Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Claudio: la poesía y la leche

He estado por ahí en varias borracherías, como decía Claudio Rodríguez en aquel poema, Con media azumbre de vino, que empieza:

¡Nunca serenos!¡Siempre
con vino encima! ¿Quién va a aguarlo ahora
que estamos en el pueblo y lo bebemos
en paz?

Y se pregunta:

¿Dónde quedaron mis borracherías?

En Donosti estuve con el amigo Iban Zaldua, en nuestro legendario espectáculo cómico Novela contra Cuento.

Casi nos tiran al pilón.

Aunque al final nos invitaron a cenar. Aquí está Iban, nunca sereno.

Yo fui uno de esos niños que no saben imitar voces. Apenas sabía hacer a Alfonso Sánchez y a Félix Rodríguez de La Fuente, con nuestro amigo el abejaruco, que parece ser que es un pajarraco coraciforme que se come a las abejas.

Y pare usted de contar. Esto me traumatizó mucho en el patio del colegio. Cuando yo intentaba imitar a Uri Geller, Iñigo o al Caudillo, nadie los reconocía.

En mi juventud, sin embargo, me convertí en un inmejorable, respetado y reconocido imitador de Claudio Rodríguez.

Eso me salvó.

Me aprendí sus poemas de memoria sólo para poder imitar su voz y su extraña, sobrecogedora, fluvial manera de recitar.

Entrábamos a un bar y yo declamaba:

¿A qué otra cosa hemos venido aquí sino a vendernos?

¿Quién hace cada vez menos creados a los seres? -preguntaba a su vez Orejudo.

Al irnos de los bares concluíamos, a modo de advertencia dirigida a los parroquianos:

Largo se le hace el día a quien no ama

-…y él lo sabe.

Estaríamos en segundo de carrera o así el Orejudo y yo cuando nos cogimos una gran merluza con Claudio, en Madrid, por unas calles en cuesta cerca del Viaducto. Fuimos a la presentación de un libro de Ramón Cote, un poeta colombiano (hijo de poeta, además). Orejudo y yo habíamos publicado unos poemas escritos a medias en una revista que se llamaba Amén (la dirigía José Luis Gallero). Unos poemas sobre lo que se sentía al darle un beso con lengua a la Infanta Cristina en lo alto de una noria y cosas así, comprometidas, de gran tensión emocional.

Conocimos a Claudio y nos fuimos por ahí a seguir tomando vasos de vino. De madrugada, Claudio apuntó su nombre, teléfono y dirección en una servilleta. Orejudo la conserva. Yo le he recomendado que la enmarque.

Claudio es uno de los grandes poetas, así, sin más, no de España, no del siglo, no de su edad: uno de los grandes. Como Rimbaud o San Juan de la Cruz.

Un día, muy borrachos, ya de día, volviamos Claudio, Orejudo y yo y chicoleamos con una señora ya no joven, ni demasiado guapa, cecante y con anillos en todos los dedos, pero que llevaba puesto un sombrero y estaba en el mismo estado nebuloso y vehemente que nosotros tres. Barajamos la idea de irnos los cuatro juntos a la cama, pero al final el Orejudo y yo, con esa timidez inoportuna de la juventud, nos echamos atrás. Dejamos solo a Claudio y no sé qué harían él y la mujer del sombrero.

Qué gilipollas fuimos. Mira que nos hemos arrepentido veces.

Eso pasó en un viaje a Santander. En una discoteca no nos dejaron entrar porque Claudio llevaba zapatos de rejila.

-Es inmortal -le aseguraba yo al macarra que hacía de portero.

-Es un borracho -decía el macarra, especialista en lo obvio, como todos los macarras.

-También, también -concedía Claudio.

Y luego nos decía a nosotros:

-Pues vámonos a un bingo, que dan de beber y está abierto.

Esos días en Santander, hiciera lo que hiciera por la noche, todas las mañanas encontrábamos a las ocho a Claudio en el bar, tomando café, peinado al agua como un niño bueno, decidido a pasear a grandes zancadas y a tocar con las manos la corteza de los árboles.

