Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Los chicos de la prensa y el boletín de notas

Escribir incluso una novela mala cuesta mucho trabajo (quien lo probó lo sabe). Y además luego hay que promocionarla. Los libros se imprimen de mil en mil, pero sólo se venden de uno en uno.

Recuerdo que Eduardo Mendoza un día iba a comprarse unos zapatos y, esperando turno en la caja, se puso a calcular cuántas novelas suyas se tendrían que vender en la caja de al lado para que él pudiera pagarse esos zapatos. Se imaginó la cola de tipos, todos con su novela, que tendría que haber en otra caja para que él pudiera salir de allí calzado. Creo que le dio vértigo, así que imagínate a mí: por eso suelo ir con sandalias.

La promoción ya sabes que consiste en hablar de ti mismo y de tu libro, que te inviten a copas y a comer, viajar un poco, conocer gente y ser tratado con amabilidad en todos lados.

No seré yo quien se queje, desde luego.

Lo que no está escrito ya está ahí, en el mundo ancho y ajeno de las librerías, y he tenido que salir a intentar ayudar un poco a la novela, no sea que luego tenga que andar descalzo.

Como aperitivo me entrevistó mi amiga Nuria Azancot,  en El Cultural de El Mundo, y lo hizo, como siempre, con cariño y encanto, ya te lo conté.

Empecé el lunes pasado, bajé a Madrid en el autobús de Larrea y me dirigí al Hotel Wellington, calle Velázquez, donde había quedado con Carmen Sigüenza, de la agencia EFE.

Trasladarse del bar del Tripi en Cerce a la calle Velázquez produce un cierto impacto abdominal, porque desde que el PP gobierna «sin complejos», el barrio de Salamanca ha vuelto a ser una reserva india repleta de botarates petulantes que van pisando fuerte. Se te revuelven las tripas. Es la Zona Nacional de nuevo, sí.

A Carmen me dio la impresión de que le había gustado mucho más esta novela que la anterior. A mí ella también me gusta cada día más y siempre nos reímos mucho. Aquí puedes leer lo que escribió con el título: Rafael Reig viaja al corazón de la naturaleza humana con «Lo que no está escrito».

Ángel, el fotógrafo, hizo lo que pudo, y bastante hizo, con la materia prima que tenía ante el objetivo de la cámara.

Me fui a comer con mi hermana Maite y por la tarde a ver a mi viejo amigo y maestro Víctor Márquez Reviriego, que no sólo me invito a whisky sino que me regaló un ejemplar de sus estupendas Auténticas entrevistas falsas, un libro ideal para tener en la mesita de noche (o en el cuarto de baño) y picotear las conversaciones de Víctor con Malcolm Lowry, Baroja o Dashiell Hammett. Un lujo, de verdad.

La siguiente cita fue el miércoles, de nuevo en el mismo céntrico hotel, donde había quedado con Natalia Gil, la jefa de prensa de Tusquets, tan amable que incluso consiguió una mesa al aire libre para que pudiera fumar y tomarme una cerveza tan a gusto. Mantuvimos una entrevista larga y muy divertida con Esteban Hernández, con quien hicimos un severo repaso del estado actual de la narrativa. Aquí la puedes leer con el título: «Lo más revolucionario hoy es ser casto o tener una vida sexual frustrante«.

Después de comer, Natalia y yo nos fuimos a la redacción de El País, enclavada en las afueras del lugar donde Cristo dio las tres voces. El plan era hacer una «charla con los lectores» a través de internet. Presuntos lectores, por supuesto. Saludé a los amigos, José Andrés Rojo, Amelia Castillo, Jesús Ruiz Mantilla y otros y me enfrenté a los lectores.

No entendía algunas preguntas, hasta que leí el resumen de la novela que habían puesto los del periódico.

Un padre divorciado, por descuido, deja a su hijo de 14 años el manuscrito de una novela que acaba de terminar dedicado a su exmujer.

¿Divorciado por descuido? ¿O lo deja por descuido? Me gusta más lo de divorciarse por descuido, la verdad.  Ya hay que ser descuidado. O descuidar tanto a tu mujer como para que te deje.

