos encima, Anusca decidió llamarlo paella cubana, porque es como el arroz a la cubana, pero en paella.

Ventaja adicional: por mal que salga el plato, se lo comen todo y les encanta, por orgullo de creador (será). Si cocinan los niños, jamás hay malas caras ni gestos torcidos en la mesa, ni apartan nada con asquito. 

Ante lo cual yo he decidido cortarme la coleta de cocinero:

Comments (15)

Pereseptiembre 4th, 2010 at 15:49

Buenas. Hace años viví una larga temporada en el Reino Unido. Entonces ya estaba en marcha la privatización de la red ferroviaria que se ha mostrado letal,:no es una metáfora. Yo pensaba » Somos pobres pero aún podemos ir en tren» . Qué risa me daba ver azafatas en los trenes . ingenuo.El borreguero de Sant Vicenç de Calders a Zaragoza era mejor que el transiberiano.Nada : al autobús , o que les den y andando , llegaremos cuando sea. ¿ Para cuando una huelga de lacayos ? Perdón,» periodistas».

la loliseptiembre 4th, 2010 at 17:04

Hay huelgas de carne y de verduras como las paellas,que por cierto tiene buena pinta esa paella ,al igual que la cocinera y el padre de la cocinera. Feliz lo que queda de verano para todos.

RPVseptiembre 4th, 2010 at 19:39

Espectacular este post Rafael. Cuartango ya lloró hace unas semanas por la red viaria. La cocinera está preciosa. Un abrazo.

Iñigoseptiembre 4th, 2010 at 20:04

Sobre la ausencia de noticias sobre la huelga de autobuses en los medios de comunicación, se me ocurre una idea que, aunque no se cumple siempre, suele estar muy presente en la cobertura periodística: los periodistas no utilizan mucho el autobús (o al menos los periodistas que toman las decisiones en una redacción).

andrseptiembre 4th, 2010 at 23:26

La huelga de Auto Res, no paraliza un país, porque hay otras líneas que suplen la ausencia, otras alternativas, etc… La huelga de los controladores sí lo paralizan.

Y de que no salió en los medios, en las comunidades más afectadas (generalmente las que no son Madrid) sí que existió cobertura en los medios.

Eleuterioseptiembre 5th, 2010 at 3:21

Lo del AVE o TAV es un tema que no ha levantado la suficiente atención y cuando lo hizo era para relacionar la lucha antiTAV con ETA. De traca.
Nos han desmontado el territorio con infraestructuras salvajes, para unir urbes con actividades terciarias (y de paso convertir estaciones decimonónicas en centros comerciales con su Zara y su H&M), evitando a la gente que viaja con maletín y traje el molesto trayecto que hay entre el centro de la ciudad y el aeropuerto.
Si interesa, Miquel Amorós hace una crítica devastadora del uso y abuso de ciertos medios de transportes con según que fines y según que beneficios reportan y a quien.

marcosseptiembre 5th, 2010 at 10:29

¡Qué merecida zurra a los usuarios del AVE, esos seres encorbatados (o, peor aún, criptosocialdemócratas) que para ocultar su aviesa condición reclaman carriles bici, orgasmos simultáneos y otros atributos o prebendas fruto de la usurpación de la plusvalía proletaria!

Abrazos.

Kurwenalseptiembre 6th, 2010 at 0:24

Chapeau, Rafael. Gran entrada.

Diegoseptiembre 6th, 2010 at 11:47

Amigo Rafael ? , ya me tienes un poco enganchado a tú blog . Creo que las fotos le dan un toque de cercanía y de transparencia , me gusta mucho las fotos . Tu hija me parece que lo que el padre , buena gente y simpatiquilla. Tus comentario me enriquecen bastantes . Gracias y a seguir caminando.
Salud.

yo mismaseptiembre 6th, 2010 at 14:34

Ayyyyysss, pues sí, querido y estimado Reig, sí.

De muy mala calidad esta huelga, la información en general y tantas cosas básicas e importantes, lamentablemente.

Comparto tu opinión y me uno a tu denuncia de desinformación.

Respecto a la forma de compartir las labores del hogar, una para mí algo tediosa es justo la cocina, no por nada, por que simplemente, si no te la haces tú, como es en mi caso: no hay comida.

Por tanto la «aborrezco» un poco por su obligatoriedad. Soy un espíritu libre. Libre y (debo añadir) un tanto rebelde. Quizás con causa, quizás no. Pero ahí voy.

Y respecto a tu nuevo luck: espléndido. Hasta sin pelo te queda bien! Y es que eres un todo terreno, Reig.

Un fuerte abrazo para tod@s y un feliz lo que quede de verano, muy especialmente para mi Loli.

Muaaak!!!

nombreseptiembre 6th, 2010 at 17:22

yo siempre que comento aquí es para ponerle a parir, Reig, pero hoy me ha encantado lo de:
Aquí no queremos a la España real, sino a esa que sale a todo color en los suplementos dominicales, tipos solidarios, creativos, capaces de expresar su individualidad a través del calzado que compran o la música que oyen, tolerantes, comprometidos con el planeta, tipos que reclaman carril-bici y orgamos simultáneos, la misma gente a la que van dirigidos los anuncios de teléfonos móviles o compresas con alas.

un beso casto y afectuoso

Más claro, aguaseptiembre 6th, 2010 at 20:45

Veo que no te has inclinado por el sentido metafórico de la expresión «cortarse la coleta»… A ver qué se te ocurre ahora, que la ocasión la pintan calva… 😉

luisseptiembre 7th, 2010 at 7:16

Gracias por este interesante post. Quería hacer una observación sobre las fuentes.

Ya que Internet permite el unir la noticia a las fuentes que vengan de medios digitales, creo que es buena practica hacerlo. Adjunto una que he buscado donde se hacia referencia sólo «El Pais».

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/nos/quiten/autocar/elpepusocdmg/20100829elpdmgrep_3/Tes

Fran G. Matuteseptiembre 7th, 2010 at 8:14

Sobre las huelgas, habría que hacer leer a mucha gente de la clase política de este país el devastador retrato que hizo Hubert Selby Jr en su «?ltima salida para Brooklyn»…

eMiseptiembre 11th, 2010 at 12:57

Impresionante. No lo silabeo por si lo hago mal. El caso es que me he quedado enganchada con el primer post. ¡Quién tuviera tiempo para seguir leyendo! ¿Será porque soy gentecilla? Puede que no, porque de tanto en tanto dependo de los controladores aéreos. En fin, que me gusta el negro sobre blanco.

Sobre la receta de cocina que nos das… Yo la coleta no me la corto. Pero, ¡ay si lo llego a saber antes! Aunque bien pensado, hummm. Creo que todavía estoy a tiempo. Sí, lo pondré en práctica. Unas cuantas adaptaciones del truco y arreglado.

Gracias, volveré

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