De cañas con Alfredo Landa
Que si Landa quiso matar a Dibildos, que si Landa, de joven, en una estación, le tocó una teta a una señora desconocida (con el infalible sistema de «la mano tonta»), que si Garci le parece un tipo petulante, ingrato y engreído… Todo el mundo está entusiasmado con el cotilleo. Y eso es muy bueno y muy santo, pero déjame un minuto para contarte otra cosa del libro Alfredo el Grande. Vida de un cómico, de Marcos Ordoñez.
A mí lo que más me interesa es la voz narrativa, cómo ha creado mi amigo Marcos un voz verosímil, un Landa que reconocemos de inmediato como auténtico.
Habrá quien piense que, para eso, basta con poner un magnetofón y grabar a Landa.
Nada más falso: siempre es una creación literaria.
Incluso cuando escribo en primera persona, cuando digo «yo», siempre estoy construyendo un personaje.
Hay un momento en el que Landa se queja de la situación del cine y acaba diciendo:
-Bueno, vale, pero es muy fácil echarle la culpa al empedrado.
Qué maravilla volver a oír esa expresión.
En otra parte, le hacen una propuesta y afirma que aquello «era más sospechoso que un gitano haciendo footing».
Dice que algo era «la leche en porrón» o «la monda en patinete», presume con un rotundo «¡chúpate esa, universo!», nos cuenta que alguien era «un juerguista de campeonato» o que otro estaba «como una regadera».
Alguien podría pensar: es que Landa habla así y basta con transcribirlo.
Y un rábano.
Es una creación. Lo más difícil es la naturalidad. Conseguir que el lector piense que es espontáneo. Que piense que es «auténtico».
Esto es como el trapecio: hay que ensayar mucho para que parezca fácil. ¿Quién quiere ver a un trapecista sudar, temblar y pasar miedo? No fastidies: tiene que parecer que un triple mortal es lo más fácil del mundo.
(Entre paréntesis, cuánto hacen lo contrario, cuántos autores escriben como trapecistas sudorosos,resoplando por el esfuerzo y temblando de miedo, agotados de tanto como les cuesta y con un redoble de tambor cada dos capítulos, para que el lector se dé cuenta de lo difícil que es).
Hay que inventar una voz, hay que premeditar la espontaneidad. Así se consigue lo más difícil: una verdad.
Yo, que no he visto en mi vida a Alfredo Landa, leo el libro y me digo: éste es el auténtico Landa, su propia voz.
Como decía Machado, la verdad se inventa. Eso es la literatura: una verdad inventada.
Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía:
también la verdad se inventa.
Un día estaba presentando un libro de un amigo y me escuché diciendo:
-… y refleja muy bien el Marruecos de los años veinte y treinta…
Entre el público hubo gestos de aprobación, cabezazos de asentimiento, de tal forma que me sentí un perfecto idiota, paré en seco y dije:
-Bueno, ¿y yo qué coño sé? Yo no he estado en mi vida en el Marruecos de los años veinte, así que no tengo ni idea de si lo refleja bien, mal o regular. Todos nacemos con una idea innata de Marruecos en los años veinte, supongo, y este libro coincide con esa idea: refleja muy bien lo que creemos que era Marruecos en los años veinte los que nunca hemos estado en Marruecos en esa época.
Eso es la literatura: una verdad inventada. Una invención que reconocemos de inmediato como la verdad.
Se ha acabado el cole, hemos ido a la fiesta Navidad en el Rufino Blanco, y ahora estamos en casa poniendo el belén y jugando al ajedrez.
Anusca me ganó ayer dos partidas, con blancas y con negras:
Eso duele.
Y encima, porque está desentrenada. Hace años ganó un campeonato entre colegios, y entonces jugaba más a menudo, con su reloj y su gesto de concentración absoluta.
No, no la enseñé yo. Se apuntó a un curso en el cole, en el Rufino Blanco.
Así que, para quitarme elmal sabor de la derrota, me fui a tomar cañas con Landa, porque eso es lo que permite el libro de Marcos: tomarse unas cañas con Alfredo Landa, como si fuéramos amigos, y que me cuente cosas.
Me interesan, claro está, las cosas que cuenta; pero me interesa también, y mucho, la construcción de esa voz narrativa que, en mi opinión, es lo que de verdad le da fuerza al libro.
Joer, Rafa, ¡qué va a doler que tu hija te ponga en tu sitio! Y más si te da matarile con esa sonrisa.
Un abrazo fuerte.
Sr. Reig,
¿te puedo preguntar qué libro estabas presentando? Me he quedado con el intríngulis y me gustaría saber cómo era el Marruecos de aquella época… o, si no, cómo era el Marruecos inventado… En fin, que quiero leer ese libro aun sin saber cuál es.
