Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

García Calvo, la virtud de la impotencia

Anoche me enteré de que se había muerto Agustín García Calvo. No hará ni dos semanas que comentábamos Chavi Azpeitia, Edu Vilas y yo su traducción de Lucrecio.

 

 

He leído mucho de lo que ha escrito y me gustaba su forma insurrecta de pensar, su insumisión radical.

Una vez, hará treinta años, fui a un coloquio en el que intervenía García Calvo y también Francisco Rico.

Empezó García Calvo a enredarse en sus enrevesada forma de ir pensando según hablaba y Rico, amistosamente, dijo que a García Calvo a veces costaba entenderle porque era de Zamora y hablaba en sayagués.

Sabido es que Sayago es parte de Zamora, pero Rico, que no acostumbra a dar puntada sin hilo, bromeaba, claro está, con la enemiga que Cervantes parece mostrar al sayagués en el Quijote.

En la segunda parte, Sancho le ha hecho creer a don Quijote que Dulcinea es una de tres labradoras que se ven a lo lejos montadas en jumentos. Tiempo después, don Quijote les cuenta lo que sucedió a los duques y cómo la vio transformada, sin duda por algún encantamiento, «de princesa en labradora, de hermosa en fea, de ángel en diablo, de olorosa en pestífera, de bien hablada en rústica, de reposada en brincadora, de luz en tinieblas, y, finalmente, de Dulcinea del Toboso en una villana de Sayago» (cap. XXXII).

Y en el capítulo XIX, también de la segunda parte, don Quijote corrige a Sancho con dureza y compara el buen habla de Toledo con el rústico sayagués:

-Fiscal has de decir ??dijo don Quijote??, que no friscal, prevaricador del buen lenguaje, que Dios te confunda.

??No se apunte vuestra merced conmigo ??respondió Sancho??, pues sabe que no me he criado en la Corte, ni he estudiado en Salamanca, para saber si añado o quito alguna letra a mis vocablos. Sí, que, ¡válgame Dios!, no hay para qué obligar al sayagués a que hable como el toledano, y toledanos puede haber que no las corten en el aire en esto del hablar polido.

Todavía hoy define la Academia sayagués como: «se decía de las personas toscas y groseras» y también como:  «Habla arrusticada que se finge dialecto leonés de la comarca de Sayago, utilizada por personajes villanescos en el teatro español de los siglos XV al XVII«.

Estoy de acuerdo con Rico, sin embargo o por eso mismo: García Calvo hacia prevaricar a la lengua, la retorcía, se negaba a dejarse llevar por ella, a caer en sus trampas, se enfrentaba a ella cuerpo a cuerpo, hasta conseguir decir algo, en lugar de ser hablado por la propia lengua. Que hablara en sayagués era para mí su mayor virtud: esa cazurrería para decir que no y para impugnar lo evidente, esa terquedad para sublevarse contra el ser y contra a lengua misma.

No hay mejor forma de rendir homenaje a un escritor que volver a leerle, así que cogí ayer el Sermón de ser y no ser y lo releí.

No me resisto a copiarte aquí uno de los dos sonetos que acompañan al sermón en la edición que tengo, donde García Calvo los califica de «sonetos teológicos».

Enorgullécete de tu fracaso,
que sugiere lo limpio de la empresa:
luz que medra en la noche, más espesa
hace la sombra, y más durable acaso.

No quiso Dios que dieras ese paso,
y ya del solo intento bien le pesa;
que tropezaras y cayeras, ésa
es justicia de Dios: no le hagas caso.

¿Por lo que triunfo y lo que logro, ciego,
me nombras y me amas?: yo me niego,
y en ese espejo no me reconozco.

Yo soy el acto de quebrar la esencia:
yo soy el que no soy. Yo no conozco
más modo de virtud que la impotencia.

Muchas veces he recitado este soneto como quien reza (por eso será teológico). A que me lo sepa de memoria ayuda (aparte el hecho de que también creo que la poesía es «memorable speech», para aprendérsela de memoria) el que Eduardo Vilas tuviera este soneto colgado durante años en una de las aulas de Hotel Kafka.

Pero qué gusto da volver a leerlo ahora, oír hablar de una empresa que será limpia porque ha fracasado, en estos tiempos de tanto «emprendedor» con éxito.

