Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Telemadrid

Telemadrid es más grande que la catedral de León, quizá más grande que Notre Dame de París, pero aún así no han sido capaces de poner una sala para fumadores en todo el edificio.

Hacemos turnos para ir a echar un cigarrito a los lavabos.

Tampoco dan alcohol, pero hemos traído una botella de J&B de la que nos vamos sirviendo sin sacarla de la bolsa.

(Gracias, Arancha, encanto).

Así las cosas, el ambiente es como de campamento juvenil, con varios adultos fumando y bebiendo a escondidas. Un poco patético, ¿no te parece?

Me acuerdo de Anusca, en su campamento, ¿estará tomando demasiadas golosinas a escondidas? ¿Le habrá dado un beso a Ignacio o a Guille detrás del árbol? ¿Llevará mercromina en las rodillas?

La echo más de menos.

Lola Beccaria y Martín Casariego han venido elegantes.

Casariego y Beccaria

Yo no. Yo llevo pantalones cortos, aspardeñas de suela de esparto y una camiseta de la Penya El Rot, de Piles.

–No se nos ve de cintura para abajo –me disculpo.

Nos ha invitado Fernando Sánchez Dragó para hablar de Re:, la colección de (per) versiones de los clásicos que ha empezado Chavi Azpeitia en 451.

Fernando empieza hablando, sin embargo, de un viaje que hizo en Land-Rover y unos avistamientos de OVNIS cerca de Soria.

–¿Y no te abdujeron los marcianos? Podían haberte abducido…
–No, y es raro, porque iba con una chica guapísima: cualquiera la habría abducido.
–A lo mejor los marcianos sí te abdujeron, manipularon tus neuronas y luego lo borraron todo de tu memoria…
–¿Tú crees?
–Explicaría muchas cosas…

Fernando nos pregunta si es que acaso nosotros no hemos visto nunca OVNIS:

–No me digáis que entre seis escritores ninguno habéis visto un OVNI.
–Pues no –confieso–. Yo soy el típico escritor que nunca ve OVNIS.

Eso es quizá lo que más define mi estilo literario.

–Hay que joderse –comenta Chavi.

Ángela Vallvey habla de su libro. Martín Casariego habla de su libro. Lola habla de su libro. Fernando Sánchez Dragó habla de Fernando Sánchez Dragó. Irene Zoe Alameda habla de Hobbes. Sí, Hobbes. Al principio yo también creí que era el santo Job, pero no: parece que es Hobbes, un filósofo o algo.

Irene se acalora con el amigo Hobbes y yo no dejo de mirarle el escote.

Irene Zoe Alameda

Ante mí, a pocos metros, tengo a una doctora por Columbia, novelista, profesora de universidad, investigadora del CSIC… y yo, en lugar de absorber sin parar conocimientos útiles cual esponja, lo único que hago es mirarle el escote.

Qué pena, ¿verdad?

Llámame machista. Llámame superficial. Llámame guarro inclusive. ¿Tú crees que tengo arreglo?

Todos somos vecinos, pero resulta que es demasiado complicado anular los taxis que ya han pedido, así que nos vamos luego todos para el barrio, pero cada uno en un taxi.

Echamos carreras por la carretera de Extremadura. Mi taxi se pone en cabeza en el túnel, ¡toma ya!

La línea de meta en la que hemos quedado es el bar de Pedro, el Expres, en Noviciado.

Mi conductor gana, ¡bien!, seguido a pocos metros por el de Chavi.

Las chicas se retrasan, así que vamos empezando con las cañas.

Bar Expres

No, Ángela no está indispuesta: esa mano en la barriga es la mía, que no sabía bien donde ponerla.

Tomamos croquetas y cervezas. Más cervezas que croquetas.

Debatimos o departimos (lo primero que salga) sobre nuestros «asuntos propios«, como los funcionarios, a saber: divorcios, niños, quién de nosotros ha follado alguna vez en una cabina del Teleférico, por qué narices no nos han invitado a ese viaje de escritores en un buque-escuela ruso, cuánto pagan por ser jurado en tal premio, quién sabe algo de ese nuevo periódico que dicen por ahí que va a salir en otoño.

Todos decimos que no sabemos nada.

Ángela dice que ella no cree que en un viaje en Teleférico dé tiempo a echar un polvo.

¡Gluuups! Los chicos miramos al suelo, carraspeamos y cambiamos de tema a toda velocidad.

Por si acaso.

Comments (27)

Más claro, aguajunio 29th, 2007 at 6:22

Mirar un escote no puede tener más que ventajas para el observador. Muchas más que ver un ovni, sin duda.

