ANÁLISIS DE GUI?N: MAGIC MIKE

Ayer vi «Magic Mike». Pensaba que sería un feel good con chicos guapetes, al estilo de «El Bar Coyote» y que sería un pasatiempo interesante para la noche del sábado. Pero no. «Magic Mike» es uno de esos temidos «retratos psicológicos» con moralina, totalmente fallido.

Espoilers a partir de este punto.

Argumento

Tampa, EEUU. Mike es un buen chico, emprendedor, guapo, que baila muy bien, repara autos, pone tejas y tiene una actitud de ganador. Su sueño es montar un negocio de muebles artesanos por encargo, y para ello ahorra sumando todos sus trabajos. Al que le dedica más tiempo es al de ser stripper en el local de Dallas, su jefe, un narcisista que le considera su mejor hombre. Trabajando en una obra, Mike conoce a un chico algo desaliñado y perdido, llamado Adam, a quien luego se encuentra en la puerta de bareto. Adam le pide que le deje entrar con él. Adam descubre cómo Mike hace de gancho para llevar mujeres a un local de strippers masculinos, y los dos acaban en el local de Dallas. Ante la repentina baja de uno de los bailarines, Adam se despelota y las señoras se entusiasman.

A medida que Adam se involucra en el negocio, van surgiendo los problemas, porque descontrola con el alcohol y le atrae el dinero fácil. Pero Mike le promete a su hermana, Brooke, una chica sensata con un novio muy aburrido, que cuidará de él. Pero Adam sigue metiéndose en problemas. Adquiere una deuda con un traficante, y rivaliza con Mike por el aprecio de Dallas. La amistad entre Brooke y Mike se estrecha, él sabe que ella tiene novia y él se ve con Joanna, a la que llama cuando le apetece acostarse con alguien. Dallas quiere que el negocio crezca e invierte en un local enorme en Miami: comparte la noticia eufórico con todos sus chicos, con el traslado serán más grandes y más ricos.

La hermana represora, dice que no le parece bien. Encima, poco después Adam amanece comatoso en casa de Mike, y Brooke se enfada con él por haber dejado que su hermano se pusiera tan ciego. Después, aparecen unos matones en casa de Mike, buscando a Adam para partirle las piernas por la deuda. Mike paga, fundiéndose sus ahorros, y descubre que Dallas ha hecho socio a Adam. También descubre que Joanna tiene un prometido y que va a casarse. Asqueado por su jefe, su amigo y su vida, decide que lo deja, no se va a Miami. Va a hablar con Brooke, le dice que no va a Miami, que lo deja. Ella, complacidada por su decisión de dejar los tangas de lentejuelas, le dice que ha roto con su novio, y le pide que pasen la noche juntos.

FIN.

Problemas de caracterización y motivación

Hay un enorme problema en la caracterización y la motivación de ls personajes. Si un personaje no está caracterizado y motivado, no hay empatía, y si no hay empatía, una película se ve desde el aburrimiento más absoluto.

Mike, a quien hemos visto amanecer en la cama con dos mujeres, se presenta en una obra. El capataz le quiere esquilmar pero él le saca algo más de dinero por hora. El capataz confía en él. Es un chico trabajador, y de fiar. Es un buen chico, y trabaja mucho para poder ser su jefe algún día. Es divertido, simpático, generoso, sexy. No es una presentación magistral, pero es pasable.

Adam conoce a Mike en la obra. Mike le enseña, Adam se muestra pasota y vago, y el capataz le sorprende cogiendo una lata más de pepsi y se disgusta con él. Adam se queda sin trabajo. Afortunadamente, gracias a su encuentro fortuito, Mike le lleva a su mundo. Lo hace a pesar de su conocido es un pasota robapepsis sin más gracia que la de ser físicamente atractivo (que sí explica que le quiera reclutar para el negocio.)

Creo que es muy mala idea presentar a un protagonista como un tonto a las tres, sin meta alguna, pasota, egoísta y ladrón, y encima ladrón de una lamentable lata de pepsi. ¿Por qué? Porque un tío guapo pero vago sin ningún talento, virtud o capacidad especial no le cae bien a nadie: es un gilipollas sin carácter que confía en que el resto del mundo le saque las castañas del fuego, y cuyas iniciativas sólo están encaminadas a meterse en líos. Está muy claro que Adam es una excusa del guionista para conseguir dos cosas: unir sentimentalmente a Brooke con Mike, y para cagarla más y más para ponerle las cosas más difíciles al protagonista, forzándole a un cambio de vida.

