Pues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respectoNutrexpa sí, Borges no
Se ha muerto Félix Romeo. Me lo contó Juan Ángel Juristo en la plaza de Olavide: sé que le conocías y le apreciabas, por eso te lo cuento, para que no te enteres por la prensa, me dijo.
Y es verdad. Le conocía y le apreciaba mucho. Recuerdo una cena en Zaragoza, seguida de muchas copas, lo pasamos en grande, otro día te lo cuento, y la discusión a gritos por un queso.
Comré el ABC, donde escribía Félix, y me he econtrado que ocupa mucho más espacio la muerte de un tal Iñigo Oriol (o «de» Oriol, al parecer al tal Iñigo le gustaban las partículas que dan empaque cuasi nobiliario).
No sé muy bien quién era ese tipo, parece que era simplemente rico, banquero, empresario, algo así, alguien que todo lo que ha conseguido hacer en la vida es… dinero. Qué triste.
Como el tal Steve Jobs, otro empresario, al que los periódicos han tratado como si fuera un santo, alguien creativo, un apóstol de la libertad, etc., cuando se trataba simplemente de un tipo que hizo… dinero. Qué triste.
Pensaba en esto cuando pensaba en «l’affaire Mallo«.
Apoyo a mi buen amigo Agustín Fernández Mallo, claro que sí, pero no es Dreyfus. Al menos a mí hay unas cuantas cosas que no me quedan claras.
Lo que más me llama la atención del asunto es que Agustín, según él mismo declaró a El País, sí pidió autorización a Nutrexpa para utilizar cierta marca comercial que esta empresa tenía registrada.
Sería Nocilla, supongo.
Agustín, tronco, ¿le tienes más respeto a una empresa que a Borges? ¿No te parece escandaloso? Antes de usar algo que pertenece a una empresa, te la coges con papel de fumar, pero si pertenece a un escritor (o a sus herederos), qué más da. La propiedad intelectual es sagrada, pero sólo si el propietario es una empresa o alguien con un apellido con partícula.
Si es un escritor o su viuda, vale todo.
Nutrexpa sí, Borges no.
No lo entiendo, la verdad.
Sé que hoy en día lo más importante que se puede hacer en la vida es… ¡dinero!
Aun así, a mí todavía me inspira más respeto Borges que Nutrexpa.
El sábado escribía sobre el asunto Benjamín Prado, con un argumento falaz: «A Borges no le hubiera gustado tener ese lápiz rojo entre los dedos.»
O sea, que lo grave es que Borges no habría reaccionado así.
Pues vete tú a saber y, en cualquier caso, ¿en qué cambia eso las cosas?
Si la retirada del libro la hubiera exigido Borges, ¿sería muy diferente?
No lo veo, la verdad. Las mismas razones que se usan contra el derecho de María Kodama se podrían usar contra el de Borges, ¿o no?
Se puede estar en contra de la propiedad privada, lo que no me parece razonable es estar en contra de la propiedad privada de Borges, pero no de la de Nutrexpa. O al contrario: de la de María Kodama, pero no de la de Borges.
También se puede estar en contra de la herencia, claro.
En cualquier caso, los derechos de autor tienen dos componentes, uno moral y otro económico. A veces no se distingue entre las dos partes. Tengo un derecho moral sobre mi obra. Por ejemplo, no puede publicarse bajo el título: «Los mejores autores fascistas del siglo XX«. O incompleta, con cortes que desfiguren su sentido, pongamos. Y tengo otro derecho económico: si alguien quiere publicarla o usarla, me debe dinero. La legislación, creo yo, debería deslindar mejor ambos componentes, sobre todo cuando el propietario de los derechos ya no es el autor, sino un heredero.
En este caso, ¿de qué hablamos? ¿De un derecho moral o económico?
Quiero decir, a mí me importa un rábano que Agustín haya hecho «un homenaje» o «un gesto de amor» a Borges. Mi opinión es que, si hubiera querido ridiculizar a Borges, reírse de él o menospreciarlo, tendría el mismo derecho y le apoyaría igual. Ese no es un argumento, a mi modo de ver.
¿Puede coger a Borges y usar sus propios textos para reírse de él? Yo creo que sí. ¿Puede hacerlo sin pagar o sin autorización? Pues creo que no.
Hace unos años Arsenio Escolar me encargó un folletín en su 20minutos.
Mi primera propuesta fue un diario íntimo del capitán Haddock en una aventura de Tintín en España durante una camnpaña electoral.
-Piensa en otra cosa, Rafita, eso está sujeto a derechos -me dijo de inmediato-. Igual nos sale demasiado caro.
(Pensé en otra cosa, claro: las Hazañas del capitán Carpeto, que se publicó por entregas diarias y luego como libro).
En Alfaguara ¿no hay nadie que tenga dos dedos de frente? ¿A nadie le ocurrió pedir autorización? A Agustín no, porque él sólo pensaba en los legítimos intereses de las empresas como Nutrexpa, pero ¿no había nadie más ahí?
Cuando Planeta recibió una novela de Orejudo (él lo ha contado ya, no desvelo nada), lo primero que hizo fue entregársela al departamento jurídico, que desconsejó vivamente su publicación por miedo a posibles querellas. No se publicó en Planeta, por supuesto.
