Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

El entrañable caganer

Otra navidad. Otra nochevieja.

Feliz 2009, con una copa de champán y serpentinas:



 

Además de brindar sin ropa y con máscaras, hemos puesto el belén, hemos comido turrones, salmón con alcaparras y los indispensables rollitos de jamón de york con huevo hilado.

 

Aquí está Anusca, poniendo el belén con Violeta y Marcela.

Tenía sus rios de papel de plata, su paquete de sal gorda para que pareciera nieve y hasta su caganer agachado detrás de un olivo.

Como todos los belenes.

Hemos hecho lo que hace todo el mundo. Eso es lo que más nos gusta de la navidad: que sincronizamos los relojes. A la de tres, vamos a sentir todos los mismos buenos sentimientos… Una… Dos… ¡Y tres: ahora!

Seremos vulgares, vale, sí; y muy poco auténticos además, de acuerdo; pero no estamos solos: nos basta con eso.

En navidad nos llenamos de espíritu navideño, qué pasa. Hacemos por querernos, no más, sino mejor; pero a partir de mañana, el año que viene. Nos sorprendemos de nuevo (¡otra vez!) al darnos cuenta de que, en realidad, no es tan difícil. Qué poco cuesta hacernos felices unos a otros, descubrimos otra vez, como si no lo supiéramos ya, como si no lo descubriéramos todas las navidades.

Y también tenemos, como es natural, la cuñada diabólica o el tío cascarrabias. Ese personaje indispensable del folclore navideño.

Como el espumillón o las bolas del árbol, en navidad hay que conseguir un «odiador de las navidades» para decorar la casa.

Esos tipos que odian las fiestas, los que hacen regalos sólo cuando los sienten de verdad y no porque lo diga el calendario o los grandes almacenes, los que detestan las cenas de empresa, a la familia, tener que emborracharse por obligación y que todos tengamos que fingir que nos queremos mucho y estamos muy contentos, sólo porque sea navidad.

Unas fiestas sin uno de estos abominables adversarios de la alegría por decreto son como un belén sin su caganer.

Sin estos tipos más auténticos que nosotros, más independientes, con más personalidad y que tienen su propio (y enfurruñado criterio), nada sería lo mismo.

Como el caganer, a los más pequeños les encanta. Lo primero que buscan los niños es el muñeco que caga a escondidas y a ese tipo que odia los regalos, los brindis, los langostinos y que todo el mundo se empeñe en estar contento.

Con qué ilusión esperan su llegada, como si fueran los Reyes Magos. Qué mágico es para los pequeños ese momento en que el caganer odiador ofrece su espectáculo.

Le piden que repita sus números favoritos:

-Papá, por favor, dile a la tía que repita que por qué tenemos todos que fingir que nos queremos, cuando el resto del año no nos podemos ni ver.

-Papi, por fa, por fa, dile al tío que se queje otra vez de que el champán le da acidez, por fa, por fa.

-¡Paz y amor! ¡Paz y amor! -repiten los más traviesos, sólo para ver cómo se descompone el caganer y la cara de vinagre que se le queda, como si le hubiera dado un cólico miserere.

Lo preparamos todo:

Anusca pone la mesa

Anusca pone la mesa

 

Mi hija pone la mesa con cuidado, abrimos el vino, nos damos regalos, nos sentamos a comer:

 

¿Estamos todos?

¡No! ¡Todavía no estamos todos!

Sólo nos faltas tú.

Tú y el caganer.

Sin él no hay navidad, sin alguien que nos recuerde hasta qué punto somos adocenados, sumisos, municipales y espesos.

En estas fechas, con tantos buenos sentimientos, siempre recuerdo un poema de Alden Nowlan que me hace mucha gracia. Se titula «He Attempts to Love His Neighbours» (El poeta intenta amar a sus vecinos):

My neighbours do not wish to be loved.

They have made it clear that they prefer to go peacefully

about their business and want me to do the same.

This ought not to surprise me as it does;

I ought to know by now that most people have a hundred things

they would rather do than have me love them.

There is a television, for instance; the truth

is that almost everybody,

given the choice between being loved and

watching TV,

would choose the latter. Love interrupts

dinner,

interferes with mowing the lawn, washing the car

or walking the dog. Love is a telephone

ringing or a doorbell

waking you moments after you’ve finally

succeeded in getting to sleep.

