Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

En la bocamina

Sigo con malestar y algo de ira las noticias sobre los 33 mineros atrapados. Ayer se publicaron fotos de los 33 y estuve un rato mirando sus caras. Una a una. «Los mineros saliendo de la mina», como diría César Vallejo.

Según parece, éste es otro caso de «violencia patronal» y el agresor es, para no variar, la empresa.

La «violencia patronal» provoca más victimas anuales que la llamada «violencia de género», muchos más trabajadores muertos que mujeres. Deberíamos contar con una Ley especial que la castigara y con un Observatorio. Tolerancia cero con la violencia patronal. Y un número de emergencias al que llamar si eres un becario maltratado o un trabajador con veinte años de antigüedad al que quieren despedir.

Deberían salir los famosos sacando tarjeta roja al maltratador patronal.

Pero ¿con qué cara iban a salir directores de cine, actores o locutores de radio sacando tarjeta roja al maltratador patronal? ¿Con qué cara de cemento? ¿O bien con qué cara de repuesto, porque si denuncian la violencia de sus patronos, se quedan en la calle o les parten la que llevan puesta?

Las condiciones de trabajo en el cine español, al menos (por lo que sé por mis amigos) para los que se ocupan del atrezzo y carpintería, son de maltrato. Lo mismo en las radios y en la prensa españolas.

¿Con qué cara iban a salir muy serios los actores, directores, locutores, sacando ellos también tarjeta roja al maltratador patronal?

Para eso hace falta un poco más de valor que para salir embellecidos denunciando a los malos,que son los otros, claro está.

Hoy nos informa El País de que casi todos los mineros atrapados en Chile fuman.

Por supuesto.

Nos ha fastidiado: ¡son mineros, no ejecutivos que beben agua embotellada! ¡Cómo no van a fumar casi todos!

Más adelante se les enviará películas, pero habrá que estudiar muy detenidamente qué tipo de películas, para que no les altere demasiado sus emociones. Casi todos son fumadores y han pedido tabaco. Pero, los médicos lo han prohibido. Y parches de nicotina, tampoco; porque les afectaría a la piel. Así que se les ofreció chicles de nicotina y ocho lo aceptaron.

¿Y por qué narices «lo han prohibido»? Parece que por razones morales, ya que no da ninguna razón médica (como sí hace en el caso de los parches de nicotina). Parches que, por cierto, casi ninguno aceptó. Lo que quieren es fumar, como es natural.

Habrá que estudiar… Vale, pero ¿quién será el encargado de «estudiar» qué películas son las adecuadas para las emociones de unos mineros enterrados bajo tierra? ¿Esos «expertos de la NASA»? ¿No han considerado la posibilidad de preguntarles qué películas son las que quieren ver ellos?

Añade el periódico:

La mayoría de ellos son creyentes. Y llenan sus cartas de referencias a Dios. Así que un pastor de la Iglesia adventista les hará llegar mañana 33 mini biblias, aptas para introducirse por los tubos.

Hay que ver, qué trato, qué amabilidad. ¡Mini biblias sí, tabaco no!

¿Por qué a ese «pastor» le dejan usar los tubos para enviar Biblias? Si le dejan, yo estoy seguro de que mi amigo Jesús Llano, estanquero, les hace llegar, también mañana mismo, 33 cartones de rubio aptos para introducirse por los tubos.

¿Y no «habrá que estudiar muy detenidamente» también si un libro tan cruel, brutal  y disparatado como la Biblia podría alterar sus emociones?

Leyendo estas majaderías recordé un artículo que publicó Juan Benet en 1988 y del que todavía me acuerdo casi al pie de la letra. Así de bueno era el artículo.

Era uno de esos formidable artículos que a Benet le salían cada vez que «el curso normal de los acontecimientos» le cabreaba de verdad.

Se puede leer aquí. No tiene desperdicio.

Por si acaso, resumo.

Cuenta Benet que una vez acudió a prestar auxilio en un rescate minero. En la bocamina, uno de los supervivientes, nada más salir, se fumó un pitillo, aún cubierto por la manta que le dio la Cruz Roja y antes de que se lo llevara la ambulancia.

