Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

En presencia de desconocidos

Ayer me fui con Rafa Escudero a recoger a las niñas del campamento. Mari Luz no venía porque de vez en cuando, por distracción o por casualidad, los políticos aciertan en sus nombramientos. Enhorabuena, Luz.

Habíamos quedado en La Nueva, en Quevedo, así que me fui un par de horas antes para trabajar en la taberna.

Me encanta leer y escribir en bares, y también perder el tiempo. Me siento a gusto cuando estoy solo y en presencia de desconocidos. Recordé de pronto esa frase: «not exactly alone but in the presence of strangers«.

¿De dónde la habría sacado?

Cuando llegó Rafa le hice una foto, ésta:

Rafael Escudero

Nos tomamos una plataforma de cañas, por si acaso: no era cuestión de presentarse in albis en una granja-escuela, en un pueblo llamado Chapinería.

Nunca se sabe.

Las niñas, Blanca y Anusca, estaban agotadas y felices:

Blanca y Anusca

La mochila de Anusca pesaba mucho, demasiado.

–¿Pero qué llevas aquí?
–Un regalo para ti.
–¿Qué es?
–Ah, sorpresa.

¿Una escultura hecha con pinzas de tender? ¿Un barco modelado a navaja en madera de árbol? ¿Un jabón fabricado por ella? ¿Una pulsera? ¿Un porta-mecheros de escayola?

Decía que no a todo. Era una sorpresa. Pesaba más que una maleta grande.

Cuando llegamos a casa abrimos por fin la mochila y apareció el regalo.

Anusca estaba resplandeciente.

Me pareció tan increíble que le hice una foto:

Anusca y granito

–¡Granito del Guadarrama, papá! Lo que tú prefieres siempre… –decía Anusca, radiante.
–Me encanta, amor. Gracias.

¿Ahora comprendes por qué adoro a Anusca, por qué siempre me gusta estar con ella? ¿A que sí? ¿Te la imaginas buscando el pedrusco, guardándolo en la mochila, ilusionada, cargando con eso para mí?

Hace tiempo, un verano, me preguntó cuál era mi «piedra preciosa» favorita.

–El granito del Guadarrama –le dije.
–¿Pero es una joya?
–Yo creo que sí, hija. Se puede considerar joya, ¿por qué no?

Es verdad, el granito me emociona y me da que pensar. A menudo me repito, como una letanía:

–Cuarzo, feldespato y mica; cuarzo, feldespato y mica; cuarzo, feldespato y mica…

Y me siento a salvo, como si estuviera en presencia de desconocidos, en un bar, leyendo.

Granito: simple, pero duradero, resistente al tiempo, conmovedor.

Desde entonces, siempre que ve granito, mi hija me lo señala muy contenta:

–Mira, papá: ¡granito del Guadarrama!

Y en casa ya tengo pequeños trozos de granito que me ha ido trayendo.

Me hacen mucha compañía. Me siento protegido.

A mi hija le pasa lo mismo que a mí: decir sólo «granito» da mucha menos alegría que añadir «del Guadarrama«.

«Granito del Guadarrama«, en cambio, es un conjuro que desata emociones y ensancha la sonrisa.

¿Te imaginas a Anusca guardando el tesoro, la «piedra preciosa» favorita de su padre?

Es muy buena persona: tiene lo único importante, lo único que de verdad cuenta.

La roca indestructible de la bondad, el mejor material de construcción.

La invité a merendar el helado más grande que la imaginación humana pueda concebir.

Aunque me cuesta creerlo, en el desorden de mi casa a veces incluso soy capaz de encontrar un libro.

Me sonaba que lo había sacado de ahí y no me equivocaba.

Democracy, de Joan Didion. Lo leí, según pone en la primera página, en 1987.

Me aburrió soberanamente, de eso sí me acuerdo; pero subrayé esto en la p. 33:


«Some men (fewer women) are solitary, unattached to any particular place or institution, most comfortable not exactly alone but in the presence of strangers.»

Que nos viene siendo, sobre poco más o menos:

«Algunos hombres (menos mujeres) son solitarios, sin vínculos con un lugar o una institución concreta, se encuentran cómodos, no exactamente solos, sino en presencia de desconocidos»

Dentro del libro hay una nota: «Bill Carroll called about the oral exam»… Un estudiante llamó al departamento para cambiar una fecha de examen. También hay una invitación a una barbacoa. En aquel año 87 yo enseñaba en Boston. En la universidad tenía poco trabajo, sólo les torturaba con el subjuntivo los martes y jueves, y podía estudiar gratis lo que quisiera, así que me matriculé en cine y en literatura norteamericana. Por eso leí ese libro aburrido de esta señora tan poco atractiva.

Una niña buena es una piedra preciosa, mi preferida: granito de Guadarrama contra el tiempo.

Se considera joya, sí, ¿no te parece? ¿Aceptamos granito como joya y pulpo como animal de compañía?

