Como sabéis, escribiendo «Oliver y Max» he leído muchísimos libros de la II Guerra Mundial. Incluso antes de iniciar el proceso de documentación siempre me ha gustado muchísimo el tema. Para cualquier que tenga el mismo interés que yo en aquella época, Jesús Hernández, (Barcelona, 1966) es seguramente un viejo conocido. En mi casa, como podéis ver, tengo unos cuantos títulos de este autor, uno de los mejores investigadores de esta época tan oscura y fascinante. Aquí podéis encontrar un listado completo de sus obras y algunos datos más sobre él, y aquí su blog que os recomiendo.
Su último libro es «Los Magos de Hitler» y se dedica a profundizar en las controvertidas relaciones entre los astrólogos y videntes que trabajaban para la maquinaria nazi, a pesar de que su actividad estaba oficialmente prohibida por el III Reich. Esto es lo que nos ha contado Jesús.
Erik Jan Hanussen, mentalista de origen judío, aclamado en la época de la Alemania nazi como un gran oculista, es uno de los protagonistas de tu libro. Como cuentas en tu libro»Los Magos de Hitler», Hanussen predijo el ascenso al poder de Hitler y la posterior destrucción de Alemania. ¿Crees que realmente tenía poderes?
Yo no creo en que alguien pueda tener “poderes”, sea lo que sea que eso signifique. Parto de la idea de que cualquier hecho ha de tener una explicación racional, así que lo descarto.
Además, Hanussen también predijo el incendio del Reichstag. ¿Pudo ser un hombre intuitivo, dotado con talento paranormal, o extraordinariamente bien informado?
Hanussen sigue siendo un completo enigma para los historiadores, es realmente difícil saber cuál era el secreto de su éxito como adivino, pero yo estoy convencido de que poseía una memoria fuera de lo normal, que además se encargaba de ejercitar a diario, además de que estaba dotado de una gran intuición. El sabía combinar esas virtudes con un sentido innato para el espectáculo. Sin embargo, teniendo en cuenta lo mal que acabó para él su peligrosa relación con los nazis, sorprende que no supiera prever lo que le iba a ocurrir, algo que quizás hubiera podido aventurar cualquier persona con un poco de sentido común.
Hanussen estuvo toda la vida huyendo de las publicaciones que demostraban que era judío. ¿Crees que Hitler lo sabía y lo toleraba?
Hitler podía estar loco, pero era un tipo muy pragmático, al menos en esa época. Si consideraba que Hanussen podía ser útil para su ascenso político, lo que en ese momento suponía su absoluta prioridad, no hubiera dudado en utilizarlo aunque fuera judío; siempre habría tiempo después para eliminarlo. Del mismo modo, Hitler no tenía empacho en firmar cualquier tipo de acuerdo o compromiso, para romperlo en cuanto eso fuera bien para sus intereses, por lo que esa actitud entraría dentro de sus pautas habituales de comportamiento.
Resulta muy interesante y trágica la ambivalente relación de los nazis con los magos y videntes. ¿Crees que eran así con otros colectivos?
En algunos casos, se rehabilitó a judíos que podían ser útiles al Reich, proporcionándoles documentación que certificaba que eran arios. De hecho, el jefe de la Luftwaffe, Hermann Göring, dijo en una ocasión: “Yo decido quién es judío y quién no”. Por ejemplo, el padre del mariscal Erhard Milch era judío.
No obstante, el caso de los astrólogos y videntes es mucho más sorprendente, ya que fueron detenidos y enviados a los campos de concentración, pero poco después se recurrió a ellos para ayudar al esfuerzo de guerra, localizando barcos enemigos en el Atlántico, por ejemplo. Los jerarcas nazis también recurrían personalmente a los videntes a pesar de que esas prácticas estaban prohibidas. Estas contradicciones me fascinaron, y fueron las que me motivaron para estudiar este caso.
Rudolf Hess hizo un viaje a Inglaterra en plena guerra con los ingleses y los nazis lo atribuyeron a que estaba frecuentando parapsicólogos. ¿Por qué crees que viajó?