El caso es que el manuscrito se lo deja a la ex mujer, no al hijo, y por eso a veces no sabía qué contestarle a algunos presuntos lectores (que en realidad sólo habían leído ese resumen).

Aquí puedes leer la charla con los lectores, a la que fui de muy buen humor, como prueban las fotos:

Desde allí recorrimos todo Madrid para acudir a Radio Nacional, al programa El ojo crítico, donde nos divertimos bastante con esta charla.

Agotado, pero contento, volví a Cercedilla a tiempo justo de tomar la copa de antes de cenar.

La otra parte, la cara B de publicar una novela, es esperar las críticas, si las hubiere.

Es como esperar las notas de un examen sin saber si uno va a aprobar o suspender.

La primera nota me la puso Ricardo Senabre en El Cultural de El Mundo.

«Progresa Adecuadamente» fue su veredicto, que me hizo suspirar de alivio: al menos no me quedaba para septiembre.

A Ricardo le conozco de un viaje a Mallorca, donde formamos parte del jurado de un premio, y nos hicimos bastante amigos, lo pasamos muy bien.

De su seriedad no me cabe duda, porque a veces me ha suspendido, aunque siempre (creo yo) con cariño, casi fastidiado porque no lo he hecho todo lo bien que él esperaba de mí. Y se lo agradezco. Por eso mismo me ha hecho más ilusión que me ponga un P.A.

Dice que mi escritura es «pulcra y cuidada», con lo que ha conseguido que los amigos, como Isaac Rosa, hayan empezado a llamarme Don Limpio o Mr. Proper. Este es el veredicto razonado de Senabre.

La segunda nota me la puso Jordi Gracia en Babelia.

«Necesita Mejorar» fue su veredicto, que me hizo enrabietarme durante quince minutos, aunque luego decidí tomar nota de su crítica para sacar sobresaliente en el próximo examen de recuperación.

Sí, cómo no, claro que escuecen estas cosas, pero uno se toma un par de whiskies y se le pasa el escozor, y ya sólo permanece lo que sea uno capaz de aprender. A muchos de mis mejores amigos no les gusta lo que escribo, ¿y qué? A veces pienso que incluso a lo mejor tienen razón. Así que me parece muy bien que me haya puesto un N.M.

A Jordi apenas le conozco. Si la memoria no me engaña, nos tomamos un día unas cañas en Madrid, escapando o o antes de ir a una exposición de pintura de mi amigo Félix de la Concha. No te pongo link a su veredicto razonado porque no está en versión digital.

Lo que más me gustó es que me califica de «lector silvestre«. A mí, que siempre me ha molestado que me tachen de pedante, me ha parecido un elogio, quizás inmerecido, pero que me llena de orgullo. «Silvestre» es «criado naturalmente y sin cultivo en selvas o campos», así como «inculto, agreste y rústico». Mola, me encanta leer con esa ferocidad áspera y directa, leer a salto de mata, como copulan entre sí los animales en el interior del bosque.

La tercera nota me la puso Joaquín Arnáiz en La Razón.

«Notable» fue su veredicto, que me dio una gran alegría, aunque algo atemperada por el hecho de que Joaquín y yo somos amigos desde hace la intemerata, y puede que pese más su amistosa generosidad que su juicio crítico.

Joaquín empieza con un rotundo:

Antes  de nada, un aviso al lector que tenga entre sus manos esta novela: seguramente no podrá dejar su lectura y tendrá que leerla de un golpe.

Ojalá fuera cierto. Es lo que he intentado, pero no sé si lo he conseguido.

Aquí puedes leer el veredicto razonado de Arnáiz.

En el blog Libros y Literatura dicen algo parecido:

La nueva novela de Rafael Reig que no podréis dejar de leer, donde los límites entre la literatura y la realidad se difuminan, en una historia llena de intriga, de nervios, con la que empezaréis a morderos las uñas y no podréis parar hasta que cerréis el libro.

Mi muy buen amigo el Lector Malherido también me ha puesto nota.

«Necesita Mejorar» ha sido su veredicto.

El Malherido y yo somos amigos, así que su obligación era ser duro conmigo. Creo que viene a coincidir con Jordi Gracia: a ambos les parece una novela profesional (Malherido) o artificiosa (Gracia).

