Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Nieva en Cercedilla

Está nevando al otro lado de la ventana y dentro de un rato tengo un plan perfecto: compraré huevo hilado y unos fiambres que me ha encargado mi novia (es la parte abnegada de mi naturaleza, je, je, mi zona oscura) y, a renglón seguido, porque no todo va a ser bondad, qué caramba, me recompensaré a mí mismo con dos whiskies en el bar (es la región más transparente de mi alma echada a perder).

El fin de semana teníamos la casa como nos gusta, a reventar de niños felices, tal que así:

 

 

En la mesa rectangular, Anusca, Marcela, Blanca y Jimena. En la mesa camilla, Natalia, Violeta y Maite.

¿Alguien más?

Claro que sí, yo, que hice la foto, y la incomparable Alicia Villacís Reig, la sobrina más reciente, que está cada día más guapa, tal que así:

 

Si no he echado mal las cuentas, tuve que pasar el fin de semana yo solo rodeado de ocho mujeres, ocho, que se dice pronto, y de distintas edades.

Como para dormir a pierna suelta, ¿no te parece? 

El lunes bajé a Madrid (adoro esa expresión o, en su defecto, descendí a la capital) porque se anunciaba el ganador del premio Otras voces, otros ámbitos.

Como ya he contado aquí, es un premio de segunda oportunidad: se concede a una novela publicada el año anterior y que haya vendido menos de 3.000 ejemplares y haya pasado inadvertida por la crítica y los lectores. Es un empujón para que un mensaje en una botella llegue a la orilla.

Lo dan Ámbito Cultural-El Corte Inglés y el Hotel Kafka y el jurado está compuesto por unas cien personas, que forman parte de toda la cadena del libro, desde autores a libreros, desde críticos a editores. La primera edición la ganó Yuri Herrera.

Esta vez ganó Aurora Venturini por su novela Las primas.

Me dio una gran alegría.

Leí Las primas cuando se publicó, la leí en un hotel en Roma, con Violeta (esto es para presumir, se puede leer también igual de a gusto en un vagón de la línea 1 o en el 684 de autobuses Larrea: Madrid-Guadarrama-Cercedilla), y me pareció sorprendente y maravillosa. Una novela muy obscena, bastante porno, atrevida, contada por una chica que apenas sabe hablar, un libro que va directo al grano.

No por casualidad, quizá, la autora cumplió el lunes pasado 88 años. Ningún joven sería capaz de escribir una novela tan atrevida.

Ramón Pernas, de Ámbito Cultural, no pudo llegar a tiempo, así que en el acto hablaron Eduardo Vilas, de Hotel Kafka, Constantino Bértolo, que editó la novela en Caballo de Troya, y Claudia Bernaldo de Quirós, la agente de Venturini.

Se proyectó un vídeo de la Venturini que dijo que le parecía «muy merecido» el premio y que empezaba ahora a creer en los jurados. Añadió que la habían perseguido mucho por ser peronista, que tenía 44 novelas escritas y que Borges era un nazi, que no había más que leer «con cuidado» El Aleph para darse cuenta. Luego habló de «ese muchacho que acaba de ganar el Nobel». «¿Vargas Llosa?», preguntó el entrevistador. «Ese chico, el Llosas», confirmó la juvenil y radiante anciana.

?sta es Venturini, con la estatuilla del premio, obra de Jaime Martínez, a la vista:

Luego habló Edu Vilas, que contó la mecánica del jurado y los objetivos del premio y vaticinó que pronto se convertiría en el premio «que nadie querrá ganar, porque da mucho trabajo a la editorial».

Claudia Bernaldo de Quirós agradeció en nombre de Aurora el codiciado galardón.

Luego habló Constantino Bértolo.

Aquí están los tres, Vilas, Bértolo y Claudia:

Bértolo, con el toro que le había brindado Edu Vilas, entró a matar: «Yo en cambio éste es el premio que quería ganar», dijo. Luego añadió:

-Por eso quiero expresar mi agradecimiento al departamento comercial y de marketing de mi editorial.  Como yo quería ganar este premio, tuve que suplicarles que no vendieran miles de ejemplares de esta novela. Ellos estaban deseando promocionarla, colocarla en librerías, venderla sin parar, pero les exigí que refrenaran su ímpetu y que se abstuvieran. Hicieron un gran esfuerzo, tuvieron que resignarse a vender cientos de miles de Ken Follet, aunque me consta que habrían preferido concentrarse en Las primas. Lo pasaron muy mal, les costó mucho no vender este libro y tener que vender en cambio a Ken Follet. Gracias a ellos, por tanto, que han permitido que ganara este premio.