Que nos vendría siendo más o menos:

Mis vecinos no desean ser amados.

Han dejado muy claro que prefieren

dedicarse en paz

a sus asuntos y quieren que yo haga lo mismo.

Esto no debería sorprenderme tanto;

ya debería saber que la mayoría de la gente tiene

cientos de cosas

mejores que hacer que dejarse amar por mí.

Está la televisión, por ejemplo. La verdad

es que casi todo el mundo,

si le dan a elegir entre ser amado y

mirar la tele,

escogería lo segundo. El amor interrumpe

la cena,

interfiere con el cuidado del jardín, con lavar el coche,

o sacar a pasear al perro. El amor es un teléfono

que suena o un timbre

que te despierta en cuanto

has conseguido conciliar el sueño.

¡Y hasta aquí puedo leer!

Es que el resto del poema ya no me gusta nada, qué pasa, no me hace tanta gracia.

En fin, feliz navidad y próspero año nuevo a todos.

También a mi lectora, la absorta, la ensimismada, la que se acaria un tobillo con el otro, la que me imagina mientras me lee como yo la imagino mientras escribo:

Está leyendo mi libro

Está leyendo mi libro

 

Y más que a nadie, feliz año a ti, entrañable caganer, indispensable compañía navideña, personaje folclórico familiar adorada por todos los niños del planeta, pequeña figura de barro, pero de otro barro distinto, de mejor calidad que el barro del que estamos hecho nosotros, los demás.

Comments (24)

aratienero 3rd, 2009 at 11:00

Feliz año, Rafa. Soy una de tus lectoras silenciosas, aunque no me desvisto como te gusta imaginar para leerte… 😉

Suelo venir a pasear por aquí, me trae de vuelta una y otra vez tu modo de hablar del mundo y sus asuntos y tu empeño en ser «partidario de la felicidad», como decía Gil de Biedma:

-por encima de todo, ser feliz- vuelvo a tomar esa resolución

Que la sigas disfrutando a lo largo de este nuevo año. Es un placer leerte.

Abrazos

Maribelenero 3rd, 2009 at 13:30

Esta nochevieja me he echado a la calle, Rafael. Sí, como lo oyes.

Las navidades anteriores fueron demasiado tranquilas. Me gusta ver la tele (para qué te voy a engañar), pero me encanta que suene el teléfono o el timbre y me interrumpan. Así que dejé tu libro sobre la almohada y me puse el disfraz: vestido de amplio escote, zapatos de tacón, maquillaje y melena al viento. Después de cenar me apetecía un tour por los garitos de la ciudad con entrada libre, nada de zona VIP ni chorradas de esas. Pues nada, entre miradas, achuchones, el porompompero y el beggin beggin?.. me dieron las tantas del día.

Hora de regresar: calles desiertas, chicas descalzas y en la autovía cuatro gatos (y una gata). Qué sensación más agradable. Así da gusto empezar el año.

Mis mejores deseos para todos.
Besos.

(Dejé ??olvidado? un zapato de cristal que compré en los chinos. Chssssss)

nauGrafo digitalenero 3rd, 2009 at 16:35

Gran figura esta del ‘caganer’ o cagón navideño. Suelta frases a lo Scrooge del tipo «me repugna la Navidad» y es rebelde al amor oficial, quizá porque le escasee en esas fechas y la sensación de desubicatio se acrecente o acreciente. Las Navidades están muy bien, por resumir, si tienes gente que te quiere, amigos, novia, buenos propósitos de año nuevo, etc. Si no hay nada de eso, quizá sea hasta comprensible el gesto avieso del caganer.

Más claro, aguaenero 3rd, 2009 at 20:11

Los caganer navideños tienen su gracia. Son, digamos, imprescindibles.

Lo malo son los caganer profesionales que ejercen todo el año pretendiendo armar el belén allá por donde pisan/pasan…

Brindo por tus lectoras… y por ti 😉 2009 abrazos!

