Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Placeres intensos

Una vez estaba Jean Genet en un café y se sentó al lado una señora con un perrito. Genet debió de poner tal cara de asco que la señora le recriminó:

«¿Es que no ama usted a los animales?»
«A los animales, sí», respondió: «Lo que detesto es a la gente que ama a los animales».

A veces a mí también me ocurre. Nabokov es un autor admirable, pero hay demasiada gente que adora a Nabokov por razones que a mí me parecen detestables. Aborrezco, por ejemplo, el aristocratismo de Nabokov, su egotismo desaforado, su desprecio snob por la clase media y su prepotencia.

Hay un libro en el que Nabokov recopila entrevistas, se titula Strong Opinions (creo que se ha traducido con el título mucho más brillante: Opiniones contundentes). En una entrevista de 1962, Vladimir (después de presumir de su viaje en trasatlántico y de su estancia en un gran hotel) nos cuenta lo que gusta y lo que no le gusta:


My loathings are simple: stupidity, oppression, crime, cruelty, soft music. My pleasures are the most intense known to man: writing and butterfly hunting.

(Como quien dice: mis odios son simples: la estupidez, la opresión, el crimen, la crueldad, la música ligera. Mis placeres son los más intensos conocidos por el hombre: escribir y cazar mariposas).

Parafraseando a Nabokov yo diría: mis odios son sencillos: la crueldad, la explotación, el egoísmo, el ruido y tres o cuatro hábitos inofensivos de mis contemporáneos. Mis placeres son los más intensos que ha conocido la humanidad: el sexo, jugar al ajedrez, la conversación, leer, escribir, pasear, mi hija y el whisky.

¿Cuáles son tus odios sencillos y tus placeres intensos? ¿Podemos compartir algunos?

Jugaba de niño con mi padre, con mi hermano, en el colegio, con cualquiera que se dejara. Jugué mucho en el cole con Colorado y Balmaseda. Me convencí entonces de lo que decía Unamuno: «El ajedrez desarrolla la inteligencia para jugar al ajedrez«. Y para nada más. Lo sé.

A temporadas me da por estudiar, pero la verdad es que el ajedrez me da vértigo: hay un momento en el que te das cuenta de que hay que dedicarle la vida entera.

En la universidad jugaba casi a diario con Orejudo y con Edu Becerra. Luego en Boston jugué mucho con Ian Maxwell. En Maine llegué a competir, jugaba por las tardes, en un Hospital Psiquiátrico, donde había muchos rusos.

En la foto estamos jugando, aunque se ve muy mal, Orejudo y yo, en 1985, en casa de mis padres.

Jugaba (y juega) muy bien Orejudo: me dejaba pensativo.

Ahora juego con mucha gente (con David Torres, de vez en cuando) y casi todas las semanas con Miguel Tomás. Miguel y yo jugamos en Olavide, en el Maracaná, en una sala que tienen detrás de la barra. El otro día echamos tres partidas:

¿Por qué sonríe Miguel con malicia y algo de compasión? Seguro que lo has adivinado.

Las tres horas que paso jugando con Miguel son, para mí, uno de los placeres más intensos, más violentos y más arrebatadores de los que están a mi alcance. Si hay ratos en los que uno puede decir que es feliz, rotundamente feliz, uno de esos ratos es una buena partida de ajedrez. No hay casi nada comparable.

Salvo el más resplandeciente de los placeres: jugar con mi hija Anusca, aunque sea a las muñecas:

¿Ya sabes por qué sonreía Miguel? ¿No lo has adivinado? Sonríe porque me tiene cogido por los huevos: C-d3 +, a lo que yo sólo puedo mover R-h1. Y entonces, claro: D x h2 ++. Un mate perfecto. Qué cabrón. Así son los amigos.

Comments (35)

scousernoviembre 29th, 2007 at 10:58

Pues yo creo que mi placer más intenso ha sido pillarme una borrachera tremenda y estar perfectamente gracias a los cuidados de mis amigos. Es una gozada: te lo pasas de miedo y al día siguiente estás de fábula, preparado para otra fiesta.
Yo la verdad es que en el ajedrez soy patético: un día tenía casi ganada la partida y mi amigo acabó comiéndome al rey. Eso será un gatillazo en el argot ajedrecístico, ¿no?

Miguel Barreronoviembre 29th, 2007 at 11:03

No he entendido bien la jugada. Se supone que si si da jaque al rey con el caballo y después mete la dama en h2, tú podrías comerle la dama con el rey, ¿no?