Odio todo.

Brooke, la hermana, ocupa el rol de la represión. Al grito de «me preocupo por mi hermano» es una chica guapa a la que todo le parece fatal. Sin embargo, a pesar de ser un limón, a Mike le gusta, ¿Por qué? porque es guapa y es la hermana de su colega. Inicialmente se la presenta como una «secretaria de enfermeras», tarea administrativa que reside en hacerle papeleos a enfermera. Tan rebuscada profesión no tiene más interés o propósito que mostrarla con su aburrido novio Paul, abogado del sector médico. (Tiene pinta de residuo de una versión temprana del guión.) Del mismo modo, Brooke es la percha sentimental que hará ver a Mike que su vida está MAL. A pesar de ser antipática, gris y no tener ningún objetivo claro más allá de mantener a su hermano fuera de la Clínica Mayo, a Mike le gusta.

Vaguear

Encuentro aspectos que (siempre en mi opinión) delatan demasiadas reescrituras y mucho cansancio, no saber aprovechar el material que hay entre manos o simplemente no saber contar bien las cosas. No tiene sentido que Brooke tenga un novio pijo y soso si luego desaparece sin que Mike tenga nada que ver, ni que a Brooke se le plantee el dilema de escoger entre su novio formal y el cachondo stripper con buen corazón (a mí me encantaría ver esa película).

Se nota que tiene novio al principio porque al guionista le conviene, y que no lo tiene al final por la misma razón. Otro tanto sucede con Joanna, la pretendienta bisexual de Mike, a la que llama en plan «booty call» y que se percibe como un rollo sin más. Al encontrarla en un restaurante con su prometido, cuya existencia ignoraba, Mike reacciona como una dama victoriana, como si comiesen todos los domingos en casa de los padres de ella. Para un tío stripper que se acuesta con las tías a pares, es una reacción infantil, y sobre todo, completamente incoherente con su relación con ella. (¿Acaso no está enamorado de Brooke?).

Así pues, en «Magic Mike» los personajes no son personas, son muñequitos de futbolín que sólo sirven para dar patadas a la bola que el guionista pone en juego, y por eso se ve con cierto aburrimiento, solo amenizado por los bailes de los chicos.

Pero lo que más me fastidia es la perversidad del mensaje: cuando Magic Mike se da cuenta de que quiere dejar de ser stripper, su amada la sosa le premia abriéndole su corazón. Esta conclusión, aparte de estar sobadísima y ser muy previsible, es de una moralina lamentable y represora. Parece querer decir que solo hay una forma de vivir y de hacer las cosas y esa forma es no enseñar el culo. Resulta bastante paradójico vender la película exaltando el atractivo y la energía de unos strippers para acabar diciéndole al espectador: eso que te ha hecho pagar tu entrada es malo.

Esto es lo que pienso de la moralina final de Magic Mike:

Por suerte, al menos están los bailes de Channing Tatum; no lo digo sólo porque sea guapo (que lo es) sino porque sabe bailar.

Por ciertismo: Hemos ampliado el plazo de matriculación de mi curso de Guión de Tv, si te interesa, tienes algunos días más para apuntarte. Infórmate AQUÍ.

PROMOCI?N FANTASMA Y OTRAS RECOMENDACIONES

«Promoción Fantasma» es una comedia sobre un grupo de adolescentes muertos cuyos espíritus se resisten a abandonar el Instituto en el que murieron en una lamentable tragedia. La directora del centro (Alexandra Jiménez) recluta a un profesor inestable y bastante pringado (Raúl Arévalo) porque ante los extraños fenómenos que suceden en el Instituto todos los docentes abandonan. Resulta que la causa de la inestabilidad del profesor es que ve y puede comunicarse con los muertos; él será el encargado de hablar con ellos para lograr que se marchen de allí. Este es el trailer:

Esta premisa, aparte de ser original, funciona muy bien gracias al fantástico guión de Cristóbal Garrido y Adolfo Valor. Los actores también están estupendos, hay muchísimas risas, algo de ternura, y referencias generacionales bastante simpáticas, ya que como los protagonistas fallecieron en 1986, toda la peli recuerda a los clásicos de John Hugues y al género «High School Americano» ochentero que a los niños de los setenta / ochenta nos trae tan buenos recuerdos. En definitiva, ojalá sea un éxito porque se lo merece.