Pedro de Pazenero 3rd, 2009 at 22:41

Apreciado D. Rafael, como firme representante de ese caganer montaraz convencido de serlo que usted describe, a mi estas fechas me causan más molestias que beneficios. Eso sí, en mi caso, al contrario que tanto acólito navideño cargante hasta la nausea, yo no voy por ahí haciendo proselitismo extremo en contra de la felicidad navideña ajena. Que cada cual lo disfrute como pueda y quiera, que en eso no estoy en contra. Sólo vive y deja vivir. Gracias al cielo, no hay mal que cien años dure (en este caso sólo dos semanas). Ni cuerpo que lo resista.

Abrazos,
Pedro de Paz

Príncipe de ArroyoLucheenero 4th, 2009 at 11:50

¿Rollitos de Jamón con huevo hilado?
¡Pensaba que en mi casa éramos originales!
Diantre con la globalización.

Er Albertoenero 4th, 2009 at 11:58

¡Olé, olé y olé! Di que sí, que vivan los caganer y los cascarrabias que nos ponen al resto en nuestro sitio: comer jamón, darnos besos, bailar y darle tientos al porrón.
Por cierto, en esa foto aparecen dos personas que me suenan de un bar de Malasaña, el Acme, aunque hace tiempo que no los veo por allí. ¿Me equivoco? Ayer estuve tomando unas tapas en tal sitio, sin ir más lejos, ¡qué ricas!
Un abrazo.

Bárbaraenero 4th, 2009 at 16:54

Feliz año, Rafael. Y deseo que este 2009 nos regales otro libro a tus fieles lectoras (más ligeritas de ropa o más tapaditas, pero siempre fieles).
Yo debo de ser un cruce entre el caganer y la virgen María porque me cago en las navidades pero acabo cumpliendo con todos los rituales y contagiándome de los buenos deseos.

Patriciaenero 4th, 2009 at 17:41

Ya se le echaba de menos desde que salió a tomarse unas cervezas con Landa… Felices Fiestas y los mejores augurios para este año. Que quiere que le diga; a mi leer sus cosas me alegra un ratico.

Lector Iracundoenero 4th, 2009 at 19:04

Yo tengo un caganer de Javier Marías y otro de Pérez Reverte.

Entre los dos forman un corazón.

estrellaenero 5th, 2009 at 11:38

Feliz año para usted, Rafael.

Me asomo para decirle que de ‘estrecha’, nada de nada. Se lo aseguro. Tengo más o menos la edad que tiene usted y a estas alturas le prometo que sé algunas cosas de mí misma. Me condicionan algunos defectos y me ayudan algunas cosas buenas, como a todo el mundo. Pero una de mis mayores satisfacciones es la de haberme saltado a la torera la ‘estrecheces’ propias de mi edad y condición. Si hice mi comentario fue tratando de explicar por qué no me tomaría una caña con Landa. Las cañas me provocan con colegas, amigos y con gente con la que compartir un momento, un buen momento. Es por eso que hacerlo con alguien que reivindica la necesidad de ‘muchos Fedeguicos’ para que nos cante ‘el gallo’ que parecen extrañar (lo dos) le dije que no me ‘provocaba’ en absoluto. Y si le escribí lo de la ‘mirada fulminante’ no fue porque pensara que usted pudiera caer abatido por ella sino porque igual ese señor con el que ‘salió de cañas’ se la lanzaba. Lo que usted hicera ante ella, eso se lo dejo a usted. No soy yo quien para decirlo.

En fin, que no sé porque usted ha utilizado ese adjetivo. No acabo de comprender cómo por mi comentario haya podido llegar a esa conclusión. Eso pudiera hacerme pensar que quizás, tal vez… exista cierta ‘estrechura’ en su manera de entender mis palabras.

A nosotros, en la casa, también nos acompañan lo ‘caganers’ estos días. Más de uno porque lo colocamos en una especie de nacimiento (digo ‘especie’ porque le faltan algunas figuras fundamentales… cosas mías…) y al pie del árbol. Es la ‘rauxa’ catalana, que aflora también en cosas como ésta.

Un saludo.

Jesúsenero 6th, 2009 at 0:03

Escribe correos en protesta por la invasión de Gaza.