Marnoviembre 29th, 2007 at 11:44

Que buena pregunta, Rafael. A todos nos gusta hablar de lo que queremos y de lo que nos disgusta. A mí, soy un poco neurótica, incluso hacer listas ¿y por qué no, catálogos?. Pero seré breve: me gusta sobre todo una larga y extensa conversación, con copas y sin prisas. Se trata de encontrar, una vez más y como siempre, al interlocutor adecuado y después dejar que todo fluya, que las palabras se encadenen formando largas retahílas capaces de detener el tiempo, de agotar las horas y borrar los escenarios y los tópicos.

Lorennoviembre 29th, 2007 at 11:46

Mis odios y mis placeres son muy similares a los tuyos. Allá voy.

Odios: la violencia, el egoismo, la mentira, la chulería y la intolerancia.

Placeres: las tías inteligentes (aunque las otras también pero menos) mis amigos, los libros, pasear, el cine, otra vez los libros, la música (la clásica y el jazz sobre todo) y, muy de tarde en tarde, viajar a alguna ciudad como Lisboa.

Un abrazo.
P.D. A ver cuando nos echamos una partidita, aunque soy prácticamente un aprendiz.

lenitanoviembre 29th, 2007 at 11:58

Confieso que no tengo ni idea de jugar al ajedrez….

Acepto reto:

– Odios más intensos: la mentira, prepotencia, falsedad, la gente autocompasiva y sin iniciativa, el egoísmo y las ideologías radicales, fachas y extremas.

– Placeres: Snowboard (y todos los deportes de riesgo), salir de copas con gente que aprecias realmente, una buena conversación con un buen whisky y… sexo, pero buen sexo sin tabúes, experimentando nuevas sensaciones… y la LIBERTAD

Besos¡¡¡

Gutinoviembre 29th, 2007 at 12:39

Es curioso, Rafael, cómo odias el egoísmo (y al parecer el resto de la gente también, casi sin excepción) pero os pone del hígado que os pongan coto al fumar donde os da la gana, aunque estéis jodiendo al prójimo. Si alguien dice a un fumador que su humo hace la vida imposible a otros, parece que hay que decirlo como pidiendo perdón por el sacrilegio.

Bueno, es una contradicción muy típica en el ser humano (especialmente acentuada en los fumadores, me da la impresión).

Saludos,

Dannoviembre 29th, 2007 at 12:45

Esto parece el narrador de la peli Amelie, cuando recita lo que gusta y no gusta a los personajes…
Bueno, al trapo:

Lo que más detesto: la hipocresía, la corrupción, la autocompasión, la prepotencia, mi familia (una parte, por todo lo dicho anteriormente), la burla, los libros de bolsillo encuadernados de cualquier manera a los que se les saltan las páginas…

Lo que más me gusta (no necesariamente por este orden): los libros (como objeto), el buen sexo, el cine, viajar sin tener que volver un día en concreto, la literatura, esquiar, mi nuevo horno para cocinar, los buenos amigos…

Anonymousnoviembre 29th, 2007 at 13:16

Ya te lo han dicho, Rafael:

Rxh2, y se escapa tan contento. En realidad, tu amigo lo tenía crudo.

Abrazo, M.

Marinoviembre 29th, 2007 at 13:17

La cita de Genet la leí ayer mismo en «Literatura para caníbales», fíjate tú. Y esto viene a colación porque uno de mis mayores placeres en mi juventud fue atiborrarme a novelas. Sin embargo, un día me dio por el ensayo -historia, filosofía y, sobre todo, divulgación científica- y no he vuelto a engancharme de verdad con la ficción.

Pero este manual me está encantando (aunque no deja de sorprenderme que elogies a los paquidermos). Puede que incorpore a mis lecturas la crítica literaria…¿qué tal Martin Amis?

Recomiende, recomiende usted.

X. Bea-Murguianoviembre 29th, 2007 at 14:08

Supongo que te has equivocado, que el movimiento es C-F3, pero entonces PxC y no hay opción.

A mí me gusta el ajedrez y, aunque no soy muy bueno, ahí va mi reto.

Yo amo la vida, el amor, la solidaridad, la libertad… Y odio el dinero, la mentira y la traició, pero, sobre todo, a la gente que dice gilipolleces como la que acabo de decir yo creyendo que es algo profundo, cuando no hay nada más superficial: es como una casa de escenario del oeste, todo fachada.