No sólo comento esto porque Cristóbal sea un buen amigo, un gran guionista, profesor de Bloguionistas (de cuya nueva edición os hablaré más tarde), un diseñador gráfico estupendo, sino porque por un lado tengo que felicitarle y por otro me da una envidia chunguísima y no encuentro mejor ocasión para decírselo. Así que si os gusta lo que viene siendo reírse (que para llorar ya están los telediarios) no os la perdáis.

También tengo que anunciaros que mi curso de Guión de TV comienza el 13 de Febrero en Hotel Kafka. Se trabaja como en una serie, y el objetivo es enteramente práctico: hay que hacer un piloto de una serie entre vosotros, si decidís apuntaros, y yo.

Por otro lado, el curso de Bloguionistas vuelve y lo hace el 14 de Marzo. Ya sabéis qué nomina de profes somos, la Boy Band del guionismo con más seguidores y más troles de ultraderecha queremos seguir dándolo todo.

Para acabar os dejo con el enlace de «RESU?LVELO», un corto de 30 segundos que he hecho para el notodo con ayuda de grandes profesionales como Ignacio Giménez Rico, Daniel Alfonso Mora, Inmaculada García, Miguel Ángel Fernández Rubio o Gorka Briones.

ENTREVISTA AL GUIONISTA DE INTRUDERS, JAIME MARQUES

por Ángela Armero

Jaime Marques (Madrid, 1968) licenciado en Ciencias de la Información, es guionista, escritor y director de cine. Su último trabajo es el guión de «Intruders» (Juan Carlos Fresnadillo, 2011) junto a Nicolás Casariego, que está siendo un éxito de crítica y público. En 2007 dirigió y escribió «Ladrones», protagonizada por María Valverde y Juan José Ballesta. La película obtuvo varios reconocimientos: Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga, Mejor Guión y Premio del Público en la Primavera Cinematográfica de Lorca, Mejor ?pera Prima en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Angeles (LALIFF), entre otros galardones. Además, Jaime ha escrito y dirigido los cortometrajes «El Eco del tiempo» y «El Paraíso Perdido». Compagina su faceta audiovisual con la escritura de relatos cortos.

1. Jaime, lo primero quería darte la enhorabuena porque ayer vi «Intruders» y me parece un peliculón. ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cuánto ha durado su desarrollo?

??Intruders? surgió en la mente de Nicolás Casariego gracias a la chispa que disparó el productor, Enrique López, quien deseaba hacer una revisión del tema de la posesión. Nicolás escribió en solitario durante un año. Los productores ??con los que había trabajado anteriormente- me llamaron para refrescar el proyecto. Todos los involucrados estaban exhaustos. Después de mi entrada trabajamos en el guión durante un año más.

2. Lo has escrito con Nicolás Casariego, más conocido por su faceta de novelista que de guionista. ¿Ha aportado una mirada diferente o complementaria?

Mi incorporación a ??Intruders? podría haber desembocado en un enfrentamiento? Afortunadamente, Nicolás y yo entramos en sincronía de inmediato. A mí me encantaba el material de partida; donde quiera que mirara veía posibilidades que explotar, recovecos donde explorar… Nico y yo somos complementarios. Ambos tenemos dos lados: uno alocado -en el que dejamos volar la imaginación- y otro disciplinado -en el que tratamos de atrapar las ideas que hemos lanzado al aire dentro del esqueleto de la estructura que manejamos. En todo momento nos repartimos los papeles: cuando uno fantasea, el otro saca regla y compás. Indistintamente.

3. Es una historia sobre los temores infantiles. ¿Cuáles eran o son los tuyos? ¿Has buscado en tu experiencia o vivencias para construir el guión?