Después de ese viaje ya no volvimos a ver nunca a Claudio, no éramos amigos ni nada parecido, sólo coincidimos en unas pocas juergas.

Sin embargo, desde hace veinticinco años por lo menos, no pasa un mes sin que vuelva a leer alguno de sus poemas.

¿De qué trata la poesía de Claudio? ¿Trata de algo la poesía, en general?

Yo creo que sí. La de Claudio, para mí, trata de la inocencia y la culpa. De la bondad, de eso que Shakespeare llamaba the milk of human kindness (Macbeth, I, 5).

Lady Macbeth habla sola y reflexiona, duda que el otro sea capaz de cometer un crimen para conseguir lo que desea:

Yet do I fear thy nature;
It is too full o’ the milk of human kindness
to catch the nearest way.

Como si dijera: Sin embargo, desconfío de tu naturaleza; está demasiado llena de la leche de la ternura humana como para elegir el camino más corto.

Para mí la poesía de Claudio es así: empapada de esa leche que le impide hacer trampas, escoger el camino más corto, usar atajos. También es una mirada sobre ese cántaro de leche y una pregunta: ¿cómo se derrama? ¿Cómo puede echarse a perder? ¿Cómo conservarla? ¿Para qué llorar por la leche derramada?

En fin, como diría él:

Cualquier cosa valiera por mi vida
esta tarde. Cualquier cosa pequeña
si alguna hay. Martirio me es el ruido
sereno, sin escrúpulos, sin vuelta,
de tu zapato bajo. ¿Qué victorias
busca el que ama? ¿Por qué son tan derechas
estas calles?

… en fin, ya me conoces, si tiro del hilo de Claudio Rodríguez, devano el ovillo entero: ahora me pondré un whisky y seguiré leyendo toda la mañana, qué le vamos a hacer, ¡con todo el trabajo que tengo pendiente!

Cogeremos un sillón cada uno, Anusca y yo, y a leer:

Y luego comeremos huevos fritos con patatas. ¿Te apuntas?

Comments (21)

Emmajunio 15th, 2008 at 9:18

Inmortal tu Claudio Rodriguez. Si. Hubo un tiempo en este pais que el llevar zapatos de rejilla te vetaba la entrada a los clubs y ahora, para mi, no hay idea mas inteligente que un zapato enrejillado, con la luz filtrandose entre los dedos. Defiendo la inocencia y la culpa, defiendo la poesia, sobre todo los Domingos. No bebere un whisky pero pensare en la mujer del sombrero y en que habra sido de ella. Tambien pensare un poco en ti, Rafael, durmiendo la siesta en el sofa despues de los huevos fritos. Espero que no pese mucho la inmortalidad.

desde_plutonjunio 15th, 2008 at 9:25

buf, huevos fritos….cuanto hace que no me beneficio unos…

Lorenjunio 15th, 2008 at 13:53

¿Con puntillita?

Si es así me apunto.

Un abrazo.

Belénjunio 16th, 2008 at 6:34

Me apunto, sin dudarlo: al sillón (¿habrá uno para nosotros los lectores?), a la lectura y a los huevos fritos.
Cada día me gusta más lo que escribes, gracias infinitas.

Burkiano a topejunio 16th, 2008 at 8:36

En Loren tiene Pedrito de Paz a su más avanzado discípulo. Loren ha visto en Pedrito de Paz todo lo que da sí el peloteo en los blogs y se ha apuntado a sacar provecho. ¿Quiénes son para Loren los mejores escritores del mundo contemporáneo? Reig, David Torres, Marta Rivera de la Cruz, Lorenzo Silva… Así que Loren se va dejando caer por sus respectivas páginas, a la estela de Pedro de Paz. Que si mañana quedo con este en la feria, que si pasado hay una fiesta, que si otro día consigo el teléfono de Eugenia Rico, que si el finde tomamos unos vinos con el otro… Loren es sabio y ya sólo le queda la parte más chupada: escribir su libro. Para cuando lo haya hecho, dispondrá de una tupida red de contactos.