UN abrazo

Javier

javier enoviembre 29th, 2007 at 14:37

De los seis a los once años asistí a clases de ajedrez, mi hermano, dos años menor, me acompañaba. Hemos jugado mucho de niños, pero desde que entré en la universidad no juego nada, y mi hermano tampoco. Antes era divertido, ahora siento pereza ante el tablero. Es un deporte que exige mucho sacrificio, la gente que habitualmente no juega piensa en el ajedrez como en divertimento de intelectuales; sin embargo, no es así. Requiere destreza, memoria y abstracción, sí, pero también toneladas de imaginación (y todos son elementos que guardan mayor relación con el entusiasmo, con el gusto por jugar, que con la simple inteligencia).

Mis odios son simples y muchos, pero soy capaz de enumerar unos cuantos: Los perjuicios (sobre todo los intelectuales), los pedantes (a veces me encuentro entre ellos) y los días sin sol.

Mis placeres: Dormir con la ventana abierta, que el sol me despierte por la mañana y yacer junto con alguien que me guste profundamente. Por supuesto la literatura, pero es que esto lo dicen todos.

T.FORDnoviembre 29th, 2007 at 16:48

Qué tal, Rafael. Oye, muy interesante tu blog, de los más interesantes del panorama, y me he pateado alguno que otro. Lo he colgado en la sección de links del mío, que parece que tienes lectores habituales, pero si puedo contribuir a que tengas unos cuantos más, pues mira, mejor.

Ahora, a lo que vamos, los odios y placeres, que me encantan estas cosas. Los odios son comunes, en parte, a los tuyos y los de los otros comentaristas: la violencia, la soberbia, las malas intenciones en general, las discusiones a gritos entre muchas personas, las colas.

Y los placeres, pues más de lo mismo: el sexo, el buen comer, el whisky y los cigarros en momentos estratégicos, la buena música americana, las cosquillas que mi abuela me hace en los brazos.

Miguelnoviembre 29th, 2007 at 17:26

LA JUGADA ES:

…Ce2+
El blanco juega obligado Rh1…
Entonces el negro toma con Dama el peón de h2 (…Dxh2+).
Es obvio que el rey blanco tiene que comer Dama (RxD…)
Y el negro da mate poniendo su torre en h8 (aunque no se ve del todo bien a torre está en d8, un poco tapada por un alfil): …Th8#.
MT.

Dannoviembre 29th, 2007 at 17:49

Acabo de recordar, leyendo los comentarios y retomando el título del post, un libro que leí no hace mucho y cuyo título era, precisamente, «El llibre dels plaers inmensos» (El libro de los placeres inmensos). Es una gran novela de un joven escritor mallorquín que ya pisa fuerte en el panorama catalanoparlante. Trata, claro, de los grandes placeres. El sexo, los whiskys y los amigos-compañeros de correrías conforman buena parte del muestrario que en él aparece.
De momento sólo está editado en catalán, aunque, dado que ha tenido cierto éxito, es posible que alguien se atreva a publicarlo en castellano. Tal vez el mohicano de Anagrama en su nueva colección dedicada a traducir obras del catalán… vaya uno a saber.

Saludos

jananoviembre 29th, 2007 at 18:27

Estimado Rafael, aquí te escribe una ranchera no enamorada, de la mismita tierra de María Félix y que ha descubierto en tu Villa(no) bigote un placer inmenso por estos lares(escasos, muy escasos de placeres): leerte, que es muy parecido a un buen corrido mexicano.

Maribelnoviembre 29th, 2007 at 19:16

A mí me gustan los animales y la gente, aunque deteste a los animales. Desde niña he jugado con ellos y todavía lo hago. Me cuesta mucho ponerme seria cuando Maite intenta colar un nuevo inquilino pero? no puede ser, lo siento. Pienso que de alguna manera el trato con otras especies ha contribuido a desarrollar un poquito eso que llaman el lenguaje no verbal y puede ser que esto me haya facilitado las cosas con los humanos. No sé.
Mis antipatías son muy parecidas a tus odios sencillos y mis placeres, tal vez, menos intensos que los tuyos. No juego al ajedrez, no bebo whisky y no escribo. De todas maneras con los míos disfruto bastante. No soy ambiciosa. Me encanta la comunicación y el entendimiento, con palabras o sin ellas.

Besos y besos.