Entonces pensé que muy posiblemente aquel hombre atrapado e inmovilizado durante horas bajo los escombros, cuando estaba cierto que se aproximaba su fin, para nada volvió su atención hacia las visiones premortuorias de que tanto hablan confesores y psicólogos, sino que solamente fue capaz de pensar en la posibilidad de fumar un cigarrillo antes de rendir su último suspiro. Y cuando considero el último eslogan o la última medida de esta campaña universal contra el tabaco me pregunto qué habría respondido aquel recio minero aragonés si en el momento de encender su primer cigarrillo tras el rescate uno de esos apóstoles de la higiene pública le hubiese advertido que fumar es peligroso para la salud. No habría respondido nada, estoy seguro, y se habría limitado a fumar y a mirar con suficiencia y desprecio, y con el poder que confiere haber estado a un paso del otro lado, al bienintencionado e insolente protector de sus intereses.

Luego crítica Benet con acierto las campañas mogijatas y estúpidas que se hacen por nuestro propio bien o el de los demás, promoviendo, frente al ñoño concepto de salud pública, el concepto fuerte de bienestar social. Me recuerda un pcoo el argumento de Mayor Zaragoza, que afirmaba que la salud es un concepto biográfico, no biológico, porque cada uno necesita la salud que hace posible su propio proyecto vital. ¿Qué es salud? ¿Cuánta necesito? A eso debe responder el interesado, no el general Surgeon (como diría Benet).

No resisto la tentación de añadir las estadísticas que aporta Benet, tan fiables (o más, ami parecer)) como las que amaña el Ministerio:

Estoy absolutamente persuadido de que unas estadísticas de contraste entre un número suficientemente grande de fumadores puestos en comparación con el mismo número de no fumadores demostrarían sin ninguna clase de ambigüedad los siguientes extremos: 1. Que los primeros son más cultos. 2. Que son también más pobres. 3. Que son más discretos, tratables y pacíficos. 4. Que tienen mejor gusto. 5. Que tienen mejor y más elaborado juicio. 6. Que son menos autoritarios y no anhelan tanto el poder como los que se abstienen de fumar. 7. Que tienen mejor humor. 8. Que son más atractivos. 9. Que tienen más interés y misterio. 10. Que tienen más conversación. Admito asimismo que la estadística arrojaría una única conclusión a favor de los no fumadores: que son más longevos.

A esta relación de cláusulas hipotéticas, demostrables por la auscultación sociológica, se debe añadir otra de juicios asertóricos que no necesitan ni pueden ser probados por los números, a saber: 1. Que los fumadores son más desprendidos, pues, aunque no siempre, en ocasiones ofrecen su petaca al vecino. 2. Tienen más coraje, pues no hacen caso de las advertencias de la Dirección General de la Salud Pública. 3. Contribuyen más al erario público. 4. Son menos aprensivos. 5. Son más sinceros, pues no les importa confesar un vicio cada día peor visto por la sociedad de los melindrosos. 6. Son más dóciles y mejor dispuestos a sacrificar sus intereses personales por el supuesto bien público. 7. Son menos arribistas por cuanto su adicción les cierra muchas puertas. 8. Son menos impositivos y no se rebelan contra las reglas que les afectan, y a este respecto no -es necesario preguntarse acerca de qué harían los no fumadores sí, contra la creciente moda, se obligara a fumar en ciertos lugares y ocasiones públicos. 9. Son más vulnerables y necesitados de protección. 10, En fin, empiezan a ser minoría.

Mejor leerlo, ya digo.

Ayer, por cierto, después de ver una peli en el cine de la playa, con bocadillos de filete empanado que llevamos de cas, no fuimos, con una luna enorme,  mi hija y yo a bañarnos al mar.

Qué maravilla.

Comments (24)

Contenedor Amarilloagosto 27th, 2010 at 6:55

En España estas cosas no pasan. Los trabajadores tenemos unos sindicatos eficacísimos que velan por nuestro bienestar. No hacen otra cosa. Todo el día velando y velando.

El gobierno lleva acojonado con semejante actitud seis años, tan es así, que puede que veamos la cuadratura del círculo huelguístico con la general convocada para no sé qué día de ¿septiembre? Con un poco de suerte vamos a presenciar la primera huelga contra una huelga. Un gran triunfo del sindicalismo patrio. Vive Dios.

Por cierto, dejé de fumar hace un año porque ya no tenía dinero ni para tabaco de liar. Hoy ya no fumo, pero sigo sin dinero. ¿Sigue el gobierno enriqueciéndose con avaricia con los impuestos obtenidos por el fumar?

