Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Poesía y piedra

Hay poemas como pedradas: casi me descalabran.

Miro esta foto de mi padre, hecha en casa, en su mesa de trabajo, y pienso en el poema de César Vallejo (Los padres lejanos) que empieza.

Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce…
si hay algo en él de amargo, seré yo.

O miro esta foto de mi madre y yo, en 1981.

En la foto estamos en Játiva, en el corredor entre la casa y la montaña, donde soplaba el viento al caer la tarde, a esa hora en la que mamá siempre se tomaba una ginebra.

Y repito, moviendo los labios sin sonido, como quien reza, aquel poema de Claudio Rodríguez (En invierno es mejor un cuento triste) que acaba así:

Mira a tu hijo que vuelve
sin camino y sin manta, como entonces,
a tu regazo con remordimiento.

A veces, sin querer, uno piensa eso, no se puede evitar: yo soy la tristeza repentina que puede haber en la sonrisa de otra persona. Lo que haya en ti, de pronto, de duda inesperada y de vértigo, eso soy yo: lo que haya en ti de miedo o de arrepentimiento silencioso. Si algo hay de opaco en ti, o de impaciencia, eso seré yo, sólo eso. ¿Seré tu gesto de alarma o de resignación?

¿Por qué habremos pensado que la lluvia nos concierne, si para nosotros no escampa?

Hay poemas como largas tormentas: dejan demasiados charcos.

Pienso en este otro poema de César Vallejo (Heces):

Esta tarde llueve como nunca; y no tengo
ganas de vivir, corazón.

O quizá no, quizá esté pensando sin decirlo en el Don de la ebriedad de Claudio Rodríguez:

No porque llueva seré digno. ¿Y cuándo
lo seré, en qué momento? ¿Entre la pausa
que va de gota a gota?

Perdona, es que me he distraído viendo fotos.

Mañana sigo con el volumen 2 de las Fabulosas Hazañas de los Tres Tenores en Colombia.

Tan instructivas serán como deleitosas. Su poquito de cultura, aunque sean los cuadros de Botero:

Y también su poquito de travesuras del Trío Calavera con las colombianísimas Claudia Montilla y Angelita Pérez:

Comments (25)

Anonymousoctubre 30th, 2008 at 12:02

Qué bien escribes, cabrón.

Alberto Moctubre 30th, 2008 at 13:16

Coincido con el anterior comentario, Rafael. Si es que es usted el espíritu de la burundanga.

Bárbaraoctubre 30th, 2008 at 14:05

Qué bonito. Algo bueno tenía que traernos esta obstinada lluvia…

Katrina Van Dassosoctubre 30th, 2008 at 18:34

Precioso post.

Fíjese que a mí la lluvia, siempre y cuando no dure un mes sin parar (como la temporada pasada), me gusta. Me recuerda a La Coruña y los 3 años que viví ahí.

Y por supuesto el estar en casa, sin excesivo frío (aquí en la sierra se agradece cuando llueve), echando humos por la ventana viendo los goterones caer… me remite al cuento de Cortázar » Aplastamiento de gotas». Que decía algo como…

«las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.»

pakikooctubre 30th, 2008 at 22:10

Puedo decir que en la foto que sales con tu madre te pareces un poco a Joselito…lo siento pero es lo primero que se me ha pasado por la cabeza al verla.

Los criticonesoctubre 30th, 2008 at 23:07

Pues sí, hay que volver a la poesía como a la casa, con las pestañas quemadas del mundo ahí afuera, y a Claudio Rodríguez como a una madre.

«…
como la lluvia sabe de mi infancia,
que una cosa es llegar y otra llegarme
desde la vez aquella para nada…»

C. Rodríguez

La tristeza, como la nostalgia, están dotadas de la incontestable belleza que les otorga la verdad.

ARM

Anonymousoctubre 31st, 2008 at 7:16

No sé, Rafael, si será mi vista algo cansada, o si será que hoy es viernes y se acercan mis dos ridículos días de libertad vigilada, pero me ha parecidpo que tu padre, en esa foto que nos muestras, tiene un aire a Barral… Como además el texto hace referencia a la poesía, tuve que volver una linea atrás para comprobar que, en efecto, hablabas de tu padre. La foto, un hombre de porte decidido, con la calculadora en la mano: poesía.

Bueno, no desvarío más.
Saludos.

Dan

Anonymousoctubre 31st, 2008 at 12:55

De lluvia y de Vallejo me emociona ese de:

Si lloviera esta noche
retiraríame de aquí a mil años,
mejor a cien, no más.