Si, además, el escote es universitario y académico, lo mismo te dan créditos para el doctorado.

En cuanto a lo del teleférico, yo miro a la misma baldosa que ustedes…

joven sin idealesjunio 29th, 2007 at 6:53

Ángela se equivoca. Es lo que tiene el feminismo mal entendido, que confunde realidad con libros de Shere Hite (puaj).
Proclamo.

Javierjunio 29th, 2007 at 7:01

Lo del teleférico, ¿es ida o ida y vuelta?

Javier

rojunio 29th, 2007 at 7:31

Hola, Rafael
He llegado aquí desde el blog de tu tocayo, el eZcritor. Ahora ya seréis dos los que me hagáis disfrazar la risa con un estornudo de atrezzo cuando abra vuestros blogs en la oficina.
Un beso

lenitajunio 29th, 2007 at 7:38

se puede echar un polvo en el teleférico?? pero cuanto dura el viaje (y polvo en cuestión??)

como lugar da morbo,,,

llegué aquí también a través del ezcritor y me ha enganchado, tienes una lectora más. con tu permiso he puesto vínculo a esta página desde mi blog, espero que no te moleste.

besos

María (Luna)junio 29th, 2007 at 7:46

Ja,ja,ja…Mejor avistar escotes que ovnis. Y mejor tocar barrigas ajenas que la propia.

Pues lo del teleférico debe ser la risa, ¿Se movera mucho?.

anilibisjunio 29th, 2007 at 8:06

Rafael:
He llegado a tu blog por carambola, y me he enganchado instantáneamente. Sobre todo la historia de hoy: no sé, será porque yo desayuno casi todas las mañanas en el bar de Pedro, porque he tenido sueños muy preocupantes con F. Sánchez Dragó y porque sé de buena fe que un viaje en Teleférico dura exactamente 17 minutos. Hace unos años no salía la voz en «off» que te va describiendo el trayecto con todo detalle. Ahora, sí, y hace aún mejor la cosa.

En fin, que seguiré leyéndote.

Saludos!!

Rafael Reigjunio 29th, 2007 at 8:32

Sí, más claro agua, debe de ser una de las baldosas más contempladas….
Lo de los créditos es una muy buena idea.

No lo sé, joven sin ideales, Ángela suele decir que ella es feminista, pero no feminazi.

Ida, Javier. Si es ida y vuelta, sobrea tiempo, ¿no?

eZcritor, pídete lo que quieras en la barra y gracias.

Ro, muchas gracias. Espero que ahora al menos tengas jornada intensiva en la oficina. Otro beso.

Lenita, sí, se puede. Da morbo. Es una cosa rapidita, sí, ero vale la pena. No me molesta, ¡cómo me iba a molestar! Te lo agradezco mucho. Besos.

Se mueve, sí, María. Eso facilita las cosas.

Gracias, Anilibis. Te leeré. Yo suelo ir más a la hora del aperitivo, pero si coincidimos te invito a unas cañas. Qué casualidad que desayunes ahí. 17 minutos… suficiente, ¿no? Una cosa sin lujos, rapidita, pero se puede. La voz es un plus, sí, sobre todo porque a menudo no está bien sincronizada y por la retórica desternillante con que describe Madrid. Oye, eso de soñar con Dragó…. cuenta, cuenta… que tenemos curiosidad…

Anonymousjunio 29th, 2007 at 9:08

De mayor quiero ser doctora, novelista, profesora de universidad, investigadora del CSIC y..que me miren el escote!

Un beso, Rafael.

Camilo de Oryjunio 29th, 2007 at 9:09

Pues creo que esta noche Dragó entrevista en su programa de libros a Aute y a Carlos Edmundo de Ory, obviamente el miembro de mi familia que se ha llevado la parte aprovechable del talento literario (Carlos Edmundo y Aute han sacado un libro – disco al alimón). Y digo lo de «miembro» en el mejor de todos los buenos sentidos de la palabra.

Anilibis, sepa usted que considero su presencia aquí una infidelidad: ya es la segunda vez que me pasa con este hombre, que debe ser más guapo que yo o más zalamero o algo.

lenitajunio 29th, 2007 at 10:08

a ver, anibilis dijo: ‘sé de buena fe que un viaje en Teleférico dura exactamente 17 minutos’

y rafael: ‘sí, se puede. Da morbo. Es una cosa rapidita, sí, ero vale la pena’

una cosa rapidita de 17 minutos solo uno? y los largos cuales son, de una hora?? pero solo uno no??

en fin, no aguanto telemadrid, creo que no la veo nunca, me parece que está políticamente comprada por la derecha. quiero decir que digo eso para distraerme de lo de arriba.

casi-40junio 29th, 2007 at 10:47

Veo por ahí que la duración media del asunto es de 15 minutos, según un estudio de esos que luego cita el doctor Rojas Marcos, en fin que da para uno normal, debe ser que Reig es como conejito de duracel… Por cierto, el teleférico tampoco sería mal lugar para una entrevista con Irene.