Lázaronoviembre 30th, 2007 at 1:41

Justo leía una página de Perec de su La vida instrucciones de uso, con una jugada de ajedrez y me di cuenta que, salvo sundo leí La torre herida por el rayo de arrabal, siempre que veo una jugada de ajedrez en una novela, paso de «leer» los movimientos…
Por otro lado, a mi me pasa algo parecido a Nabokov, me gustan las mariposas pero detesto a los que las cazan. Los que las coleccionan también. Aforunadamente no suelo alternar con gente de gustos exquisitos.

vulgarcitanoviembre 30th, 2007 at 8:16

Don Rafael, no sé lo que habrá hecho Ud. con la foto(eso de no dejar clara la jugada…)pero para mí q su amigo sigue sonriendo.Los de Alboraya son así, qué le vamos a hacer.Respecto al estriptís de placeres comparto con Ud. algunos: la conversación, pasear, la literatura y (a ver quién dice lo contrario) el sexo, pero el sexo del bueno, claro. No llego a otros (el ajedrez: mi padre me martirizaba de pequeña obligándome a jugar al ajedrez y a escuchar música clásica y ahora son dos de mis carencias.Envidio a los q las disfrutan, pero no puedo, lo intento y no, no puedo)y añado el vino tinto, la tortilla de patata, cantar en el coche, Madrid desde mis ojos de provincias, el tiempo con mis amigos y mis gatas (lo siento Ud. me perdonará, pero las quiero. Antes me parecía imposible pero ahora les tengo cariño).
Las fobias son sencillas: la crueldad, la soberbia, los juicios (sobretodo los de valor), los prejuicios y la gente que discute o que habla a gritos.
El resto son detalles mínimos qué según el momento y la persona con la que lo compartas puede alcanzar la categoría de placer o de piedra en el zapato. Prefiero los primeros, así q me apunto a su lista y le dejo aquí-encantada de la vida- algunas de mis instrucciones de uso.
Un beso fuerte, Don Rafael.

Escapandonoviembre 30th, 2007 at 8:36

mis odios: sobre todo la intolerancia, la falta de solidadaridad y el egoismo al volante.

mis placeres: como los de casi todos, hablar sobre mi misma, una buena comida, un buen sexo, leer y algo de cine de ciencia ficción.

saludos

Emmanoviembre 30th, 2007 at 9:45

Alguien decia lo de dormir con la ventana abierta y si es posible con alguien enternecedor al lado, no enternecedor en el sentido que solemos darle sino enternecedor porque suspiras y si te toca se te acelera el corazon y sonries al dia siguiente sin motivo aparente y los ojos se te quedan fijos en cualquier parte sin mirar. Y si, eso que se llama en ingles » to fall in love» eso es lo mas dificil, lo mas delicado, lo mas buscado, lo mas efimero y lo mas gozoso. Para mi. Ahora. Caer. Despues no se. Y paso del sexo.De verdad

ronoviembre 30th, 2007 at 10:16

Yo detesto a la gente que dice «no me gustan los animales». Dan ganas de espetarles «y tú qué crees que eres, pedazo de imbécil?».
Cuando alguien dice además que le dan asco, pienso en la cantidad de enfermedades que contagian los niños, auténticos focos de infecciones con sus imperfectos sistemas inmunitarios, y por contra en lo complicado es el salto de virus entre especies

Portorosanoviembre 30th, 2007 at 10:29

Pero vamos a ver, Rafael está diciendo que juega desde siempre, que incluso ha competido, ¿y no va a ver que el rey come a la dama? Estaba claro que había indicado mal el primer movimiento de las negras; menos mal que Miguel lo ha explicado.

La pregunta es muy difícil. Conocerse es algo que pocos consiguen.

Ahí va mi intento:

Odio la mala intención, la mezquindad (2ª acepción DRAE, más bien), la cerrazón mental (la estupidez, la pobre, no puedo odiarla porque supongo que es innata), la música insoportable o la tele como sonido de fondo.

Mis placeres comienzan por pasar tiempo, jugando o hablando, con mis dos hijos (4 y 1 años), y siguen por ciertas conversaciones, leer, la música, pasear (casi mejor solo) y la Naturaleza (siento la cursilería, pero no sé cómo decirlo: disfruto con los paisajes, yendo a la playa en invierno…).

Un saludo.

Portorosanoviembre 30th, 2007 at 10:30

…y comer bien.

Más claro, aguanoviembre 30th, 2007 at 11:10

Yo, cuando fui más joven, jugué mucho al ajedrez y gané algún que otro campeonato en el colegio. ?ltimamente, cuando juego, me despisto en seguida y me enredo en el frigorífico sacando cervezas para continuar la partida…

El mate perfecto está en Argentina 🙂

Pedro de Paznoviembre 30th, 2007 at 11:37

En en fondo, todos somos más sencillos de lo que nos gustaria aparentar. Por lo que puedo comprobar, las filias y fobias suelen ser muy similares.