Anonymousoctubre 31st, 2008 at 13:14

» …no hay alivio posible
ni el bálsamo falaz de la nostalgia,
ni el más firme consuelo del olvido»
Ángel González

A tirar p’alante,
como los d’alicante.

Marluoctubre 31st, 2008 at 13:44

Qué gusto da leerle en invierno. Aquí en Valencia hace frío, y me arrebujo entre sus letras y sus poemas, de paso cuento los caramelos que trae mi hija del colegio, ella con siete años no trae arrepentimiento, trae risas de cristal líquido. Buen fin de semana.

Anonymousoctubre 31st, 2008 at 15:58

Me equivoqué y lo puse en el anterior post. Pero aquí lo repito.

Sobre la poesía femenina y las mujeres decía José Ortega y Gasset:

«Porque entonces descubrimos que esa intimidad femenina, tan deliciosa bajo la luz de un interior, puesta al aire libre resulta la cosa más pobre del mundo. La personalidad de la mujer es poco personal, o, dicho de otra manera, la mujer es más bien un género que un individuo. Me parece vano querer cegarse ante esta evidente realidad, que explica también la labor de la mujer en la historia y la perpetua mala inteligencia entre ambos sexos. Ello es que la mejor lírica femenina, al desnudar las raíces de su alma, deja ver la monotonía del eterno femenino y la exigüidad de sus ingredientes. (…) Si hubiese habido mayor número de mujeres dotadas de los talentos formales para la poesía, sería patente e indiscutible el hecho de que el fondo personal de las almas femeninas es, poco más o menos, idéntico»

De «La poesía de Ana de Noailles», Revista de Occidente, julio de 1923

Volkman

Bárbaraoctubre 31st, 2008 at 20:49

Volkman, para la colección:

HONOR? DE BALZAC:»Emancipar a las mujeres es corromperlas»

ARIST?TELES: «La hembra es hembra en virtud de cierta falta de cualidades»

CAMILO JOS? CELA: «Las mujeres están para ser gustadas. Después, unas se dejan, otras no…Eso ya va por provincias»

ERASMO DE ROTTERDAM: «La mujer es, reconozcámoslo, un animal inepto y estúpido aunque agradable y gracioso»

De nada, machote.

Anonymousnoviembre 1st, 2008 at 0:23

Más Ortega y Gasset:

«El centro del alma femenino, por muy inteligente que sea la mujer, está ocupado por un poder irracional. Si el varón es la persona racional, es la fémina la persona irracional. ¡Y ésta es la delicia suprema que en ella encontramos! El animal es irracional, pero no es persona; es incapaz de darse cuenta de sí mismo y de respondernos, de darse cuenta de nosotros. No cabe trato, intimidad con él. La mujer ofrece al hombre la mágica ocasión de tratar a otro ser sin razones, de influir en él, de dominarlo, de entregarse a él sin que ninguna razón intervenga. Créalo usted: si los pájaros tuviesen el mínimo de personalidad necesario para respondernos, nos enamoraríamos de los pájaros y no de la mujer».

José Ortega y Gasset «Paisaje con una corza al fondo», mayo de 1927.

Un saludo
Volkman

Anonymousnoviembre 1st, 2008 at 3:56

ah, qué basura esta cita de ortega, ah, que basura competa

Bárbaranoviembre 1st, 2008 at 7:36

Por seguir con frases estúpidas (y acabar):
«¡¡Dios sabe que yo quise la paz!!» Esta es de Hitler.
A veces me siento taaan cansada…

Anonymousnoviembre 1st, 2008 at 9:50

«Yo era un tonto y lo que he escrito me ha hecho dos tontos»

Ortega y Gasset, periquito bicéfalo.

Angelanoviembre 1st, 2008 at 21:12

Qué maravilla.

Anonymousnoviembre 2nd, 2008 at 8:40

¿Para quién escribes, Rafael? ¿En qué consiste exactamene este blog? ¿Es, tal vez, una manera de dirigirte a tu hija? Las entradas, las fotos, el afecto, quedarán archivados en algún sitio intangible para siempre, y ella podrá reconstruir en el futuro. ¿Cómo lo recibirá? Es extraño; tengo a veces la impresión de disfrutar asumándome a un mundo al que no debería acceder.

Abrazo.

Carlosnoviembre 3rd, 2008 at 4:37

A mí el poema que me destroza cada vez, uno de ellos, es el que abre la Carta abierta de Gelman, aquel que escribe a su hijo: «Hablarte o deshablarte/ dolor mío//manera de tenerte/ destenerte// pasión que muda su castigo…». Cada vez.

