El título de esta entrada podría ser el de una novela pulp, pero no. La casa en la que se rodó «Perdición» (Double Indemnity, Billy Wilder, 1944), situada en las colinas de Hollywood y construida en 1927, ha sido adquirida por la diseñadora Mae Brunken, quien la ha restaurado, mezclando la arquitectura española con el art decó.
En esta casa, la de la magnética Phyllis Dietrichson, se rodaron escenas como ésta, uno de los diálogos de seducción más eléctricos de la historia del cine.
Y éste es el estupendo aspecto que tiene hoy en día la casa. Es fantástico descubrir que un lugar que te encanta y que te resulta tan cercano sigue estando ahí.
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