Andrés Gasteyjunio 29th, 2007 at 10:52

Amigos,

Aclarémonos: hay más teleféricos en el mundo que el de la Casa de Campo, y diecisiete minutos son marca de atleta sexual. Vamos, creo yo.

¿No iba Ángela escotada? Me temo que, en su caso, el interés de la muchacha ha quedado reducido a la canal de sus pechos; que no es poco interés, ojo. Pero, tertuliana en el programa de Carlos Herrera, opino que se ha convertido en la portavoz de cierta «derecha sin complejos». Me asombra cómo puede opinar sobre: ácido bórico, la Constitución Europea, inhibidores de frecuencia, consumo de farlopa, macroeconomía, índices de delincuencia, elecciones municipales… ¿No se podría pedirle un poco de continencia opinatoria a quien no puede ser experto en todo?

Abrazos.

anilibisjunio 29th, 2007 at 10:58

Yo creo que 17 minutos son más que suficientes para llevar a cabo una fechoría, que es de lo que se trata. Se entiende que es algo puntual. Breve y puntual.

Don Camilo: No me venga con esas que le he visto en más de un blog femenino. ¿Infiel yo? snif…

Rafael: yo nunca voy al aperitivo al Exprés, porque precisamente a esas horas estoy trabajando. Por cierto, ¿dais becas en el Hotel Kafka? los precios son pelín elevados, al menos para mi bolsillo, que es muy poquita cosa. ¡¡¡Saludos!!!

María S.junio 29th, 2007 at 11:33

Vamos a ver:

1. Tiene que ser sólo a la ida. No se pueden hacer la ida y la vuelta seguidas, habría que bajarse del teleférico y hacer cola para volver a subir, con lo que, digo yo, se cortaría un pelín el rollo. O a lo mejor tiene su morbo, quién sabe. U otra opción: uno a la ida, recuperación en la cola -en la fila-, y otro a la vuelta.

2. Es mejor a la ida que a la vuelta. Los teleféricos de ida están situados en paralelo pero a una altura superior que los de vuelta, con lo que uno queda a salvo de las miradas ajenas. En los de vuelta uno tendría que parar en seco y mirar el paisaje con semblante interesado cada vez que pasara un teleférico de ida. Esto no puede ser bueno. Claro está, si se prefiere tener público, todo lo anterior queda anulado y yo no he dicho nada.

3. El teleférico, como ha dicho Rafael, se mueve no sólo linealmente.

4. Da tiempo. Supongo. Yo nunca lo he hecho. En el teleférico.

Besos aéreos

Gustavo, tomando notajunio 29th, 2007 at 12:14

Pues digo yo, don Rafael, y no se lo digo con malicia, que los dueños de los bares y restaurantes que cita deben estar de lo más contentos con la publicidad que les hace… Yo voy tomando nota. ¿Crees que si les digo que voy de tu parte me harán descuento?
Esa parte de «Sánchez Dragó habla de Sánchez Dragó» te ha quedado muy Jacques-breliana, ¿no?

natajunio 29th, 2007 at 12:44

pensaba preguntar cuánto dura un viaje en teleférico, porque yo no subo desde mi más tierna infancia (iba a poner monto, pero mejor dejarlo). en durando 17 minutos, veo que todo es posible, que es mejor a la ida, por lo de la altura, y que qué poco mundo tengo.

tú echas de menos a anusca, rafa, con su mercromina y esos posibles besos; y resulta que hoy álvarez cumple 15 años, 15, en canal. lo que automáticamente me convierte en madre de un tiarrón de 15 años. no me lo explico, no me hallo. ¡¡¡¿cómo he podido llegar a este punto?!!! ¡qué extraño es todo esto!

un beso

(el comentario de ayer lo suprimí yo, es que se me duplicó por estas cosas que me pasan con la tecnología)

Opción Cjunio 29th, 2007 at 13:59

¡Qué obsesión con el tiempo!
Yo nunca miro el reloj.

