Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Orejudo no descansa un momento

He tenido tantos líos con los ordenadores, los móviles y todos esos cacharros que nos hacen la vida tan incómoda que a veces me siento a punto de decir, como en la película de Buñuel:

Ma haine de la science et mon horreur de la technologie m??ameneront a cette absurde croyance en Dieu.

Esperemos que no, que el odio a la ciencia y el horror a la tecnología no nos conduzcan a todos a la absurda, a la mezquina y miserable creencia en Dios.

Aunque parece que por ese camino vamos, la ciencia y la tecnología cada vez nos hacen más crédulos, más indefensos, más sumisos. No hay más que ver un programa de Punset para darse cuenta de que la superstición científica es el nuevo avatar contemporáneo de la religiosidad. En cuanto a la adicción tecnológica, qué te voy a decir.  Por eso, el odio a la religiosidad contemporánea nos pone en peligro de caer en la de toda la vida, que no es menos odiosa, sino más. Es tan arduo, tan laborioso, tan difícil llegar a ser un buen ateo. Hay que esquivar tantas trampas y tentaciones, mostrarse firme y perseverar.

He leído la gran novela de mi amigo Antonio Orejudo, Un momento de descanso.

No te la puedes perder.

El otro día nos fuimos a cenar para celebrarlo.

Aquí estamos, de izquierda a derecha: Catalina-Cati (nuestra antigua amiga de cuando ella vivía en la calle Molino de Viento), el Orejudo, Nuria Barrios, Chavi Azpeitia, Eduardo Becerra, Lucía Álvarez y Juan Cerezo, el editor de Orejudo (y el mío).

¿Qué cara se te queda cuando tu gran amigo desde la juventud, tu inseparable compinche de ambiciones y aprendizajes literarios, escribe una novela tan incontestable, tan radiante y tan divertida? Pues más o menos ésta:

En cambio, mira al feliz autor, devorado por las lectoras, rodeado de la admiración libidinosa de las mujeres, satisfecho como sólo puede estarlo el escritor que acierta:

Esas sonrisas entregadas, ese brillo en las pupilas, esa laxitud rendida de la cintura escapular, esa admiración arrobada y concupiscente… ¡son para vomitar!

Sí, sí, pero no veas lo que duelen.

Tuve que beber para olvidar, nos fuimos a un antro que no pienso decir cuál es (¡está todo lleno de malsines!), pero en el que no sólo ponían música y copas, sino que nos dejaron fumar tan tranquilos, qué felicidad.

Aquí estamos todos señalando al protagonista de la noche (y de la literatura contemporánea). De izquierda a derecha: yo, Lucía, Fátima, Edu Becerra, Orejudo, Nuria, Juan Cerezo y Cati.

Tanto bebimos que, al final, todo estaba perdonado (je, je): Orejudo y yo acabamos echándonos un baile, nuestro momento de descanso (je, je):

Al día siguiente, no sé si de la envidia o del alcohol bebido tan a gusto (y con escaso propósito de la enmienda), me dio un ataque de gota muy doloroso.

Todavía no puedo andar ni dormir por las noches, pero ya se pasará.

Valen la pena unos pocos días inválido a cambio de celebrar algo con amigos.

Comments (12)

Er Albertofebrero 25th, 2011 at 19:28

Ole, ole, y ole. ¡Viva el vino y los amigos y las mozas! Me voy de cañas. Condió.

La Maldición de Jonesfebrero 25th, 2011 at 19:56

Lo tuve en las manos (el libro, me refiero. A Orejudo ya le coges tú)
Pero mira, al final no lo compré. Y es verdad que el condenao tiene cara de satisfecho y tú de puta envidia. Casi que me convencen más esas imágenes que tu loa a la novela (¡Hombre Rafael, que sois amiguetes!. Flaco favor le haces.)

Para hacer la faena completa ,igual voy y me compro la pareja: la tuya premiada (¿cuándo sale? )y la suya: y las saco también a bailar

¡Salud!

