Poco a poco
Qué mes tan difícil.
Me han salido los legendarios estigmas de Ikea, que son unas llagas en las palmas de las manos, provocadas de tanto apretar la puñetera llave Allen. Es un fenómeno de bricolage litúrgico muy semejante a las caras de Belmez que tanta distracción nos dieron en mi infancia.
Además, que me he empantanado.
Demasiadas lecturas para preparar el inicio del curso en Hotel Kafka. Demasiados compromisos de artículos, prólogos y otras escribanías. Demasiadas expediciones de riesgo a comprar lavadora y otros periplos peligrosos.
Eso y el hecho de que aún no tengo en casa conexión a internet me ha impedido asomarme más a menudo a esta ventana (que sí da a la calle y a los amigos).
Pero poco a poco ya vamos poniéndole remedio.
Para empezar, ya hemos empezado el jamón de Montánchez de la única manera que merece: en compañía de amigos.
Aquí están, en primer término, Anusca y Marcela.
Sentados a la mesa, de izquierda a derecha, Virginia Rodríguez y Borja Segovia, nuestros ahora vecinos de Cercedilla y amigos de siempre, luego Violeta, después Eduardo Vilas con el gran Bruno Vilas Herrero sentado en sus rodillas (que se puso Bruno tibio de jamón, el tío, desdeñando chupetes, potitos y biberones) y Vanessa Herrero, descansando de madraza, ¡que en todos los trabajos se fuma, hombre!
Si no fuera por estos ratos….
Todo muy bien pero ¿por qué fumáis encima de los niños?
Hola Rafael,
Yo en mis últimas operaciones Ikea descubrí los destornilladores eléctricos. Son relativamente baratos y te ahorras las llagas, algo de agujetas y un poco de la mala hostia. A los usuarios de Ikea les recomiendo el artilugio encarecidamente. Pero también quería decir, y sobre todo, que existe un mundo más allá de Ikea. Sé que es difícil dar ese paso y que incluso puede dar vértigo asomarse a los escaparates de ciertas casas de muebles, pero hay un modo infalible de conseguirlo: retrasarse en el pago un sólo mes y te cortan el crédito de por vida. Aunque hayas amueblado media docena de pisos antes, un sólo despiste, y te cortan el crédito. Al principio es un poco frustrante (como la idea de que nunca más te vas a fumar un cigarrillo cuando dejas de fumar), pero luego uno se habitúa y hasta resulta liberador. Desde aquí animo a romper con las cadenas.
Un saludo a todos,
Juan Negro, investigador privado
Mejor será que no vea esta foto la Pajín sino la próxima mudanza sería a la cárcel.por fumar con menores de edad,suena como a pedofilia tabacalera.
con jamón, un tinto bebible y un wisky para el postre que se hacinen los ikeas que ya habrá tiempo a montarlos. saludos
Nada, Reig, no te preocupes.. tú primero haz lo que tengas que hacer.. y que no requiere demora (ya que en caso contrario va y tienes que pagar los intereses… jeje..) y después te esperamos como siempre por aquí.
Un abrazote y un deseo de que te «desempantanes» pronto y bien. 😉
Teniendo un jamón a mano, ¿quién necesita internet?…
E$l único problema es que vuelvan a aparecer las caras de Bélmez y reclamen su tapita de jamón con una copa de vino… Os falta pueblo para salir corriendo…
😉
Jodo, Rafa, cómo te lo montas en tu nuevo nido cercedillense (o como se llame). A ver si te/os (por Vir y Borja) hago una visita antes de que se acabe ese jamón.
Veo que ronda por ahí una botella de Cutty Sark, si no me falla la vista. En los años que llevo poniendo copas con nocturnidad y pendenciera alevosía, debo decir que la observación permanente me ha llevado a, más o menos, elaborar una teoría sobre algunos de los bebedores de whisky según la marca que solicitan. En el caso del bebedor de Cutty Sark, se reconoce minoría por su elección, ya que es de los destilados que menor salida tiene, pero es fiel a su sabor. Es decir, si en tu bar tienes un bebedor de Cutty Sark que lo frecuenta habitualmente, siempre debe haber una botella, porque aunque sea el único que lo beba, siempre exigirá ese brebaje. No sé si éste será el caso. Pero me siento identificado con ese perfil de bebedor. Yo soy de DYC, lo cual viene a ser una especie en peligro de extinción. Casi como el fumador de Ducados (se sobreentiende que no me refiero a su hijo bastardo rubio).
En fin, que me alegro que haya logrado buen acomodo, que las viandas estén sobre la mesa y bien compartidas, y que el humo abarrote su domicilio.
Un saludo,
Murdock.
Animo Rafael, de Ikea vive el hombre y la mujer. Relajate, organizate y cuando puedas deleitanos en esta página con tus magníficos artículos, relatos, lo que sea. Echatge cremita en las manos y para la próxima ponte guantes.
Se ve que Bruno sabe de la vida, ya a tan tierna edad…
Muchísimas felicidades por el premio, Rafael.
Un abrazo fuerte, después de tanto tiempo