Después de la penúltima entrada, Loren seguramente haya empezado a dudar sobre si debe mandar o no su futuro libro con alguna dedicatoria pelota a escritores que todavía no conoce, porque algunos de esos escritores son muy suyos y luego te sacan las vergüenzas el día menos pensado, como ha hecho Marías con Reig. Lo que yo le aconsejo a Loren es que lo consulte con Pedrito de Paz.

Opción Cjunio 16th, 2008 at 8:45

¿La poesía en general? No sé, tal vez de lo indecible; o sea, de ti y de mí. Y de la corteza de los árboles, por supuesto.

??Ante los crisantemos blancos
las tijeras vacilan
un instante?, por ejemplo.

Con lo cortitos que se me hacen a mí los días?
Huevos fritos, patatas y pan para mojar. Una delicia.

Besos.

Anonymousjunio 16th, 2008 at 9:13

Burkiano, el sentido de su absurdo speech y su relación con el post de hoy ¿es…?

Se le nota demasiado la rabia contenida y las ganas de hacer daño porque sí y sin mediar provocación previa. Me temo que Pedro de Paz dió en el clavo en su comentario del anterior post.

Hágaselo mirar.

Los criticonesjunio 16th, 2008 at 10:33

Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas]
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.]

¿Hay otra forma más reveladora de comenzar la cosa? ¿Se puede hacer mejor?

Yo por eso no escribo, que si no…

Por «actualizar», si alguien sufre hoy de estrés por discutir con su jefe, métase esa cápsula para el gaznate. Por sacarle utilidades…

ARM

lenitajunio 16th, 2008 at 11:07

La última vez que intenté imitar a alguien fué cuando tenía 11 añitos, emulando al grupo del momento (new kids on te block??) Resultado, tobillo partido en el intento de una pirueta (seguro que a ellos les sujetaban con hilos en el escenario) A partir de ahí me pasé al rock duro (imitar tocar una guitarra eléctrica lleva menos riesgos)

La poesía no es lo mío, lo reconozco. Difícil tiene que ser que lea un libro de poemas. Eso sí, los que me enganchan consiguen hacerme llorar. Me quedo con Becquer, sus últimos versos; me gusta lo tétrico.

Besos.

Pd. No es justo, yo intentando realizar mi sueño erótico de hacer un trío y nada; y usted desaprovechando la oportunidad…

Anonymousjunio 16th, 2008 at 11:09

Uno de los más preciados tesoros que me ha legado la más inoldivable de mis amantes es el librito Desde mis poemas, la edición de Cátedra.
Librito por su tamaño, porque su contenido no se agota nunca.
Huevos fritos y Claudio Rodríguez, permítame alabar su buen gusto…

Marlujunio 16th, 2008 at 13:41

Es que estoy encantada con este blog, con los poetas que nos recuerdas, con tus genialidades, y no es coba, lo digo como lo siento. Dos frases.
Reig: ??Es un borracho -decía el macarra, especialista en lo obvio, como todos los macarras?.
Claudio: ??Largo se le hace el día a quien no ama…

-…y él lo sabe?.

La verdad es que comer patatas fritas con huevo después de estar toda la mañana leyendo poesía es muy tentador, me apunto.

Lorenjunio 16th, 2008 at 14:46

Burkiano, veo que se ha leido TODAS las entradas de mi blog (del antiguo y de éste) Lo celebro de veras. Gracias.
Yo no he dicho que esos nombres que usted cita sean los mejores escritores del mundo contemporáneo, pero son los escritores españoles de una determinada generación que más me gustan. Por cierto, de los pocos que yo puse, se le ha olvidado mencionar a Belen Gopegui y a Juan Aparicio.

Soy amigo de Rafa desde que tengo 17 años. También conozco a otros escritores (no olvide que trabajé durante un año en una editorial).
Algunos de ellos son encantadores y me alegra encontrármelos y charlar un rato. Le pido perdón si le molesta, y le vuelvo a dar las gracias por el interés que muestra hacia mí.
Saludos.

