Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Lo indispensable

El 23, miércoles, tuve bastante trajín.

Era La noche de los Libros y mi novia ya se había apiadado de antemano de mí:

-¡Cómo me vendrás, hijo!
-No será para tanto.
-Bebe sólo lo indispensable.
-Hecho.

Por la mañana me fui con mi amigo Paco Oquendo a dar una charla con el siguiente asunto: «¿Qué leía Manolita Malasaña?«.

-Nada -dije-. ¿Alguna pregunta?
-¿Y eso?
-Yo creo que era analfabeta.

Iba a despedirme, pero Paco me advirtió que, sólo con eso, no valía.

-Rafita, tío, no tengas tanta cara.

Así que tuve que improvisar cuatro cosas sobre la literatura de cordel hacia 1808.

Luego comimos un bacalao muy rico y salté a un taxi:

Hace años que no conduzco y adoro la expresión «saltar a un taxi».

Lo siguiente era una tertulia en El Comercial, para hablar de sexo con Juan Manuel de Prada y Paula Izquierdo.

Como ahora en el café prohíben fumar, se hizo indispensable tomar una copa en el Okayama y luego otras en la terraza, antes de entrar.

Paula vino como suele, discreta, sin maquillaje, vestida con sencillez y una modestia que rayaba en lo monjil, decidida a pasar inadvertida a cualquier precio.

Empero, yo no podía dejar de mirarle las tetas y esto hacia difícil la concentración:

Aquí estoy, mirándole las tetas a Paula, algo disperso.

A mí es que las tetas me dispersan mucho, qué le vamos a hacer, tienden a evaporarme el pensamiento, que luego se me condensa sobre la frente en nubosidad de evolución variable, filamentos, cirros formados de cristales de hielo que arañan, estratocúmulos ondulantes, nimbos sin sombras en su interior y un cielo del paladar encapotado, cubierto hasta donde alcanza la vista.

Total, que una idea se me iba y otra se me venía.

Se hizo indispensable beber unas copas.

La idea que se me venía solía ser siempre la misma, una idea sencilla y acompañada de ruido de cremalleras y batir de alas.

¿Y la que se me iba? Sería la más remota y, además, ¡échale un galgo!

Prada dijo que a él le excitan mucho las mujeres con los sobacos sin depilar.

-¿Y qué haces? -le pregunté- ¿Practicas muchos coitos axilares?
-No, hombre, no… -se rió.
-¿No? Pues pruébalo, ya verás -le recomendé.

Hablamos del hirsutismo de Prada, de diversas posturas que me parecieron algo agotadoras, a mi edad, y de si teníamos o no secretos.

Dijimos que sí, claro. ¿Quién no tiene secretos? Como suele decir Edu Vilas: ¿a quién le gustaría que se hiciera público el historial de páginas vistas en su ordenador?

Los elementos eliminados de la papelera de reciclaje son el único resto de nuestra verdadera y minúscula vida espiritual, la huella de un alma, el vaciado de una identidad, el fósil que conserva intacta una verdad interior sublime y sombría.

Cuando acabamos, me fui a firmar libros (es un decir) a Estudio en Escarlata; y de allí, a un VIPS.

Firmar no firmé mucho, así que se hicieron indispensables unos whiskies.

A la salida, ya de noche, me encontré con Chavi Azpeitia y acabamos en el Hotel Kafka, vaciando botellas: fue bastante indispensable.

Mientras iba de vuelta a casa, rozando las paredes con las manos y silbando bajito un tanto, vi a Eloy Tizón en una librería que han puesto en mi calle y que se llama Tres rosas amarillas. Entré a saludar y repostar, sólo porque se había hecho indispensable, una emergencia.

Cansado sí que llegué, sí.

Nublado de tetas como si fuera a llover a cántaros, hasta dejar las aceras encharcadas.

-¡Cómo me vienes! Si es que eres más tonto…
-Un poco sí: lo indispensable.
-Anda, ven.

A menudo me pregunto cuánto será mi mínimo indispensable de ser tonto, de copas, de lectura, de pasear con las manos en los bolsillos.

¿Y el tuyo?

