David Torres, blog, escritor, literaturaTropezando con melones, David Torres  El primer melón me lo encontré en una playa andaluza, un día de verano. El último lo veo cada mañana al enfrentarme al espejo. ¿Qué me dirá ese tipo hoy? ¿Qué inesperados regalos, qué decepciones, qué frescas dentelladas me tendrá reservadas el día?
  Yo no lo sabía pero eso que mis manos agarraban con el ansia de un talonador de rugby era un melón. Es decir, una réplica más o menos ovoide de mi cabeza, la materialización fáctica de una idea en el mundo de los objetos reales.


Susto o muerte

Hay melones que no tienen vuelta de hoja. Hay cosas que se mezclan y quedan feas. O ridículas. Por ejemplo, esto:

Unos señores bailando una sardana con la fanfarria de Indiana Jones. Da como risa, ¿no?

Hay otras que, mezcladas, más que risa, dan miedo. Por ejemplo, este melón con bigote:

Aparte de otras aficiones más conocidas, Hitler era vegetariano y amante de los animales, como lo demuestra esta foto digna de Walt Disney.

Aquí está junto a otro buen amigo:

El melón de la izquierda se llama Haj Amin al-Husseini, Gran Mufti de Jerusalén, nacionalista palestino, ferviente antisionista y admirador del Führer.

Aparte de animar a Hitler en la tarea de limpiar el mundo de judíos, el Mufti organizó una división SS musulmana, la legión Handjar, formada por 19.000 voluntarios bosnios que lucharon contra los guerrilleros yugoslavos y protegieron los ferrocarriles que iban hacia Auschwitz. Al final de la guerra, escapó a Egipto y se libró por los pelos de los procesos de Nüremberg. Así pudo aleccionar bien a su sobrino, Yasser Arafat, en la dura tarea que se avecinaba.

¡Ah! ¿Que no sabías que al-Husseini era tío carnal de Arafat? Bueno, es que ésa es otra historia. O a lo mejor no, a lo mejor es la misma historia. La misma historia de siempre. La verdad es que los palestinos han tenido muy mala suerte. Con sus vecinos y no digamos con los líderes que se echan a la espalda.

Ahora vamos a abrir otros melones, no menos amargos que la foto de Hitler y Bambi.

¿Sabías que algunos altos mandos nazis se refugiaron en los países árabes y se convirtieron al islam? ¿Sabías que muchos voluntarios de Hamás desfilan hoy día con símbolos nazis y uniformes de la SS?

Da como risa, ¿no? ¿O más bien da miedo? ¿Tú qué prefieres: susto o muerte?

Yo me quedo con la sardana.