No tengo temores infantiles. Pero estoy convencido de que disfrazo mis miedos actuales de una u otra forma. Todos lo hacemos. Lo que me atraía de ??Intruders? era la posibilidad de estudiar las ideas de fantasía y sugestión, explorar su poder a la hora de renombrar o desfigurar a nuestras inseguridades? es decir, me gustaría comprender cómo la imaginación opera sobre lo real.

4. ¿Cómo ha sido vuestra relación con el director?

Conozco a Juan Carlos desde hace años. Antes de mi incorporación a ??Intruders? habíamos desarrollado otro proyecto juntos. Por ello, ambos sabemos qué esperar el uno del otro. A Juan Carlos le gusta soñar de forma puramente visual y abstracta: a esa aproximación yo opongo una visión narrativa y conceptual.

5. No puedo dejar de preguntarte algo que me genera muchísima curiosidad. ¿En qué se nota que uno está trabajando para Universal Pictures?

En la presión.

Durante un año hemos trabajado todos los días, y bastantes noches? Y lo anterior no es una metáfora. Los plazos de entrega son innegociables, y las demandas de introducir cambios, ofrecer diferentes opciones sobre una misma escena, o discutir toda la película de arriba abajo, son constantes. UP espera que escribas veinticuatro horas al día, siete días a la semana. Si lo que uno desea es ejercitar los músculos narrativos, no puede caer en mejor lugar.

6. En 2007, dirigiste y escribiste tu ópera prima, «Ladrones». ¿Qué supuso para ti la experiencia? ¿Tienes algún proyecto como director en desarrollo?

??Ladrones? supuso cumplir más una vocación que un sueño. Yo no quiero hacer películas; si pudiera sería ingeniero. Pero no sé ni puedo hacer otra cosa. En estos momentos escribo mi siguiente largo. Si se hará o no, o cuándo? ¿quién lo sabe?

7. También has hecho cortos, y has cosechado éxitos con ellos. ¿Con qué te quedarías de ese mundo?

La sensación de control. Si haces bien tu trabajo, no es difícil acercarte al resultado que perseguías. También controlas los pasos posteriores (distribución, festivales, etc?) Tienes la sensación de que todo, para bien o para mal, depende de ti. Eso me gusta. Lo único que odio del trabajo en equipo es no poder imponer mi criterio en todas las facetas del proceso, ja, ja? ¡Si pudiera lo haría!

8. Además escribes prosa. ¿Con qué lenguaje -o formato si quieres- disfrutas más?

Sinceramente, disfruto igual escribiendo prosa que escribiendo guiones. Cada historia exige un lenguaje diferente. Cuento cosas, si lo hago con palabras, imágenes o notas musicales, es lo de menos.

9. Muchos de los que leen este blog son aspirantes a guionista. ¿Cómo accediste a la industria? ¿Cuál sería tu consejo para los que quieran asomar la cabeza?

Este es mi consejo: escribid constantemente y haced contactos mediante el trabajo. Seguid cursos, colaborad en cortometrajes, pedid subvenciones, ¡no busquéis oportunidades en los bares a las dos de la mañana!

Escribid, rodad, y rodeaos de gente que comparta vuestra vocación? Estad atentos. Tarde o temprano alguien comentará: ??Necesitaría una idea para una película, una serie? un corto??

Y entonces, mostrad vuestro trabajo. Un folio escrito o un minuto de película rodada vale más que un millón de palabras y buenas intenciones.

Jaime Marques dará una master class en Hotel Kafka (Hortaleza, 104, Madrid – 917 025 016) el día 15 de Noviembre, de 19:30 a 21:30. Reserva tu plaza aquí.

ENTREVISTA A IGNACIO DEL MORAL

Ignacio del Moral es uno de los guionistas más respetados y admirados de España. Además es autor teatral, docente y ha escrito tanto para televisión (series tan emblemáticas como Farmacia de Guardia, El Comisario o El Síndrome de Ulises) como para cine («Los Lunes al Sol», «Lope», o «La Voz Dormida», la última película de Benito Zambrano, de próximo estreno.)

Ignacio acudió, hace muchos años, a la ECAM cuando yo era una alumna de guión y mis compañeros y yo nos quedamos impresionados con su despliegue de talento, humildad y pasión por la escritura. Diez años después, Ignacio impartirá una clase magistral en Hotel Kafka, desgranando los secretos de la escritura de «Los Lunes al sol», con Fernando León de Aranoa, su director. Su charla abrirá el nuevo ciclo del Club de Guión. Aprovecho la ocasión para hacerle algunas preguntas.
 