Comments (33)

Javier Divisaabril 26th, 2008 at 9:03

moral1.
(Del lat. morālis).
1. adj. Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia.
Para terminar el tema de la moral. RAE. Te gusta más el Moliner, lo sé. La maldad premeditada tendrá moral, en tal caso. Discutible? Of course.

Anda ven, es un bonito reclamo de tu novia al terminar tu jornada. No te quejarás. Podría haber sido peor.

Lorenabril 26th, 2008 at 9:18

Efectivamente, el Anda ven es un broche perfecto a un día como ese (en realidad a cualquier día)

No has puesto nada del «vampiro español» 😉

Un abrazo muy fuerte.

Christian Supiotabril 26th, 2008 at 11:16

Es que quizá… estamos tan poco acostumbrados a las monjas que por eso el aspecto monjil… lejos de pasar desapercibido, nos llama…

Lorena y Jasabril 26th, 2008 at 12:49

¿Monjil? Pues en la foto se le intuye un escote que ni Santa Teresa en el más desatado de sus éxtasis! (Nada te turbe, Rafael…)
Mis simpatías hacia Anusca y que mejore pronto de su esguince, que sí que es mala pata, sí.
Saludos!

strongboliabril 26th, 2008 at 13:57

Jo, Rafael, vaya preguntas que haces… Haces hasta pensar y todo.
Un día, en vez de irme a comer después de la jornada habitual, me fui a un parque con muchas palmeras, me tumbé a los pies de una y me dormí mientras intentaba leer un libro. Al cabo de una hora me desperté y me fui a trabajar. Por la noche, al volver a casa, mi mujer de entonces, cuando se lo conté, me miró con cara rara, y no me lo dijo, pero estoy convencido de que pensó: «pero mira que eres tonto», o algo similar.
Y la verdad, me gustaría que me dieran mucho más a menudo estos puntos de tontez, y que te tomen entrañablemente por tonto.
No hay nada mejor que te digan, volviendo como uno suele volver, «pero mira que eres tonto» y luego «anda, ven», y te achuchen.
Petonets.

Llorenç.

strongboliabril 26th, 2008 at 14:01

Por cierto, no seas mentiroso, que en esa foto no le miras las tetas. Estás disimulando para que no se note mucho que miras.

Llorenç.

brujarojaabril 26th, 2008 at 16:44

Qué vida es la dura del escritor. Si ya lo digo yo…
Es curioso que a Prada le molen los sobacos sin depilar, teniendo en cuenta que en sus novelas suele hablar de muslos glabros con mucha frecuencia.
Besos, don Rafael

brujarojaabril 26th, 2008 at 16:49

En realidad yo quería decir que la vida del escritor es dura… Pero nadie va a creerme, me temo…

David Torresabril 26th, 2008 at 18:33

Creo que Prada siempre habla de sobacos «intonsos», que es una de esas palabras extravagantes que le gustan mucho. Intonso. Si lo piensas un poco, no significa «peludo» o «sin afeitar», sino más bien lo que tu chica te dice cuando vuelves un pelín borracho a casa: «Anda, no seas intonso. Qué intonso eres».

La-Ruinaabril 27th, 2008 at 2:28

Paula Izquierdo, mmm…

Anonymousabril 27th, 2008 at 10:35

Sr. Torres, también hay libros «intonsos», aquellos que no pasan por guillotinas. Vamos, como nosotros.

En cuanto a los bajos instintos, nos llevan a lo más alto.

k-sposo

Ron Bombaabril 27th, 2008 at 22:22

uffffffffff, esa señora sí que me mola, la Izquierdo. Me la presentaron en Madrid hará un par de años, en una fiesta, y todavía estoy pensando en la forma de convertirla en mi Natasha Kampusch.

vampiraabril 27th, 2008 at 22:47

«Javier Marías es un escritor total, un escritor de memoria y un escritor de fábulas y de memorias».

Cita de un artículo en El País donde se reseña su ingreso en la academia. Un artículo de 9 párrafos en el que se cita 4 o 5 veces a Benet y del que se extrae la conclusión de que debiera ser académico de Redonda.

