La Pareja más Absurda de la Historia del Cine

Acabo de ver «Los Crímenes de Oxford» y creo que Elijah Wood y Leonor Watling son la pareja más absurda de la historia del cine. Ella es demasiada mujer para él, que parece recién salido de un nenúfar.

Cuando están en la cama y ella le está besando parece que le va a engullir, o que le va a golpear con su poderosa pechera y le va a dejar inconsciente.

Me hace pensar en gigantismo, en Roberto Dueñas comiéndose un petit suisse.

Por no hablar de la escena «erótica» con la chica llevando un delantal y nada más. Por mucho que sea una mujer bellísima da un poco de cosica, como si fuera una versión mejorada de la Pornochacha (¡Ahora con Thermomix!). Y luego encima Elijah le tira los espaguetis sobre la pechera (del delantal) y empieza a comérselos mientras se ríen exageradamente, y él dice: «Este momento es perfecto.» En realidad debería decir «este momento da vergüenza ajena», igual que la primera escena en la que se enrollan, en la que Leonor exhibe toda su artillería ante el hobbit y se van cayendo de los muebles (¿por qué?) y también les hace mucha gracia.
Debe de ser que la quintaesencia del amor es reírse exageradamente, perder el control de la motricidad y comer directamente sobre la piel de la persona amada. Esta bonita imagen corresponde a la primera escena: se conocen jugando al squash y parece que Leonor se va a limpiar el sudor de la frente con el pobre chaval antes de arrugarlo y metérselo en el bolsillo. Para morirse de miedo.

Además, me atrevo a cuestionar su historia de amor, porque cuando están enrollándose, Elijah empieza a pensar en Seldom, un carismático profesor interpretado por John Hurt, y se pone a soltar hipotésis dejando a la pobre chica en combinación y con cara de «ésta es la última vez que me enrollo con un intelectual.»

Es decir, su dinámica de pareja es que mientras lo hacen él piensa en cadáveres y en un viejo. No sé si ella piensa en un anillo para gobernarlos a todos, si es una pederasta reprimida, si desea traer al mundo un niño igualito que su padre (literalmente) o si simplemente en Oxford no hay mucho donde elegir.

Mucha gente me había dicho que la peli era tremenda y aunque no me entusiasma, creo que es entretenida y original, si no fuera por la trama de estos dos amantes imposibles y su falta de química. Cosa de las coproducciones, supongo. Pensando en esta anti-pareja me he acordado de las parejas maravillosas que ha dado el cine, algunas simplemente… son.



¿Se os ocurren más ejemplos de parejas absurdas y perfectas?

7 thoughts on “La Pareja más Absurda de la Historia del Cine

  1. Pareja absurda, Lucía Jiménez y Fernando Tejero en El Club de Los Suicidas. Maravillosa, Sailor y Lula en «Terciopelo Azul.»

  2. Como parejas absurdas, todas y cada una de las coyuntas que el amigo Woody Allen se ha acoplado en sus últimas películas (Julia Roberts, Tea Leoni,… ¡Charlize Theron!): no puedo entender cómo alguien que parece una mesa camilla sobre la que hay una bombilla con gafas pueda tener semejantes partenaires – ¡por Dior, Charlize Theron, ¿entienden?! -. Bueno, dicen que el cine es una fábrica de sueños, y a lo mejor su intelecto les atrae; vamos, como en la vida real…

    De parejas maravillosas, me quedo con otra de Bogart: la que forma con Katherine Kepburn en «La reina de África»; o con Sean Conney y Audrey Herpburn en «Robin y Mariam»; o con James Stewart y la Mujer Más Bella Del Mundo Sin Contar A Mi Esposa en «La ventana indiscreta»; o con…

  3. (Esto me pasa por escribir de memoria: Katherine Hepburn y Audrey Hepburn… mmmm… vaya, nunca me había dado cuenta de que eran hermanas…)

  4. Parejas absurdas: Roger y Jessica Rabbit. La elefanta y el ciempiés de Airwick.

    Parejas perfectas: Bud Spencer y Terence Hill. Epi y Blas.

  5. Marisilla muy de acuerdo.

    Estimado Grom, es cierto que lo de Woody Allen es cada vez más surrealista. Aunque cuando era su época jovenzuela, la verdad es que verle junto a Nati Abascal también quitaba bastante el hipo (en plan mal.) Afectadísimos saludos.

    Al, es cierto que Epi y Blas son una sinergia insuperable.

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