Además de muchas de las fobias aquí indicadas, yo odio la prepotencia, la ramplonería intelectual, la falta de ambición (bien entendida), los niños de entre dos y quince años y la maldad aplicada sin beneficio alguno ni código ético (como decía ese gran admirado suyo, Pérez Reverte, «hasta para ser hijoputa hay que tener reglas«). Y a los tunos. Odio con toda mi alma a los tunos.

Disfruto ampliamente de un buen libro (leerlo y escribirlo), de una buena película, de la música que te toca y te llega muy dentro, de ciertos aspectos de la soledad cuando ésta tiene algo de introspección, de una buena comida, un buen vino y una mejor sobremesa en grata compañía y conversación (Malta incluido). Nada del otro jueves. Placeres mundanos.

Abrazos,
Pedro de Paz

Raccordnoviembre 30th, 2007 at 15:15

Lo de las partidas de ajedrez en Boston en psiquiátricos llenos de rusos es poesía pura.

Marganoviembre 30th, 2007 at 15:56

Placeres: amor, sexo, comer, amistad, imaginar, reír, leer, caminar, viajar, hacer fotos, el silencio, el aire y el sol
Odios: la tortura, el dolor, el ruido, la opresión, la intolerancia, la explotación, la incomprensión, que me juzguen, que no me escuchen.

derelictonoviembre 30th, 2007 at 18:25

Pues mira tú que Genet y Nabokov me tienen la misma cosa ególatra y, sin embargo, a Nabokov no lo soporto y Genet me encanta.
(pero me encanta a lo bestia bestia bestia. Vamos, que me parece bestial)

Rafael Reigdiciembre 1st, 2007 at 9:13

Sí, lo hice rápido y la jugada está mal. Miguel lo explica bien. Lo cierto es que lo hice a todo correr. Perdón.
Pues cuide a esos amigos, buenos amigos, Scouser.
PUes en eso coincidimos, Mar.
Cuando quieras, Loren.
Me apunto a todo, Lenita, excepto a los deportes de riesgo. Un beso.
Se equivoca, Guti. Lo que está prohibido es abrir un sitio para fumadores, ¿por qué? Es como si estuviera prohibido abrir una librería sólo de libros en inglés. Y como si los no-lectores-en-inglés protestaran: tenemos derecho a encontrar libros en español en todos lados. Etc. A mí si hay un sitio de no fumadores no me molesta en absoluto. No voy y en paz. Que prohiban fumar en todos los sitios es brutal e idiota. Saludos.
¿El horno? Qué bien, Dan, aunque yo casi no cocino.
Gracias, Mari. Martin Amis a mí me gusta poco, la verdad. En cambio su padre, Kingsley Amis, me encanta. Beso.
Ja,ja, ja… estupendo, Javier.
Bueno, no será en invierno lo de la ventana abierta, no, Javier? Un abrazote.
Muchísimas gracias, t.ford. Mi abuela también es especialista en cosquillas, qué casualidad. Un abrazo.
Bueno, gracias, Dan. Si lo encuentro, lo leeré (leo en catalán sin problemas).
Ya quisiera yo, Jana, parecerme a un buen corrido. Adoro los corridos. Un enorme beso, ranchera.
Pues a mí me parecen bastante intensos tus placeres, Maribel. Un beso.
YO tampoco leo los movimientos, en general. Abrazo, Lázaro.
Vulgarcita, como sabe (o no) soy medio paisano de Miguel, mis hermanos y yo tenemos una casa en Piles. ¿Sexo del bueno? Vale, claro. Incluso si es regular… Me apunto al vino, la tortilla y a cantar en el coche. Claro que sí. Gracias por el mode d’emploi. Un beso siguiendo las instrucciones: fuerte.
Pues compartimos muchos, Escapando.
Caiga, Emma, caiga. Despéñese, que vale la pena el amor. El sexo también, no lo desdeñe. Beso.
Ja, ja. Ro, tiene razón.
No es cursi, Portorosa, es la mejor forma de decirlo. Un abrazo.
Que pena que a mí no me guste el mate argentino… abrazote.
A mí me gusta comprobar que soy sencillo y normal, Pedro. Me enorgullece ser del montón. Y aborrezco a los tunos también. Abrazo.
Lo malo (o bueno) es que es la pura verdad, pero no en Boston, eso fue en Maine.
Yo la escucho, Marga. Un beso.
Hombre, siendo derelicto, lo de Genet no me sorprende…

