Primeras Palabras

Daría todo lo que tengo por tener un secreto.

Como habréis notado, este blog se ha transformado. Me han adoptado en el Hotel Kafka, y yo me siento alborotada y feliz como un infante borracho (¿Quién quiere un niño sobrio?, que dirían Faemino y Cansado). De alguna manera, hoy es mi segundo primer día, y me ha hecho pensar en las segundas veces que se viven como primeras. En que todo el mundo, llegado el momento, siente la necesidad de reinventarse. También hay mucha afición a eso de «ser fiel a uno mismo», pero yo no lo veo demasiado interesante. Ser infiel a uno mismo ofrece posibilidades mucho más atractivas.

De hecho, creo que si no haces algo impropio, absurdo o sorprendente cada cierto tiempo, te oxidas. A veces, una noche, o un día, ves un signo de neón que reza: «¿Quieres hacer una gilipollez/algo sublime? Sígueme.» Al cabo de unas horas, tienes alguna anécdota absurda que compartir, y mientras lo has vivido, descubres que las situaciones que no te son propias, o que llevan la palabra «memez/aventura» escrita en la frente, te hacen experimentar sensaciones maravillosas como la euforia, el temor, el arrepentimiento instantáneo o la sorpresa.

Esa es la misma necesidad que probablemente impulsara al protagonista de «El Club de la Lucha» a meterse en grupos de gente con diversas adicciones, traumas o sufrimientos y experimentar algo de sus vivencias. El ansia de acumular sensaciones, de liberarse del propio contexto y de vivir algo de primera mano, aunque sea mediante el uso de la falsedad. Así comienza esta novela de Chuck Palahniuk.

Tyler me consigue un trabajo de camarero, después de haberme puesto una pistola en la boca y decirme que el primer paso para acceder a la vida eterna es morir.

Otro ejemplo. Así comienza «Apocalypse Now», la obra maestra de Francis Ford Coppola.

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«Saigón, joder, aún sigo sólo solo en Saigón. A todas horas creo que me voy a despertar de nuevo en la jungla. Cuando estuve en casa durante mi primer permiso, era peor, me despertaba y no había nada, apenas hablé con mi mujer, salvo para decirle «sí» a su petición de divorcio. Cuando estaba aquí quería estar allí, cuando estaba allí no pensaba nada más que en volver a la jungla. Llevo aquí una semana, esperando una misión, desmoralizado. Cada minuto que paso en este cuarto me hace ser más débil, y cada minuto que pasa, Charlie se agazapa en la selva, se hace más fuerte. Cada vez que miro alrededor, las paredes se estrechan más y más.»

Por supuesto, también tenemos esta frase tan evocadora y misteriosa de «En Busca del Tiempo Perdido», de Marcel Proust.

«Mucho tiempo he estado acostándome temprano.»

Estos tres son ejemplos de grandes comienzos, y yo me he servido arteramente de ellos para ilustrar la importancia de un buen principio, aunque sea el segundo. Por eso he iniciado este post con una frase aleatoria para lograr vuestra atención, y he seguido haciendo trampas, usando el talento de los otros, para seguir cautivando vuestro interés.

Eso es lo malo de reinventarse. Puede que sea liberador, pero mentir se hace indispensable en algún punto.

Reinvéntate.

Aún estás a tiempo.

¿Qué grandes comienzos recordáis?

18 thoughts on “Primeras Palabras

  1. y de paso incorporas la ironía de coppola de empezar con la canción the end

    mi primer libro de poemas se tituló «última voz», en esa misma ironía

    que tengas muchísima suerte aquí en el kafka, veo que todo se mantiene prácticamente igual para los comentarios y demás que en blogger

    mucho ánimo

    santiago

  2. Uala, has puesto papel pintado a las paredes del blog!

    Muy buena mudanza y muy buen comienzo, a lo grande, sí señorita.

    A mi un comienzo que me gusta es el de «El Lado Oscuro del Corazón», pero claro, es parte de la obra de Oliverio Girondo. Pero la escena es grande.

  3. Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondria me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituto de la pistola y la bala. Catón se arroja sobre su espada, haciendo aspavientos filosóficos; yo me embarco pacíficamente. No hay en ello nada sorprendente. Si bien lo miran, no hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en más o menos grado, sentimientos análogos a los míos respecto del océano.

  4. Precisamente la imagen que acompaña tu despedida del anterior blog me recuerda ese primer acto, soberbio, preciso y casi perfecto, de Regreso al Futuro 1.

    También recuerdo un relato corto, tan breve, tan breve, que nada más comenzar, termina: «Me desperté y el dragón aún seguía ahí».

    Felicidades por tu nuevo alojamiento y feliz mudanza.

    Besos,
    Juan

  5. Pues el mejor principio que recuerdo está en la primera novela de Ray Loriga titulada «Lo peor de todo»:

    «Lo peor de todo no son las horas perdidas, ni el tiempo por detrás y por delante, lo peor son esos espantosos crucifijos hechos con pinzas para la ropa».

  6. Yo una vez me salió una moza.
    El comienzo moló.

    (En fin, Feliz aventura, Ángela, in the hotel).

  7. El comienzo de ‘Firmin’, que se está varias páginas intentando dar con un buen comienzo.

    Propongo un brindis que contribuya al bautismo de este tu nuevo yate. Salud.

  8. Seguiremos tus andanzas en este nuevo proyecto. Mucha suerte y felicidades, el blog es muy bonito, xD.

    Un saludo

  9. «Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde»

    EL AMANTE
    M. Duras.

    Saludos a la familia Kafka!

  10. Angelita, luz de mi vida. Fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. An-ge-li-ta. La punta de la lengua emprende un viaje de cuatro pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el cuarto, en el borde de los dientes. An-ge-li-ta.

  11. ulises hes un niñi prodijio, leñe!!!

    entravamos dispuestas a dicirte que nuestro inizio prefe hera el de Lolita de nabocof (que hes el que lla te a rezitado uli customizado). asin que diremos que tamvien nos enjanta el de Ralluela de Cortazar… ¿encontraria ha la maga?

    vonita nueba jaus. te a quedao tan mona que nos a dado asta asin como ganas de yamar al entrar, de limpiarnos los zapatos hen el felpudo i de vesarte la mano.

  12. In my younger and more vulnerable years my father gave me some advice
    that I’ve been turning over in my mind ever since.

    «Whenever you feel like criticizing any one,» he told me, » just remember that all the people in this world haven’t had the advantages that you’ve had.»

    – Vale, soy un pedante por ponerlo en inglés pero es que no lo he encontrado en español. Es el comienzo de «El Gran Gatsby», mi novela favorita.

    Un abrazo y mucho ánimo para este nuevo comienzo de mi bloguera favorita.

  13. «Nació con el don de la risa y con la intuición de que el mundo estaba loco. Y ese era todo su patrimonio». Scaramouche.

    «El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana». Crónica de una muerte anunciada.

    «Cuando el niño era niño…» Der Himmel über Berlin

    Me gusta como se mueve, usted. xD.

  14. Buena suerte señorita con este nuevo blog. No despreciemos la realidad, ella todo lo contiene…
    Un abrazo Ángela

  15. tus primeras palavras no seran tamvien las ultimas, no?

    ho dicho de otra forma…

    ACTUALIZA, OMVRE LLA!!!!

  16. «En la ciudad había dos mudos y siempre estaban juntos».

    El corazón es un cazador solitario

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