UNA TARDE EN EL KITCHEN CLUB

Kitchen Club, en la Calle Ballesta, 8.

No todo en la vida va a ser escribir guiones. Como dijo el otro día David Muñoz en la quinta clase de Bloguionistas, todos los que nos dedicamos a esto hemos fantaseado alguna vez con dedicarnos a otra cosa. Confieso que hay dos actividades que me encantan aparte de escribir y una de ellas es cocinar. No parece una fantasía muy viable meterse a cocinera a estas alturas, porque no sé casi nada y creo que la hostelería es igual de sacrificado y probablemente mucho más estresante que mi trabajo actual. Pero encuentro en el hecho de cocinar un contrapunto estupendo al hecho de escribir: lo haces con tus manos, y al contrario que algo que hayas escrito, se puede tocar, oler, comer y con frecuencia la gente se siente mucho más inclinado a agradecerlo y a piropearlo que los guiones.

Por eso me apunté a un curso llamado «Alta Cocina Low Cost» en el Kitchen Club regentado por el chef Andrés Madrigal, y además lo hice en compañía de mi amiga Verónica Fernández, que es una excelente guionista y una reputada cocinera. En el grupo éramos ocho, Andrés nos dijo que hiciéramos dos equipos; cada uno comería lo que hubiera cocinado el otro, aunque los platos eran los mismos. Repartió los alimentos a cada miembro del equipo; ante mí tenía una pesada tabla, un cuchillo enorme y un calabacín.

Entonces averigüé que no se me da muy bien trocear calabacines, y eso que son la piedra angular de mi alimentación. Los miembros de mi equipo (un cocinero, un actor, y un empresario) parecían haber venido al curso con la única intención de humillarme. Sin embargo, cuando sentí la urgencia de trocearlo y de no llamar más aún la atención experimenté una intensa sensación de felicidad que me acompañó el resto de la jornada, en la que, instruidos de forma muy cercana y amable por Madrigal, hicimos tres platos que luego nos comimos. Estaban deliciosos y pasamos un rato estupendo. El espacio, como podéis ver, es magnífico. Si os gusta la cocina y pensáis que os vendría bien desconectar, yo os lo recomiendo totalmente.

Cocinar me gusta porque es una de las pocas destrezas manuales en las que no doy pena, pero sobre todo porque con frecuencia cocinar es una forma de cuidar a los que nos rodean y a nosotros mismos, implica amor por el detalle y el deseo de pasar buenos ratos, de disfrutar de la vida. Y, como dije al principio, ofrece recompensas evidentes y hace que pienses que, de vez en cuando, haces algo bien. Para un escritor, es una actividad complementaria fantástica.

Andrés Madrigal (camisa blanca) y su equipo.

ENTREVISTA AL GUIONISTA DE INTRUDERS, JAIME MARQUES

por Ángela Armero

Jaime Marques (Madrid, 1968) licenciado en Ciencias de la Información, es guionista, escritor y director de cine. Su último trabajo es el guión de «Intruders» (Juan Carlos Fresnadillo, 2011) junto a Nicolás Casariego, que está siendo un éxito de crítica y público. En 2007 dirigió y escribió «Ladrones», protagonizada por María Valverde y Juan José Ballesta. La película obtuvo varios reconocimientos: Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga, Mejor Guión y Premio del Público en la Primavera Cinematográfica de Lorca, Mejor ?pera Prima en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Angeles (LALIFF), entre otros galardones. Además, Jaime ha escrito y dirigido los cortometrajes «El Eco del tiempo» y «El Paraíso Perdido». Compagina su faceta audiovisual con la escritura de relatos cortos.

1. Jaime, lo primero quería darte la enhorabuena porque ayer vi «Intruders» y me parece un peliculón. ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cuánto ha durado su desarrollo?

??Intruders? surgió en la mente de Nicolás Casariego gracias a la chispa que disparó el productor, Enrique López, quien deseaba hacer una revisión del tema de la posesión. Nicolás escribió en solitario durante un año. Los productores ??con los que había trabajado anteriormente- me llamaron para refrescar el proyecto. Todos los involucrados estaban exhaustos. Después de mi entrada trabajamos en el guión durante un año más.

2. Lo has escrito con Nicolás Casariego, más conocido por su faceta de novelista que de guionista. ¿Ha aportado una mirada diferente o complementaria?