Y así.

Luego habló de los premios en general.

Puse mucha atención porque:  (a) he ganado un premio, y (b) soy amigo de Bértolo, pero además le considero (unilateralmente) uno de mis maestros (en todo).

Vino a decir:

-Yo estoy en contra de los premios. ¿Por qué? Porque consolidan la idea de que un libro sólo cuenta cuando es un acontecimiento. Cuando viene avalado o sancionado por un premio. Sólo es noticia lo que se convierte en acontecimiento y, por consiguiente, los premios desplazan al resto de los libros, a los no premiados. Por cada novela que recibe un premio hay otras doscientas expulsadas a las tinieblas exteriores. En ese sentido, los premios son nocivos para la literatura.

Y así.

Vaya, caramba.

Como siempre, lo pensaré, pero creo que estoy totalmente de acuerdo.

Los premios, las generaciones literarias, los movimientos, las biografías de los autores, todo aquello que viene a decir que lo importante es el acontecimiento, no la novela, trabaja en contra de la cultura (y de que cada quien consiga formarse un criterio propio).

Lo que pasa es que, como Bértolo, yo también quería ganar un premio, qué pasa. Y justamente el premio Tusquets. 

Estoy de acuerdo, pero intentaré no estarlo, porque a un maestro hay que contradecirle (aunque su magisterio sea involuntario por su parte, pero yo soy partidario de raptar maestros sin excluir el uso de la fuerza, aquí te pillo, aquí aprendo).

Con los maestros, como con los padres, no hay que estar nunca de acuerdo: ¡leña al padre, leña al maestro, que son de goma!

Nieva en el pueblo y me voy, primero al súper, luego al bar, andando entre la nieve de perfil, como un ladrón de joyas.

Comments (10)

juan mayordiciembre 24th, 2010 at 7:33

cuanta cotradiccion

El Pobrecito Hablador del Siglo XXIdiciembre 24th, 2010 at 9:38

Qué bien lo he pasado leyendo esta entrada, Rafael. Transmite sosiego, felicidad sin aspavientos… un buen momento en tu vida. Y además, y al mismo tiempo, equivale a lo que podría decirnos un ensayo sesudo de 300 páginas sobre algunos aspectos de la literatura y de sus negocios.
Si además vas y la terminas con la frasecita final (Te la podías haber guardado para la primera frase de tu próxima novela. Ya tengo ganas de conocer al ladrón de joyas y sus peripecias), pues eso, una entrada redonda

Por puro placer,vuelvo a escribir la frase
«Nieva en el pueblo y me voy, primero al súper, luego al bar, andando entre la nieve de perfil, como un ladrón de joyas.»

¡salud! (la necesitarás… entre tantas mujeres)

Lolibeldiciembre 24th, 2010 at 17:22

Feliz Navidad a tí y a todas tus mujeres. Mucha salud .

paco, el bigotesdiciembre 24th, 2010 at 17:37

Muchas cotradicciones

Bernardiciembre 26th, 2010 at 0:53

qué cercano te muestras. Eso hace que vaya a por un libro tuyo de una p. vez y me lo lea.
A ver cuál me traen los RR.MM.
(Suena Supertramp, para variar)
Feliz Navidad.

Juan Negro, investigador privadodiciembre 26th, 2010 at 19:34

No conocía este premio y me parece una idea muy buena. Sobre todo democrático, porque más de 3000 ejemplares no creo que los venda ni un 1% de las novelas que se publican. Y una idea muy buena si se premia a la novela y no al autor; quiero decir si no se convierte el premio en una especie de aginaldo para este autor que tanto se lo merece o en un a ver a quién le toca este año. Es la pura verdad que novelas buenas, muy buenas pasan inadvertidas y es bueno que se intenten rescatar cuantas más mejor para el bien común de los lectores. Así que un aplauso a ese premio. Y por lo que dice Rafael parece que la novela en cuestión, se lo merecía. En fin, en Barcelona no nieva, pero hace frío de invierto estos días.