Vladimirodiciembre 1st, 2007 at 9:51

Buenos días, Rafael. Odio ser tan vago, sobre todo cuando después de dejar pasar los días sin hacer nada aparentemente de provecho, me toca pasarme tres o cuatro o cinco días, o los que sean, trabajando a destajo, sin apenas dormir, para entregar un trabajo a tiempo a fin de ganarme así el sueldo. De lo cual se deduce que mi mayor placer es precisamente dejar pasar las semanas sin hacer aparentemente nada de provecho.
Por otro lado, aborrezco que se juzgue a quien sea, por ejemplo a Nabokov, por ser egotista, prepotente, snob y artistocráta; ni que uno, por ejemplo yo, no pecara de cosas peores. De lo que tal vez se deduzca que uno de mis placeres más intensos sea precisamente leer «Pálido fuego» o «Ada o el ardor», por ejemplo, sin juzgar en absoluto la vida de su autor, pese a sus opiniones contundentes.
Saludos cordiales.

Rafael Reigdiciembre 1st, 2007 at 10:26

Oiga, Vladimiro, que yo ni entro ni salgo en la vida de Nabokov. Yo le juzgo egotista, snob, etc., por sus libros, que quede claro. Y faltaría más que no se pudiera juzgar a un escritor por sus libros. A mí los que cita no me gustan mucho, por cierto, prefiero Lolita y Risa en la oscuridad. Un abrazo.

javier ediciembre 1st, 2007 at 14:35

Ja,ja… en invierno también. Aunque a los demás inquilinos no les hace mucha gracia, por eso de que se escapa el calor; así que hasta después de las doce, cuando se apagan las calderas, no la entreabro.

Precisamente estoy leyendo Pálido Fuego. Es interesante, pero se hace un poco pesado al tener que estar pasando del comentario al poema continuamente. Aunque ya lo dice Charles Kinbote: «En un caso como este me parece prudente eliminar la molestia de tener que pasar las páginas hacia adelante o hacia atrás […] comprando dos ejemplares de la misma obra». No sabe nada el crítico ficticio.

Un abrazo

Gutidiciembre 3rd, 2007 at 8:55

Se equivoca, Guti. Lo que está prohibido es abrir un sitio para fumadores

No sé a qué país se refiere…

Y como si los no-lectores-en-inglés protestaran: tenemos derecho a encontrar libros en español en todos lados. Etc. […] A mí si hay un sitio de no fumadores no me molesta en absoluto. No voy y en paz. Que prohiban fumar en todos los sitios es brutal e idiota. Saludos.

Hasta que se ha prohibido, el bruto idiota que suscribe no podía ir a ningún lado (y ahora malamente), así que suerte para Vd. que tiene donde elegir. Pero ni siquiera tiene que hacerlo. Voy a darle una buena noticia: NO EXISTEN SITIOS DE NO FUMADORES. Todos los sitios, sin excepción, admiten a fumadores y a no fumadores por igual. Lo único que hay, eso sí, son sitios en los que fumar está sujeto a ciertas reglas (igual que mear o cagar; no existen sitios de «no meadores», sólo limitaciones al acto de mear, aunque en cierta época seguro que se indignaron algunos cuando les dijeron que no podían vaciar el orinal por la ventana). Se pone impedimentos al acto de fumar, no a la presencia de fumadores. Por el contrario, los sitios que Vd. llama de fumadores sí que dejan fuera a todos los efectos a un no fumador.

En un excelente escritor como Vd., una metáfora tan insostenible y decepcionante como la de los libros no-en-inglés sólo se explica por los efectos del tabaco (el más importante es una tremenda pérdida de objetividad). Si un día lo deja (y no es una sugerencia; yo defiendo a rajatabla el derecho de los fumadores a fumar) entenderá Vd. muchas cosas de repente.

Saludos sinceros.

Ramon_the_3rddiciembre 5th, 2007 at 12:31

Odio a quienes hacen daño sin sufrirlo ellos tambien por dentro, a los que abusan de poder, y tambien a la gente que siempre critica a los demas en vez de aprovechar su vida.

Y a todo lo que decia Nabokov tambien.

Que rabia me dá que Bukowski sea un icono! ahora parece que si dices que te gusta, lo que quieres es hacerte el interesante! menos mal que tambien me gustan los comics y el Aqui hay tomate para compensar.

mmarzo 23rd, 2008 at 18:54

mmmm

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