David Barreirofebrero 26th, 2011 at 9:26

Pues enhorabuena al autor y a ti en calidad de consorte.

la lolifebrero 26th, 2011 at 10:59

Me llama la atención el copón vacío que hay en la foto y que te has bebido ,normal que tengas gota con ese copón es para eso y más,enhorabuena al Orejudo.

natafebrero 26th, 2011 at 22:15

jeje.
jeje.
habrá que ir a por ambas.

y a cerce.

beso.

yo mismafebrero 27th, 2011 at 11:31

Curioso, Reig… llevo desde el jueves pasado pululando como alma que lleva el diablo por tos los cibers de la city… increíble.. nunca pensé.. (jamás pensé..) que llegaría a semejante tesitura o extremo..

Pero sí.. llegué. Vaya si llegué. Dos horas distribuían de este modo mi horario de ordenadora-internáutica: una por la mañana y la segunda la reservaba para la tarde-noche.

Así que en ese sentido hemos estado un poco compenetrados se ve.. jeje.. Aunque tengo que decir para no faltar muchas veces a la verdad.. que no sólo se resume nuestra coincidencia semanal en eso mismo. A los episodiosos (entiendo que odiosos y de penitencia pretendida y descarada ) no llego a «Dios» gracias.. No obstante he tocado un poco de los síntomas de las tempestuosas resacas que irremediablemente surgen como temible enfermedad del día siguiente al magno júbilo. A la risa amplia. A la gran carcajada del momento y de lo que en esos momentos consideramos definitivamente y sin atisbo de duda: vida.

Te felicito por tus momentos. Por tus bailes y por tus encuentros con tus seres y compinches queridos. Aunque a veces, es normal que además de admirarlos, les tengamos hasta envidia sana. Sí. Mucha envidia. Y sí, muy sana. Y también entiendoque conforma parte de la normalidad, que como a ti, se nos quede en determinadas ocasiones cara de póker, cuando admiramos la «cumbricidad» del todo merecida y posteriormente paseada del amo del momento. Del constructor de aquella magnífica obra que tanto nos hubiera gustado escribir a nosotros mismos, si somos del todo sinceros. Que vale.. de acuerdo.. a veces cuesta.. no digo que no.. y me refiero a eso de ser ya no digo mucho, sino un poco sinceros..

Un abrazo tremendo, Reig. Pero no seas avaricioso. Tú ya tienes tu premio y ya queda menos para que todos los que te seguimos, queremos y admiramos, podamos disfrutarlo. Por fin.

Ciao. Grande y feliz. 😉

Calícopefebrero 28th, 2011 at 13:49

¿Está seguro que usted no es en realidad usted en el infierno?

Una juerguita | sigueleyendo.esfebrero 28th, 2011 at 15:33

[…] si te vas de juerga con Rafael Reig corres el riesgo de que luego te saque en lo suyo con fotos y todo. También corres el riesgo, a la vista está, de pasártelo pipa. […]

fsdfdsmarzo 1st, 2011 at 13:01

Totalmente de acuerdo con lo de Punset, títulos de algunos de sus programas :

??Aprender de los robots?
??Mejora tu vida con ciencia?
??Educar para fabricar ciudadanos?
??El cerebro es una chapuza?
??Fármacos para las emociones?
??Es preciso emocionarse, pero no tanto?
??Programando emociones?
??Ahora sabemos qué es un humano?
??Máquinas pensantes y cerebros electrónicos?

Jjajajajajajajajaja horripilante.

Toñomarzo 1st, 2011 at 19:35

Desgraciadamene, tanto tiempo después de la conferencia sobre «las dos culturas» de Snow, sigue cumpliéndose el tópico del escritor (o el señor «de letras») que sigue alardeando del desprecio, o incluso el odio como en este caso, a la ciencia. Pena. Otro más que no parece ser capaz de apreciar lo que puede aportar la ciencia, simplemente desde el punto de vista intelectual.

Claro que tampoco es de extrañar, si considera a los programas de Punset (en efecto, algo más cercano a la religión, en su versión nuevaera, que a otra cosa) como una guía para juzgar a la ciencia.

Más claro, aguamarzo 2nd, 2011 at 9:19

Sois tal para cual: una vez que todo está perdonado, el ataque de gota te permite un momento de descanso.

Así da gusto!!! Ambas novelas arden ya en mi mesilla de noche requiriendo una lectura inmediata 🙂

Salud!

El titánmarzo 4th, 2011 at 9:23

De mayor no se si quiero ser como usted o como Orejudo.
Lo meditaré en las noches de insomnio.

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