Un saludo Rafael, otra vez felicitaciones por tu premio. Y un abrazo a todo el que se lo deje dar.

yo mismadiciembre 27th, 2010 at 12:10

Hola, y antes que nada: FELIZ NAVIDAD para tod@s,

No te quejarás.. ocho… y aunque se trate de ti.. es mucho.. Y además muy bueno. Tienes suerte.. pienso que de las mujeres se puede aprender mucho.. jeje.. Incluso yo misma, siéndolo, no dejo nunca de hacerlo, y de sorprenderme..

Qué bien..!! Un nuevo premio a continuación del tuyo, y encima en Navidad. Esta escritora tendrá que celebrar «celebraciones» de forma superpuesta o montada.. jeje.. O a su vez..

Qué buena repesca literaria.. qué buena oportunidad y qué segunda suerte tan maravillosa.. Me encanta este premio.

Respecto a lo que comentas sobre la premiada me parece maravilloso y asimismo, de una vitalidad y capacidad de adaptación desbordante, esto que cuentas sobre su forma de escribir «atrevida». Fresca. Valiente. Sí señor!! Pese a sus 88 que mencionas que tiene, sin duda, esa elástica capacidad de atreverse a pasar y rebasar la línea de lo ideal o convencional, me parece de una belleza sublime y de una fuerza fuera de lo normal.

Yo tengo una abuela de 91 años, y todavía puedo jurar y perjurar, que no tiene celulitis. De hecho lo voy a hacer: lo juro y lo perjuro. No la tiene.. Por increíble que parezca, lo he vuelto a ratificar recientemente, cuando pasó un bache en su salud algo preocupante. Pero todavía mantiene tal como lo hacen su piel y sus carnes, una frescura ante la vida realmente formidable y de admirar. Maneja perfectamente el microondas y el mando a distancia de la televisión, se hace la comida y ayuda con las labores de casa a mi madre, por no mencionar que la cabeza le funciona de rechupete. Vaya que sí.. Realmente de admirar. Y sí. Tiene una actitud ante la vida fabulosa. Es jovial y radiante. Olvida pronto lo malo y se reune siempre que tiene ocasión con sus amigas. Al médico va para pasearse y charlar un poco con él y con quien se tercie y esté en la consulta mientras espera su turno. Ya digo.. envidiable.

De mayor quiero ser como ella.. Aunque sé para mis adentros que es irrepetible. Tengo una superabuela..!! Algo así, parecido pero diferente, a la frescura y al ansia de vivir tan maravillosa que debe tener la recién galardonada.

Espero que lo disfrute como lo escribió: con esa alegría y frescura que cuentas.

Salud. Y mi más sincera enhorabuena a la premiada. Y no sólo por el premio. 😉

Pelipetidiciembre 31st, 2010 at 14:55

Bértolo no es un maestro al que contradecir, sino un sabio al que no hay más remedio que darle la razón

yo, del Hostal mi lolienero 1st, 2011 at 13:17

Feliz 2011 ,salud dinero y amor para tí y tus seres queridos.,y para todos los que por aquí comentan y para la amiga yo misma también y para la abuela del premio también por si lo lee.

rafaenero 1st, 2011 at 23:33

rapido el post que luego da pereza leerlo.
lo de los controladores ha estado mal enfocado desde el principio.
Se habló sobre todo de que han dejado miles de personas en tierra: eso es un pelín arriesgado porque siguiendo el mismo principio, los trabajadores de renfe no podrían hacer huelga…
Lo mas escandaloso para mi, quiero decir lo mas de lo mas, es simplemente que esos tios no pueden ganar esa pasta pagados por el estado. Si tuvieran una empresa domiciliada en las Bahamas o en Monaco, pues entonces dejaríamos el tema para cuando los políticos entraran de verdad a tratar el asunto de los paraísos fiscales,
pero si esa pasta se la da el estado…eso merece, como diría Ignatuis Reilly, que los azotaran ahora mismito.

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