Graciaagosto 27th, 2010 at 7:34

Copio y pego el cojonudo artículo «Ideología y memoria en mina San José» del blog «Quien mucho abarca»: http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/2010/08/26/ideologia-y-memoria-en-mina-san-jose/

Ideología.- Cuando quedaron atrapados con poquísima comida, los mineros tenían dos opciones. Podrían haberse peleado por la comida y que quien consiguiera apoderarse de ella la disfrutase o la ofreciese a otros mineros a cambio de algún chantaje. Partiendo de que la búsqueda del beneficio privado genera beneficio colectivo el minero que se apoderara de la comida no tendría que pensar en nada más que en maximizar sus satisfacciones ya fueran éstas darse un atracón o exigir a los mineros que quisieran comer algo que le hicieran una danza entretenida. La otra opción era pensar solidariamente y a largo plazo que la única salida para cada uno de ellos era el reparto igualitario y austero. Nadie engordaría durante el encierro pero intentarían sobrevivir todos.

La primera opción, por ridícula e inmoral que parezca, es por la que se rige el mundo. Si los mineros hubieran optado por el beneficio privado estarían todos muertos por hambre o por las enfermedades que provocaría estar con el estómago lleno rodeado de cadáveres: no hubieran conseguido beneficio colectivo alguno y habrían fracasado en la búsqueda de beneficio privado. La segunda es por la que optaron: ??Dos cucharadas de atún en conserva, un vaso pequeño de leche, media galleta y pequeños dados de melocotón en almíbar cada 48 horas. Esa ha sido la dieta espartana con la que han sobrevivido los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad en la mina San José, dosificando los alimentos que tenían en el refugio y repartiéndolos en forma igualitaria??. Obtuvieron un beneficio colectivo que se tradujo en beneficio privado para cada uno de ellos: la supervivencia.

Según los listos de la clase, los mineros optaron por una aberrración económica. En el mundo regido por los listos de la clase 25.000 personas mueren cada día de hambre en un planeta repleto de víveres mientras lo destruimos por nuestra desequilibrada rapiña cortoplacista. En la aberración económica de mina San José los 33 mineros siguen vivos a pesar de la absoluta carencia que sufren.

Memoria.- Salvador Allende lanzó un proceso de nacionalización de las minas de cobre chilenas, la mayoría de ellas en manos de multinacionales estadounidenses. Disgustos de este tipo generaron inquietud a algún premio Nobel de la Paz y para tranquilizarlo tuvimos que poner a Augusto Pinochet a desandar mucho más de lo que se había andado. En 1981 Pinochet aprueba una ley de Concesiones Mineras por la cual se dan concesiones plenas (propiedad de hecho aunque sin título de propiedad) a empresas privadas volviendo al control original la minería chilena.

La gestión pública podría haber buscado el beneficio colectivo y haber pensado en el largo plazo: podría haber cumplido un protocolo de seguridad aunque eso fuera un poco más caro a corto plazo (de nuevo una aberración económica: el típico despilfarro del Estado). La empresa privada busca el beneficio privado a corto plazo: los mineros no tenían seguro, la chimenea no tenía peldaños por los que salir en caso de accidente, no había salida de emergencia? Todo ello había sido denunciado con anterioridad por los sindicalistas de la mina. La empresa, que se ha declarado en quiebra tras el accidente, dice ahora que será difícil pagar los sueldos de los mineros atrapados, que en estas circunstancias es difícil pensar en el medio y largo plazo y que está tranquila en cuanto a su responsabilidad por la falta de seguridad en la mina. Mientras, los mineros siguen repartiendo el atún y el melocotón en almíbar a la espera de que les empiece a llegar alimento gracias a una sonda propiedad del estado.

Ideología. El capitalismo mata. A la mayoría antes, al resto después. Si hay opciones para la supervivencia colectiva, que es la de cada uno de nosotros, tales opciones son socialistas.

Memoria. Si queremos entender lo que nos pasa y conseguir que algún día no nos pase, tenemos que entender muy bien por qué estamos donde estamos, para qué mataron, por qué impidieron la democracia. En Chile como en cualquier lado.

henriettoagosto 27th, 2010 at 8:00

A todo ello añadiría que es curioso que gente con suficiente cabeza para terminar unos estudios universitarios (lo cual, desde luego, no vacuna contra la imbecilidad) es capaz de explicar en un mismo párrafo/comparecencia, sin inmutarse, que no se les va a enviar «cierto tipo» de películas que podrían alterar demasiado sus emociones… y que no se les va a enviar tabaco bajo ningún concepto!!

