Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

¿Puesta en abismo?

La Semana Negra de Gijón es una experiencia etílica y amistosa que le recomiendo a cualquiera, por más que exija luego una semana en blanco, de convalecencia para recuperar el hígado y la memoria, y atemperar la melancolía de volver a casa.

Estuve con muchos amigos como el gran Juan Madrid, Ana Merino, Félix de la Concha, Andreu Martín, Javier Eslava Galán, Javier García Sánchez, Sofía Castañón, Mariano Sánchez Soler o Rebecca Pawel (con ambos prolongamos la semana seis horas más, en el bar del tren de vuelta, donde finiquitamos las existencias líquidas del bar y casi las del botiquín).

Hice muchos amigos nuevos también, como Daniel Mordzinsky, a quien sólo conocía de vista.

Miguel Barrero, de quien estoy leyendo el muy recomendable Los últimos días de Michi Panero, presentó mi novela. Supongo que diríamos algo, pero lo que más recuerdo es lo mucho que nos reímos. El público también, aunque quizá se riera de nosotros.

En las fotos hay constancia de que, el whisky no embargante, fuimos capaces de articular palabra, aunque no hay indicios de que dijéramos nada coherente:

Después de la agitada y negra semana, me esperaba más agitación al volver a casa, porque en las tertulias de Peña Pintada, aquí podéis ver qué acogedor es el sitio, venía como invitada la autora del libro que habíamos leído, Belén Gopegui.

Empezamos ya a medio día en casa bebiendo unos vinos y comiendo verduras (eso sí, ya procesadas por una simpática vaquita del Guadarrama). Abrimos un vino muy especial, que me regalaron los amigos del PCE de Luxemburgo, y que estaba esperando con su corcho puesto la llegada de amigos con los que disfrutarlo:

Aquí están Belén y Constantino con el Karl Marx Wein de Trier.

Tras el solomillo, el vino, la conversación y que Belén me sublevara a Anusca con tanto comprender a las adolescentes y darles la razón, socavando el principio de autoridad, bajamos a Peña Pintada donde seguimos dándole a la lengua y al frasco hasta altas horas de la noche. Lo pasamos como siempre en la tertulia, gracias a la generosidad de Belén y Constantino y a la hospitalidad de Esther y Pedro.

Al día, siguiente, empero, tenía que trabajar en la librería de mi amigo Eduardo:

Y sí, seguimos Violeta y yo con la idea de hacernos libreros.

Para lo cual hay que hacer muchas gestiones en el Ayuntamiento.

¿Ves el reloj del Ayuntamiento de Cerce? Mira y fíjate en el reloj:

Bueno, pues el otro día, en la tercera planta (Tesorería) vimos a alguien que estaba limpiando el reloj y le pedí permiso para mirar y hacer alguna foto:

Cómo no iba a acordarme de aquella escena de Fortunata y Jacinta en la que Feijoo le explica a Fortunata que la realidad es como un reloj: lo importante no es lo que vemos, que es como la muestra de un reloj, es decir, como las manecillas que giran en la esfera; lo importante es lo que no vemos, la maquinaria interna que hace girar a esas manecillas que están a la vista.

Galdós, por supuesto, nos enseña que una novela no es más que la forma de tener acceso a la maquinaria interna de la realidad, como me dejó a mí este amable señor entrar al mecanismo del reloj del Ayuntamiento.

¿No nos enseña Marx también lo mismo, la maquinaria interna de la sociedad y la cultura: la lucha de clases?

Qué curioso, el reloj del Ayuntamiento de Cerce, también tiene en su interior una pequeña réplica de la gran esfera que se ve desde fuera.

Si esto no es una mise en abyme como la copa de un pino, una señora «puesta en abismo», entonces yo soy obispo de Mondoñedo.

La maquinaria interna de la realidad ¿contiene también una imagen de su exterior?

Nuestro espíritu ¿contiene en su interior una imagen de cómo se nos ve desde fuera, de la cara que se nos queda?

Comments (11)

Doloreslolitalolajulio 21st, 2013 at 21:29

Que buena idea esa de que se haga librero usted y Violeta, me parece genial, as es como conocer el ciclo completo de un libro. Pocos son los afortunados, y usted va a ser uno de ellos. Enhorabuena.

pedrojulio 22nd, 2013 at 9:11

en el corazn de la bestia. Cuenta, cuenta.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXIjulio 22nd, 2013 at 9:14

Tienes toda la pinta de un trabajador estresado, esclavizado por tus amos, que no puede ni salir a la calle a echar un pitillo. Si necesitas ayuda para negociar tu convenio, aqu un amigo

Luis Artiguejulio 22nd, 2013 at 20:56

Qu vida ms ajetreada…

Microalgojulio 23rd, 2013 at 8:11

Un valle de lgrimas, desde luego…

FRANCISCO FERNANDEZ MARQUESjulio 24th, 2013 at 17:32

Espero que vuelvas con frecuencia a Asturias. Fue muy grato compartir contigo unos momentos en la Semana Negra, ese evento ldico y cultural (valga la redundancia), a pesar de nuestra diferencia de clases -soy Marqus-. Me gust mucho tu libro «Lo que no est escrito», ahora pienso ponerme con «Todo est perdonado». Un abrazo y mucha salud par ti, Anusca y Violeta.

Gregoriojulio 27th, 2013 at 15:32

«Trier», Trveris en nuestro romance castellano.

Gente inquebrantableagosto 1st, 2013 at 19:29

A su salud, maese Reig. Y a la de todos nosotros.

Se nos suele ver al atardecer, empapaos en alcohol…

http://www.youtube.com/watch?v=F8Nh-h2wnBY

hoteles en necocliseptiembre 5th, 2013 at 18:26

buen post y buenas imagenes , gracias por compartir!!!

Johnny 99octubre 23rd, 2013 at 6:46

Belén Gopegui y Constantino Bértolo: what a pair…

Fernandojunio 30th, 2014 at 14:19

La semana negra de Gijón, es un evento muy recomendable.

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