Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Dios los cría

Javier Marías concluye una novela. En Alfaguara se ponen a tocar el tam-tam. Los tambores de guerra retumban en Miguel Yuste 40.

–Hay que darlo todo, amigos –ordena el mandamás–. Prisa espera que cada hombre (y cada mujer) cumpla con su deber.

Y empieza el bombardeo de entrevistas a Javier Marías en todos los suplementos de El País, Bobelia, Tontaciones, en EPS, en el de Moda («Las corbatas de un autor«), en el de motor («Un escritor peatón«), en las páginas de Economía («La cartera de valores del autor español más leído en Alemania«), en el de Cocina («‘Almuerzo un sencillo emparedado’ confiesa Marías«) y hasta en las páginas de Nuevas Tecnologías («Abomino de los ordenadores, ¿qué pasa?«).

–¡Más madera! –reclama el mandamás–. ¡Kamizake, kamikaze: es la tempestad que sólo pueden desatar los dioses!

Se fotografía a Marías en todas las posturas concebibles (la mayoría de ellas, bastante forzadas), se encarta con el diario un capítulo de la novela y, a la semana siguiente, como obsequio, una maquinilla de afeitar del propio Marías. Llueven Marías a cántaros, como capuchinos de punta, qué le vamos a hacer. ¿A quién le importa?

En realidad, a todo el mundo le da lo mismo.

¿A todos? ¿A todos-todos?

¡No! ¡Ni hablar! Hay un irreductible galo que se resiste ahora y siempre al protagonismo de Marías.

Mientras come un jabalí, que ha cazado con sus propias manos, el irreductible, vestido con chaleco de pescador de truchas, examina El País y siente el hervor de su propia sangre que le hincha la yugular. La envidia le reconcome. Prueba a degollar dos delfines para tranquilizarse, pero sin éxito. Escabecha un oso panda. Nada le tranquiliza: él no puede consentir que Marías salga tanto en la prensa. ¿Y él? ¿Es que él ya no existe? ¿?l, que vende más que nadie? No está dispuesto a dejarse robar plano. No, señor. Antes muerto que sencillo.

En Miguel Yuste 40, en su despacho alicatado hasta el techo de fotos abrazado a premios Nobel, Juan Cruz pasea nervioso. Tiene un presentimiento: le van a regañar. Algo le dice que se la va a cargar.

No se equivoca: suena uno de sus siete móviles.

Descuelga y oye oleaje, silbidos de balas, gemidos de placer de mujeres de todas las edades y entrechocar de espadas. Lo que Juan Cruz se temía.

–¡Juanito! –grita una voz de trueno.

Es el ?bermensch de las Letras, el Protomacho plumífero, el Megavendedor de novelas.

–Dime, Arturo, dime, te oigo mal, parece que no hay demasiada cobertura –explica Juan con voz melindrosa, almibarada y deferente.

–Me cago en todo. Estoy en alta mar. Coño. Joder. Mierda. Cojones. A mí no me sacáis tanto como a Marías, mi amigo Marías, me cago en todo.

–No te pongas así, Arturo, es que Javier acaba de publicar una novela.

–¡Que novela ni que ocho cuartos, Juanito, no me toques los cojones!

–No, claro, no, tú tranquilo, Alatriste. Lo vamos a arreglar, pierde cuidado.

Dicho y hecho. Al día siguiente una página y media de entrevista a Pérez-Reverte, con sus dos fotos, dos, sin venir demasiado a cuento, con la mínima percha de una edición en bolsillo.

Juan Cruz, trémulo, melífluo, admirativo, se pregunta en el titular: «¿Cómo se siente un escritor así?«

¿Que Marías reflexiona e intelectualiza? Arturo no se queda atrás. Dice de un libro suyo:


«Fue un acto de reflexión, intenso y agotador. Es de las novelas que me han dejado más exhausto en cuanto a intensidad. Y eso que es relativamente corta».