Mi incorporación a ??Intruders? podría haber desembocado en un enfrentamiento? Afortunadamente, Nicolás y yo entramos en sincronía de inmediato. A mí me encantaba el material de partida; donde quiera que mirara veía posibilidades que explotar, recovecos donde explorar… Nico y yo somos complementarios. Ambos tenemos dos lados: uno alocado -en el que dejamos volar la imaginación- y otro disciplinado -en el que tratamos de atrapar las ideas que hemos lanzado al aire dentro del esqueleto de la estructura que manejamos. En todo momento nos repartimos los papeles: cuando uno fantasea, el otro saca regla y compás. Indistintamente.

3. Es una historia sobre los temores infantiles. ¿Cuáles eran o son los tuyos? ¿Has buscado en tu experiencia o vivencias para construir el guión?

No tengo temores infantiles. Pero estoy convencido de que disfrazo mis miedos actuales de una u otra forma. Todos lo hacemos. Lo que me atraía de ??Intruders? era la posibilidad de estudiar las ideas de fantasía y sugestión, explorar su poder a la hora de renombrar o desfigurar a nuestras inseguridades? es decir, me gustaría comprender cómo la imaginación opera sobre lo real.

4. ¿Cómo ha sido vuestra relación con el director?

Conozco a Juan Carlos desde hace años. Antes de mi incorporación a ??Intruders? habíamos desarrollado otro proyecto juntos. Por ello, ambos sabemos qué esperar el uno del otro. A Juan Carlos le gusta soñar de forma puramente visual y abstracta: a esa aproximación yo opongo una visión narrativa y conceptual.

5. No puedo dejar de preguntarte algo que me genera muchísima curiosidad. ¿En qué se nota que uno está trabajando para Universal Pictures?

En la presión.

Durante un año hemos trabajado todos los días, y bastantes noches? Y lo anterior no es una metáfora. Los plazos de entrega son innegociables, y las demandas de introducir cambios, ofrecer diferentes opciones sobre una misma escena, o discutir toda la película de arriba abajo, son constantes. UP espera que escribas veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Si lo que uno desea es ejercitar los músculos narrativos, no puede caer en mejor lugar.

6. En 2007, dirigiste y escribiste tu ópera prima, «Ladrones». ¿Qué supuso para ti la experiencia? ¿Tienes algún proyecto como director en desarrollo?

??Ladrones? supuso cumplir más una vocación que un sueño. Yo no quiero hacer películas; si pudiera sería ingeniero. Pero no sé ni puedo hacer otra cosa. En estos momentos escribo mi siguiente largo. Si se hará o no, o cuándo? ¿quién lo sabe?

7. También has hecho cortos, y has cosechado éxitos con ellos. ¿Con qué te quedarías de ese mundo?

La sensación de control. Si haces bien tu trabajo, no es difícil acercarte al resultado que perseguías. También controlas los pasos posteriores (distribución, festivales, etc?) Tienes la sensación de que todo, para bien o para mal, depende de ti. Eso me gusta. Lo único que odio del trabajo en equipo es no poder imponer mi criterio en todas las facetas del proceso, ja, ja? ¡Si pudiera lo haría!

8. Además escribes prosa. ¿Con qué lenguaje -o formato si quieres- disfrutas más?

Sinceramente, disfruto igual escribiendo prosa que escribiendo guiones. Cada historia exige un lenguaje diferente. Cuento cosas, si lo hago con palabras, imágenes o notas musicales, es lo de menos.

9. Muchos de los que leen este blog son aspirantes a guionista. ¿Cómo accediste a la industria? ¿Cuál sería tu consejo para los que quieran asomar la cabeza?

Este es mi consejo: escribid constantemente y haced contactos mediante el trabajo. Seguid cursos, colaborad en cortometrajes, pedid subvenciones, ¡no busquéis oportunidades en los bares a las dos de la mañana!

Escribid, rodad, y rodeaos de gente que comparta vuestra vocación? Estad atentos. Tarde o temprano alguien comentará: ??Necesitaría una idea para una película, una serie? un corto??

Y entonces, mostrad vuestro trabajo. Un folio escrito o un minuto de película rodada vale más que un millón de palabras y buenas intenciones.

Jaime Marques dará una master class en Hotel Kafka (Hortaleza, 104, Madrid – 917 025 016) el día 15 de Noviembre, de 19:30 a 21:30. Reserva tu plaza aquí.

