«Doing it for the money» es un libro que he recomendado varias veces. Es una estupenda colección de historias de guionistas. Mi amigo Escrito ya habló de él en este estupendo post sobre Stephen Gaghan.
Uno de sus relatos es de Steve Shagan, un guionista al que contrataron para hacer de productor de «Tarzán», la serie de televisión, que se rodaba en México. Cuenta Shagan que rodando en una húmeda jungla de Acapulco, y con pocos guiones y la fecha de emisión encima, toda la experiencia estaba envuelta en una atmósfera de ansiedad surrealista, pero que a pesar de todo lograban salir adelante, utilizando material grabado previamente en la serie y especialmente los mismas escenas de acción, una y otra vez; sin embargo, nada les preparaba para lo que estaba a punto de suceder a continuación.
Una tarde, estaba en su tienda escribiendo en medio de la jungla, sintiendo la presencia de Moctezuma y tomando chupitos de tequila a palo seco (los hielos eran peligrosos) cuando entró en la tienda el jefe de producción mexicano, Don Alfonso Sánchez Tello.
-Buenos días, Don Alfonso- le saludé.
-Tenemos problemas, señor. Tarzán no puede luchar contra el león el capítulo de la semana próxima. No podemos proceder.
-¿Cuál es el problema?
– Es Mayor (el león amaestrado de la producción), sus bolas son del tamaño de melones. Las llevamos en una carretilla. El Doctor Moreno cree que le ha picado un bicho.
-¿Mayor está sufriendo?
-El Doctor Moreno le ha suministrado morfina, y le está haciendo análisis de sangre.
-¿No tenemos una leona para este tipo de situaciones?
-Sí, «Leona», pero ella desprecia a Tarzán. El entrenador dice que sería demasiado peligroso utilizarla.
-¿Por qué la tenemos?
-Hace feliz a Mayor, señor.
Estando así las cosas, Shagan llamó al jefe que le había contratado, Sy Weintraub, a quien localizó en su pista de tenis.
-No me gusta tu llamada, ¡tú eres el productor! ¡Produce!- le dijo- ¡Haz que el machote ese se pelee contra Leona!
-Es muy peligroso, Sy. Las leonas son impredecibles.
-¿Entonces por qué está contratada?
-A lo mejor se quedaron sin cristianos en México.
-No me hace gracia. Asume tu responsabilidad. ¿Por qué no usas el material aquel de la ostra gigante?
-Ya lo hicimos la semana pasada.
-Bueno, podéis reciclar esas tomas de Tarzán tirándose con la liana por ahí.
-Mis predecesores ya lo han usado hasta la saciedad.
-Pues quema el puto pueblo. Tenéis que rodar algo. No te puedo ayudar, ¿vale? estoy muy ocupado, estoy negociando la compra de un Gauguin.
Después, Shagan llamó a Mort Werner, el jefe de programación de NBC, y le explicó la situación.
-¿Has pensado en atar los testículos de Mayor y rodar alrededor de ellos?
-Mort, tienes que entenderlo. Mayor está en una jaula y sus testículos están al lado, en una carretilla. Además, está sedado con morfina. Rodar alrededor de sus bolas no es una opción.
-Bueno, ¿qué otros animales tenéis?
-Una pantera, un leopardo, un cocodrilo y una pitón.
-No, no eso no. ¿Hay alguno más?
-Tenemos un tigre pequeño, pero no podemos usarlo.
-¿Por qué no? ¡Es perfecto!
-Con todo respeto, no hay tigres en África.
-Eso nadie lo sabe.
-Vamos, Mort. Esta serie la ven millones de niños, profesores, zoólogos y antropólogos, ¡nos van a freír a protestas!
-No lo flipes. Nunca sobreestimes la inteligencia de la audiencia de la televisión. Vamos, Steve. No nos queda otra, tenemos que rodar algo. Ya verás cómo nadie dice ni pío.
Y resultó que Mort tenía razón. No hubo una sola protesta. Shagan concluye su texto apostillando: «Después de todo, cuando tus bolas están en juego, tienes que rodar algo.»
¿El león tenía un agente? ¿el agente demandó a la productora por hablar de las pelotas de su cliente con todo el mundo? ¿se curó de su inflamación de huevos?
Esta historia es muy didáctica pero me deja mal cuerpo de cintura para abajo. Pobre león. Ay.