Burkiano a topejunio 16th, 2008 at 15:48

Es verdad, Loren. Aparicio. El de las cervezas en la plaza de Olavide, ¿no?

estherpg86@...junio 16th, 2008 at 22:24

Los huevos con patatas están muy buenos, pero yo preferiría un buen baño de leche 😉

extrañojunio 17th, 2008 at 2:11

¡Joder!
Resulta que Claudio Rodriguez era un borrachín.Otro de mis mitos al carajo…

Carlosjunio 17th, 2008 at 4:16

Veo que cumple lo acordado en sus comentarios:
http://hotelkafka.com/blogs/rafael_reig/2008/01/no-te-resignes.html

No sabía cómo terminar hace unos meses un trabajo sobre Piglia. Comparaba el monólogo de Elena (La ciudad ausente) con el de Molly Bloom. Quizá de eso trate la poesía, de reapropiarse el lenguaje, el cuerpo y la memoria.
No sabía cómo terminar el trabajo y acabé recurriendo a la misma cita que le decía la otra vez: «siempre en derrota, nunca en doma».

Me parece que ya hablé de mis viajes, y de que algunos libros siempre me acompañan. En mi habitación de la ciudad de turno hay siempre, además, muestras de Cortázar (Ray. Cap. 87), Brecht («[When in My Room at the Charité…]») y este poema de CR.

Javier C.junio 17th, 2008 at 15:04

Saludos y felicidades por el blog, se agradece que se lo tome en serio y no se lo encasquete a algún negro de la editorial, como el de su «amigo» Marías. Con su permiso me voy por la tangente para pedir su opinión (discúlpeme si ya la ha dado en su blog) sobre la llamada Generación Nocilla, que aún no me he enterado si existe o son juegos florales. Quizá se podría fundar la Generación Morcilla (de Burgos). O con calabaza como hacen en Ávila. Rica, rica. Un saludo y hasta pronto

Pelayo el de la "Mina"junio 19th, 2008 at 11:00

Sala 2ª de lo didáctico

Han sido vistas las diligencias seguidas contra D. Rafael Reig y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS

PRIMERO: Que D. Rafael, solo, y a menudo en compañía de otro (D. Javier Ortiz mayormente) intentan diariamente, y en ocasiones consiguen, iluminar los rincones oscuros de quienes les leen en las páginas de ??Público?
SEGUNDO: Que dicha iluminación parpadea, e incluso se llega apagar, si alguien nombra o señala el bicho rojigualdo del nacionalismo español. Es entonces cuando las luces se reducen y su foco solo alumbra una pequeña parte de la guarida donde se esconden tal clase de alimañas.
Todo ello con el indeseable y pernicioso efecto de dar cobertura a otros nacionalismos, a otras alimañas parecidas, que en opinión de este modesto funcionario se sienten por tanto legítimadas, muy orgullosas de haber nacido en la misma casa donde nació un héroe. Sus honores, su renombrada identidad son solo humo, algo al menos tan indemostrable y tan pendiente de la fe como la vagoneta de biblias y crucifijos que curiosamente siempre llevan colgando.

(¿Será esta coincidencia una señal? ¿Cómo aquella que tuve una vez con una caja de veinticuatro botellines y veinticuatro horas por delante antes de empezar mis veinticuatro meses de mili?)

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Los hechos probados son constitutivos de un delito de legitimación de determinados nacionalismos y otro menos grave de complejo de culpa.
No pueden D. Rafael y D. Javier desconocer lo dañino del orgullo de haber nacido en que se basa todo nacionalismo, lo aberrante de todo concepto relacionado con la identidad de los pueblos y zarandajas similares. La tierra que pisamos no nos pertenece, nunca ha pertenecido a nadie, la más intima relación que con ella nos une descansa en las barrigas de los gusanos que han comerse nuestros huesitos con su rancio abolengo y todo.
Por lo que se les lee, diría este probo funcionario que ambos dos comparten lo anteriormente citado, y siendo así, el buen sentido aconsejaría cerrar todos los grifos. No solo el del desgastado nacionalismo español, sino todos. Reaccionar con el mismo afán pedagógico ante las gracietas de cualquiera que se alquile un abanderado y lo pasee entre los caseríos, las masías o los pazos.
Diríase que a veces se hace visíble una especie de fantasma sobre nuestras cabezas, un indefinible espectro hecho de culpabilidad por lo malos que ??fuimos? durante la dictadura con quienes reclamaban libertad y derechos. (Han sufrido tanto que bueno sería dejarles hacer travesuras) nos dice el espectro al oído. Cierto es que sufrieron, pero no solos, ni en mayor medida, ni por nuestra mano, por lo tanto no hemos de pagar esa factura… al menos no en esta ventanilla.
Recuérdennos a todos (ustedes que tienen voz para ello) que las banderas quedan preciosas en los partidos de fútbol, en los soldaditos de plomo… pero no en los corazones, que tales órganos son tan frágiles que solo han de ser utilizados para enamorarse, para escribir poemas y cosas así.

