DESDE EL AIRE

Por encima de nuestras ciudades, de las calles, de las casas, del ruido y la velocidad, los trenes, los coches, los luces y los colores, por encima de nuestros problemas y triunfos, por encima de los niños y de los adultos, de las personas felices y de las melancólicas, del dolor y de la alegría, del amor y de la indiferencia, la Tierra sigue girando en el espacio con ausente perfección.

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