1. Ignacio, vas a diseccionar el guión de «Los Lunes al Sol» en tu clase. Igual nos podrías ofrecer un tráiler, ¿cuál es el recuerdo más significativo de aquella experiencia?

Simpre recuerdo la escritura de aquel guión como una larga conversación con Fernando, con muchas risas y sin ningún estrés. Las cosas iban surgiendo, y la mayoría de las ideas que teníamos para la película (el argumento, para empezar) fueron cambiando sobre la marcha… nunca supimos que la película iba a tener tanta trascendencia. Menos mal, porque así pudimos trabajar con total irresponsabilidad.

2. Algunos años después, en España por desgracia el desempleo sigue siendo un tema muy vigente. ¿Crees que nuestro trabajo puede ayudar en algo? Es decir, ¿el cine sirve a la sociedad? ¿De qué manera?

Sin duda, y por desgracia, las circunstancias actuales ponen la película de actualidad. Nuestro trabajo, el de la ficción dramática, sirve sobre todo para hacernos vivir, a través de personajes, experiencias que tal vez -y por suerte, en la mayoría de los casos- no nos tocará nunca vivir personalmente, ayudándonos a comprender mejor la realidad que nos rodea y sobre todo a conocer y empatizar mejor con los seres humanos. Este conocimiento puede ayudarnos a pensar y sacar conclusiones, y puede ser útil para prevenir prejuicios o para comprender mejor muchas cosas.

El problema del paro, lamentablemente, tiene unas raíces estructurales complejas, y su solución está fuera del alcance de la inmensa mayoría de nosotros. La visión de la película tal vez pueda animarnos a mantener una actitud de dignidad y esperanza, y a evitar algunos diagnósticos apresurados.

3. Pronto se estrena «La Voz Dormida», un guión escrito por ti y basado en la novela homónima de Dulce Chacón. ¿Qué perspectiva interesante aporta? Muchos de los sectores más críticos con el cine español siempre se quejan de que haya tantas películas con ese tema.

 

Empiezo por la segunda parte de la pregunta: desde luego, es un lugar común decir «otra sobre la Guerra Civil». En realidad, no hay tantas, aunque tal vez haya a quien fatigue el asunto. Yo creo que si las películas son buenas, pueden hacerse todas las que se quieran. Lo malo es que no lo sean. Creo que la idea de que se hacen demasiadas películas sobre ese periodo es difundida a veces de forma interesada por quienes se sienten muy incómodos cada vez que el tema se revisa, y aún hay muchos de esos; ellos sabrán por qué.

Y también hay sectores de público joven que pueden encontrar monótono el tono, la estética, los latiguillos y clichés que inevitablemente se reiteran en ese tipo de películas, y que, aunque no lo han vivido, no están tan lejanas en el tiempo como para resultar exóticas, sino que simplemente les suenan a viejo.
 

 

La Voz Dormida pretende incidir sobre un tema algo menos conocido, que es el de las muchas mujeres que, durante la guerra y al final de la misma, fueron encarceladas y muchas de ellas torturadas y ejecutadas, en muchas ocasiones sólo por ser mujeres, hermanas, hijas… de comunistas o «rojos» en general. Formalmente no presenta grandes novedades, es una película muy académica, y en cuanto al relato, se le ha reprochado su caracter militante y en algunos aspectos maniqueo, así como un cierto tremendismo. Puedo asegurar que la realidad fue mucho más tremenda que lo que se muestra en la película; y en todo caso, Benito tenía muy claro lo que quería contar y cómo, y la película responde muy fielmente a su postura personal.
 

4. ¿Cómo fue la experiencia de poner palabras en la boca de un genio de las letras como Lope de Vega en la película «Lope»?