Se han barajado muchas hipótesis para este viaje, incluida una que asegura que cayó en una trampa urdida por los ingleses. Yo creo que fue una iniciativa personal de Hess; en ese momento era una figura secundaria y Hitler no le prestaba ya ninguna atención, por lo que creyó que, consiguiendo la paz con Gran Bretaña, recuperaría la relevancia perdida. Sin embargo, cuesta pensar que pudiera mantener en secreto la preparación del viaje, para la que incluso se tuvo que modificar el avión, así que las dudas sobre esta versión son razonables.
Es curioso ver cómo, los nazis, en su afán de apropiación, se hicieron hasta con las profecías de Nostradamus. ¿Puedes contar un poco cómo sucedió? A día de hoy es dificil entender el impacto, pero quizá en otra época era diferente, ¿no crees?
Sí, una de las cosas que más me ha sorprendido en el proceso de documentación es que, en aquella época, se prestaba mucha atención a lo que decían los astrólogos y adivinos. Ahora eso es impensable, pero entonces la gente concedía credibilidad a todo tipo de profecías. Por tanto, el ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, creyó que podría minar el espíritu de lucha del enemigo manipulando las profecías del visionario francés Nostradamus. Así lo hicieron, y se lanzaron octavillas en el frente en las que aparecían esas supuestas profecías vaticinando la victoria alemana, por lo que era inútil resistirse. Es difícil dilucidar el grado de éxito de esa iniciativa, pero el hecho de que se llegase a hacer eso ya es significativo.
Hablas del Palacio del Ocultismo, la mansión que Hanussen construyó a la medida de su arte y supuestos dones adivinatorios. ¿Cómo imaginas una visita a ese palacio? ¿Existen fotos de este lugar tan alucinante?
Sí, ese Palacio del Ocultismo debió ser un edificio fascinante. Todo en su interior trataba de crear un clima propicio para creer las profecías que Hanussen pronunciaba desde un trono que se elevaba hasta el techo… Por desgracia, hay poca información sobre este lugar, ya que fue rápidamente desmantelado tras su muerte, por lo que apenas hay fotos. En la película «Invencible», dirigida por Werner Herzog en 2002, aparece una reproducción de este palacio, aunque sólo una parte de él y no refleja como era en realidad.
También cuentas cómo se encargó a un grupo de ocultistas y radiestesistas encontrar a Mussolini tras su derrocamiento. ¿Crees que hoy en día, por ejemplo, se habrá hecho algo parecido para encontrar a Bin Laden?
No lo creo, pero tampoco me extrañaría. Los alemanes recurrieron a los videntes cuando se encontraban desesperados, era el último recurso. Es como si alguien que ha sido desahuciado por todos los médicos acaba acudiendo a un curandero. Por tanto, si los norteamericanos pudieron encontrarse en algún momento sin ninguna pista para encontrar a Bin Laden, no me sorprendería que hubieran acudido a a estos métodos, digamos, poco ortodoxos.
Has publicado muchísimos libros sobre la II Guerra Mundial. ¿Qué es lo que te ha hecho volcarte tanto?
Por un lado, la fascinación que despierta este tema. Por mucho que uno pueda leer, cada semana uno descubre nuevos hechos o datos, y algunos de ellos insólitos. En una mina de sorpresas que nunca se agota. Por otro lado, en español hay temas de los que apenas se encuentra información, como en el presente caso de los astrólogos y videntes bajo el Tercer Reich, por lo que siempre encuentro nuevos temas para acercar al lector español.
¿Crees que existe una «moda» sobre la II GM? ¿O más bien es una fascinación que no cesa?
Creo que la Segunda Guerra Mundial está y estará siempre de moda, si se puede decir eso. La clave es lo que he apuntado; siempre surgirán nuevos temas que pondrán a este conflicto de actualidad. Hay que tener presente que en los archivos secretos todavía hay miles de documentos que pueden aportar información trascendental, y que espero que vayan apareciendo progresivamente, por lo que nos esperan nuevas sorpresas. Como digo, la Segunda Guerra Mundial es un tema inagotable.
¿En qué estás trabajando ahora?
He acabado la reescritura y actualización de un libro mío que tuvo en su día un gran éxito, y que saldrá a la venta a principios del año que viene. Ahora tengo entre manos dos proyectos en los que estoy trabajando a la vez, y que espero que salgan a la luz a lo largo también del 2015.
Erik Jan Hanussen