Señor, Señor…
Ayer me saltó a los ojos un titular de periódico del que no entendí ni jota.
Me ocurre con frecuencia.
Decía (El País, 23-VIII-10):
Emma Watson se apunta a la moda ética
Formidable, me alegro por ella, pero ¿quién rayos es Emma Watson?
Aunque venía una foto, que me aspen si sabía quién era. Leyendo el texto me enteré que es una actriz o así, por lo visto sale en películas o así de Harry Potter.
Vale, pero ¿a qué dice la chiquilla que se ha apuntado? ¿Qué narices será la «moda ética»? ¿No llevar nunca la camisa remetida por dentro del calzoncillo? ¿No ponerse hombreras para no dar pie a engaño? ¿Renunciar a todo relleno en los sujetadores? ¿Llevar la ropa interior por fuera, a la vista de todos?
Seguí leyendo y resulta que la «moda ética» es ropa «elaborada con fibras naturales y unos medios de producción amables con el medio ambiente«.
Toma castaña.
Qué bien. Qué ético. Qué amable.
La expresión «medios de producción» no abunda en los periódicos y, si aparece, tenía que ser en este contexto.
¿No podían ser esos «medios de producción» también un poquito más «amables» con los trabajadores?
A mí me gustaría oír que la «moda ética» es la que elaboran fábricas en las que los trabajadores ganan buenos sueldos, tienen jornadas razonables, vacaciones pagadas, bajas por paternidad, guardería para los hijos, etc.
¿Amabilidad con el medio ambiente?
Bueno, vale, si eso está muy bien, claro que sí, pero ¿no es más ético empezar por los seres humanos, nuestros semejantes?
Y ya que a esa chica y al parecer a los «rostros famosos» les preocupan tanto los «medios de producción», quizá no estaría de más interesarse por su propiedad, de quién son, por el reparto de los beneficios o por la fijación del precio, porque imagino que también es ético garantizar para esas «fibras naturales» y para tanta amabilidad con el medio ambiente un precio asequible para la gran mayoría.
En lugar de apuntarse a la «moda ética», ¿no sería mejor apuntarse a poner la ética de moda?
A veces me digo: Señor, Señor, cuántas patochadas hay que leer.
A veces me digo: Señor, Señor, ¿de qué seremos capaces de llegar a hablar, con tal de no mencionar nunca jamás las clases sociales? ¿Ecología, generaciones, género, etnias, razas, identidades nacionales, opciones sexuales, tribus urbanas…? ¿Qué más nos queda por oír para no tener que escuchar palabras tan malsonantes como lucha de clases?
A veces me digo, como mi abuelo Benito: Señor, Señor, cuántas pulgas y cuánto calor.
En vista de lo cual, como el núcleo de mi corazón (a poco que rasques) es socarrat, nos fuimos Anusca y yo a Játiva con la tía Carmina y el tío Ricardo el Cabut.
Visitamos a la familia, merendamos orxata amb fartons y cervezas (a elegir) y acabamos de noche en lo alto del castillo, tan contentos y tan poco éticos (por bien comidos, claro), vestidos con fibras sintéticas compradas en mercadillos de pueblo.
Aquí está Anusca con la tía Carmina.
Aquí estamos Anusca y yo, que voy con mi ropa de siempre, tan poco ética, tan poco amable con el medio ambiente:
Ya podía apuntarse a la moda tetica…
Totalmente de acuerdo contigo. Feliz verano.
Señor, señor, qué razón tienes: lo que hay que leer para no leer nada, lo que hay que oir para no enterarse de la misa la media. Voy a copiar una frase de R. Kapuscinsky, un periodista de los de antes (la frase aparece en un libro muy recomendable: «Cristo con un fusil al hombro», Anagrama). Ya sé que que las citas son un rollo, pero leed esta: «Hoy se habla mucho de combatir el ruido, aunque es mucho más importante combatir el silencio. En la lucha contra el ruido está en juego la tranquilidad de nuestros nervios; en la lucha contra el silencio, la vida humana. […] Sería muy interesante que alguien investigara en qué medida los sistemas de comunicación de masas trabajan al servicio de la información y hasta qué punto al servicio del silencio. ¿Qué abunda más, lo que se dice o lo que se calla? Se puede calcular el número de personas que trabajan en publicidad. ¿Y si se calculase el número de personas que trabajan para que las cosas se mantengan en silencio?»
Gracias por tu blog, Reig.
¿Y para cuándo lucha de aulas?
Usted a que clase pertenece, señor Reig? Me parece mas burgues que proletario, la verdad.
Le echaba de menos, Reig!
Puez yo también introduzco mi comentario con ezo de… zeñor, zeeeñor… Y conzte en acta que lo pongo con «Z» por que vengo recién de Torremolinoz, y algo ze me tuvo que pegar..