Siempre es complicado abordar personajes sobre los cuales cada uno tiene una idea preconcebida y que además son objeto de estudio y reverencia por parte de sectores académicos. Para mi la clave fue pensar que el Lope de la palícula es un Lope que aún no sabe que es Lope, que no actúa para la posteridad, que se busca la vida sin ningún tipo de responabilidad histórica, improvisando, como hacemos todos día a día. Yo lo abordé como un personaje de ficción y, aunque a grandes rasgos se sigue la historia real, las escenas, las reacciones, las situaciones, son, lógicamente, todas inventadas.

Cuando se me reprocha falta de fidelidad a la verdad histórica, respondo que el propio Lope escribió obras sobre personajes históricos y naturalmente hizo de su capa un sayo, como siempre se hizo, desde Shakespeare hasta Schiller o Buero Vallejo. La Historia, con mayúscula, nos sirve de inspiración, no se trata de dar una clase. Yo disfruté mucho con la escritura de esa película, porque obligaba a un registro verbal diferente, que tuviera una cierta música de lenguaje de otros tiempos, pero siendo actual.

5. Hablemos de tu faceta televisiva. Eres un guionista veterano, ¿cómo valoras la evolución de las series en España?

Yo llegué a la TV en los últimos años 80, y me tocó asistir a la puesta en marcha de una industria que apenas existía. En estos ya más de 20 años, la ficción televisiva nacional ha pasado por diferentes ciclos, pero en general se puede hablar de una evolución sostenida, y de una mejora, especialmente en lo que se refiere a la producción y calidad de la puesta en escena.

En cuanto a los contenidos, siguen siendo algo primarios en ocasiones, muy dependientes del criterio de los ejecutivos de cadena, siempre pendientes de lo que creen que el público va a demandar y poco receptivos ante la novedad o lo que ellos consideran riesgo. De esa manera se producen vaivenes bruscos, las cadenas se imitan unas a otras, y aparecen los formatos y géneros por avalanchas: familares, profesionales, época…

Lo más estimulante es que en los últimos años parece que se ha abierto paso el género más depurado, con apuestas más claras, alejándose de aquella época en que una serie tenía que aspirar a gustar a todo el mundo, con lo que se mezclaba drama y comedia, tramas de adultos con tramas de niños… Aunque aún quedan resabios de aquello, creo que ahora las propuestas son más nítidas.

6. ¿Cómo recuerdas tu primer trabajo como guionista?

Mi primer trabajo para la Tv fue la serie «Eva y Adán, agencia matrimonial», que le encargaron a Alonso de Santos, un conocido dramaturgo, muy amigo mío, que me pidió que colaborara con él. También trabajaron en ella Eduardo Ladrón de Guevara y Yolanda García Serrano, ambos guionistas muy conocidos hoy en día. Yo no tenía ningún conocimiento del medio, ya que mi experiencia era teatral. El género, sit com (más o menos) resultaba accesible para un autor teatral. Poco después un humorista amigo, Pedro Reyes, me propuso para escribir los guiones de continuidad de un programa de variedades, «Pero ¿esto qué es?». Eso suspuso una experiencia más complicada y una inmersión más profunda en el medio. Allí conocí a Fernando León, que por entonces era jovencísimo, y escribía sketches para aquel programa.

7. ¿Qué te aporta el teatro que no te proporcionen el cine o la televisión?

Aparte del concepto de autoría, el teatro, que yo considero una faceta más del mismo oficio de dramaturgo, permite por un lado mucha más libertad en cuanto a estructura y lenguaje. En cine y Tv el formato es casi siempre realista: incluso en las tramas más aprentemente fantásticas, el desarrollo es básicamente realista, y la narración casi siempre lineal: es decir, se trata de producir impresión de realidad. El teatro hace tiempo que se libró de esa servidumbre, precisamente porque la aparición de cine y la Tv le ayudaron y obligaron a evolucionar.

Hay mucho teatro realista, desde luego, pero incluso en el teatro más realista es fácil encontrar licencias. En el teatro no hay limitación de espacios, el tiempo se puede tratar de otra manera… y sobre todo, es menos dependiente de la trama. Por lo general, en el teatro moderno la trama es mucho más escueta que en una película o que en una obra antigua: se cuentan pocas cosas, no se acumulan los lances; pero se puede profundizar mucho en el análisis de las situaciones, de las relaciones, de los personajes… y sobre todo, se hace a través de la palabra: los personajes se relacionan básicamente a través del lenguaje; todo lo demás es secundario.