ACUERDO:

Que debo condenar y condeno a D. Rafael y a D. Javier a componer música y letra de un nuevo himno español basado en los acordes del ??Chiki-chiki? con la accesoria de interpretar a diario, y en el programa de ??Ana Rosa?, su correspondiente coreografía totalmente en cueros (pues tienen cuerpo de sobra para ello) pintados a lo largo y ancho y en todos sus rincones con los colores de la enseña nacional. Si ello no sirviera de escarmiento en todo el territorio ibérico deberán proceder de igual manera con cualquier otro himno y sus respectivos confalones. (Aunque después de esto no creo que queden ganas)
Que debo condenar y condeno a todos los naconalistas y nacionalistos presentes pasados y futuros que bajo el pretexto de una necesidad identitaria solo pretenden levantar su propia valla y una vez libres del yugo opresor, ejercer sin vergüenza todos los vicios y tropelías que antes achacaban a los vecinos.

Ya lo dijo el sabio:
??Una nación… un grupo de hombres unidos merced a un error común en lo concerniente a su origen y una inclinación gregaria contra sus vecinos?

Así lo pronunció, lo mandó y lo firmó Christian J. Jaggi.

conde-duquejunio 19th, 2008 at 14:23

Como he estado un tiempo fuera y sin pasar por aquí, actualizo mis comentarios:
1) felicidades por el primer año de blog (y que nos dure muchos más, para disfrute de todos);
2) la pataleta rencorosa de Javier Marías sólo es síntoma de lo acertado de las críticas del «Manual». La verdad duele mucho, y más si está dicha con gracia. Sí, tiene ud. mucha gracia.
3) la poesía de Claudio Rodríguez «trata de la inocencia y la culpa, de la bondad, de eso que Shakespeare llamaba the milk of human kindness». Con esto ha dicho más que sobre C.R. que todos los ladrillos pedantes de García Berrio.
Un saludo.

Anonymousjunio 20th, 2008 at 11:12

¡¡¡AC-TU-A-LI-ZA YA!!!

Rafael Reigjunio 21st, 2008 at 9:59

Gracias, Emma, yo también pienso en ti. Un beso.
Pues ya sabe, barato y fácil, desde plutón.
Un abrazo, Loren.
Claro que sí, Belén, esta es tu casa y escoges tú el sillón que quieras.Gracias a ti.
Burkiano, no sé si se da cuenta: no le oímos. Probablemente ni lo note, pero no le oímos. No se moleste, que nos da igual.
Pues ya sabe, Opcion C, cuando quiera.
Así empieza, sí. ¡Y tenía 18 años, el cabrón de Claudio! Un abrazo.
Un beso, Lenita, y no sea tétrica.
Y el de su amante. Qué buen gusto.
Pues te esperamos, Marlu, un besito y gracias.
Ni te molestes en contestarle, Loren: no le oímos.
Esther, un baño de leche? Mmmmmm, a ver si te atreves a decírmelo sin ropa…
Extraño, nada de malo tiene eso, no sea puritano.
Un abrazo, Carlos, veo que está bien acompañado.
Mi opinión es que la generación no existe. Sí existe un muy buen escritor que se llama Agustín Fernández Mallo y que, además, es muy amigo mío. Un abrazo.
Bueno, pues habrá que acatar la sentencia, no?
Pues yo le tengo mucho aprecio a don Antonio, mucho cariño. Fuimos muy amigos y siempre me ayudó mucho, otro día se lo cuento. Un abrazo.

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