Torremolinos, bueno, Torremolinoz: maravillozo. Inimaginable, la verdad. Era como estar en una trampa de belleza y tranquilidad en la que sin darte cuenta, al rato, tu cabeza pensaba que se encontraba capturada en un sueño. Minutos después del inicio mismo y al darnos cuenta de su inmensidad, pensabas que en el fondo, sólo se trataba de una tomadura de pelo de grandes dimensiones. Como una travesura que los Dioses habían inventado para reír gracias a ti y a tu desconcierto y sorpresa.
Inimaginable pensar que una ciudad puede tener y albergar semejante encanto y belleza para ella sóla -bueno, claro está, que para ella y también para sus visitantes-.
Los «pellizcos» entre mi amiga y yo iban casi disparados. No lográbamos dar crédito a tanto encanto. En fin… El mundo no está bien repartido, y tampoco lo está en este caso.
Fuimos también a ver la Feria de Málaga, y antes de ello la calle Larios -la más importante y festiva de toda Málaga según nos indicó el taxista-. Cenamos por allí en una travesía de la misma. Con música y músicos varios que pasaban gentilmente por allí para amenizar nuestra velada-cena con vino, con buena conversación y por supuesto, con «RELAX» -como dicen los nuevos-viejos yoguis-.
El lunes poco antes de caer la noche montamos en el pequeño avión que nos retornó de nuestro maravilloso sueño de espacios chillout ataviados con sus camas playeras y cortinas al viento, como dejándose hacer por la brisa del mar. También retornamos de nuestro querido TI -entiéndase: todo incluido-, tan cómodo, tan transigente y generoso. También lo hicimos de nuestra querida y magnífica piscina con cataratas artificiales. De las gentes por lo general con una gracia fuera de lo común y con una amabilidad muy reconfortante y cálida.
Ahora te leo desde un lugar cercano a casa. A mi casa del resto del año. A mi sueño más largo y que en determinados momentos llego hasta aborrecer por su aparentemente irremediable insistencia. Pero sé que gracias a toda esa realidad o cotidianeidad, andamos y vamos apreciando todo cuanto vemos.
Te leo genial y maravilloso, Reig. Mis felicitaciones.
Un abrazo,
PD. Respeto de la moda ética: patrañas, palabras sin efectividad, parches simbólicos que pretenden hacer pensar que existe una corriente de trasfondo social y que la realidad no está tan mal. Pienso que el remedio empieza y termina por la consideración del hombre, de su respeto, de su integración, de la creación de medios necesarios y mínimos para conseguir que su vida pueda estar garantizada con un mínimo económico que le permita no perder la dignidad y ser en definitiva, un ser u hombre considerado por los de su especie como un semejante. No como un «diferente». Como un pobre. Como un residuo. Como un algo terminal.
Y ahora estaría bien, decir de nuevo eso de: señor, señor.. ¿no? En fin..
Bueno, los mercadillos de pueblo son bastante «éticos con el medio ambiente»: no hay nada de aire acondicionado ni escaleras mecánicas ni bombillas…
Que bueno Reig…
¿A quien se le ocurre irse a Xativa el 24 de Agosto? Yo creo que el día que mas calor he pasado en mi vida fue en Xativa y a finales de agosto. Aquello es como el Valle de la Muerte, pero versión valenciana.
Los mercadillos de los pueblos se suelen montar con una procesión de furgonetas que echan unas humaradas negras de meter miedo. A proposito de mercadillos, ¿por qué cojones se instalan todos al sol, habiendo sombra?
Rafa, es que nos te has enterado para esta socialdemocracia que sufrimos ya no existe lucha de clases sino lucha de géneros?…Han cambiado las desigualdades económicas por otras desigualdades más modernas.
La mayoría son letras de una rapera francesa que he escuchado hace poco:
http://www.youtube.com/watch?v=5cK71R6ZjAc
No es que sea aficionado a esta música, pero ¿no es un tema pegadizo?
Ils ont peur de la liberté, ee, ee…
Igual que los mitos, también se sustituyen los tabúes. «Clase trabajadora» es impronunciable ya. Igual la traducción «working class», que actua de eufemismo, tiene un pase (y siempre que se refiera a una tendencia de vaqueros y a la forma de más o menos llevarlos). Así es.
?tica y medio ambiente, en cualquier caso, pueden pronunciarse cada quince segundos, venga a cuento o no.
Soy el unico que va desfasado en la lectura de tu blog?? Jejeje, un buen regalito el blog. Lo sigo con atención pero sin obsesión.
Una lastima que no pueda hacerme el intelectual leyendote, como antes, a traves de un periodico comprado y pagado. Pero bueno, no pasa nada, se te nota mas relajado ahora.
Un saludo!
P.D la lucha de clases para mi es historia, ahora el obrero quiere lo mismo que el empresario asi que el problema no esta en la pertenencia a una clase o a otra sino en algún otro sitio.