David Torres, blog, escritor, literaturaTropezando con melones, David Torres  El primer melón me lo encontré en una playa andaluza, un día de verano. El último lo veo cada mañana al enfrentarme al espejo. ¿Qué me dirá ese tipo hoy? ¿Qué inesperados regalos, qué decepciones, qué frescas dentelladas me tendrá reservadas el día?
  Yo no lo sabía pero eso que mis manos agarraban con el ansia de un talonador de rugby era un melón. Es decir, una réplica más o menos ovoide de mi cabeza, la materialización fáctica de una idea en el mundo de los objetos reales.


Medicina catalana

La lengua es la principal preocupación de la Sanidad balear, de ahí que en breve cualquier molestia presentada en un ambulatorio será derivada inmediatamente hacia la estomatología. En los hospitales isleños ya cuenta más un tipo que tenga un nivel C de catalán que otro con un doctorado en Medicina. O sea, que a la hora de enfrentarse con un cáncer o un lupus, el médico les preguntará en catalán qué pintan en ese cuerpo humano. Como probablemente el cáncer o el lupus no tendrán ni pajolera idea del idioma de Espriu, no les quedará otro remedio que liar el petate. Con cuerpo humano incluido, por supuesto.

 Tal es la novedosa estrategia con que el Gobierno balear va a revolucionar el problema sanitario en las islas. De momento, los médicos cuentan con una moratoria de dos años para aprender el catalán, pero las enfermedades ya se pueden ir leyendo la cartilla. No les van a pasar ni una. A la primera falta de ortografía, de pronunciación o de mala fe, la cirroris y la esclerosis múltiple serán declaradas indeseables y tendrán que largarse en avión o en patera. Ellas y sus anfitriones, por maleducados.

 No es la primera vez que la Medicina se reduce a base de Filología. Los abstrusos problemas fisiológicos se ven mucho mejor desde una perspectiva puramente gramatical. Por ejemplo, los genetistas nazis no tendrían ni pajolera idea de biología pero en lingüística eran más listos que el hambre y así pudieron sacarse de la manga el bonito concepto de ??raza aria?, que según ellos quería decir ??rubio y con ojos azules?, pero cuya base científica era aproximadamente la misma que tendría hablar de ??hombres disyuntivos? o de ??sociedades adverbiales?. Era difícil calzar en el concepto de ??raza aria? a esos cruces de gorrino y anchoa en que consistían Hitler, Himmler, Goebbels, Göering y el resto de la piara, pero lo bueno de la Filología es que, como ciencia, permite muchos más resbalones que la Medicina. Si lo sabré yo, que hasta acabé la carrera.  

La medicina catalana no sólo asombrará al mundo sino que además obligará a que en todas esas teleseries sobre hospitales, urgencias y diagnósticos raros, los médicos lleven una barretina con la cruz roja. Darán clases magistrales pero no en aulas foráneas sino formando castellers o, en su defecto, sardanas. Anatomía de Grey, sí, pero de Grey del Llobregat. Y nada de máquinas de café, sino expendedores de butifarra. En virtud de su sonrisa internacional, puede que a George Clooney le dejen usar simplemente boina pero que quede bien claro que en las Baleares House no se va a comer una quelita.

Feliz Año Nuevo.