No hay mayor virtud que fracasar. No nos reconozcamos en ese espejo.

Ya puestos, te copio también el segundo, no menos bueno:

Pero no cejes; porque no se sabe
cuándo pierde el amor, dónde la tierra
volteando camina, ni qué encierra
mensaje del que nadie tiene clave.

Pues el Libro Mayor (y eso es lo grave)
del Debe y el Haber nunca se cierra,
y acaso acierte el que con tino yerra;
ni es nada el mundo hasta que el mundo acabe.

Si te dicen que Dios es infinito,
di que entonces no es; y si finito,
que lo demuestre pués y que concluya.

Pero no hay Dios ni hay Ley que a contradanza
no se pueda bailar. Tu muerte es tuya.
Tu no saber es toda tu esperanza.

Su muerte es suya, de Agustín García Calvo.

Aquí estoy en una foto que me hizo mi hija Anusca sin que me diera cuenta.

 

 

Ya no me acuerdo qué andaba haciendo.

¿Tú qué crees?

No, imposible: sin gafas no soy capaz de leer nada.

Quizá estuviera mirando la partida que ando jugando por correo con Begoña Huertas, y en ese caso, tenía que ser (por la sonrisa que tengo) antes de la jugada 28, en la que perdí un peón decisivo  que ahora sé que me va a costar la partida.

Aquí en Cercedilla, donde no nos privamos de nada, tenemos dos Aranchas o Arantxas, una rubia y una morena.

Así, según el estado de ánimo o el color del cielo, quedamos con una o con otra.

El otro día estuvimos con Arantxa la rubia en casa de Ignacio Merino.

 

 

Sí, a mí me pasa lo mismo que a Javier: en cuanto una mujer me abraza, cierro los ojos. No lo puedo evitar, es un acto reflejo.

Abrázame y verás. Verás tú, porque yo ya no veré: habré cerrado los ojos, es matemático o impepinable.

Arantxa es muy abrazadora, como se puede comprobar, pero Violeta, cuando la abrazan, mantiene los ojos abiertos y sonríe.

 

 

Ayer en cambio nos tocaba la Arancha morena, con la que matuvimos una conversación subida de tono: ¡había ropa tendida!

 

 

Cuando se fue me avisó Orejudo de la muerte de Agustín García Calvo, y nos pusimos a leer sus poemas.

Comments (12)

Enoviembre 2nd, 2012 at 10:12

¡Rafael, qué bonita necrológica te ha salido!. Mezclando la ropa tendida, las Aranchas y el Dios infinito.
Una vez fui a ver a García Calvo. Le oí pero no creo que le escuchara ya que no me enteré de nada de lo que decía.

Mr.E

rafaelreignoviembre 3rd, 2012 at 7:22

es lo que tiene hablar en sayagués, que a veces no se entiende ni jota. Un abrazo, Mr. E

Microalgonoviembre 5th, 2012 at 11:18

Un abrazo desde acá, el Sur. Pero no cierre los ojos, ¿hein?, que tengo un cromosoma Y la mar de chulo.

OMCDnoviembre 5th, 2012 at 15:17

«Su relación con el barrio de malasaña tiene que ver con el piso de la calle del Desengaño donde don Agustín fundó una escuela de estudio libre entre los años 1965 y 1969. Por allí pasó también Chicho Sánchez Ferlosio que contó que ??en la calle Desengaño, allí con Agustín se gastaba mucho tiempo en?en beber alcohol, y en hacer letras, en hacer músicas a poesías que tenía Agustín y todas esas cosas?? Por allí se discutió también para elaborar el texto de la Comuna Antinacionalista Zamorana. En los setenta tuvo su tertulia en La Manuela, en San Vicente Ferrer, siempre con los presocráticos a cuestas y con un público ahora más ??divino?: los Umbral, Carmen Martín Gaite, Rafael Sanchez Ferlosio? La cosa acababa normalmente cantando por las canciones de Chicho.»

Kiko Veneno compuso este tema de sus primer LP con Veneno después dehaber pasado por una de estas tertulias, tal vez sin enterarse de nada como el resto:

http://www.youtube.com/watch?v=j7U1Q3ctJ5c

«La Muchachita/Canción Antinacionalista Zamorana».Kiko Veneno

El calor me mata,
La lluvia me pervierte,
Cuando nieva en sevilla me gusta verte.