ENTREVISTA A IGNACIO DEL MORAL

Ignacio del Moral es uno de los guionistas más respetados y admirados de España. Además es autor teatral, docente y ha escrito tanto para televisión (series tan emblemáticas como Farmacia de Guardia, El Comisario o El Síndrome de Ulises) como para cine («Los Lunes al Sol», «Lope», o «La Voz Dormida», la última película de Benito Zambrano, de próximo estreno.)

Ignacio acudió, hace muchos años, a la ECAM cuando yo era una alumna de guión y mis compañeros y yo nos quedamos impresionados con su despliegue de talento, humildad y pasión por la escritura. Diez años después, Ignacio impartirá una clase magistral en Hotel Kafka, desgranando los secretos de la escritura de «Los Lunes al sol», con Fernando León de Aranoa, su director. Su charla abrirá el nuevo ciclo del Club de Guión. Aprovecho la ocasión para hacerle algunas preguntas.
 

1. Ignacio, vas a diseccionar el guión de «Los Lunes al Sol» en tu clase. Igual nos podrías ofrecer un tráiler, ¿cuál es el recuerdo más significativo de aquella experiencia?

Simpre recuerdo la escritura de aquel guión como una larga conversación con Fernando, con muchas risas y sin ningún estrés. Las cosas iban surgiendo, y la mayoría de las ideas que teníamos para la película (el argumento, para empezar) fueron cambiando sobre la marcha… nunca supimos que la película iba a tener tanta trascendencia. Menos mal, porque así pudimos trabajar con total irresponsabilidad.

2. Algunos años después, en España por desgracia el desempleo sigue siendo un tema muy vigente. ¿Crees que nuestro trabajo puede ayudar en algo? Es decir, ¿el cine sirve a la sociedad? ¿De qué manera?

Sin duda, y por desgracia, las circunstancias actuales ponen la película de actualidad. Nuestro trabajo, el de la ficción dramática, sirve sobre todo para hacernos vivir, a través de personajes, experiencias que tal vez -y por suerte, en la mayoría de los casos- no nos tocará nunca vivir personalmente, ayudándonos a comprender mejor la realidad que nos rodea y sobre todo a conocer y empatizar mejor con los seres humanos. Este conocimiento puede ayudarnos a pensar y sacar conclusiones, y puede ser útil para prevenir prejuicios o para comprender mejor muchas cosas.

El problema del paro, lamentablemente, tiene unas raíces estructurales complejas, y su solución está fuera del alcance de la inmensa mayoría de nosotros. La visión de la película tal vez pueda animarnos a mantener una actitud de dignidad y esperanza, y a evitar algunos diagnósticos apresurados.

3. Pronto se estrena «La Voz Dormida», un guión escrito por ti y basado en la novela homónima de Dulce Chacón. ¿Qué perspectiva interesante aporta? Muchos de los sectores más críticos con el cine español siempre se quejan de que haya tantas películas con ese tema.

 

Empiezo por la segunda parte de la pregunta: desde luego, es un lugar común decir «otra sobre la Guerra Civil». En realidad, no hay tantas, aunque tal vez haya a quien fatigue el asunto. Yo creo que si las películas son buenas, pueden hacerse todas las que se quieran. Lo malo es que no lo sean. Creo que la idea de que se hacen demasiadas películas sobre ese periodo es difundida a veces de forma interesada por quienes se sienten muy incómodos cada vez que el tema se revisa, y aún hay muchos de esos; ellos sabrán por qué.

Y también hay sectores de público joven que pueden encontrar monótono el tono, la estética, los latiguillos y clichés que inevitablemente se reiteran en ese tipo de películas, y que, aunque no lo han vivido, no están tan lejanas en el tiempo como para resultar exóticas, sino que simplemente les suenan a viejo.
 

 

La Voz Dormida pretende incidir sobre un tema algo menos conocido, que es el de las muchas mujeres que, durante la guerra y al final de la misma, fueron encarceladas y muchas de ellas torturadas y ejecutadas, en muchas ocasiones sólo por ser mujeres, hermanas, hijas… de comunistas o «rojos» en general. Formalmente no presenta grandes novedades, es una película muy académica, y en cuanto al relato, se le ha reprochado su caracter militante y en algunos aspectos maniqueo, así como un cierto tremendismo. Puedo asegurar que la realidad fue mucho más tremenda que lo que se muestra en la película; y en todo caso, Benito tenía muy claro lo que quería contar y cómo, y la película responde muy fielmente a su postura personal.
 