Aquí puedes ver el veredicto razonado del Lector Malherido.

Este es mi boletín de notas, de momento.

Total, dos N.M., un P.A. y un Notable.

No, no da una excelente nota media, más bien tirando a 5 raspado.

¿Tú qué nota me pones?

¿Me podré comprar esos zapatos de cordones, de piel marrón que he visto en Calzados Iris, calle Fuencarral?

¿Tendré que seguir tirando con las Chirucas viejas?

Comments (31)

Carlos Castilloseptiembre 24th, 2012 at 11:34

Entré el lunes pasado en una librería donde suelo comprar, y el libro, su libro, no estaba en el frontal donde colocan las novedades, sino girando a mano derecha. De todos los libros que había delante habría comprado como mucho un par, junto a los que estaba el suyo casi todos, así que de entrada la valoración inicial ya es buena, la calificación me la guardo para cuando lo lea después de «El arte más intimo» de P.Z. Brite que me tiene atrapado.

Ah, y la valoración de Jordi Gracia se puede leer en http://elpais.kioskoymas.com/epaper/viewer.aspx

Aquí uno, que antes del libro y este post ya se ha leído todas las valoraciones existentes, para cuando me lo lea ser el primero que pone o muy deficiente o sobresaliente, casi seguro lo segundo.

Un abrazo maestro.

rafaelreigseptiembre 24th, 2012 at 11:55

bueno, Carlos, pues espero tus notas… cruzo los dedos. Y gracias mil. Un abrazo

Gerardoseptiembre 24th, 2012 at 13:58

Estupenda, Rafa, no te vuelvas loco.
Un abrazo.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXIseptiembre 24th, 2012 at 16:14

Si quieres un buen par de zapatos, escribe como lo hace últimamente Mendoza (medio descalzo que debe ir el pobrecillo).

En el cole, si uno quería buenas notas, tenía que escribir en el examen lo que le dictó en clase el profe. Así es que si quieres andar con Martinellis, no te calientes: un asesinato, un par de polvos, algo de guerra civil y listos, a vender, como Don Eduardo.

Otra opción es escribir lo que y como a ti te dé la gana, y seguir tan ricamente con tus sandalias.

Con las dos posibilidades tienes el infierno ganado, por fumador, bebedor, y rojo

Mucha suerte con la novela.

Giulia Quaggioseptiembre 24th, 2012 at 17:18

El domingo compré su libro, después de Todo Està Perdonado. Tengo muchas ilusiones.
Me encantarìa si Usted pudiera presentar su trabajo en nuestro Bar Tiovivo en Malasaña
en un ambiente menos formal de las charlas oficiales.
Felicitaciones de una lectora italiana.

Augustoseptiembre 24th, 2012 at 21:59

Querido Rafa: me pasó lo que alguien ya dijo (no recuerdo quién…. es que me he perdido con tantos comentarios… todos de una vez): una vez empezada no pude dejar de leer tu novela… y me ha encantado! Ufffff! Fuertecita, eh! Y un lujo!
No podría decir que lo que me dejó fue buen cuerpo…. pero sí la Alegría de saber que estás aquí nomás, en Cerce… y las renovadas ganas de leerte
Como estás vaguete con el mail va por esta vía mi abrazo y mi gratitud (casi mejor no pongo nota… que van a decir que no vale por eso del cariño)
Cuando puedas organizas unas cañas con Riquelme, tengo ganas de conocerle, lo pasaremos bien
Augusto

JUAN VICENTEseptiembre 24th, 2012 at 23:07

Yo se lo he pedido a mi librero. Vivo en Ronda, así que para el puente del Pilar quizás la tenga entre mis manos. Ya le contaré, seguro que no defraudará.

Por otro lado, tras el verano, esperaba encontrármelo en las páginas del ABC Cultural pero por lo que se ve el verano se ha alargado y usted no aparece por allí. A partir de ahora, ¿dónde podré leerlo?.