El calor me mata,
La lluvia me pervierte,
Cuando nieva en sevilla me gusta verte.

El humo me ciega,
Las nubes me levantan,
Y sólo me consuela
La virgen de la estampa.

El humo me ciega,
Las nubes me levantan,
Y sólo me consuela
La virgen de la estampa.

Los dulces me atan,
El ruido me alimenta,
No me sirve el paraguas
Cuando viene la tormenta.

Los dulces me atan,
El ruido me alimenta,
No me sirve el paraguas
Cuando viene la tormenta.

Las moscas me pueden,
Los gatos me hieren,
Los niños me pintan
En las paredes.

Las moscas me pueden,
Los gatos me hieren,
Los niños me pintan
En las paredes.

Los guardias me advierten,
Las monjas me arrugan,
Me entran las ganas de mear
Cuando sale la luna.

Omega Mannoviembre 8th, 2012 at 7:12

Rico no acostumbra a dar putada sin hilo.
El detalle de la ropa tendida es cojonudo a la par que entrañable.

Alejandro Garcíanoviembre 12th, 2012 at 13:28

Muy grande esta entrada. Me encanta. Y eso que mis oríegenes son sayagueses, de Pereruela y alrededores. Cada vez que leo esos fragmentos del Quijote más cuenta me doy de que era un sabio, una persona que conocía el país como la palma de su mano, porque no se equivoca. Y sume aquí mi réquiem por AGC, tan maltratado por las instituciones culturales de mi tierra castellanoleonesa, tan penosas ellas

rojonoviembre 13th, 2012 at 10:27

Excelente recuerdo de García Calvo. Muy bien visto lo del sayagués.

Álvaro Bernal Quevedonoviembre 14th, 2012 at 19:29

Hola Rafa, me permito tutearte porque ya me he leído cuatro novelas tuyas y creo que hay confianza. Disfruté como un enano con la última «Lo que no está escrito», la recomiendo a diestro y siniestro y se la presto a los amiguetes. Me ha dicho un pajarito que el 1 de Diciembre vienes a Alcalá de Henares, haré por ir a verte. Sigue dándole a la tecla. Un saludo.

rafaelreignoviembre 18th, 2012 at 7:39

Claro que sí, por allí andaré el 1 dic.Nos vemos

Mindiciembre 2nd, 2012 at 11:12

Aunque muerto él, su forma de pensar sigue estando ahí y supongo que no habrá dejado de gustarte… Porque eso perdura ¿no?

Saludos.

Sandro Crespodiciembre 6th, 2012 at 21:07

Me ha encantado esta entrada sobre Agustín García Calvo. Me alegra saber que el genial polemista tiene hordas tan fieles como las de Hotel Kafka. Me acordé mucho de su semblante cuando Javier Marías rechazó el Nacional de Narrativa. García Calvo decía que sin duda rechazaría cualquier premio más importante que el Nacional de Literatura Dramática. Vida al Sayagués. Esto no solo consiste en publicar libros, también valen los valores de la literatura. Un abrazo.

Rothmayo 20th, 2013 at 12:33

Es muy frecuente oír repetido lo que aquí leo de nuevo: «No me enteré de nada». Hace falta una personalidad bien hecha, unas ideas bien encerradas en la cabeza y en fin, una sordera acorde con los tiempos eternos que nos tienen medio muertos, para haber oído a AGC y no enterarse de nada. Por si acaso os recuerdo, a ver si esto se entiende (pero leerlo despacio, y dejando las ideas en el cubo de la basura):

«No os engañen nunca más contraponiéndoos la masificación con la exaltación personal del individuo: son dos caras de lo mismo, son la misma cosa, que lo mismo sirve el reducir a poblaciones de centenas de miles, millones, a mera masa (de individuos siempre) dedicados a trabajar para nada, dedicados a diferentes formas de prostitución, lo mismo sirve eso que en los rotativos o en las revistas de señoras exaltar las caras de presidentes o de cualquiera otro títere que en el mundo de la Cultura, de la Política o de la Economía pueda estar llamando la atención.»

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