Esas mujeres no son unas malvadas
Estaba el otro día leyendo La curée, de ?mile Zola y me encontré de pronto con esta escena inicial en la que la chica, Renée, una de esas «grandes horizontales» del Segundo Imperio, se ensimisma pensando en otras mujeres.
Elle se tut quelques instants, comme pour s’imaginer la vie qu’elle mènerait, si elle était Laure. Puis, d’un ton découragé:
–Après tout, reprit-elle, ces dames doivent avoir leurs ennuis, elles aussi.
Cómo quien dice:
Se calló unos instantes, como para imaginarse la vida que llevaría si ella fuera Laure. Luego, con tono de desaliento:
–Después de todo, esas damas deben de tener sus disgustos, también ellas.
La memoria es algo misterioso.
Al leer esto me volvieron a la cabeza, como un puñetazo, mis años de juventud, cuando Antonio Orejudo y yo no hacíamos otra cosa que leer, escribir, charlar, beber whisky e intentar ligar con chicas que jamás nos hacían caso.
Siempre que veíamos en un bar un grupo de chicas, uno de los dos le decía al otro:
–Esas chicas no son unas malvadas: tienen preocupaciones. Sin embargo, hasta la más fea de ellas habrá hecho sufrir a su novio.
Era, por supuesto, una traducción (algo libre) de Apollinaire, de aquellos poemas de Alcools que nos gustaban tanto que aún conservo el libro (pese a mi reticencia a guardar libros ya leídos).
Lo acabo de encontrar, una vieja edición de Gallimard, casi se abría sola por esos versos, que pertenecen al poema Zone:
Ces femmes ne sont pas méchantes elles ont des soucis
cependant
Toutes même la plus laide a faite souffrir son amant.
Siempre da un intenso calambre tirar de ese hilo que de pronto pone en comunicación a Zola con Apollinaire y con mi juventud y la de Orejudo, que me decía:
-Acuérdate, Reig, esas tías no son unas malvadas: ¡tienen preocupaciones!
-Y hasta la más fea ha hecho sufrir a su novio.
Entre paréntesis, el otro día tuvimos una mesa redonda, en torno a una botella de Johnnie Walker Gold Label (ni siquiera sabía que existiera), y discutimos la traducción correcta de La curée (ninguno conocíamos una edición española).Sabíamos lo que significa una curée, pero no dábamos con la palabra española. Con la decisiva intervención de David Villanueva y Eduardo Vilas decidimos que debía ser El encarne.
Según la RAE:
Encarne: primer cebo que se da a los perros, que regularmente suele ser de las entrañas y la sangre de la res muerta en montería.
El encarne, bonito título.
genial post (una vez más), sí que hay traducción española para esta segunda novela del ciclo RM. Le pusieron «La Jauría».
Hay varias ediciones, p.ej. una de alianza en bolsillo.
Me lo llevo al Nido , con tu permiso. Un abrazo.
más faltaba, y muy agradecido
Como casi siempre, me ha encantado….Tienen preocupaciones! (me lo robo para soltarlo por la noche, en algún antro)
Tanto por leer, coño.
Y mis microalgas marinas expuestas a niveles subletales de substancias xenobióticas, y reclamando una centrifugación para que analice sus biomarcadores.
Qué vida tan compleja. En fin.
Interesante y divertido.