Hay muchas obras que son una sola secuencia, en la que los personajes se limitan a hablar y, sin embargo, son apasionantes. Y además, en el teatro, a diferencia del cine, me apasionan los procesos y trabajos previos que conlleva un estreno. También tiene que ver el hecho de que la consideración que se tiene por el autor en el teatro es muy diferente de la que obtiene el guionista en el cine.

8. El de guionista es un oficio que puede ser muy frustrante. ¿Cómo se sobrevive al desgaste de que muchos proyectos no salgan? ¿Cómo es posible «conservar la llama» encendida muchos años?

En efecto, puede ser muy frustrante, por cuanto se trata de elaborar, dedicándole mucho tiempo y trabajo, un material que en el mismo momento en que sale de tus manos es sometido a relecturas y reinterpretaciones, sobre el que todo el mundo parece tener la capacidad de opinar… y casi siempre, o al menos eso es lo que uno piensa, para estropearlo.

En fin, todos hemos vivido esta sensación. Es la razón por la que muchos guionistas se deciden a dirigir, o al menos desean hacerlo. Para mí es más desgastante esa sensación que el hecho de que los proyectos no salgan, a lo que tú aludes en la pregunta. Con respecto a lo primero, a la impotencia que produce ver cómo tu texto es manipulado y deformado por las diferentes manos por las que pasan, supongo que uno simplemente se acostumbra.

Yo creo que la clave para no quemarse demasiado es ser muy consciente de cuál es tu papel, es decir, proporcionar un material de base para que otros construyan. Si hay suerte, lo que construyen resulta valioso. Para mí, escribir es una finalidad en sí misma, la obra acabada es el guion, y lo que hagan después procuro que no me afecte demasiado.

Por supuesto, es difícil mantener siempre ese blindaje, y en ocasiones se pasa muy mal. Para mí «Lope», por ejemplo, es una experiencia bastante dolorosa, porque es un guion en el que, aunque me llegó de encargo, puse mucha pasión y trabajo, y la película resultante es bastante fría y sin matices, lejos del humor y la calidez que yo le había puesto.

Conservar la «llama encendida»… Parece que hablamos del matrimonio, y no es mala comparación. Se trata de meterse en cada historia perdiendo de vista todo lo demás, como si fuera la primera. Casi siempre, si nos va bien, vamos a trabajar por encargo. Se trata, entonces, de hacer nuestra esa historia, buscar qué elementos de ella resuenan en nuestro interior, y atender a esa vibración. Es muy dificil que ninguna parte de una historia tenga que ver con nosotros, siempre hay algo que nos apela, si sabemos mantener una actitud abierta, sin ponernos estupendos. Para encontrarlo, hay que enfrentarse a ello sin prejuicios y sin prepotencia.
 

9. Me imagino que habrás escrito con muchos guionistas y directores. ¿Recuerdas algún consejo valioso? ¿Puedes mencionar a alguna persona de la que hayas aprendido mucho?

De todos los compañeros de viaje que uno tiene, y en efecto a estas alturas han sido muchos, los que más te marcan son los primeros, los que adoptas como maestros. Entre otras cosas porque tú eres joven y ellos son más maduros y expertos. Yo he tenido la suerte de tener estupendos maestros, generosos y sabios, que me lo enseñaron todo del oficio, ya que en la época en que yo empecé a escribir tanto teatro como guiones (primero Tv y luego cine) no había escuelas, ni se habían editado los manuales que ahora consideramos clásicos, ni siquiera se estudiaba dramaturgia en las escuales de arte dramático… éramos autodidactas la mayoría de nosotros.

Así, me crié a la sombra de autores como Alonso de Santos, Antonio Mercero, y más tarde Joaquín Oristrell… lo que todos ellos tenían en común es, aparte del talento y la generosidad, una enorme capacidad de trabajo. Muy pronto comprendí que esa era la clave. Más tarde, tuve ocasión de trabajar con los que yo llamo los «jóvenes Maestros», compañeros más jóvenes que yo, de los que aprendí mucho: Fernando León, Verónica Fernández, Daniel Sánchez Arevalo, David Planell, entre otros. Quiero creer que también ellos aprendieron de mí.