Besos, Rafael

Raúl Betadinejunio 29th, 2007 at 18:27

¿No había alcohol en Telemadrid? Pues sí que está añoso el Dragó, porque aquella vez que entrevistó a X hubo que salir a buscar una botella de Cardhu a las ocho de la mañana por Valencia porque ella se enteró de que lo que él bebía no era té.
Un saludo

Cesar (Lo Pelat)junio 29th, 2007 at 18:28

Rafa, eso más que un polvo es una paja encima un cuerpo, yo necesito un par de lamidas, al menos en la parte baja del corazón, pero si hablamos de un mano a mano, de tu a tu, yo soy uno mas con otra mas haciendo deporte con vistas.
Angela me parece una belleza pero la media esta manchando su intelecto de partidismo.

Un saludo a mi Trinchera Cosmica
erpelao.blogspot.com

Pedro de Pazjunio 29th, 2007 at 21:19

«…quién sabe algo de ese nuevo periódico que dicen por ahí que va a salir en otoño…»

Empieza a haber hostias para pillar cacho -o columna- en la nueva edición de «El Imparcial», ¿verdad, Don Rafael?

En fin, que Dios (o el Diablo) reparta suerte. Y que gane el mejor.

Abrazos,
Pedro de Paz

La-Ruina-de-la-Familiajunio 30th, 2007 at 3:39

¿Qué día se emite?

Rafael Reigjunio 30th, 2007 at 6:54

Cuando seas mayor, prometo mirarte el escote con malicia, anónima. Beso.

No sea celoso, don Camilo, que cansa mucho.

Sobre los 17 minutos… no voy a hacer comentarios. Depende. Según se hagan los cálculos, tienen razón todos. Personalmente, se hace lo que se puede…

En el teleférico con Irene, no está mal casi-40. Otro buen sitio sería una noria, ¿no?

Tiene razón, don Andrés. Opinar demasiado ablanda el cerebro. No iba escotada, y no sea tan malo. A pesar de lo que usted dice, tiene otros puntos (no anatómicos incluso) muy agradables. Para usted, por cierto, me envió cariñosos recuerdos y promesas de una cita.

Anilibis, no sé si hay becas, sólo soy un empleado. Me imagino que todo se arregla pasando por allí y preguntando. Y en ese caso a una caña sí la invito. Beso.

Nunca lo ha hecho. En un teleférico. Qué buen punto y seguido. María, para no haberlo hecho parece una experta. Gracias por la información. De acuerdo con usted en todo. Nunca es tarde para probarlo…

Pues, Gustavo, no sé si verán esto, la verdad. Supongo que no. Si quiere ir de mi parte, asuma el riesgo. Puede que en lugar de invitarle le presenten una factura que haya dejado yo sin pagar…
¿Jacques Brel? Pues no caigo…

Nata, felicítame a Álvarez, por favor. ¿Qué le habéis regalado? ¿Peluches nuevos? Sí, joder: 15 castañas, ¿cómo ha podido pasar así el tiempo? Que sepas que, viéndote a ti, nadie lo creería. Estás rozagante, si me permites decirlo. Un beso apretado y felicidades al armario ese que tienes de dos cuerpos.

Besos, becaria no inocente y cuarentona.

Oiga, Raúl, cuente bien eso, ande, que no sabemos a qué se refiere. Despeje la X, no sea como el juez Garzón. Saludos.

Como necesitar, César, todos somos insaciables… Saludos a usted y a toda la Trinchera.

Algo de eso hay, Pedro, sí. ¿Usted sabe algo? ¿Ha pillado ya? Ojalá. Le deseo toda la suerte. Abrazo.

No tengo ni idea, Ruina, supongo que dentro de unas cuantas semanas.

Gracias a todos, de verdad.

Raúl Betadinejunio 30th, 2007 at 13:47

Va, despejamos la X: se trataba de la Matute, Ana María (quien lo hubiera dicho). Y lo del dragón era gin tonic servido en mug.
Saludos

Rafael Reigjulio 1st, 2007 at 8:54

¡Acabáramos! La Matute… hombre, pues tanta sorpresa no sería, ¿no?
Yo estuve una vez con ella y le daba al frasco que daba gusto. Gracias por el dato y un abrazo.

weininger zjulio 1st, 2007 at 10:55

Rafa,queremos(necesitamos!)chismes jugosos de los prolegómenos del programa de Dragó.
Por cierto usted siempre tan psicalíptico,magreando a Doña Ángela.

Saludos

Recoda:¿no ha coincidido nunca en algún programa con el «estupendo» Arcadi Espada?Es que me da algo de grima

chorizoenero 24th, 2013 at 18:37

la gran escritora Amy Martin ¡No te juntas con cualquiera joder!

Leave a comment

Your comment