4. ¿Cómo fue la experiencia de poner palabras en la boca de un genio de las letras como Lope de Vega en la película «Lope»?

Siempre es complicado abordar personajes sobre los cuales cada uno tiene una idea preconcebida y que además son objeto de estudio y reverencia por parte de sectores académicos. Para mi la clave fue pensar que el Lope de la palícula es un Lope que aún no sabe que es Lope, que no actúa para la posteridad, que se busca la vida sin ningún tipo de responabilidad histórica, improvisando, como hacemos todos día a día. Yo lo abordé como un personaje de ficción y, aunque a grandes rasgos se sigue la historia real, las escenas, las reacciones, las situaciones, son, lógicamente, todas inventadas.

Cuando se me reprocha falta de fidelidad a la verdad histórica, respondo que el propio Lope escribió obras sobre personajes históricos y naturalmente hizo de su capa un sayo, como siempre se hizo, desde Shakespeare hasta Schiller o Buero Vallejo. La Historia, con mayúscula, nos sirve de inspiración, no se trata de dar una clase. Yo disfruté mucho con la escritura de esa película, porque obligaba a un registro verbal diferente, que tuviera una cierta música de lenguaje de otros tiempos, pero siendo actual.

5. Hablemos de tu faceta televisiva. Eres un guionista veterano, ¿cómo valoras la evolución de las series en España?

Yo llegué a la TV en los últimos años 80, y me tocó asistir a la puesta en marcha de una industria que apenas existía. En estos ya más de 20 años, la ficción televisiva nacional ha pasado por diferentes ciclos, pero en general se puede hablar de una evolución sostenida, y de una mejora, especialmente en lo que se refiere a la producción y calidad de la puesta en escena.

En cuanto a los contenidos, siguen siendo algo primarios en ocasiones, muy dependientes del criterio de los ejecutivos de cadena, siempre pendientes de lo que creen que el público va a demandar y poco receptivos ante la novedad o lo que ellos consideran riesgo. De esa manera se producen vaivenes bruscos, las cadenas se imitan unas a otras, y aparecen los formatos y géneros por avalanchas: familares, profesionales, época…

Lo más estimulante es que en los últimos años parece que se ha abierto paso el género más depurado, con apuestas más claras, alejándose de aquella época en que una serie tenía que aspirar a gustar a todo el mundo, con lo que se mezclaba drama y comedia, tramas de adultos con tramas de niños… Aunque aún quedan resabios de aquello, creo que ahora las propuestas son más nítidas.

6. ¿Cómo recuerdas tu primer trabajo como guionista?

Mi primer trabajo para la Tv fue la serie «Eva y Adán, agencia matrimonial», que le encargaron a Alonso de Santos, un conocido dramaturgo, muy amigo mío, que me pidió que colaborara con él. También trabajaron en ella Eduardo Ladrón de Guevara y Yolanda García Serrano, ambos guionistas muy conocidos hoy en día. Yo no tenía ningún conocimiento del medio, ya que mi experiencia era teatral. El género, sit com (más o menos) resultaba accesible para un autor teatral. Poco después un humorista amigo, Pedro Reyes, me propuso para escribir los guiones de continuidad de un programa de variedades, «Pero ¿esto qué es?». Eso suspuso una experiencia más complicada y una inmersión más profunda en el medio. Allí conocí a Fernando León, que por entonces era jovencísimo, y escribía sketches para aquel programa.

7. ¿Qué te aporta el teatro que no te proporcionen el cine o la televisión?

Aparte del concepto de autoría, el teatro, que yo considero una faceta más del mismo oficio de dramaturgo, permite por un lado mucha más libertad en cuanto a estructura y lenguaje. En cine y Tv el formato es casi siempre realista: incluso en las tramas más aprentemente fantásticas, el desarrollo es básicamente realista, y la narración casi siempre lineal: es decir, se trata de producir impresión de realidad. El teatro hace tiempo que se libró de esa servidumbre, precisamente porque la aparición de cine y la Tv le ayudaron y obligaron a evolucionar.

Hay mucho teatro realista, desde luego, pero incluso en el teatro más realista es fácil encontrar licencias. En el teatro no hay limitación de espacios, el tiempo se puede tratar de otra manera… y sobre todo, es menos dependiente de la trama. Por lo general, en el teatro moderno la trama es mucho más escueta que en una película o que en una obra antigua: se cuentan pocas cosas, no se acumulan los lances; pero se puede profundizar mucho en el análisis de las situaciones, de las relaciones, de los personajes… y sobre todo, se hace a través de la palabra: los personajes se relacionan básicamente a través del lenguaje; todo lo demás es secundario.

