Pues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respectoNada nuevo
Pues no tengo mucho que contarte, pero para no perder la costumbre.
El otro día hicimos mi hija Anusca y yo albóndigas, porque venía gente a comer.
Hicimos unas treinta albóndigas a primera hora de la mañana y las dejamos listas, para que después de las cañas sólo hubiera que calentarlas.
Anusca se apartó un instante del plato y sacó esta foto, en la que estamos, de izquierda a derecha, mi hermana Maite, Violeta, Alberto Olmos, Sofía Castañón, yo y Eugenia.
Y el jueves tuve otra comilona, con mi pandilla de Re: Qué vida tan triste.
Como ya he contado, somos cinco amigos que cuatro o cinco veces al año nos reunimos para comer y ser felices, para reírnos como si acabaramos de escapar de un naufragio y recordar cosas que ya hemos recordado muchas veces, para beber sin tino y mojar pan en todos los platos, para seguir repitiendo el rito de la amistad, que es lo único que nos consuela hasta del cambio climático. Entre los cinco sumamos cientos de años, decenas de novelas y libros de crítica publicados, más de diez o doce proyectos comunes, dos o tres novias que hemos compartido (sucesiva o incluso simultáneamente), casi diez hijos y puede que un mar de vino y licores trasegado en buena compañía.
De izquierda a derecha: Chavi Azpeitia (que tenía clase de guitarra después de comer), Gerardo Gonzalo (que se comió la mayoría de las croquetas, que conste), Chema Gómez Luque (que esta vez no se empeñó en tomar ginebra con pepina ni esas cosas raras), yo y Eduardo Becerra (que acababa de llegar esa misma mañana de Brasil, todavía aturdido por el jet-lag)
¡Qué bien! ¡Qué bueno! Momentos como esos y que nos quiten lo bailao, sí señor: ni obras, ni pleitos, ni hostias… los buenos amigos y el buen vino. ¡Salud a todos con envidia cochina!
Alberto Olmos siempre sale ladeado y pestañeando en las fotos. Esas timideces, hombre.
En su blog, Rafa, Manuel Vilas ha mencionado tu recomendación de libro de la última Bolsa de Pipas.
Un abrazo.
Román.
No es tema baladí el de las croquetas… Un tal Proust se encoñó con una magdalena y mire vos los resultados…
En Facebook, esa fuente tan fiable, dicen que han prescindido de su firma en Público… Desmiéntalo, calle para siempre o páguese unas cervezas, a ser posible lo tercero… 😉
Rafael, me encuentro esta mañana con un mail de su tocayo Escudero haciéndome saber que Público prescinde de sus servicios. No sabe cuánto lo lamento, más por el periódico que por ud. Créame si le digo que muchos comprábamos el diario para leer la carta con respuesta. Probablemente nos pierdan para la causa demostrando con ello el carácter suicida de semejante e incomprensible decisión. No sé si servirá de algo la tromba de testimonios que estamos dejando en la sección de cartas al director, ni tampoco si ud aceptará a estas alturas una rectificación. Pero, lo dicho, ellos se lo pierden.
Una sugerencia: creo sinceramente que en sus más de 800 cartas con respuesta hay algunas verdaderamente memorables (p. ej., la de las artes liberales). Le animo a que las publique como libro.
te vas a poner gordo, Reig, de tantas comilonas. jeje
Yo también compraba Público por tí, ahora ya no lo compraré más. Enhorabuena por el libro que habeís sacado.
Lamento que Público haya prescindido de tu columna Rafael. Yo también era de los que compraba Público por tus Cartas con respuesta.
Ellos se lo pierden, coincido con Sebastián Marín, te animo a que las publiques en un libro.
Habrá que seguirte en otros portales.
Un saludo muy cordial
Pues si se confirma la noticia conmigo que no cuenten los de Público.
Que se prepare Isaac Rosa, será el siguiente en caer.
Terrible lo de Publico, Reig. Si se confirma, va a tener que intentar ganarse Vd. la vida con la literatura. Dios nos coja confesados.
yo no lo compraba porque la prensa la leo en internet, pero de público sólo ojeaba la portada y me iba directa a tu sección y la de javier ortiz. Después miro quién ha escrito en Dominio Público. Así que ahora casi no me quedan motivos para marcar la dirección en el ordenador. Si eso es verdad, una lástima y no lo puedo comprender, es verdad que hay algunas cartas para enmarcar.
un periódico creado con la intención de ser ante todo una empresa que dé dinero no se puede permitir tener a gente que sostenga un discurso diferente y alternativo al que escuchamos todos los días en todos los medios, y que encima sean tan leídos. Si Público aspira a ser un mass media no puede seguir dando voz a todos esos silenciados en los demás medios. Esto parecía que era diferente, pero después de enseñar la patita con Escolar, ahora se descubren del todo. Libertad de información dicen que se llama lo que tenemos.. y un cojón!
Al igual que helena, copio aquí mi comentario de Público, para que conste, no sea que desapareza (hasta ahora parece que aguanta):
Tengo a Reig por persona honesta y de principios, aunque a veces cierto sarcasmo y su tendencia a la provocación pueden confundir a quienes no lo siguen habitualmente.
Parece que todos confirman la noticia; pero seguro que el propio Reig desde aquí (si puede) o en su blog del Hotel Kafka aclarará el asunto como deferencia a sus lectores, que son muchos.
Las razones nos las imaginamos, pero hasta que no se pronuncie Reig prefiero no especular.
Si se confirma, será lo de siempre: la libertad no se puede simular, y sería una gran torpeza de este diario (o quizá no, dependiendo de los intereses creados).
Yo también lamento la desaparición de Reig de Público, si es que es cierta. Su columna es una de mis favoritas, y sin duda la mejor escrita. Esperemos que sean solo rumores… parole, parole, paroooooleeee …
A mí al principio me gustaba mucho la sección de Carta con respuesta de Reig, pero cada vez me gustaba menos. Al final siempre era el mismo motivo, dar una respuesta políticamente incorrecta, provocadora y que creara polémica. El contenido era ya lo de menos. Pero bueno la fórmula ya aburría.
Quiero leer a Rafael Reig en el periódico Público.
Nos dicen a todas horas que los consumidores mandamos en el mercado. La oferta y la demanda. Yo quiero leer a Rafael Reig en el periódico Público.
Creo que el aludido debería pronunciarse.
Desconozco si han echado a Reig de Público, si el susodicho está de baja por intoxicación etílica, si ha decidido motu propio olvidarse de su columna… El hecho substancial aquí es que la citada columna olía a pocho prácticamente desde el día en que nació. Yo la leía algo así como una vez a la samana y siempre tenía la sensación de que ya ha´bía leído antes tanto la carta como la respuesta. Tanto si es una ejecución como si es un suicidio la ocasión no puede ser más feliz para el lector. El hueco que deja el señor Reig lo puede rellenar, con ventaja, cualquier bacario, a nada que le oriente un poco en la arrogancia, la prepotencia y la grosería.
Javier Ortiz ha muerto, han echado a Reig, a Escolar le quitaron el puesto de director… Queda Isaac Rosa, pero sinceramente, ese periódico ya no tiene sentido. Se confirma que empresa privada, periódico y de izquierdas son palabras que no pueden ir juntas.
Y perdió 36 millones en 15 meses, acabo de leer en El País. Tela.
Siempre que he visto a Eduardo Becerra ha sido hincándose algo con alcohol. En la cafetería de la facultad, en los congresos que organiza, en las fotos de un blog… Así da las clases que da. Y que conste que Teodosio Fernández también bebe lo suyo, o más, pero es otra cosa.