Frank de Los Criticones
Hola Rafael. Yo también vuelvo de La Habana, donde vivo y trabajo la mitad del año. En vuestro último día por allí traté de veros, después de que apareciera una foto del Hotel Kafka en el Juventud Rebelde; por saludaros y decirte que me encanta tu columna de Público y tu blog. Me pasé por la biblioteca Martínez Villena, pero nada, no hubo suerte.
Y me alegra leer tus impresiones positivas de la isla. Después de muchos debates interiores y de muchas dudas, si algo tengo claro es que Cuba resulta uno de los mejores aprendizajes políticos para cualquiera, y también que desde nuestras democracias occidentales no tenemos ni una pizca de autoridad moral para darles ejemplo.
Me alegraste mi último mes en el Vedado siguiendo la recomendación de otros post tuyos de El gran momento de Mary Tribune.
Que pases una feliz navidad.
Sólo he leído las cinco primeras páginas del libro sobre Landa. Pero ya lo tengo puesto en la maleta para las ocho horas de viaje que me esperan mañana.
😉
Me permito comentar en tu papelera de hoy si esa autocrítica sobre la colaboración de Pero Grullo en tu periódico evidencia la singular vitalidad de Público o una temprana decadencia, añadiendo que preferiría lo primero a temer lo segundo. Este temor creo que se confirma al haber sido eliminado mi comentario.
De construcción ni idea, Rafael, pero cuando oigo una voz narrativa fuerte (un vozarrón) lo demás me suena a gallinero.
¿Cómo es tu belén? Nosotros ya no ponemos. Maite se ha hecho mayor y lo monta fuera (supongo). Cuando era pequeña no se escapaba ni dios y mira que no me gustan las manualidades, pero no había manera de escaquearse. Estuvo bien y ahora también está bien.
Espero que hayas disfrutado las cañas y que Landa te haya contado muchas cosas.
Besos.
Gracias por el truco, ahora diré yo ¡y me convertiré también en personaje literario!
Mierda, ya lo he dicho. Hmmm. Se siente raro. Claro que qué no es raro.
A lo que iba: yo sí que me he encotrado a Alfredo Landa. Pero no tiene ningún mérito. Por la calle, una vez. Este barrio peliculero es lo que tiene, se encuentra uno a mucha gente. Tanta que alguno tiene que resultar conocido. Por encontrarme, a ti te he encontado ya un par de veces, una en el metro, que te reconocí primero por Anusca, iba yo todo bostezo y ojeras pensando ¿y de qué me suena a mí esa niña?, y ella sonreía y miraba y yo seguí su mirada y me dije anda coño, ya sé de qué, del Blog de Rafael Reig, y ese tipo al que mira, el del bigote, el que también sonríe, ese me suena también.
La segunda ha sido hace un rato, y como soy un mitómano patético me la he tomado con una naturalidad de la leche. Íbamos mi novia y yo por la calle Colón, y lo típico, uno va pasando frío por la calle, mirando a la gente de los bares, canallas que están calentitos, y según íbamos veo y le digo «mira, Rafel Reig, otra vez», y ella «huy, sí, es verdad».
Y nos hemos ido porque ya digo que no soy mitómano y además íbamos a un sitio y llegábamos tarde. Eso ayuda pero entre los encuentros y leer sobre partidas de ajedrez me están dando ganas de, en otro encuentro, ir, saludar y proponer unas cañas y una partida de ajedrez.
En mi colegio sólo ganaba cuando hacía trampas, así que debo ser un rival más fácil.
¡Avisado queda usted!, y el que avisa, bla bla bla.
Eso que cuentas de la verdad inventada y la anécdota de la presentación del libro me pasa a mí y, en general, a casi todo el mundo. Un día yo me encontré diciendo lo mismo y con la misma reflexión, pero en mi caso me la quedé para mi solo.
Ahora tienes que tomarte la revancha rafael, hay que recuperar el orgullo en el ajedrez
Pues con todo mi respeto por algunas cosas que Alfredo Landa me ha regalado, como su trabajo en ‘Los Santos inocentes’ y alguna cosa más… ¡qué quiere! no me tomaba yo una caña con ese señor ni por asomo. Tiempo atrás, seguramente, y hasta me hubiera echado un mus con él, pero despues de verle con su admirando Fedeguico… lo único que me apetece decirle es ¡que le don dos duros, don Alfredo!
Una cosa es admirarle, cuando lo merece, en la pantalla… otra saberle necesitado de muchos hombres como Fedeguico. Ya sabe… ‘si hubiera unos cuantos como tú, otro gallo nos cantara’. Y sí, efectivamente, otro gallo nos cantara, nos cantó durante cuarenta años y algunos no queremos ni un minuto más de eso. Terminamos del gallo cantando hasta las mismas gónadas. Así que de cañas con un señor como él, nada de nada.