Hay muchas obras que son una sola secuencia, en la que los personajes se limitan a hablar y, sin embargo, son apasionantes. Y además, en el teatro, a diferencia del cine, me apasionan los procesos y trabajos previos que conlleva un estreno. También tiene que ver el hecho de que la consideración que se tiene por el autor en el teatro es muy diferente de la que obtiene el guionista en el cine.

8. El de guionista es un oficio que puede ser muy frustrante. ¿Cómo se sobrevive al desgaste de que muchos proyectos no salgan? ¿Cómo es posible «conservar la llama» encendida muchos años?

En efecto, puede ser muy frustrante, por cuanto se trata de elaborar, dedicándole mucho tiempo y trabajo, un material que en el mismo momento en que sale de tus manos es sometido a relecturas y reinterpretaciones, sobre el que todo el mundo parece tener la capacidad de opinar… y casi siempre, o al menos eso es lo que uno piensa, para estropearlo.

En fin, todos hemos vivido esta sensación. Es la razón por la que muchos guionistas se deciden a dirigir, o al menos desean hacerlo. Para mí es más desgastante esa sensación que el hecho de que los proyectos no salgan, a lo que tú aludes en la pregunta. Con respecto a lo primero, a la impotencia que produce ver cómo tu texto es manipulado y deformado por las diferentes manos por las que pasan, supongo que uno simplemente se acostumbra.

Yo creo que la clave para no quemarse demasiado es ser muy consciente de cuál es tu papel, es decir, proporcionar un material de base para que otros construyan. Si hay suerte, lo que construyen resulta valioso. Para mí, escribir es una finalidad en sí misma, la obra acabada es el guion, y lo que hagan después procuro que no me afecte demasiado.

Por supuesto, es difícil mantener siempre ese blindaje, y en ocasiones se pasa muy mal. Para mí «Lope», por ejemplo, es una experiencia bastante dolorosa, porque es un guion en el que, aunque me llegó de encargo, puse mucha pasión y trabajo, y la película resultante es bastante fría y sin matices, lejos del humor y la calidez que yo le había puesto.

Conservar la «llama encendida»… Parece que hablamos del matrimonio, y no es mala comparación. Se trata de meterse en cada historia perdiendo de vista todo lo demás, como si fuera la primera. Casi siempre, si nos va bien, vamos a trabajar por encargo. Se trata, entonces, de hacer nuestra esa historia, buscar qué elementos de ella resuenan en nuestro interior, y atender a esa vibración. Es muy dificil que ninguna parte de una historia tenga que ver con nosotros, siempre hay algo que nos apela, si sabemos mantener una actitud abierta, sin ponernos estupendos. Para encontrarlo, hay que enfrentarse a ello sin prejuicios y sin prepotencia.
 

9. Me imagino que habrás escrito con muchos guionistas y directores. ¿Recuerdas algún consejo valioso? ¿Puedes mencionar a alguna persona de la que hayas aprendido mucho?

De todos los compañeros de viaje que uno tiene, y en efecto a estas alturas han sido muchos, los que más te marcan son los primeros, los que adoptas como maestros. Entre otras cosas porque tú eres joven y ellos son más maduros y expertos. Yo he tenido la suerte de tener estupendos maestros, generosos y sabios, que me lo enseñaron todo del oficio, ya que en la época en que yo empecé a escribir tanto teatro como guiones (primero Tv y luego cine) no había escuelas, ni se habían editado los manuales que ahora consideramos clásicos, ni siquiera se estudiaba dramaturgia en las escuales de arte dramático… éramos autodidactas la mayoría de nosotros.

Así, me crié a la sombra de autores como Alonso de Santos, Antonio Mercero, y más tarde Joaquín Oristrell… lo que todos ellos tenían en común es, aparte del talento y la generosidad, una enorme capacidad de trabajo. Muy pronto comprendí que esa era la clave. Más tarde, tuve ocasión de trabajar con los que yo llamo los «jóvenes Maestros», compañeros más jóvenes que yo, de los que aprendí mucho: Fernando León, Verónica Fernández, Daniel Sánchez Arevalo, David Planell, entre otros. Quiero creer que también ellos aprendieron de mí.