Titonoviembre 3rd, 2008 at 21:50

Carlos, creo que a Gelman probablemente le supera éste de Ungaretti por su hijo muerto.

TODO HE PERDIDO

Todo he perdido de la infancia
y no podré ya más
olvidarme en un grito.

He enterrado la infancia
en el fondo de las noches
y ahora, espada invisible,
me separa de todo.

De mi recuerdo que exultaba amándote,
y aquí estoy, extraviado
en lo infinito de las noches.

Desesperación que incesante aumenta,
ya para mí la vida,
detenida en el fondo de la garganta,
no es más que una roca de gritos.

Anonymousnoviembre 4th, 2008 at 11:15

PREMIOS LITERARIOS

Amañados y entrevesados. Ni finalistas ni ganadores sin engrosados currículums. ¿Por qué no un desconocido? ¿Por qué no un principiante? ¿Acaso venderá mucho menos un nombre sin valor, sin novelas ni ensayos? Cribas al tuntún… -¡Ya tenemos ganador!- dijo un miembro del jurado. -¿Quién?-pregunto el de su derecha. – ¡Mi primo! Que es amigo de Javier Marías. – No se hable más- añade un tercero. ¡¡Adjudicado!- claman a los cielos mientras lanzan a la basura el resto de los ejemplares.

Y entonces los suplementos culturales y los programas moderno/casposos nos meten su nombre hasta en la sopa, y claro, los más borregos lo compran, lo regalan, lo piden prestado. Y las edición llega ya a la trigésimo cuarta. Y el autor se ríe en un asador con sus colegas del jurado. -¡Invito yo que os lo debo cabrones!- Como dicen por ahí: un cuento chino.

Rafael Reignoviembre 4th, 2008 at 12:12

Hombre, gracias, no por lo de cabrón, claro.
Gracias, Alberto.
Muchas cosas buenas trae, Bárbara. A ti, por ejemplo.
A mí también me gusta la lluvia a la intemperie, Katrina.
¿A Joselito? Dios, qué cosas. En fin, qué le vamos a hacer.
Exacto, criticones, de acuerdo.
Vale, amigo.
¿A Barral? No sé, yo no le veo parecido (salvo la barba esa, claro).
A mí también me emociona ese poema.
Diga usted que sí, anónimo.
Lo mismo, Marlu, y un beso.
Un besito, Ángela.
Joder, qué pregunta. ¿Para usted, por ejemplo? ¿Por qué no? Este blog va de lo que todos: cuento cosas de mí, porque creo que le pueden interesar a otros y pueden leerlas como si trataran de sí mismos. A lo mejor me equivoco, claro, pero con no leerme, pues ya está. Y no, a mi hija me dirijo hablando. O bien: me dirijo a ella aquí tanto como en cualquier otra cosa que escriba. No sé si responde a la pregunta… Un abrazo y gracias por leer.
Sí, está bien ese poema, Carlos.
Está bien, Tito, aunque suena rara la traducción, no sé.

Belénnoviembre 6th, 2008 at 13:31

¡¡¡Vaya tres piezas!!!

La foto de tus padres frente al mostrador de check-in es todo un símbolo de los tiempos que corrían. ¡A mí no me agarran haciéndome fotos en la cola de las peleas! Porque ahí empieza la sucesión de follones aeroportuarios, de ahí al desnudo de la cola de seguridad, y a la vorágine de las tiendas. La espera, el embarque… Los aeropuertos son el centro del atorramiento cerebral.

Como siempre, me ha gustado mucho tu escrito.

¡Ah! El otro día contí a mi audiencia venezolana la anécdota de Gabo. Gustó mucho, es que es muy buena.

Besos desde Japón.
Belén

Elkenoviembre 9th, 2008 at 22:48

¿Por qué me borra los mensajes, Reig? ¿Sólo le interesa que lean los que le dan lametones? Para ser usted tan crítico con los demás lo veo muy flojo encajando. Se lo voy a repetir mientras lo borra otra vez: es usted advenedizo en literatura, su pose de jugar a que juega no engaña a nadie (bueno, a algunos veo que si)y la sonrisa de TODAS sus fotos me parece sospechosa. ¿No me va a dedicar tambiñpen un parrafito en sus respuestas? Saludos, Reig.

Estelle Talavera Baudetnoviembre 11th, 2008 at 11:26

«…si hay algo en él de amargo, seré yo.»
Genial el blog, Rafa.
Nos vemos en Hotel Kafka esta noche, y más te vale acodarte de mí, hombre. 😉
Un besote.

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