Si obligar a no fumar (sin dar argumentos de peso más allá de los consabidos que se darían en superficie) a un no fumador encerrado a 700 metros bajo tierra durante meses no es alterar rotundamente sus emociones, que baje Dios y lo vea. Y de paso que envíe al arcangel San Gabriel a meterle una buena paliza a los miserables dueños de la empresa.

Rafaelagosto 27th, 2010 at 10:06

Gracia: los mineros pensaron en su beneficio personal. Saben que si tratan de apropiarse de la comida, el resto intentará lo mismo. Mejor repartir que perder la posibilidad de comer. Liberalismo puro.

A.D.Barbagliagosto 27th, 2010 at 10:43

Alguien de los que comenta y usted, señor Reig, ha leído alguna noticia relacionada con los 33 mineros? En mil ocasiones han explicado que el aire allí abajo tiene poco oxígeno, en ciertas zonas incluso hay una cantidad de monóxido de carbono alto, les han prohibido usar vehículos para no contaminar el espacio, les han enviado recipientes con oxígeno enriquecido etc.

No les prohíben fumar porqué es malo para el organismo, sino porque podrían ahogar-se, directamente.

la loliagosto 27th, 2010 at 12:47

Si fuera por mí no les faltaría de nada,tabaco,porros,ansiolíticos,cocaina,morfina ,lo que quisieran,con tal de que pasaran el tiempo lo mejor posible y sin claustrofobía.

Pepeagosto 27th, 2010 at 14:43

Violencia patronal ante la que el Estado mira para otro lado. Pero es que lo malo es que cuentan con a complicidad de los propios agredidos. Hoy he visto a los mineros en el telediario cantando todos el himno de Chile. ¿Qué podemos esperar así?

Ignoranteagosto 27th, 2010 at 18:32

¿Y no será porque en un habitáculo reducido a pochocientos metros bajo tierra llenar de más humo y más humedad el aire que les llega no parece lo más conveniente? Bastante complicado debe ser sobrevivir ahí ya. Digo yo.

celineagosto 27th, 2010 at 19:47

Genial ironía sobre la violencia patronal. Parece que eso ya no se lleva.

Pero por favor, no mezcles churras con merinas. Los mineros pueden beber, fumar, inyectarse grisú en vena, o joder con ovejas, siempre que lo hagan a título personal.

Pero aquellos que aspiran a HACER beber a los demás mineros; a HACER fumar sus miasmas a los demás mineros; a HACER inyectarse en vena a otros mineros; a HACER follar con ovejas a los otros mineros, serán unos desconsiderados y unos cabrones, por más vueltas que le des.

Lo entiendes perfectamente, ya que de tonto no tienes un pelo. O sea, que no mezcles a voluntad y a conciencia churras con merinas. Te las folles después o no.

m.oagosto 27th, 2010 at 22:38

rafael, te leo con discreción desde tiempos ‘immémorables’ y este es el primer articulo que quiero comentar. tengo los músculos ‘zygomatiques’ tan dilatados que no me puedo refrenar. eres simplemente genial. no sé quien decía que ‘ser libre es ahora lo mismo que ser terrorista ‘. y eres uno de mis terroristas preferidos. cuidado, que no todo de ti me gusta. ya puedes hacer un ‘signe de croix’, cabrón. tu ‘désinvolture’ me alimenta. (por cierto, no utilizo tantas palabras francesas por gabacho, es que mi lengua materna es el francés). no dudes de tu voz (¿acaso dudaste?) que haces reir y alimentas el bicho anti que llevamos dentro. joder, no sólo le daría un pitillo, también le daría un beso (aunque su virilidad se rebelaría). te pregunto (sin esperar respuesta): ¿hay algo encima de la lucha de clases? ¿ellos no serán ‘homophobes’, ‘machistes’ y humanos. no los critico. te pregunto a ti. ¿qué jerarquía instauramos en la lucha? hay que ser primero… y luego… qué lo saquen de allí, que se fumen el pitillo y luego veremos. como decía deleuze, no me vengas con un ‘meta-derecho’ (cito de memoria), quedemonos con la ‘jurisprudence( (qué se puede hacer aquí y ahora (así lo entiendo). aunque no respondas, que sepas que me gustó este articulillo. eres ‘ente del futuro’… hijueputa (como dice vallejo).