Comments (19)

el-librerojunio 30th, 2007 at 6:49

Pues entre los pantanos de don Juan Benet y su mania familiar de bajarse el granito del Guadarrama al centro de Madrid tenemos unos literatos de lo más montañoso. Por otra parte el cariño por un objeto incomprensible lo tenemos representado en Citizen Kaine y su famoso Rosebud.

De las rocas «mezcla» es también muy recomendable el «ojo de tigre», aunque parece que las que se cotizan más caras son los meteoritos, que se subastan por cantidades millonarias, claro que ahí no se valora el amor por el objeto sino su rareza.

Antonio Piera. Madrid.junio 30th, 2007 at 7:46

Fíjese si seré antiguo, que cuando yo lo estudiaba el granito se componía de mica, feldespato y cuarzo. Pero en ese estricto orden, prietas las filas, dispuesto para ornar cualquier remedo arquitectónico de la época. Luego vino la democracia, y con el liberalismo la mica volvió al tercer lugar que le correspondía.
¿A quién se le ocurriría tan innovador mensaje? Este fundamental cambio en el orden de las cosas…, ¿sería acaso un retórico guiño de libertad?
Pregúnteselo mirando su nuevo pisapapeles y dele muchos besos a su amor de hija.
Hasta la tarde.

martínjunio 30th, 2007 at 10:02

Qué bonita y qué graciosa, la Anusca! Me recuerda a la niña de Pequeña Miss Sunshine. Le felicito por tener una hija así…

Andrés Gasteyjunio 30th, 2007 at 10:45

Uno se imagina Guadarrama poblado de verracos celtibéricos hozando dentro de granitos zoomorfos de lomo liso; o lleno de proyectos de columnas claustrales, de pilares escurialenses por desbastar: sí, claro que me vale granito como piedra preciosa.

(¡Qué curiosa palabra, feldespato!).

Un beso para la moza y abrazo para ti.

La-Ruina-de-la-Familiajunio 30th, 2007 at 12:49

Qué tierno.

Un link para Vd.

pepe monterojunio 30th, 2007 at 13:13

Con la cotidianeidad más cotidiana se llena y nos llena usted de deleites. Su hija estará orgullosa de los elocuentes relinchos de su padre que escarba en el granito, desespuelado de divismos. Me gustan y me contagian esos resoplidos de felicidad. Felicidades.

Opción Cjunio 30th, 2007 at 13:29

A mi también me gusta leer en bares, sola y en presencia de desconocidos.Escondida detrás del periódico observo. ¡Me encanta la gente!. A veces, afino el oído y escucho las conversaciones ajenas. Ya lo sé, eso es de mala educación. Pero lo mío es pura curiosidad, en serio. Me divierte comprobar cuantas cosas tengo en común con los desconocidos.
Pues sí Rafael, una buena niña es una piedra preciosa.
Ah! Si me vas a mirar el escote con malicia… me lo pensaré.
El ánimo bien, gracias; sobre todo después de devolver el tirón de orejas.

Un beso para ti, besos para todos.
Me voy a la playa, aquí hace mucho calor.

weininger zjunio 30th, 2007 at 19:42

Con los genes de semejante elemento no entiendo cómo le ha podido salir así la criatura,en fin…

joseanjunio 30th, 2007 at 23:34

Como ex-padre de una niña como Anuska, y otro retoño, que tuvieron el mal gusto de crecer y convertirse en adultos, no puedo evitar sentirme emocionado por la historia. Anuska es una joya.
En estas circunstancias siempre pienso lo mismo: teniendo en cuenta lo listos, interesantes, graciosos, etc. que son la mayor parte de los niños, es inconcebible lo que hace el sistema educativo con ellos. Los profesores deberian ser castigados duramente, aunque no se les puede negar su eficacia: Coger joyas como Anuska y convertirlas en adultos absurdos, aburridos, malhumorados, infelices, frustrados, etc. es todo un logro.
Disfrute de ella todo lo que pueda, Mr. Reig…

Rafael Reigjulio 1st, 2007 at 8:51

Bueno, librero, recuerde lo que le decía Benet a Julio Llamazares: «No te quejes, que si no fuera por mí, no serías escritor: seguirías en tu pueblo sin inundar». En fin.

Caramba, Antonio, sí que eres «adulto». Le di los besos a mi hija, por supuesto, y de su parte. Un verdadero placer encontrarle ayer, gracias y seguimos.

Gracias, Martín,yo también me considero afortunado.

Lo mismo, don Andrés. Y gracias por su presencia en día tan señalado para usted. Un abrazo grande.

Muy agradecido, ruina.

No sabe cuánto se lo agradezco, Pepe Montero. Un abrazo apretado.

Hace usted bien, opción C, en devolver el tirón de orejas. Nos recomienda poner la otra mejilla, pero no sé si es tan bueno. Lo a gusto que te quedas cuando replicas, ¿verdad? Comparto contigo la sensación placentera, reconfortante, de no sentirse especial, de reconocerse en cualquier desconocido. Un beso repleto de malicia.

