Camarada, esto no es un libro
Como ya he contado aquí, la primera vez que fui a firmar en la Feria del Libro de Madrid fue en 1990. Desde entonces, voy siempre que me lo ofrecen, me apunto a un bombardeo.
Este año he ido a presentar la espléndida novela de Eugenio Fuentes, Contrarreloj; a comerme libros, y a firmar el último domingo.
En una caseta de la Feria siempre me he sentido como en un vagón de tren. Hace unos años escribí un cuento muy breve sobre la Feria en el que el tren de casetas se pone en marcha, atraviesa el Retiro, baja a Castellana, descarrilaba y se estrella contra la Biblioteca Nacional. Si quieres lo puedes leer aquí, junto con los cuentos (más aconsejables) de Lorenzo SIlva, José Ovejero y José María Merino.
El caso es que, siempre que me dejan montarme en el tren de la Feria, me lo paso en grande. Tengo suerte porque me tocan siempre compañeros divertidos en el compartimento. Nos ofrecemos comida (¿usted gusta?), tragos de whisky, bolígrafos para firmar y amistad.
Me lo he pasado muy bien con muchos, desde Eleuterio Sánchez (un hombre admirable y cordial al que me emocionó conocer) hasta con Almudena de Arteaga (nos reímos muchísimo juntos y sólo logré sorprenderla con mi capacidad de ingesta etílica).
Con buenos compañeros, el viaje se convierte en una travesía llena de sorpresas.
Este año, mi compañero de vagón me decía:
-Chaval, lo que es firmar, no firmas una escoba; pero esas chicas que vienen a verte están estupendas…
-Las que vienen a verte a ti tampoco están nada mal. Para su edad…
-¡Son resplandecientes! -respondió contundente y cargado de razón.
Mi compañero de vagón en esta Feria tiene 89 años. Algunas de las que venían a verle le contaban su historia: habían sido enfermeras en la guerra, o milicianas con pistola al cinto, o hijas de presos en la Dictadura, o camaradas en la lucha clandestina…
Es verdad que resplandecían.
Para mí, hacer ese trayecto de tren en caseta de Feria con Marcos Ana fue un privilegio.
Me parecía imposible que un hombre tan cargado de historia, tan endurecido por la lucha, conservase tanta ternura y sensibilidad humana y fuera tan natural y sencillo, como pienso que deben ser, ejemplarmente, los verdaderos revolucionarios.
Esto que Marcos Ana escribió sobre su encuentro con Luís Carlos Prestes, en Brasil, fue lo que yo pensé al conocer a Marcos Ana.
Marcos Ana, poeta, comunista, veintitrés años preso en las cárceles franquistas, luchador incansable, hombre de bien.
Aquí estoy con Marcos, de compañero de viaje (je, je), en el vagón de la Librería Antonio Machado (en el que me gusta viajar todos los años).
SI no has leído su libro de Memorias, Decidme cómo es un árbol, no sé a qué estás esperando para hacerlo.
Date prisa, porque Almodóvar ha amenazado con hacer una película sobre el libro.
Son muy famosos los versos de Walt Whitman, en sus Songs of Parting (Canciones de despedida)
Camerado, this is not a book
Who touches this touches a man.
Que nos viene siendo:
Camarada, esto no es un libro,
el que toca esto toca a un hombre.
(El estrambótico «camerado» es un español macarrónico que Whitman usa a menudo, quizá convencido de que es típico de dinamiteros asturianos; dicen que lo sacó de Walter Scott).
Lo mismo sucede con el libro de Marcos Ana.
¿Lo mismo?
No del todo: en el de Marcos sucede algo más.
Marcos Ana habla en nombre de muchos. Quien toca su libro, abraza a muchos hombres y mujeres.
Aquel Pedro Rojas de César Vallejo, el que era «de Miranda de Ebro, ferroviario y hombre«, al que encontraron muerto con la cuchara del penal en el bolsillo, nos dice Vallejo que solia «vivir dulcemente en representación de todo el mundo«.
Yo creo que así ha escrito Marcos Ana su libro: en primera persona del plural, dando voz a los compañeros.
Cuenta con orgullo que su hijo se indignaba de pequeño en las películas de vaqueros: el niño iba con los indios. Dice que el niño «no soportaba la derrota de los más débiles«, se rebelaba contra esa victoria de la fuerza.
César Vallejo escribió porque tampoco soportaba la derrota de los más débiles ni el asesinato de Pedro Rojas, fusilado en un penal franquista.
Por eso, en el poema, lo resucita:
Pedro Rojas, así, después de muerto,
se levantó, besó su catafalco ensangrentado,
lloró por España,
y volvió a escribir con el dedo en el aire:
«Viban los compañeros! Pedro Rojas».
Su cadáver estaba lleno de mundo.
Lo mismo que hizo Vallejo ha hecho, en su poesía y en este libro de memorias, Marcos Ana.
Un libro tan resplandeciente como aquellas mujeres que le visitaban en la caseta.
Aunque las que venían a verme a mí tampoco estaban nada mal…
quiero vivir,quiero gritar ,quiero sentir el universo sobre mí,quiero correr en libertad quiero llorar de felicidad,quiero vivir,quiero……
Espía secreta, mantenme informado, que nada me apetece más que ir a un planeta virgen a proclamar que soy el mesías, o el Gambrinus, o el cobrador de la luz… 😉
Por otro lado, no he podido seguir tus indicaciones porque si, como dices, me miro el muslo derecho, no puedo parar de aplaudirme y de elogiar la perfección de mi fémur…
Que no te has enterado bien,que tú no te vas a ir a ninguna parte. En esta historia las que viajan por el espacio sideral son unas células tuyas, pero no tu conciencia .Son posibles clones tuyos los hipotéticos pobladores de otros mundos,tú, pobre mortal,te quedas en este por los siglos. En cuanto a lo del fémur ¿qúe pasa que no tienes fémur izquierdo? o ¿es que es imperfecto porque un tiburón en Tarifa te lo ha mordido ,o tal vez te lo ha mordido una sueca, o es que lo tienes ortopédico o ………….