Escribe al Primer Ministro de Israel Ehud Olmert, a través de su secretario Mark Regev mark.regev@it.pmo.gov.il

Escribe al Ministro de Defensa de Israel Ehud Barak, a través de su secretario Shlomo Dror, mediasar@mod.gov.il

Manda copias al Ministro de Asuntos Exteriores español, Moratinos, a secretaria.ministro@mae.es

Si no sabes escribir en inglés, te ofrecemos este ejemplo de carta:

??Dear Mr Olmert (o Barak),
The invasion of Gaza is unacceptable to all of us in Europe and a shame to anyone with any consciousness. If you do not care about the fact that 50% of the Gaza population are children, that it is the most densly populated area in the world, that it has become the largest concentration camp, perhaps you care about the commercial relations between Europe and Israel which are going to be very damaged by this aggression towards Gaza?.

Nocente Noctívagoenero 6th, 2009 at 1:44

Es la primera visita que realizo a este blog. La segunda vez lo haré con una cámara digital medio óptima para que puedas chulear en Flickr con las fotos que tirarás; y te la regalaré.
Feliz año Impar, Sr. Reig.

rafaelreigenero 6th, 2009 at 9:54

Lo mismo digo, Arati, y ya sabes: la imaginación es libre y no hace daño a nadie…
Vaya noche, qué envidia, Maribel. Cuánto me alegro. Beso.
Bueno, como digo, a mí el caganer (el cascarrabias, no la figurita) me parece entrañable, folclórico, se le coge hasta cariño, amigo náufrago.
Y yo por usted, más claro agua, pero brindo no con agua, claro está.
Pues no se preocupe, don Pedro, que ya se acaban las fiestas que detesta. Abrazo.
Sin huevo hilado no hay navidades, al menos en mi casa, señor príncipe.
Hombre, ALberto, se refiere usted imagino a mi hermana Helena y a su novio Álvaro, que, en efecto, llevan el bar Acme (y otro bar que se llama Wurlitzer, donde hay conciertos). Nada de raro tiene por tanto que les vea por ahí. Tener familia con bares es mejor que tener parientes dentistas, al menos para mis necesidades.
Yo soy igual, Bárbara, un híbrido. Feliz año y un beso.
Pues a mí me alegra lo que me dice, Patricia.
Qué adorable pesebre, don Lector Iracundo.
Estrella, no se ofenda, que no pretendía ofender. Estrecha en el sentido de estricta (es la etimología): me pareció que no quería alternar con Landa porque era facha. Hombre, yo no soy facha y no me entusiasman los fachas, pero sólo por eso no dejo de tomarme unas cañas con un facha, si es simpático y buena persona. Era sólo eso. QUizá, tiene razón, el estrecho he sido yo. Disculpe y un beso.
Se lo agradezco, Nocente, pero tengo una cámara aceptable, lo que pasa es que casi nunca la llevo y entonces tomo una foto con el móvil. La verdad, chulear de buenas fotos me trae un poco al pairo. Pero gracias en cualquier caso y feliz año.

Caganerenero 6th, 2009 at 13:45

Una de las más brillantes y convincentes apologías que he leído del adocenamiento, el gregarismo y el acriticismo, como corresponde al excelente escritor y consumado argumentador que es el señor Reig.

Y lo mejor es que el concepto es generalizable y extensible como el caucho:

Allá donde las masas sociales celebran el fútbol como diversión sublime, aparece el correspondiente caganer, considerándolo entretenimiento de cretinos.

¿Las masas gozan viendo cómo se arrancan la piel los famosos en «Aquí hay tomate»? Bien, pues ahí tienen a los caganers tachando de tele-basura esa unánime exhibición de delirio televisivo.

Donde las masas iberas se enfervorizan con la «Fiehta Nasioná», no falta el caganer medio hippie, aguando la Fiehta y hablando del sufrimiento animal, como si los animales sufrieran.

Cuando la Prensa Libre, Demócrata y Occidental reclama en masa el derecho inalienable de Israel a masacrar lanzadores de cohetes, no faltan los caganers desgreñados que se manifiestan en protesta ante las embajadas.

Ah, el caganer, esa poderosa herramienta explicativa.

TortugaBobaenero 7th, 2009 at 3:48

Te leo siempre que puedo, y nunca defraudas. Me encantó el poema, las fotos familiares también, y como Bárbara, yo me cago en estas fiestas, pero el puñetero árbol de Navidad sigue ahí.
Feliz todo.

