Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Libro del verano: a mis 17

Este es el siguiente libro del verano en el que cumplí 17.

JUAN BENET ME DA LA HORA

En 1980 leí en el periódico este anuncio por palabras : ??Cambio todo Galdós por una sola página de Stevenson. Razón: ingeniero Benet, calle Pisuerga, 7. Horas comida?. Allí me planté con mi ejemplar de La isla del tesoro. Era un chalecito estilo Bauhaus y me abrió un señor alto y canoso, displicente, y que ponía una cara como de estar haciendo pis en una piscina, por debajo del agua. ??Vengo por el anuncio: ¿qué página quiere??. Arrancó una del capítulo XI (??Lo que escuché desde el barril de manzanas?), me entregó a cambio unos tomos de Aguilar y se despidió mascullando: ??¡Abur, tío costumbrista!?. Sin saberlo, Juan Benet acababa de cambiar mi vida.

 

Pasé noches sin dormir, mientras Juanito se la jugaba a Fortunata (??a poder ser, lo habría matado a través del barril?) y se me empañaron los ojos con la muerte de Mauricia la Dura, desplomada en la calle Ave María: como Jim, ??para entonces ya había empezado a comprender?. Pocas experiencias hay más intensas, turbadoras y placenteras que leer a Galdós y mirar la vida a través del más poderoso aparato óptico escrito en español. Aún no me he repuesto de la impresión.  Acabé el libro y miré hacia fuera: ??en aquel momento percibí como una luminosidad en torno mío dentro del barril, y, mirando hacia arriba, vi que había salido la luna y plateaba la cofa del palo de mesana y llenaba de blanco resplandor la cóncava lona de la cangreja del trinquete, y casi en el mismo instante la voz del vigía gritó: ¡Tierra!?

 

Galdós fue mi navegación hacia un continente desconocido: el de la literatura. Mientras toda España estaba pendiente de qué pasaría con J.R. en Dallas y del crimen de los Urquijo, yo aquel verano decidí cruzar el mar. ¿Por qué me iba a conformar con John Irving, si tenía a Dickens a mano? ¿Por qué me iba a resignar a Cela o incluso a Benet, si podía leer a Galdós? Aprendí su lección: la expresión ??novela histórica? es una redundancia. Aprendí más: una novela es como un reloj, lo que se mueve no son las manecillas, lo que vemos, sino la maquinaria interna que las hace girar, lo que no vemos, lo que ni siquiera se lee ni ha pasado en la novela.

Público, 3 agosto 2009

 

Esto es lo que podía decir en 2120 caracteres, aunque me pasaría mucho rato hablando de Galdós. Lo sigo leyendo con admiración absoluta.

Y poco más. Te dejo una foto de ese verano, de agosto 1980.

Estoy en la casa de Játiva, donde he ido siempre todos los veranos (aunque sólo sea unos días), en Semana Santa y a menudo en Navidad.

Esta foto es de ese mismo año, ya en septiembre, de vuelta en Madrid.

¿Qué libro estoy leyendo? Ni la más remota idea. De lo que sí estoy seguro es de que no es Galdós, porque Galdós casi siempre lo he leído en los tomos de Aguilar que me dio Juan Benet a cambio de una sola página de Stevenson.

No sé por qué, pero sospecho que es un libro de Juan Goytisolo, que era algo que yo leía en aquellos entonces.

Comments (57)

Absalonagosto 14th, 2009 at 0:25

Anónimo, o quizá mejor sea decir «anónima», el problema eres tú. Hay que ser cansino…

Tarántulaagosto 14th, 2009 at 3:12

¿Pero cómo puedes leer a Galdós de un solo tirón sin sucumbir? Galdós, sí, es una maravilla y Fortunata y Jacinta también, la desheredada mucho más. Pero mira que arrancar una página de Stevenson…solo una.

Lanskyagosto 14th, 2009 at 8:56

Si la anécdota con Benet es falsa es lo de menos, (o lo de más, porque está muy bien inventada) es verosimil, genial, muy de Benet, que era un señor tan canoso como displicente, autor de malas novelas con magníficas páginas que yo también le arrancaría.

Sí, novela histórica es redundante (salvo cuando es una etiqueta para advertirnos de lo que nos espera), como novela negra, novela romántica y novela de ciencia ficción

Si embargo, yo también cambio todo Galdos por una página de Stevenson

rafaelreigagosto 14th, 2009 at 9:05

No hago ningún caso, Morcef, hasta ahí podíamos llegar. Por lo demás, yo soy un lector omnívoro, como de todo. Me gusta el llamado costumbrismo y también las novelas de aventuras.
En fin, saludos a todos.

Anónimoagosto 14th, 2009 at 9:43

Absalon, que te den . El problema lo tienes tú pero en la mollera y puede que en algún sitio más,ja,ja,ja..

Anónimoagosto 14th, 2009 at 11:26

Qué pesadita te estás poniendo, chica. ¿Tanto te aburres?

Anónimoagosto 14th, 2009 at 12:55

Si , pero como no me divierto pues hasta nunca. Sosos.

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