Espía secreta, mi fémur izquierdo lo tiene el banco como aval de la hipoteca… Bien es cierto que un tiburón intentó alterar mi paz interior en Tarifa, pero le leí un par de párrafos al azar de un artículo de opinión de Juan Manuel de Prada y decidió suicidarse…
En cuanto a lo del viaje de mis células… ¿no se marearán? ¿llevan comida suficiente? ¿y muda limpia? ¿debo esperar una postal o un simple correo electrónico contándome sus cuitas? ¿donde van funciona el Google Maps o tendrán que ir preguntando por la calle? ¿puedeo mandar por el mismo precio a mi cuñado? ¿volverán como las oscuras golondrinas o antes?…
Para más claro te diré que haces demasiadas preguntas, a la primera pregunta te diré que tus células son resistentes al mareo y a la fuerza de la gravedad,ya que han soportado algunos(bastantes) excesos alcohólicos tuyos y estan super inmunizadas ,podrían subir a una montaña rusa espacial y no se inmutarían. En cuanto si llevan comida suficiente te diré que sí ,que los cocidos de tu abuela les proporcionaron energía para una eternidad. Lo de muda limpia no la necesitan porque son nudistas por naturaleza y la ropaa les molesta . Ahora que no esperes noticias de ellas porque son muy independientes y no quieren dar cuenta de sus actos. Y tranquilo que no se pierden porque te recuerdo que su ADN es muy antiguo y ha sobrevivido a millones de años y mutaciones varias,de todas maneras las células llevan un GPS biológico,hecho de proteinas. Y en cuanto a tu cuñado no lo puedes mandar porque es un castigo kámico ,ya que en una vida anterior,estuvisteis casados y lle hiciste padecer y en esta vida lo tienes que pagar. Y las golondrinas volverán si el cambio climático lo permite y no se socarran antes.
Fallos culpa satélite
.. Don inacio uste es mu bueno y aqqqqqui en el pueblo de villaconejos denmedio necesitamos un arcalde comouste,que sea justoy caval y asssintolo quedice lo podria haceruste y ser ejemplo de justicia,y de paso abersimaregla los papelespa cobrar la begez queeeacotizaaaaaomuchoo poco nose.quiensabe si podria llegal a ser el caudillo despaña,todoes empiezar por algo,el cura ,el boticario y la gualdia cbil le apllaremos seguroy con la aduya de dios todoira vieny mis ovejicas que son comofamilia tambien pueden servir o no.
Hoy primer dia de verano hemos empezado la temporada en «mi chiringuito» que está en la playa de la Malvarosa, en Valencia. Hemos hemos empezado con buen pie ,hemos despachado en la barra muchas cervezas de barril,también muchos calamares y clóchinas al vapor,sépia y gambas al ajillo. Os invito si venis por aquí con la condición de que mandeís clientela. Si venis gente del blog con el jefe Rafael,os hago una paella o fideguá que invita la casa.El que quiera apuntarse que lo diga y buscaremos fecha.
A dormir que es tarde ,cada mochuelo a su olivo ,y yo voy a poner los garbanzos a remojo ,pero antes cierro el blog que no son horas de andar por aquí,ahora son horas de salir gente rara ,o quién sabe a lo mejor hasta vampiros. Tengo que comprar ajos por si acaso,y unas cruces que este blog es muy grande y necesita mucha protección ,es que a mi Rafael me lo envidian mucho porque ya se sabe vivimos en un país de envidiosos. Lo conozco desde pequeño y siempre le han tenido envidia porque destacaba ya en los parvulitos y era el que más rápido aprendía,en fín .yo lo quiero como si fuera mi nieto,por eso le cierro el blog y le paso la aspiradora cuando puedo y el reúma me lo permite.Un beso Rafael .
No se preocupe Don Ignacio. En el pueblo de Don Ovidio no va a tener ningún problema, son uña y carne.
Espía secreta, con esa excelsa explicación ya me dejas más tranquilo… Tanto, que me voy a apuntar a la sugerencia de «Ama del chiringuito» para pasar el resto del verano en sus dependencias… De cuando en vez miraré al cielo por si veo pasar a mis células, a las golondrinas o a mi cuñado… 😉
Bueno, más claro agua, confiemos en que no: en que haga una buena peli.
Eso espero, María Dolores, que escriba mucho más Marcos.
Un beso, Mar.
Muás, Marina.
Un beso, Belén.
No me acuerdo, Marta. ¿El colegio San Javier? ¿TU profe era Jose, que ha salido en mi blog alguna vez? Refréscame la memoria.
Así es Alex.
Sí, señor: premio de la Concordia, claro. Hay recordar que el PCE promovió en el 59 la Reconciliciación Nacional.
Muchas gracias, Javi. Whitman me gusta mucho, aunque he tardado en volver a leerlo, porque lo hice jovencísimo y lo que no me gusta del recuerdo es, claro, cómo era yo entonces, no el poeta.
Un beso, Helena; abrazo y cañas cuando quieras, Nacho.
Un beso, Maruja.
Tuve la suerte de escuchar y de ver en persona a este hombre en Salamanca,a finales de 2007,esa tarde éramos menos de 30 personas escuchandoles…
Tiene una mirada muy especial….