m.oagosto 27th, 2010 at 23:00

je recommence…

me gustó tu ‘post’… te leo desde tiempos ‘immémorables’ y me recuerdas lo importante de ser ‘irrévérent’. no uso palabras francesas por gabacho, es que mi lengua materna es el ‘français’. habría que reir si la situación (la nuestra también) no fuera tan trágica. ¿habrá algún final feliz? lo dudo. pienso en estos señores (¿no son todos hombres? casualidad, quizá) como pienso a mi padre (albañil). pero una pregunta: ¿cuál debe ser la ‘hiérarchie’ en la lucha? ¿va primero la lucha de clases? y ¿qué hacemos con el género? ¿qué hago en una mani de machistas luchando por su sueldo pero opresores también en su intimidad? tantos ejes se cruzan. admiro tu protesta aunque otras facetas tuyas no me entren en los ojos. raphaël, la base es la IGUALDAD (coño o polla ; rico o ‘prolétaire’), que fumen todxs, que deseen todxs, que escriban todxs, etc…

bonne continuation

Blasagosto 27th, 2010 at 23:30

Desde Japón, con el puto sol naciente, que me hace a la fuerza madrugar, acabo de leer tus paridas, esta vez afortunadas, querido Rafael, amigo Reig. Quando nos veamos, nos liaremos un porro, chocaremos tu turbio vaso contra mi transparente copa en el Kafka Motel. Abrazo y salud!

marcosagosto 28th, 2010 at 8:56

¡Acabáramos, Rafael! Resulta que la denuncia del sistema que a todos nos explota conduce a la defensa de Philip Morris…

A mí, qué quieres que te diga, me sigue pareciendo que esto del fumar no tiene ni pizca de épica. Vamos, que lo considero un asunto de higiene personal; quien se tira un pedo en un lugar sin ventilación es un guarro, y lo mismo quien se fuma un pitillo ante otra gente en habitación cerrada. Uno puede reivindicar el libre uso de su esfínter; o, como hacéis ese caballero liberal a quien tanto debemos («¿quién me va a decir a mí cuántas copas de vino me puedo tomar antes de conducir?») y tú mismo, reclamar vuestro soberano derecho a disfrutar vuestras inclinaciones aunque perjudiquen a terceros.

Que conste que en casa siempre hay ceniceros para los amigos.

Abrazos.

lolailoagosto 28th, 2010 at 11:27

Bravo por lo de violencia patronal y por el derecho a fumarse los pitillos que les venga en gana si les apetece a esos mineros, faltaría más, (siempre que no hayan razones más contundentes como la falta de oxígeno que apuntaba alguien antes), pero no alcanzo a entender por qué algunos se empeñan en considerar que los fumadores son más felices, pobres, cultos, con mejor gusto y juicio, discretos, etc etc etc etc? ¡Pues menudas pamplinas hay que oír a estas alturas! Ni que se volvieran ahora todos ustedes «catalufos», oiga.
En otras palabras, a mí el artículo me parece un sublime ??decir por decir??. Una sublime estupidez.

No estoy de acuerdo en restringir a los fumadores a hacerlo sólo en la calle en nombre de su salud, y de paso, del gasto sanitario. No lo comparto. Y sí lo estoy en que se habiliten zonas para fumadores en todos los espacios posibles, hospitales, edificios públicos, restaurantes?; garantizando al tiempo la defensa ante el humo (ya no por tóxico, sino también por asquerosamente desagradable) a quienes sencillamente no tienen por qué fumárselo, ya sea en el metro, centros comerciales, o incluso en su propio puesto de trabajo.

Lo que no alcanzo a entender es en qué basa el autor la asociación gratuita de ideas que expone en su artículo, si no es por, a la contra, la moralina infumable y exhibición impúdica de su propia devoción ante el cigarro.

sileneagosto 28th, 2010 at 11:37

¿A qué ley psíquica se debe que en cuanto alguien sale hablando de sus derechos, o de los derechos de los trabajadores, aparezca un subnormal, el de turno, calificándole de comunista?

¿Habrá que pensar que a ese cretino le encanta que le estafen en la factura o que le paguen de menos, y que lo acepñta de buen grado para no ser «comunista»?