¿Qué ha pasado aquí? ¿Le han hecho la cama a Agustín?
Escribe Benjamín Prado:
En España, la editorial 451 promueve una serie de volúmenes colectivos en los que autores como Ángela Vallvey, Isaac Rosa, Lorenzo Silva, Luis Sepúlveda, Antonio Orejudo, Juan Bonilla, José Ovejero, Alicia Giménez Bartlett, Juan Madrid, José Carlos Somoza o Jesús Ferrero, entre otros muchos, han recreado desde Las mil y una noches y los Artículos de Larra hasta el Poema de mio Cid.
Benjamín, tronco, no seas tramposo: todos esos libros están libres de derechos, como los que citas, el Poema de Mío Cid y Las mil y una noches.
Lo sé bien porque yo fui uno de esos autores, aunque, como Benjámín escribe en El País, aparezco con mi popular seudónimo «Entre otros muchos«.
Escribí, con Orejudo y Luisgé Martín, precisamente un remake del Cid.
Chavi Azpeitia, el jefe de todo aquello, sabía de sobra que eso no lo podíamos hacer, pongamos, con La colmena, de Cela. Eso lo sabe todo el mundo. El fin de semana comimos con Virginia Rodríguez, que trabajó en ese proyecto y lo sabía de sobra:
-Se nos ocurrieron remakes mucho mejores, pero, claro, no estaban libres de derechos.
¿Cómo podía ignorarlo Agustín, que sí sabía que había que pedir permiso a Nutrexpa?
¿Cómo podía ignorarlo Alfaguara?
Sólo se me ocurre que pensaran: es un homenaje, tenemos derecho, no vamos ni a pedir permiso.
Me parecería fenomenal, pero, si es así, entonces ¿por qué han retirado la edición en lugar de defender ese derecho si creían en él? ¿Y por qué hubo un acuerdo secreto, según decía la prensa?
La impresión que da es la contraria, que sabían de sobra lo que estaban haciendo.
Hay muchas preguntas que me dejan algo perplejo.
Yo creo que Benjamín Prado sabe de sobra que, si yo quiero hacer una versión de una canción de Joaquín Sabina con letra de Benjamín, algo le deberé de pagar a Benjamín, ¿o no?
La última vez que nos encontramos Violeta y yo con Benjamín, nos tomamos mil y una cañas, a pesar de que él llevaba prisa porque, nos dijo, tenía que ir… a la SGAE.
En fin, de todo esto hablamos el fin de semana, en casa de Virginia y Borja, mientra Jerónimo dormía.
Primero, como era obligatorio, estuvimos haciéndole burlas, chirigotas y villanías un rato a Alberto Olmos, que es el mínimo precio de la fama, culpa suya por salir en la portada de Qué Leer:
Aquí estoy yo en mi turno de cachondeo, mientras Eugenia abandona a Alberto a su suerte.
Sí, tuvimos la preceptiva discusión acerca del nombre de la prenda con la que me visto siempre en verano: ¿guayabera o sahariana? He aquí el dilema.
La que parece mora es Marcela, no sé por qué iba así. A su izquierda, Chema. Luego Violeta y yo con un cazo (cazo, no whisky) en la mano. Luego Olmos y Eugenia. Asoma un poco después la cabeza de Marta Sanz, luego Eduardo Becerra y María, la cabeza de Virginia y el pobre Borja, reponiéndose de una gripe con mi sano consejo: Ya sabes, Borja, al catarro con el jarro.
Después de comer echamos el tradicional ajedrez. El que perdía se levantaba de la mesa. La primera pareja de adversarios fueron Olmos y Edu Becerra:
En parte gracias a la colaboración del público, que no dejamos ni un segundo de dar consejos suicidas, Edu tuvo que levantarse y le cedió el sitio a Borja.
Quizá por la gripe, Borja tuvo que levantarse y me cedió el sitio.
Yo ya me había tomado diez o doce whiskies y quizá por eso tuve que levantarme…
Cuando nos despertamos al día siguiente, el dinosaurio Olmos aún seguía allí, sentado frente al tablero y esperando un contrincante.
Muy bonita crónica, me quedo con las ganas de ver a Marta Sanz entera, porque me gusta mucho cómo escribe. Saludos
Sé que podría ganarle al Olmos. Lo sé.
Gran entrada, maestro.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas, no se por qué tanta gente defiende a Mallo, a mi me aburre. Sin embargo no deberiais reiros de A.Olmos, yo soy superfan suya y me parece que ha salido muy sexy en la foto… Espero que su novela sea un éxito, se lo merece.
También era fan de F.Romeo. Me encantaban sus críticas de los jueves y su forma de ser, tan libre, y auténtico. Una pena.
hombre, señor Reig, decir que Seve Jobs se hadedicado sólo a hacer dinero… es como si usted vendiese un millón de ejemplares de cada novela que saca y luego le dijesen que lo único que ha hecho en su vida es dinero…. Steve Jobs ha hecho contribuciones muy importantes, algunas controvertidas, que a usted puede que le importen un pepino, pero decir que lo único que ha hecho es forrarse es de una simpleza impropia de alguien como usted.