Un saludo.

rafaelreigseptiembre 25th, 2012 at 5:32

De momento escrito aquí y también en eldiario.es una carta con respuesta… en breve aparecerá un nuevo medio en el que participo… ¡hasta ahí puedo leer! De ABC me botaron, qué le vamos a hacer. Un saludo.

rafaelreigseptiembre 25th, 2012 at 5:33

Bueno, dónde está vuestro bar exactamente? Así me paso y lo vemos.Gracias

rafaelreigseptiembre 25th, 2012 at 5:34

Pues ya me dirás, Gerardo, en un inminente (confío) qué vida más triste. Loco ya estaba de antes, así que pierde cuidado, no hay peligro de que me vuelva ahora. Abrazote

rafaelreigseptiembre 25th, 2012 at 5:38

Vago, no, Augusto,es que estoy un poco sobrepasado de líos en los que yo solo me meto. Gracias por leer. No, buen cuerpo no deja, espero. Ahora se usa mucho el adjetivo «perturbador», pero eso es lo que quería. Pensé que profesionalmente te interesaría más el desquiciado Carlos, pero vale, llamo a Riquelme y hablamos del Umheimleich de Freud. Lo organizo. Abrazo.

rafaelreigseptiembre 25th, 2012 at 5:40

muchas gracias, y descuida, escribo como me da la gana siempre. Como decía Cervantes, sabemos que no somos libre, pero al menos podemos escribir como si lo fuéramos y hay que hacerlo: escribir como si fuéramos libres. Un abrazo y gracias.

Un hermano Karamazovseptiembre 25th, 2012 at 8:34

Efectivamente, en La Casa del Libro, su libro está en una mesa. No lo han puesto con las novedades, de forma destacada. Una pena. Pero la andadura de un libro es larga….
Ánimo.

Augustoseptiembre 25th, 2012 at 8:39

Llevas razón: profesionalmente, ofreces con Carlos (y su relación con Jorge) un apasionante ejemplo de psicopatología, de la chunga…. y también algo que, creo, querías lograr: meter miedo… ese personaje y esa relación mantienen al lector en una tensión apasionante!
Se podría poner como ejemplo en muchos seminarios…. detalla muy bien cosas serias y muy feas… Uffff
Pero -y justamente por eso- tomar unas cañas con él…. no me hace
Seguimos con la idea de Riquelme y ya vemos….
Muy pertinente, luego de tu novela, que hablemos de lo siniestro…. (o lo ominoso)
Otro abrazo
Augusto

Giulia Quaggioseptiembre 25th, 2012 at 11:30

Está en Calle Marqués de Santa Ana 2, esquina Calle Pez.
Creo que sería interesante recuperar la función «ilustrada» de los cafés, aunque en clave moderna o, como ahora gusta decir, postmoderna (!)
Sus palabras nos encantarían,
Gracias
Giulia

Miguelseptiembre 25th, 2012 at 23:05

Ya me jode lo de ABC. Sólo leía lo suyo de vez en cuando, cuando un cliente facha de mi mujer le dejaba el sábado en el comercio el suplemento cultural, que le sobraba, sabiendo que yo lo leía. (Lo que no creo que supiera es que ya de niño desarrollé una alergia comprar prensa de derechas).
En fin, al grano: No creo que la nota de Malherido sea menos de un Notable. ¡Compara su obra nada menos que con «Reconstrucción», de Orejudo!

El otro hermano Kamarazovseptiembre 26th, 2012 at 12:06

Bueno, mo he publicado mi anterior comentario…y eso que era de ánimo. En fin….

Eugenio Sánchez Bravoseptiembre 27th, 2012 at 13:09

Ayer me llegó «Lo que no está escrito». Espero el día adecuado para leerla de un tirón. Por el momento, releo «Todo está perdonado». Despacio y dejando a un lado mis expectativas sobre los gnósticos que me estropearon la primera lectura. Charo (ni pobre ni decente), La fuga de Logan, el matrimonio-destierro, tu historia-ficción mucho más real que la de los libros de texto…:). Gracias. Un abrazo.

rafaelreigseptiembre 28th, 2012 at 5:24

hecho

Víctor M. Muñozseptiembre 30th, 2012 at 5:46

Admiradísimo Rafael Reig, soy Víctor (profesor de lengua en secundaria, Morón de la Frontera, Julio Vélez, biblioteca, ¿recuerda?) Espero verle, y hablar un poquito, el próximo martes, en Sevilla.