Ya lo dijo Platón Vargas: si los tontos volaran, viviríamos bajo perenne sombra.

la madre que parió a Penekeagosto 28th, 2010 at 11:59

La verdad, Sr. Reig, la primera parte del artículo me ha gustado mucho pero, en la segunda, estoy con lo que dice Bardagli.
Lo de la biblia, sencillamente, deberían haberlo prohibido. Imagínese… lo pequeña que tiene que ser la letra de una minibiblia para que quepa y pase por el tubo, y con la poca luz que habrá allí abajo… ¡se pueden quedar ciegos! No sólo eso, luego están las consecuencias psicológicas de la lectura si no se hace con ánimo crítico.
Pero, aparte de ello ¿podemos creernos todo lo que nos dicen? ¿son de verdad todos ellos tan religiosos?, porque los que yo conozco, no lo son en absoluto; ¿se trata acaso de una desinformación? porque los medios son muy cínicos ¿o no, sr. Reig? ¿o no se llevó ud. broncas por intentar ser honesto contra el poder mediático como poder empresarial y político?
En cuanto a lo de la violencia patronal, poco podemos hacer ya ante eso. Sólo se podría erradicar con unos trabajadores que tuvieran conciencia de clase. Pero para eso ya existe un partido que la desactiva (PSOE), y otro, de actitud socialdemócrata que no la trabaja (IU), y por eso, ante la falta de un Partido Comunista es por lo que yo creo que me hago un lío y va a ser posible que los mineros lean minibiblias y no el Manifiesto Comunista.
Salud.

no somos cuatroagosto 29th, 2010 at 11:32

vargas llosa y benjamín prado discuten aquí:
http://libroelectronicoebookcocheelectrico.blogspot.com/

Sergio Jaén Laraagosto 29th, 2010 at 23:33

Tampoco veo la conexión entre minería y tabaco, ni tampoco le veo sentido a lo que dice Benet, autor al que no le perdono el trasto que me hizo con Herrumbrosas Lanzas, premio de la crítica, menos mal, desde entonces no volví a comprar ningún premiado por ella.
Si a aquel minero alguien hubiera quitado su cigarro hubiera sido un estúpido, pero eso no afecta al resto de la campaña.
¿La salud es de derechas o de izquierdas? Creía que estaba en ese combo tan goloso que se han construido: medioambiente, salud, nalga al aire, ataque al empresario,…, todo juntito, una cosa implica otra cosa. Llegue a pensar por un momento que fumar era de derechas.

Y para que no se me quede en el tintero, ¿Todo es violencia patronal? ¿Existe algún accidente por casual que sea que se libre de ser catalogado como tal?
Creo verdaderamente que mientras hay gente que vela porque nada ocurra, otros necesitan justificar su existencia con ciertas estadísticas.