10. Por último, te pediría un consejo para aquellas personas que desean convertirse en guionistas.

El dramaturgo, y el guionista lo es, es ante todo un observador del ser humano, empezando por sí mismo. Nosotros contamos historias a través de la conducta de los personajes. Por lo tanto, nuestra herramienta de trabajo es la observación, el afecto y la preocupación por los que nos rodean. Escuchar, observar, no juzgar, aprender a establecer relaciones entre momentos y situaciones que aprentemente no lo tienen.

Una obra dramática nace de una pregunta que nos hacemos: «¿Qué pasaría si…» Una historia es una hipótesis. El principal consejo que yo puedo dar a un guionista es que viva, que obtenga sus experiencias de primera mano: que no sea un ratón de videoteca, sino que lea mucho, converse mucho, pasee mucho, escuche mucho y sienta afecto por los seres humanos que le rodean, porque solo desde ahí pueden salir historias con alma.

Espero que tengamos ocasión de hablar de todo esto cuando nos encontremos.

Ignacio del Moral estará en el Club de Guión del Hotel Kafka el próximo 11 de Octubre. Si necesitas más información, puedes solicitarla aquí.

EL CURSO DE LOS BLOGUIONISTAS YA ESTÁ AQUÍ

Hoy nos sentimos felices de presentar un proyecto estupendo que nacerá el próximo miércoles 5 de Octubre en el Hotel Kafka.

Se trata del curso BLOGUIONISTAS: EL TRABAJO DE GUIONISTA EN ESPA?A.

Por una vez pensamos que aparte de juntarnos para emborracharnos, desbarrar, sentir lástima de nosotros mismos, poner a parir a guionistas más exitosos o guapos, podíamos unirnos para hacer algo útil, como por ejemplo transmitir lo poco o lo mucho que hemos aprendido en nuestras respectivas carreras y áreas específicas de trabajo.

Por lo tanto, aunque muchos de nosotros ya éramos docentes solistas, nos ha dado por formar una Boyband (bueno, y una girl, claro) de guionistas que pueda ofrecer una visión completa, actual, rigurosa y sobre todo práctica de qué significa escribir para la pantalla en nuestro país.

Así, en el mismo curso, los que estéis interesados podéis escuchar un día al coordinador de Hispania, otro a un cortometrajista nominado al ?scar que también es guionista, director y productor, otro a un creador de una webserie que arrasa, otro al que escribió «El Espinazo del Diablo», otro a alguien experto en autoproducción y otro, al autor del cortometraje rodado en español más visto de todos los tiempos

Nuestro curso apunta a dos grandes objetivos. El primero, que los alumnos conozcan el día a día del trabajo de guionista en nuestro país. Y el segundo, que conozcan las claves para acceder al mundo laboral, claves que sólo los profesionales en activo pueden transmitir.

Además, si os apuntáis siempre podéis intentar adivinar quién acabará siendo el Justin Timberlake o el Marky-Mark-Wahlberg del grupo, o la Beyoncé, si os van más las girl bands. A mi por mi parte me gustaría ser Victoria Beckham para no pegar ni sello, pero mientras trabaje de guionista y profesora prometo contar todo lo que sé.

Este es el temario:

  1. NATXO L?PEZ: «El desarrollo de series de tv: De la idea a la pantalla».
  2. SERGIO BARREJ?N: «Recursos para guionistas en Internet»
  3. CRIST?BAL GARRIDO: «Webseries y contenidos para Internet»
  4. DANIEL CASTRO: «El cine y la vida, el reto de la creación independiente»
  5. DAVID MU?OZ: «Cómo tratar de ser guionista de cine en España (y pagar el alquiler todos los meses)».
  6. ÁNGELA ARMERO: «Cómo crear un documento de venta para una serie de tv»
  7. GUILLERMO ZAPATA: «Crowdfunding, Crowdsourcing y Transmedia».

Nos encantaría contar con vosotros. Para más información sobre los profesores, nuestros trabajos, o los detalles del curso os remito a la web del Hotel Kafka, por favor pinchad AQUÍ.

También podéis llamar al Hotel, escribir un e-mail o pasaros por allí:

(+34) 917 025 016

info@hotelkafka.com

C/Hortaleza 104, Madrid

www.hotelkafka.com

EL TALENTO ESTÁ EN LA TELE

Al menos, en Estados Unidos.