Ilusionadísimo que estoy: no digo más.

Un abrazo.

P.D. Para que me reconozca llevaré el pelo verde, como Baudelaire.

Microalgooctubre 3rd, 2012 at 13:08

Esta tarde lo vemos por Cádiz (cruce de caminos, crisol de culturas).

lNido de poetas, cuentistas y otros.octubre 3rd, 2012 at 17:13

Eres un campeón, y vas a vender muchiiiiiiiiiiisimos ejemplares y te podrás comprar todos los zapatos caros que quieras, porque te lo mereces, y me lo llevo!!! Beso fuerte.

Wapshotoctubre 3rd, 2012 at 17:46

He terminado «Lo que no está escrito». Casi de un tirón. Creo que es la mejor de sus novelas. El final es espléndido. Enhorabuena

Iñigo Urrutiaoctubre 5th, 2012 at 8:38

Un cepo entre la hojarasca

Lo que está escrito en ??Lo que no está escrito?? es un artefacto literario preciso e intenso, desasosegante hasta la última página. Rafael Reig (Cangas de Onis, 1963) propone un juego en el que interpela al lector con una voz narrativa poderosa para que se zambulla a ciegas en el relato y construya su propia novela guiado por los tres planos de lectura que estructuran la narración. Carlos, cuarentón divorciado y bebedor, recoge a su hijo Jorge, de catorce años, para pasar un finde en la sierra de Guadarrama, y le deja a su exmujer Carmen el manuscrito de una novela, arrabalera ydesquiciadamente negra, que evoca el clásico ??El secuestro de miss Blandish??, de James Hadley Chase. La lectura polisémica de este texto provoca en Carmen, atiborrada de sentimientos de culpa y remordimientos, un torrente de presagios e interpretaciones sobre el sentido y la intencionalidad reales de la obra, malévola según avanza la acción. Lee, en un vaivén de la angustia al sosiego, lo que no está escrito, tratando de desentrañar algún mensaje cifrado de su ex. «Proyectas sobre el texto la sombra de tus deseos o de tus temores, tu propia sombra que oscurece la página hasta que sólo lees lo que esperabas leer».
A su vez, Carlos libra a base de lingotazos un combate para recobrar el afecto de
su huidizo hijo, medroso y apocado. Su accidentado periplo acentuará la incomunicación entre ambos, del mismo modo que en capítulos engarzados por definiciones de crucigramas, progresa la angustia de Carmen, que intenta establecer contacto con el móvil, y el desenlace de la novela sobre el secuestro. Ahí se producirá una lograda convergencia entre la realidad y la ficción.
(Diario Vasco, 21-09-2012)

Joaquinoctubre 5th, 2012 at 20:13

Déjame confesar tres cosas:

soy un adicto lector de tu blog;
no me había gustado, sin embargo, ninguna de tus novelas anteriores;
«Lo que no está escrito» es una novela extraordinaria, emocionante.

Gracias.

Microalgooctubre 9th, 2012 at 11:50

Un placer haberlo conocido en persona, Maese Reig.

Gracias por las dedicatorias. Acabo con Italo Calvino y me pongo con lo suyo. Espero que disfrutara de la cachaça pernambucana, que tenía sus graditos (y su tonito oscuro, en honor al amigo Carlitos Clot). La próxima vez venceré la timidez y nos tomamos unas birras.

Lo dicho. Un placer.

rafaelreigoctubre 11th, 2012 at 10:49

Todo mío el placer. Y no, la cachaça la traje para bebérmela con Violeta a vuestra salud. Gracias de nuevo.

rafaelreigoctubre 11th, 2012 at 10:49

Pues no sabes la alegría que me das, Joaquín. Gracias a ti. Un abrazo

rafaelreigoctubre 11th, 2012 at 10:50

gracias de verdad

rafaelreigoctubre 11th, 2012 at 10:50

gracias mil, nido de poetas, cuentistas y otros. Yo me acurruco en el otros.

rafaelreigoctubre 11th, 2012 at 10:51

el pelo verde? coño, víctor….

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