10. Por último, te pediría un consejo para aquellas personas que desean convertirse en guionistas.

El dramaturgo, y el guionista lo es, es ante todo un observador del ser humano, empezando por sí mismo. Nosotros contamos historias a través de la conducta de los personajes. Por lo tanto, nuestra herramienta de trabajo es la observación, el afecto y la preocupación por los que nos rodean. Escuchar, observar, no juzgar, aprender a establecer relaciones entre momentos y situaciones que aprentemente no lo tienen.

Una obra dramática nace de una pregunta que nos hacemos: «¿Qué pasaría si…» Una historia es una hipótesis. El principal consejo que yo puedo dar a un guionista es que viva, que obtenga sus experiencias de primera mano: que no sea un ratón de videoteca, sino que lea mucho, converse mucho, pasee mucho, escuche mucho y sienta afecto por los seres humanos que le rodean, porque solo desde ahí pueden salir historias con alma.

Espero que tengamos ocasión de hablar de todo esto cuando nos encontremos.

Ignacio del Moral estará en el Club de Guión del Hotel Kafka el próximo 11 de Octubre. Si necesitas más información, puedes solicitarla aquí.

EL CURSO DE LOS BLOGUIONISTAS YA ESTÁ AQUÍ

Hoy nos sentimos felices de presentar un proyecto estupendo que nacerá el próximo miércoles 5 de Octubre en el Hotel Kafka.

Se trata del curso BLOGUIONISTAS: EL TRABAJO DE GUIONISTA EN ESPA?A.

Por una vez pensamos que aparte de juntarnos para emborracharnos, desbarrar, sentir lástima de nosotros mismos, poner a parir a guionistas más exitosos o guapos, podíamos unirnos para hacer algo útil, como por ejemplo transmitir lo poco o lo mucho que hemos aprendido en nuestras respectivas carreras y áreas específicas de trabajo.

Por lo tanto, aunque muchos de nosotros ya éramos docentes solistas, nos ha dado por formar una Boyband (bueno, y una girl, claro) de guionistas que pueda ofrecer una visión completa, actual, rigurosa y sobre todo práctica de qué significa escribir para la pantalla en nuestro país.

Así, en el mismo curso, los que estéis interesados podéis escuchar un día al coordinador de Hispania, otro a un cortometrajista nominado al ?scar que también es guionista, director y productor, otro a un creador de una webserie que arrasa, otro al que escribió «El Espinazo del Diablo», otro a alguien experto en autoproducción y otro, al autor del cortometraje rodado en español más visto de todos los tiempos

Nuestro curso apunta a dos grandes objetivos. El primero, que los alumnos conozcan el día a día del trabajo de guionista en nuestro país. Y el segundo, que conozcan las claves para acceder al mundo laboral, claves que sólo los profesionales en activo pueden transmitir.

Además, si os apuntáis siempre podéis intentar adivinar quién acabará siendo el Justin Timberlake o el Marky-Mark-Wahlberg del grupo, o la Beyoncé, si os van más las girl bands. A mi por mi parte me gustaría ser Victoria Beckham para no pegar ni sello, pero mientras trabaje de guionista y profesora prometo contar todo lo que sé.

Este es el temario:

  1. NATXO L?PEZ: «El desarrollo de series de tv: De la idea a la pantalla».
  2. SERGIO BARREJ?N: «Recursos para guionistas en Internet»
  3. CRIST?BAL GARRIDO: «Webseries y contenidos para Internet»
  4. DANIEL CASTRO: «El cine y la vida, el reto de la creación independiente»
  5. DAVID MU?OZ: «Cómo tratar de ser guionista de cine en España (y pagar el alquiler todos los meses)».
  6. ÁNGELA ARMERO: «Cómo crear un documento de venta para una serie de tv»
  7. GUILLERMO ZAPATA: «Crowdfunding, Crowdsourcing y Transmedia».

Nos encantaría contar con vosotros. Para más información sobre los profesores, nuestros trabajos, o los detalles del curso os remito a la web del Hotel Kafka, por favor pinchad AQUÍ.

También podéis llamar al Hotel, escribir un e-mail o pasaros por allí:

(+34) 917 025 016

info@hotelkafka.com

C/Hortaleza 104, Madrid

www.hotelkafka.com