Curiosa esta generación laureada de nacidos en 1951, a un flanco Arturo Pérez-Reverte, al otro Javier Marías.

Se me hace que a ambos dos les están preparando el asalto estelar al cervantes… camino van de ello. En fin quien sino ellos, que tantas páginas han ocupado en Babelia pueden representar el olimpo de la escritura patria.

¡Viva el Rey de Redonda! (coño)

Más claro, aguaabril 28th, 2008 at 7:20

Y Paula Izquierdo, ¿cómo tiene los sobacos? Umbral los llamaba «coños supernumerarios»… No los de Paula, claro, sino en general 🙂

Anonymousabril 28th, 2008 at 7:57

Me gusta mucho su blog, señor Reig. Sólo hay una cosa que me desagrada, y es esa permanente «apología de la cuerna» (que décía una amiga mía) que practica usted. Me recuerda a mis quince años, cuando después de las fiestas del instituto todos los amigos nos dedicábamos a contar cuantas cervezas, cubatas, etc. nos habíamos tomado y nos sentíamos más… hombres? Pues eso, lo de «me bebí 20 whiskies» queda gracisiosillo cuando se tienen 15 años, pero a su edad queda medio penoso.

Raúl Betadineabril 28th, 2008 at 12:29

Yo tengo el mínimo muy variable, aunque luego lo pago porque me estalla la mala leche a menudo cuando estoy bajo cero. Así que una semana en la que no respeto mis mínimos se me convierte en una caída a tumba abierta, solo recuperable con un tiro de gracia de fin de semana.
El cuidado de esos aspectos que separan la vida de la supervivencia es muestra de un grado alto de civismo, así como el tenérselo en cuenta a los demás.
Salud.

Emmaabril 28th, 2008 at 14:41

Hola Rafael. No se si viene a cuenta o no, pero continuo con el tema de la moralidad del post anterior. Dijiste que nunca ha de juzgarse a los padres, pusiste puntos suspensivos tras la afirmacion y despues dijiste : «creo». Por que crees que no ha de juzgarse a los padres? Juzgan los padres a los hijos? Lo hacen? Claro que si. Constantemente. Y sin embargo creo que los hijos son mas condescendientes con sus padres que al contrario. Es mas, creo que los hijos conocen mejor a sus padres de lo que los padres conocen a los hijos. Y ceden mucho, y se dejan zarandear y manipular y que ellos pongan vanas expectativas sobre sus hombros. Sin embargo no es etico juzgarlos? Por que?

Anonymousabril 28th, 2008 at 14:58

A mí me pasa lo mismo, Rafael, no te preocupes. Veo dos tetas y me desconcentro totalmente. Esto puede provocar: 1.- Una merma de mi productividad. 2.- Un accidente de coche. 3.- Que le clave el cigarrillo en el ojo a mi interlocutor sin querer. 4.- Que me ataque una erección incontrolable y me ponga señalando al norte como una brújula (con el consiguiente riego de que alguien se tropiece y se haga daño)…

En fin. Por la salud pública, creo que el velo islámico… Aunque ahora que lo pienso, puede ser peor porque yo imaginación tengo para rato… Chicas, mejor ir desnudas por la calle y acabemos con el mito fetichista de las tetas. Es lo mejor.

Javier

Anonymousabril 28th, 2008 at 18:58

Rafa, hoy he hecho en mi blog la misma pregunta que tú, por casualidad. (Vean http://www.elmundo.es/elmundo/blogs/archipielago_gulasch/)
Memorable crónica de escotes y copas.
Un lapsus en lo de Molina: somos malos mala sombra/somos malos de verdad/somos como una espina/que sólo sabe pinchar/y más malos que la quina/chan chan chan.
Un abrazo.
Román.

Anonymousabril 28th, 2008 at 19:01

Que no se lee bien: http://www.elmundo.es/elmundo/blogs/archipielago_gulasch/)

Anonymousabril 28th, 2008 at 20:11

Hablando de ti en:
http://www.lansky-al-habla.com/

Belénabril 29th, 2008 at 7:08

Oye, ¿de verdad os gustan tanto las tetas? ¿No es una pose? Es que no lo entiendo…

Pedro de Pazabril 29th, 2008 at 7:25

No, Belén, no. No es una pose. Puede que, en el mejor de los casos, sea un recuerdo oscuro y profundo de nuestra infancia, una reminiscencia de un cierto instinto animal. O puede que, simplemente, en el peor de ellos, nos ponga berraquísimos por puro disparo hormonal.