Formidable, dos soberbios ejemplares entrechocando los cuernos para demostrar ante la manada quién la tiene más grande o quién reflexiona más y con más cansancio.

Pérez-Reverte escribe libros con: «Duras conclusiones. Amargas, descarnadas. Un libro muy fuerte y muy duro«.

Luego añade:

«Yo era un cazador; podría haber cazado animales, obras de arte, pero lo que cazaba eran imágenes. Yo sabía cazar la vida».

¡Guau!

Después habla de El Club Dumas, con la humildad que le caracteriza:

«El libro surge como un desafío, en un tiempo en que no se hablaba de clubes ni de nada de esto: fui un pionero. Fue una apuesta, y es el libro más agresivo que he hecho en plan desafío a lo que se estilaba en ese momento. Una declaración de principios. Estaba más solo que la una. Es un libro con una estructura complejísima […] Pero sobre todo fue una patada en los cojones a los que tenían secuestrada la literatura en ese momento».

¡Guau, guau! Cuánta testosterona, literatura que procede directamente de los testículos, escrita con «los cojones del alma», que diría Miguel Hernández.

Menos mal que, cada vez que la literatura está en peligro, viene Alatriste al rescate, como el Séptimo de Caballería.

Cuidado, amigos, no estamos ante un inculto, nuestro hombre es académico (es de la Española, no de la Lengua, Juan Cruz) y:

«Cada semana sigo leyendo al azar a Virgilio, a Homero, a Chateaubriand, a Conrad».

¡Toma ya! ¡Y dos huevos duros!

De La reina del Sur presume Pérez-Reverte que «hasta los narcos la han leído, en Mëxico«. Es una «novela musical«, afirma. En las obras de Pérez-Reverte hay de todo, como en Saldos Arias: reflexión, acción, desgarramientos, intensidad, estructuras metálicas, música, oportunidades, rebajas y además se hacen arreglos a la ropa y se da la vuelta a los abrigos.

Y así hasta la extenuación.

Juan Cruz pone un titular con su declaración más importante y delatora del motivo de la entrevista:

«Soy un lector todo el tiempo, no soy un escritor, no soy Javier Marías».

Mensaje recibido, Arturo.

Al final, la entrevista se convierte en un formidable delirio paranoico. Al parecer, a Pérez-Reverte le persiguen unas malvados para acabar con su vida. ¿Será el profesor Bacterio, los pieles rojas o Fumanchú?


«No voy a dejarme matar. […] Si un día me echan de este país, me voy a Francia, escribo allí, o en Italia o en Argentina. […] Hay que morir matando».

Estremecedor, Arturo: se me ha puesto toda la carne de gallina.

¿A ti no te pasa? ¿A ti no te preocupa la persecución que sufre Pérez-Reverte?

Me han dicho que, después de esta entrevista, Juan Cruz ha prometido abandonar el periodismo. Se sentirá demasiado mayor para recibir llamadas intempestivas de escritores celosos, tal vez. No sé. ¿Tú qué piensas?

Comments (113)

Anonymousnoviembre 6th, 2007 at 13:19

En cuanto a la opinión de miles de moscas, ya sabes que tampocon convierten la mierda en caviar. La literatura de Pérez sigue siendo una cagada, como las canciones de Julio Iglesias, por ejemplo. Polanski tampoco es infalible y, por cierto, la peli que hizo basada en el libro de Revertín es la mayor boñiga de su biografía, dicho por él mismo en muchas entrevistas. No obstante, si a usted le gusta la caca (que veo que sí), no se prive. Pero no nos diga que es caviar.

Javiernoviembre 7th, 2007 at 21:37

Joooder, con la que no insultaba.

Con todos mis respetos, Lola le tal, por la muerte de sus hormonas, Pérez Reverte tiene una profundidad equivalente a la mitad del charco de orina que forma mi hijo de seis años cuando mea en el pinar.

Si usted está ofreciendo literatura de ese calado a sus alumnos, por muy guapo y por mucho yate que tenga el autor, les está haciendo un flaco favor.