Oiga, Weininger (¿lloroso?), puede que tenga razón, aunque lo malo no son mis genes: la mayoría de mis defectos son adquiridos por mi cuenta y, por eso, no transmisibles genéticamente.

Lo hago, Josean, disfruto con ella. Y no soy tan pesimista. Hay muchos adultos «listos, interesantes, graciosos, etc.». Yo tengo la suerte de que algunos de ellos son amigos míos. Tiene razón en parte usted, creo, pero hay margen para la esperanza, me parece.

Gracias y un abrazo a todos.

el-librerojulio 1st, 2007 at 19:44

Efectivamente Juan Benet dedicó buena parte de su vida a empantanar España, frente al mito de que el general paquito era el que llenó el país de embalses para vencer la pertinaz sequía.

Aquí en Madrid tenemos uno de los suyos, el embalse de El Atazar, el más grande de la Comunidad. Sin embargo lo más interesante de esa zona son los pueblos de la sierra pobre, como Patones, que ahora es una especie de disneylandia rural de pizarra y piedra, o como Buitrago, donde hay una microciudad amurallada, y un montón de Picassos que el mismo le fue regalando a un paisano de allí que era su barbero, no recuerdo ahora el nombre.

Me pregunto cómo explica usted la querencia de don Julio Llamazares por lo rural ¿es su particular búsqueda del paraíso perdido?

Javierjulio 2nd, 2007 at 4:52

Rafael, te diré, en presencia de tantos desconocidos, que muy bien, que me gusta mucho lo que dices y cómo lo dices. En serio, eres mejor aún (y pon las comas donde quieras). Un abrazo

Javier

Pedro de Pazjulio 2nd, 2007 at 6:45

«…Algo de eso hay, Pedro, sí. ¿Usted sabe algo? ¿Ha pillado ya? Ojalá. Le deseo toda la suerte. Abrazo…«

En ello andamos, Don Rafael, en ello andamos. Peleando como gato panza arriba. Que haya suerte para todos.

Por cierto, lamenté mucho no poder asistir a la presentación del libro de Juan Madrid. Tenía previsto acudir junto a mi querido amigo Javier Puebla pero, por desgracia, imponderables de última hora impidieron que asistiese.

No way, como decía Rosendo en La Fina, «…a la próxima será…»

Un fuerte abrazo.

Rafael Reigjulio 2nd, 2007 at 8:13

Pues no sé, librero, no sé si estoy de acuerdo. La obsesión profesional de Benet siempre fue la regulación hidrológica, algo indispensable en España (para lo cual son indispensables los pantanos). Conozco Patones, estuve hace diez o quince años y ya me pareció entonces una atracción turística llena de restaurantes caros.
Con respecto a Julio, pues sí, puede ser. Como decía Flaubert: un escritor no elige sus temas, los soporta.
Julio, por otra parte, es bastante urbano, yo le veo a menudo tomando cañitas por el barrio. Un abrazote.

Gracias, Javier, es generosidad tuya, pero gracias.

Querido Pedro, otra vez será. Estuvo bien la presentación y mejor las cañas subsiguientes. Con lo otro, te deseo lo mejor. Un abrazote.

María (Luna)julio 2nd, 2007 at 12:50

Dice Anusca un granito, y casi no le cabe en la mochila. Ja,ja,ja…La repera.

Arcadioseptiembre 8th, 2007 at 8:50

En noviembre tendré mi primera hija. No pasa un día en que no piense cómo será mi relación con ella cuando tenga la edad de la tuya.
Qué suerte que puedas escribir y leer en bares. Yo, en cambio, necesito toda la parafernalia estúpida y pretenciosa del silencio y la atmósfera adecuada. Qué perdida de tiempo.

Anonymousnoviembre 29th, 2007 at 22:14

Estimado sr. Reig: no recuerdo haber leído ni blogs ni diarios ni memorias tan amenos, divertidos o curiosos como el suyo. Bueno: a la altura de sus «juicios» en el Cultural de El Mundo. No le puedo exigir, ni siquiera rogar, que no abandone el blog, porque entiendo lo difícil que es disciplinarse diariamente «por amor al arte». Me conformaré con seguir visitándolo por ver si hay en alguna ocasión algo nuevo. Cordialmente.

entefebrero 9th, 2012 at 19:21

Hola. Es una suerte para un niño criarse en tal compañía como la de un ser de sensibilidad eficaz y templada. Señor creador de historias, ahora me estoy leyendo Tiempos difíciles, de Charles Dickens, y hay en ese libro un padre seco y espinoso, tan opuesto a usted, que asusta. ¡Enhorabuena por ser tan buen padre!
Suerte.

rafaelreigfebrero 11th, 2012 at 5:55

ojalá lo fuera, al menos se intenta, y qué gra lectura es Dickens….

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