rafaelreigagosto 30th, 2010 at 16:12

No sirve de nada, pero en fin.
A usted, Celine, no le conozco de nada, pero al «forista marcos» sí (o eso creo) y me consta que tiene dos dedos de frente (y que en su casa hay ceniceros, en efecto). Es más, hay constancia pública de que su inteligencia supera a la mía (en privado lo compruebo a menudo). Lo que no sé, Marcos, es por qué te haces el tonto. Todo eso de la caspa y los seudo-argumentos (incluyendo el coco de teatro de títeres, Aznar, uuuh, uuuuuh) es lo que cabe esperar de otros, pero, hombre: en ti me asombra.
De acuerdo, es como tirarse un pedo. Te lo doy de barato, pero aun así el problema es que, si me encuentras cada vez que tenga un viaje un hotel con una habitación en la que no esté prohibido fumar, te daré la razón. Tú sabes mejor que yo que no es así, que lo que no te dejan es fumar en tu propia habitación de hotel. ¿También quieres prohibir que se tire uno pedos en su habitación de hotel? Un bar de no fumadores puedes poner cuando quieras, pero ¿por qué no puedes poner uno de fumadores, aunque sí uno sado-masoquista? Tampoco creo que debamos prohibir a unos ciudadanos que se reúnan, si les place, para tirarse pedos en un local privado señalado para evitar herir la sensibilidad de los distraídos que entraren sin conocimiento (¿un petódromo?). ¿En nombre de qué vamos a prohibirlo? Hay que tener un espíritu de caballero cruzado para prohibirles a los demás que hagan lo que les apetece sin molestar a otros.
Ningún fumador que yo conozca reclama fumar en público, sino en espacios acotados y señalizados que los no fumadores puedan evitar para proteger su amenazada salud: una habitación de hotel, un bar, un restaurante, etc. Todo eso es lo que ahora mismo se impide. ¿Los camareros? Bueno, macho, eso cuéntaselo a un guardia.Me refiero a uno urbano que traga el humo de miles de tubos de escape en la plaza de Colón.
El verdadero problema, lo creo sinceramente, es que lo que quieren ciertos fundamentalistas no fumadores es ir a bares o restaurantes y obligarnos a los fumadores a ir con ellos y abstenernos. Son mayoría y pueden poner cuantos bares y restaurantes quieran y prohibir fumar en ellos. ¿Por qué necesitan además prohibir que en el bar de al lado se pueda fumar? Lo que pasa, ya lo he dicho otras veces, es que de sobra saben que, en ese caso, se quedarían solos. O peor aún: en compañía de tipos como ellos. La Ley esa funciona según esa lógica, como a menudo denuncia Javier Marías: que los locales pequeños elijan. Siempre que elijan lo que el Gobierno quiere: si no, se cambia la ley y a la fuerza. Formidable ejemplo de democracia y libertad de elección, sí señor.
Yo no tengo ningún interés en fumar en presencia de no fumadores. Ni el más mínimo. Salvo excepciones, entre ellas la de Marcos, no es compañía por la que me perezca. Pero puesto que fumar es legal, ¿por qué no puedo disfrutar del tabaco con otros como yo en espacios delimitados o ni siquiera en espacios privados como una habitación de hotel? ¿Porque la ministra de turno quiera salvarme de mí mismo?
Es ese fanatismo intolerante y agresivo el que no me parece defendible.
Menos aún con mamarrachadas como la caspa y esas cosas, razonamientos (si lo fueren) que, sin duda, sólo describen el desamueblado interior de la cabeza de quien los esgrime.
Lo dicho, Marcos, un abrazo y cuando pises esta zona del mundo tenemos pendientes ya botellas o cajas enteras de blended o single malt y charlas interrumpidas y reanudadas periódicamente desde hace ya… ¿casi treinta años? Caray, cómo pasa el tiempo.
Besa a tus chicas, ponme a los pies de tu señora.
Ah, una tontería más (no quiero discutir). Sí, es cierto que no parece razonable querer fumar en una mina. Sin embargo, ¿no deberían saberlo mejor que usted y que yo los propios interesados, esos mineros atrapados dentro? Pues han pedido tabaco. Dígales a ellos que son idiotas como me lo dice a mí, por favor, y que usted conoce mejor su situación y lo que les conviene que ellos mismos.
Un placer, en cualquier caso, todos los comentarios, que sigo sin censurar en realidad (salvo casos de insulto impresentable a terceros).
En fin, no sirve de nada. Intentaré no volver a ceder a la tentación.

lolailoagosto 30th, 2010 at 22:54

Reig, el verdadero problema de algunos no es que queramos ir a bares o restaurantes y obligaros a los fumadores a ir con nosotros en nombre de vuestra salud, por Dios; no somos tan autoritarios ni satánicos; sino de que también podíais poneros en nuestro lugar y comprender que es un poco frustrante buscar un bar o cervecería de vez en cuando donde poder tomar algo y no encontrar ni uno solo donde se pueda respirar sin humos. Los propietarios siempre elegirán con humos, sí, qué le vamos a hacer, será porque hay más clientes fumadores que lo contrario: pero seguimos siendo muchos (y no pocos, creo) los que no fumamos y nos encontramos ante ese panorama.
En efecto, es un asunto discutible, pero que al mismo tiempo tratáis de simplificarlo como que siempre os atentan contra vuestra libertad en nombre de no sólo la nuestra sino vuestra salud, sin que tengáis en cuenta la situación del otro. Con lo del guardia civil, pues hombre, sí, los tubos de escape contaminan, pero el tema es que como comprenderás a uno le molesta mucho menos andar por la calle con los coches circulando que estar en una habitación cerrada con gente fumando. Vamos, que no tiene nada que ver una cosa con la otra, pues por lo general, y como intuirás, a los que no fumamos nos es muy desagradable el humo del tabaco (aunque a veces no nos importe y lo toleremos porque nos perezca vuestra compañía), y sentimos en el alma que con decir esto a veces resulten que sea la nuestra la que pueda dejar de pereceros (no estoy seguro si construí bien la frase), y es escuchando esto cuando precisamente nos podéis resultar algo (o bastante) egocéntricos. En fin? que hay tonos grises.