Y yo sí que he leído varios libros suyos. Por cierto, ni uno más.

Además, ha dado en público muchas muestras de que es un soberbio y que le cuesta aceptar las críticas. Pregunta en TVE por él, a ver qué te dicen.

Lo que más gracia me hace de tu razonamiento es lo de que ya le han incluido en la historia de la literatura de Santillana… ¡Qué bueno!

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJA

Espero que a mi hijo, cuando le toque, le manden comprar el de Anaya.

Javier

Otro primo de Bin Ladennoviembre 7th, 2007 at 21:41

Menos mal que ya está menopáusica: de lo contrario podría engendrar a más seres humanos con tan mal gusto.

Lola le talnoviembre 8th, 2007 at 9:20

Tanta saña con Perez-Reverte no es normal, niños. Ni siquiera en pelotillas mamporreros que quieren hacer méritos con el titular del blog, cuya saña, por cierto, tampoco es normal y huele que apesta. Tendríais que hacérsoslo mirar, criaturas, vosotros y él. Soy ya muy mayor para no teneros tomado el pulso, hijos míos. Treinta años desasnando burros, y veo que la cuadra sigue llena.

el primo de bin ladennoviembre 8th, 2007 at 17:01

Lole, sí tienes una razón en una cosa. Estás muy mayor. Punto.
Hay que ser muy necia para confundir la envidia con el sentido común y el mal gusto con el bueno. Desasnate a ti misma.

El primo de Aznarnoviembre 9th, 2007 at 21:47

¿Es que en este país no dimite nadie? Treinta años desasnando burros, ve que la cuadra sigue llena y se queda tan pancha.

¿No será usted Magdalena Álvarez!

¡Váyase señora Le Tal! Mieusted ¡Váyase!

kahos.net &raquo Jose Miguel Calatayud's website » Javier Marías reads blogs for the first timediciembre 16th, 2008 at 1:42

[…] the way, if you can read Spanish, take a look at this post by Rafael Reig, another Spanish author, this time human and not divine, who dares to write a blog […]

Aliciaviveaquidiciembre 21st, 2008 at 23:11

El infiernorrr esto es el infiernorr, Rafael

Javierseptiembre 23rd, 2009 at 9:04

Tiene razón Javier Marías, el humor no es lo suyo don Rafael. Me gusta mucho más su crítica social en Público.

Raul (admirador del Académico Pérz Reverteenero 17th, 2010 at 21:15

y todo esto… ¿se te ha ocurrido a ti solo?

¿fumando algo?

… ¿envidia quizá?

Patriciamarzo 3rd, 2011 at 18:29

Casi 4 años de este post, pero yo lo he descubierto hoy y me ha recordado a un video de Muchachada Nui de hace también un tiempo, adjunto la dirección por si no lo hubiera visto. http://muchachadanui.rtve.es/arturo-perez-reverte-presenta-muchachada-nui.html
Espero le guste.

Español cansadito de inquisidores.diciembre 18th, 2011 at 22:26

Cuanto daño han hecho los progres, los modernos inquisidores, a este país.

Gracias a Dios, han entrado en tal frenesí inquisitorial y fascistoide, están desnortados y el pueblo ya les ha tomado las medidas a los hábitos de su secta..

Kyraenero 2nd, 2012 at 12:46

Ostras. Con lo simpática que me ha resultado la mala baba de la entrada, la de los comentarios es de lo más corrosiva. Fiiiuuuuu!!!!!! ¡Cuánta pasión se destila, pordiossss!

He llegado aquí a raíz de una referencia a esta entrada en el libro de David Viñas Piquer «El enigma del best-seller». Creo que me quedaré un tiempito. Ha estado curiosa la experiencia (y, de paso, diré que no puedo dejar de coincidir con la tesis que se defiende en la entrada, y diré también que no la entiendo tanto como denostadora de la literatura de los mendas mencionados, sino simplemente como instrumento para ridiculizar las estrategias de mercadotecnia y de autobombo que se marcan algunos).

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