Pero te juro por lo más sagrado que lo de las tetas no es una pose.

Saludos,
Pedro de Paz

nataabril 29th, 2008 at 8:23

por lo general, mínimo, variable y bastante prescindible.

besos, imprescindibles.

( y bien que no sea pose, lo de las tetas)

Danabril 29th, 2008 at 9:06

De Prada… Sexo… Sobacos peludos Ciertas palabras no deberían andar juntas nunca. Luego cuesta muchos esfuerzos remediarlo…

Belénabril 29th, 2008 at 10:37

Vale, Pedro, te creo. Qué cosas.
(Dan, muy bueno lo tuyo.)

Cristinaabril 29th, 2008 at 10:51

Pués Rafa, me sorprende que con lo listo que eres no des con la respuesta. Igual es que cuando te haces esas preguntas se te va el santo al cielo pensando en las tetas de…
Besos a tus chicas.

Anonymousabril 29th, 2008 at 18:21

Belén,

yo no sé si me gustan las tetas o no, pero si alguna me quiere mandar una foto de las suyas me decidiré enseguida. Gracias.

Niño de pecho

LUIS AM?ZAGAabril 30th, 2008 at 9:51

¿Sexo oral con Juan Manuel de Prada? No quiero saber más.

Anonymousabril 30th, 2008 at 10:37

Vaya, siempre que te emborrachas, quiero decir, todos los días, acabas olvidándote de decir la manera como pones las alfombras, alfombrillas y perneras de pantalones, de vómitos adolescentes, babeantes, con algún pelillo de bigote, no de sobaco.

Ron Bombaabril 30th, 2008 at 15:24

a todo esto, ¿el tito Siffredi no ha escrito algún librillo?

Belénabril 30th, 2008 at 19:02

Jo, machos, qué fuerrrte se está poniendo esto…

Rafael Reigmayo 1st, 2008 at 8:24

No me quejo, Javier.
Paul Naschy, me hizo mucha ilusión voler a verle, lo pasamos muy bien juntos en Pamplona. Un abrazo, Loren.
Va a ser eso… christian
Bueno, era irónico lo de monjil… Lorena.
Un abrazo, Llorenç.
Besos, encantadora mujer, bruja.
Abrazo, maestro David.
Sí, mmmmm
Propóngaselo, suele ser lo más fácil, ron bomba.
¿El Cervantes? Ya será el Nobel, ¿no?
Los tiene atractivos, más claro, y depilados.
¿La cuerna? Qué expresión tan rara. También hago apología de la lectura, de la paella, de la reflexión, de casi todas las cosas que me gustan. ¿Por qué no voy a hacer apología de las copas, si a mí me gusta? ¿Le parece que es por presumir? PUes no, es porque me gusta. No hablo de libros para presumir de haberlos leído, sino porque me gustan de verdad. Lo mismo con las copas. Por eso no entiendo nada lo que dice. Yo digo me bebí diez whiskies como digo que me pasé toda la noche despierto leyendo. Si le parece que es por presumir, disculpe, pero no. Es que me gusta leer. Y beber. Etc.
Ok, Raúl.
No sé, Emma, déjame pensarlo. Yo no juzgo a mis padres. Tampoco juzgo a mi hija. No como a los demás. Yo soy incondicional de mi familia. Pero en el caso de los padres, me parece mejor no juzgarlos. Intentar comprenderlos, sin juicio. Lo pensaré de todas formas. Un beso.
¿Desnudas por la calle? Quite, Javier, quite, no es buena idea.
Qué casualidad. Un abrazo enorme, Román.
En mi caso no es pose. Yo sí lo entiendo, es algo cultural y también natural, imagino.
Lo mismo digo, Pedro.
Qué va a ser, Nata, qué va a ser.
Y a ti, Cristina.
Ja, ja… Luis, muy bueno.

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