Hoy he leído este interesantísimo artículo en el blog Quinta Temporada de «El País» que habla de un documental llamado «Showrunners» y que precisamente está protagonizado por los responsables de las series más exitosas. Al parecer sus días de anonimato están tocando a su fin y están obteniendo un merecido reconocimiento.

«Si una serie de televisión fuera un equipo de fútbol, el showrunner sería su entrenador. La persona que coordina todos los elementos que componen la producción, el que se encarga de que mantega la coherencia creativa ante las presiones y el que debe dar cara ante ejecutivos de la cadena. Normalmente es el guionista que ha alumbrado la idea y con el show ya en marcha ejerce su poder desde el puesto de productor ejecutivo», afirma Miriam Lagoa en el blog.

Algunos de las brillantes mentes que hablan en este documental son Carlton Cuse, Kurt Sutter, Robert y Michelle King… todos ellos guionistas. Echo de menos a Shawn Ryan, creador de «The Shield» y uno de los escritores que más admiro.

Lo bueno de la televisión para un guionista es que es un medio en el que tiene mucho más ascendente que, por ejemplo, en el cine. Y el cine en Estados Unidos se ha devaluado tanto a manos de las franquicias, los remakes y las estupideces varias que han provocado que la tele no sólo sea el refugio glorificado de los escritores más talentosos, sino también de directores como Martin Scorsese (Boardwalk Empire), Curtis Hanson («Too Big to Fail» para HBO), Neil Jordan (Los Borgia), Michael Mann y Gus Van Sant. En este artículo del LA Times hablan de ello.

Según el artículo, «ayuda que la televisión (especialmente el cable), se ha vuelto mucho más innovador en los últimos años, con desarrollo de personajes mucho más profundos, mientras que la mayoría de los estudios han abandonado las historias más sofisticadas y de personaje en favor de las de superhéroes y piratas».

Además, la forma mayoritaria de consumir tanto cine como televisión (en casa, en un tablet, a través de Internet) hace que el cine siga perdiendo puntos en detrimento de la pequeña pantalla.

A mí me encanta el cine, pero voy una o dos veces al mes y veo series cada día. Así que para mí esta hegemonía y esta fuga de cerebros es perfectamente lógica.

¿Qué pensáis vosotros?

AARON SORKIN EN 30 ROCK

Este vídeo pertenece al capítulo 18 de la Quinta Temporada. Breve contexto (atención spoilers.) Ante una «parada forzosa» de la producción que podría acabar con la cancelación de su programa, Liz Lemon busca un plan B laboral. Acude a un programa musical llamado «The Sing Off», donde va a ser entrevistada por Nick Lachey, y se encuentra a otro candidato: Aaron Sorkin.

No lo he encontrado con subtítulos, este es más o menos el texto.

AARON SORKIN: ¿Estás para «The Sing Off»?

LIZ LEMON: Sí. ¿Te conozco?

A. Conoces mi trabajo. Camina conmigo.

(Se levantan.)

A. Soy Aaron Sorkin. Algunos hombres buenos, El Ala Oeste, La red social…

L. Studio 60.

A. Calla. ¿Conoces a Nick Lachey? Creo que no te deja ni sentarte en las reuniones. Te grita para ver cómo reaccionas.

L. No estás interesado en este trabajo, ¿verdad?

A. Claro, tengo que encontrar lo que sea. Especialmente ahora, que nuestro oficio está muriendo, con la gente jugando al Angry Birds, dándose toques en Facebook, ¿por qué a mí no me dan toques en Facebook? ¿Es que no soy guay?

L. Vaya, el mercado está realmente mal. ¡Tú eres Aaron Sorkin! Por cierto, hablando de Angry Birds, ¿sabes cómo pasarte el 11-4? Hay uno rojo y otro verde.

A. El truco está en no utilizar el verde como boomerang.

L. ¿Hemos dado toda la vuelta?

A. Escucha, señorita. Este es un género que escribo especialmente bien si la historia lo pide… ¡Esto es serio! Hicimos coches de caballitos y el primer modelo de Ford T ha entrado en la ciudad.

L. ¡Somos dinosaurios!

A. No necesitamos dos metáforas, eso es mala escritura. No es que importe.

Secretario: Señor Sorkin, el señor Lachey le verá ahora.

Aaron Sorkin entra y hace grandes reverencias.

A. Señor Lachey, soy un gran admirador de su trabajo.