Hasta me extraña leerle.. usted, que tanto respeta la realidad cubana. No sé que le diría Alfredo Landa si lo supiera y se apuntara a unas copas. Igual lo fulminaba, sólo con su mirada.
Me ha gustado lo que te ha comentado aquí David. «Anda, esa niña, ¿de qué me suena?» Anusca es famosa, díselo, le hará gracia. Si yo la viese también la reconocería, y a ti también, claro.
En cuanto al belén, no sé si poner uno pequeño que compré el año pasado en la Plaza Mayor -cuando llevamos a que mi suegra recordara sus navidades madrileñas, hace mucho que vive en Santo Domingo-, o bien ponerme yo misma de perfil. Sí, es un chiste que uso de año en año.
Por lo demás, feliz solsticio y mejor invierno, y que el 2009 sea agradable, por lo menos.
Besos a todos.
todavía sigue de cañas con alfredo landa? cuántas llevan? Qué pesao, a ver si actualiza!
Ja!, me encanta como A. L. se mete finamente con Garci…
Y mira que me gustó El Crack, pero ya los años no perdonan.
D.
http://www.tinapaterson.com
Feliz navidad, Reig.
«Navidad»
Ahora sí.
Con todo respeto, es usted un genio!
Muy bueno el post as usual. El libro éste de Landa vende apelando a la verdad, (porque nadie suele opinar tan alegremente de compañeros de trabajo, vivos y muertos) pero me ha encantado ese contrapunto de la espontaneidad premeditada, que parece que podría esconderse detrás de todo lo que merece la pena: la literatura, la seducción, la cocina… Felices fiestas, Rafael. Un abrazo.
La eterna paradoja del sujeto convertido en objeto, o el porque nos dejamos engañar por los espejos. Total, tampoco tiene mucha importancia. Sospecho que Landa, a estas alturas, también se imita a sí mismo
Mis mejores deseos de feliz año nuevo para el Sr. Reig y su blog; un blog con más chispa que la Coca-Cola, y con más literatura que la Universidad de Despeñaperros.
Hola Rafael! Hoy vuelvo a tu blog después de meses injustificable abstención y me alegro de que sigas aquí.
Como Marcos, tú también consigues, con tu voz narrativa, que nos parezcan reales tus pensamientos 😉
Perdónenme el non sequitur, pero, en respuesta a una pregunta que dejé colgada hace mucho, sí, Cicatrices (JJ Saer) merece la pena. Chandler y Joyce en una coctelera que (me es más familiar) me tiene que recordar a Piglia (RP se mueve mejor quizá en lo político). Hasta le perdono un cierto deje lacaniano. Perspectivismo (la novela está contada desde cuatro -o cinco, según se mire- puntos de vista) y nouveau roman, pero dándole mil vueltas a los nouveaux romanciers.
Tienes razón, yayo, me encanta que mi hija me gane. Un abrazo.
Pues, si no recuerdo mal, el libro se titula «Le ordeno a usted que me quiera», de mi amigo Emilio Ruiz Barrachina.
Lo mismo, Francisco, siento no habernos conocido en La Habana. No sabes cuánto me alegra que te guste El gran momento de Mary Tribune. Para mí es una novela indispensable, una fuente de alegría permanente.
Pues espero que te guste, Más claro agua.
¿Eliminado, Felipo? Me sorprende, pero no sé, yo no administro esos blogs ni nada. Yo creo que tiene mucha vitalidad, o al menos, tienen mucha paciencia conmigo, je, je.
Besos, Maribel, y a Maite. Mi belén es como en la foto que acabo de poner en otro post ahora mismo. Nosotros sí ponemos, claro, a la niña le encanta.
Ja, ja…. David, pues me encantara tomarme una caña contigo, o jugar una partida si se tercia. En la calle Colón vive mi novia, así que nada raro es que yo esté por ahí. Nos vemos pronto, espero.
Si consigo gana a mi hija, te aviso, Scouser.
Estrella, no sea estrecha, yo me tomo cañas con todo el mundo ynadie me fulmina con la mirada, más faltaba.
Feliz Navidad, ruina.
Qué más quisiera yo, Fez.
Y un beso apretao para ti, Ángela, encanto.
Ok, Raphada.
Feliz Navidad, Antonio, y un abrazo.
Qué alegría volver a verte, Esther. Un besito.
PUes lo leeré, Carlos, lo leeré…. en cuanto tenga un rato.
Feliz año a todos, a todas.
Oiga, Mindundi, ya he actualizado.
q wapa anita bss