Anónimoenero 7th, 2009 at 12:04

Todo lo mejor para el año nuevo y un abrazo, Rafael.

(Ya sabes quién te sigue leyendo desde el punto al fondo a la derecha).

Belénenero 7th, 2009 at 18:18

Felicidades múltiples para el año que estrenamos.
Besos.

oyanaenero 7th, 2009 at 22:00

Querido Rafael, vaya la que has liado con el caganer. Hasta has «cabreado» a Antonio Piera por tu romanticismo navideño. Conocí al caganer cuando me vine a vivir a las tierras catalanas y me llamó mucho la atención porque no le había visto nunca. El caganer es una figura de una persona haciendo caca, jajajaja, que se suele colocar en los belenes, como tradición en Cataluña y en la Comunidad Valenciana. También en las islas Canarias lo utilizan. El origen de esta tradición se sitúa en el siglo XVIII. El caganer es un campesino ataviado con la indumentaria tradicional catalana (faja y barretina). que se coloca en un rincón del belén porque se cree que con sus heces fertiliza la Tierra, por lo que se le considera un símbolo de prosperidad.

Supongo que todo el mundo sabe el origen del caganer, porque ya el mismísimo Freud asoció la caca con el dinero, y de Cataluña viene la pela (qué penita de euro), así que, aunque esté cagando, el caganer simboliza la prosperidad (que es algo más que una linea de metro madrileña) y es un tío simpático.

En mi casa, copiado de Natalia, también tomamos rollitos de jamón con huevo hilado y…hablando de jamones, vaya con los de la foto de tu lectora….para echarles un porquito de huevo hilado ¿no?

Feliz febrero, que de enero sólo nos queda la cuesta. Un beso

Antón Abadenero 8th, 2009 at 15:30

Venía yo dispuesto a cantarle cuatro frescas, que con el día que hace le podía corear docenas, pero se ha atemperado mi espíritu guerrero; no sé si por el encantador poema de Alden Nowlan o los jamones lectores de su imaginación. La cuestión es que estoy tan agradecido a quien me trajo aquí, que al menos voy a intentar lavar su honra. Lo del Sr. Piera era un virus, de esos que nublan la razón al punto de no saber si vomitar o deponer primero, lo que irremediablemente termina en una vergonzosa demostración sincronizada de extremos que sin juntarse, pueden cantar y salpicar a dúo, y no precisamente villancicos. Con Dios Sr. Reig.

Helenaenero 9th, 2009 at 0:46

eeeeeiiiiiii El nombre de tu hermana es Helena, jeje, ¡qué casualidad! A mí me pusieron el mío por la Ilíada, libro favorito de mi padre (y menos mal que era ese, porque hay cada nombre por los libros….). Bueno feliz año para tí también, ya no creo que contestes a estos mensajitos, pero me hacía ilusión hablar por aquí. Por Valencia sigue todo igual, hace mucho frío y yo con la oposición enclaustrada (soy un poco caganera, y como me tengo que fastidiar encerrada estudiando, me gustan los días de mal tiempo…..). Saludos a todos, sigo leyéndote por público y me río mucho con las cartas que te envían 🙂

rafaelreigenero 9th, 2009 at 20:59

Ja, ja… bien visto, caganer.
Feliz todo, tortuga.
Lo mismo para ti y tus chicas, amigo antípoda, pero siempre cercano, al fondo a la derecha.
Lo mismo, Belén, y un beso.
Un beso, Oyana, apretado.
Con Dios, don Antón.
Pues siempre contesto, Helena. Feliz año y un beso también risueño.

helenaenero 13th, 2009 at 0:33

Es verdad que siempre contestas, así da gusto escribir en tu blog, es como un aliciente más (ay, voy a ver si me ha contestado jejeje) ¡Besos!

shandyenero 13th, 2009 at 21:51

Vaya, tantos años viendo esa figuriña en los belenes y ni idea de que se llamaba «caganer». Y resulta que ahora me entero de su origen y de que da suerte… en fin, cuantas cosas se aprenden por estas casas. Me ha hecho reir, señor Reig, que no es poco.
Un saludo

Leave a comment

Your comment