En cuanto a los restaurantes, creo que acertada la medida que ya se puso en su momento.
Y comparto lo de las habitaciones de hotel.

Frangseptiembre 1st, 2010 at 1:06

Lo han prohibido por que lógico, tienen que preservar el aire que respiraran durante to el mes o el tiempo que tome sacarlos de ahi abajo
me imagino que la ventilacion de este espacio por un tubo tan angosto y extenso debe ser lentísimo
saludos

Murdockseptiembre 1st, 2010 at 22:11

Claro Frang, por eso también les prohíben privar. Los heroicos mineros han sufrido una doble violencia sobre la base de una serie de situaciones bochornosas: la patronal, que los ha enterrado entre tierra, polvo y ceniza a 700 metros bajo tierra, al no tomar los dueños de la explotación minera las medidas MÍNIMAS de seguridad; y la moral, o más bien moralista, que les impide que ejerzan sus vicios bajo su responsabilidad y consentimiento.

Lauraseptiembre 7th, 2010 at 15:18

Los pedos no dejan huella indeleble en las habitaciones de hotel, el tabaco si. Aún así, me parecería razonable reservar algunas habitaciones para aquellos a los que no les molesta el olor o quieren perpetuarlo, aunque eso no lo ha prohibido la ley antitabaco (que permite reservar un 30% de las habitaciones para fumadores), son los hoteleros en todo caso los que lo deciden.
Hacía días que no te leía, me encanta hacerlo. Besos 1000

jotaoctubre 13th, 2010 at 11:36

Desde la perplejidad, te recuerdo que los mineros estan enterrados vivos por culpa de sus patronos que no colocaron la escalera de urgencias en el pozo de salida de emergencia para ahorrarse el coste. Es un hecho. Como lo es que la mina habia sido cerrada por la administracion por ese mismo hecho y la empresa «misteriosamente» consiguió un permiso para volver a explotarla.

Afortunadamente hay mucha gente capaz de arriesgar su situacion personal en una pelea contra el patrono para conseguir condiciones de trabajo justo. Gracias a ellos y al coste personal que pagaron hay cosas como paro, pensiones, jornada laboral de 8 horas, vacaciones pagadas, etc. Igual deberias dedicar unos dias a leer algo de historia sobre el tema. Me eduque en un pueblo minero y hay cosas que no se olvidan. Piensa por ejemplo, en el nacimiento de Comisiones Obreras, que lo tienes muy cerca.

El comportamiento de los mineros no es liberalismo puro, todo lo contrario. Es colectivismo, comunismo, como quieras llamarlo. Lejos del mal llamado «darwinismo» social de la derecha y el liberalismo. Gracia te lo ha explicado muy bien y advierto en tu replica una ausencia de argumento reveladora. La diferencia entre la derecha y la izquierda es que la primera opina que buscar solo lo que es bueno para uno es bueno para el grupo y que al que dios se la de, san pedro se la bendiga, mientras que la izquierda opina, como los mineros, que es mejor trabajar juntos y olvidar los intereses particulares. El comportamiento liberal hubiese sido pelear por la comida, que el mas fuerte se quedara con todo y a partir de ahi, que contratara guardaespaldas, decidiera quien come y quien no, etc.

No entiendo tu alusion a los trabajadores del cine, que se han manifestado por muchas causas y aunque no te acuerdes han hecho muchas huelgas contra sus patronos. Un atrezzista de los que tanto te preocupan gana un minimo de 800 euros a la semana, un peón, el trabajo peor pagado en un rodaje, gana alrededor de 100 euros al dia. Los catedraticos de universidad deben ganar menos.

Este tipo de proclamas contra las «causas buenas» y los movimientos que las soportan no las entiendo. Que sugieres ¿Que militemos contra ellas? ¿Hay que manifestarse a favor del maltrato, de la explotacion, de la contaminación…? ¿O no hay que manifestarse contra nada? ¿Cual es tu propuesta?

¿Que tal se vive en los cerros de Ubeda, o en Marte o desde donde escribas? Cuando leo algunos articulos me gustaria mirar la cabeza del escribiente por dentro para saber como funciona. Desde fuera es incomprensible.

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