En cuanto a lo de Borges y Nocilla, de acuerdo. Aunque me imagino que Mallo tendrá su versión, qur yo desconozco,
Entre Jobs y AFM y su editorial Alfaguara no hay casi ninguna diferencia. Una: el producto que venden. Quizá Jobs era más avispado que los otros dos.
En todo caso, AFM y Alfaguara siguieron el consejo del gurú de la electrónica : «seguid hambientos, seguid alocados», y así les ha ido con el affaire Borges.
Con los muertos no se juega, que no entienden de mercadotecnia, solo entienden de respeto y de muerte
Alan, la gran contribución de Steve Jobs al mundo tiene que ver con la inoculación de la necesidad de comprar a toda costa. ¿De verdad crees que se vive mejor por el hecho de tener un Iphone? ¿De verdad crees que este tipo ha cambiado el mundo para bien?
Yo no tengo ningún producto Apple y vivo como Dios. También puede ser que esto sea porque yo también tomaba cañas hace años en Olavide y la plaza de Chamberí, lugares que Jobs, para su desgracia de anglo cuentapelas y vegetariano, no pisó en su puta vida.
«»Steve Jobs ha hecho contribuciones muy importantes, algunas controvertidas…»
Es una pena que el autor del entrecomillado no nos explique con más detalle las «contribuciones » de Steve Jobs.
¿Qué rayos ha aportado Jobs a la ciencia? ¿Qué ha aportado a la tecnología? Steve Jobs ha sido un mero gestor, un sujeto con gran vista comercial, que ha contado siempre con un amplio equipo de ingenieros a su alrededor, a los cuales ha podido dirigir sus demandas: «Lo quiero de este grosor»; «lo quiero con batería que dure 10 horas»; «lo quiero con pantalla de tal resolución». Está claro que el INGENIO ha sido de los INGENIeros. Jobs, sin quitarle mérito en lo suyo, ha sido el típico sujeto que «las ve venir» y sabe por donde van a ir los gustos de la gente, cuando no crearlos y construir gadgets-fetiches.
Pero elevar a los altares a este buen hombre por tener VISTA COMERCIAL, me parece mear fuera del tiesto.
a ver, que yo no he querido defender a Jobs de forma cerrada. Parece que hay intervienientes que conocen las conversaciones de Jobs con sus ingenieros. Espectacular, si aquí tenemos a íntimos de este señor que saben al dedillo lo que hacía día a día…. a mí me sorprende, pero bueno.
Que se puede vivir muy bien sin un Iphone, ¡claro! y sin libros también, y eso no significa que no haya que leer. Si alguien quiere volver a la cueva que lo haga, puede que volver a empezar no sea mala idea después de todo. Pero vamos, que yo de tecnología voy cortito, de hecho apenas uso el móvil.
Opiné lo mismo la semana pasada en mi humilde blog. No me creo que una editorial como Alfaguara no sospechara que pasaría esto. A partir de ahí o piensas en que son incompetentes o en que es un montaje. El tiempo lo dirá.
Aparte de que unánimamente todo el mundo parece condenar la actitud cerrada de la Kodama, no había leído opiniones sobre el hecho de hacer una novela tan directamente vinculada a Borges. No estoy de acuerdo con las opiniones que vierte sobre ello, no tengo muy claro esos límites sobre la propiedad intelectual, los veo difícil. Se debe perseguir el plagio. Pero si escribo una novela en la que aparecen las letras de treinta o cuarenta canciones; ¿he de pagar los derechos? ¿no vuelve eso la novela impublicable? Y, por lo tanto, ¿no constriñe la creatividad?
Para mí la línea está en deslindar plagio de intertextualidad. Hay bastante arte referencial, que intertextualiza de otras obras, de otros blogs incluso, que incluse letras de canciones, de textos legales, etc, etc. ¿habrá que distribuirlo de manera pirata por los foros igual que las películas y la música? ¿Son una misma categoría? ¿Todo es plagio?
Ya escribí mi opinión sobre AFM, no muy positiva, la verdad, pero aquí la cuestión es otra.
También hay que decir que me parece indiscutible que esto le beneficia, y tal vez es eso lo que esconde Alfaguara, un as en la manga para subir en el altar de los mártires a este innovador «creador».
En cuanto a lo de Steve Jobs, creo que abunda por aquí una ramplona y cuasidecimonónica visión de la tecnología, al parecer. Y precisamente aquí, en un blog. Creo que esto está cambiando muchas cosas, incluso en nosotros como individuos. Como muestra hago una torpe reflexión meta (o pata) física aquí: http://momentosdelavidadeunfauno.blogspot.com/
Si jugara con usted al ajedrez, señor Reig. Le copiaría la apertura y esperaría a los amables efectos del wisky para ganarle. ¿Cómo resisten esas partidas a la hora de la siesta por dios?
Yo no sé nada, pero leo para seguir sin saber nada. Me lo paso bien y me entretengo. Otros hacen puzzles o sopas de letras haciendo el ganso o sé si en forma de sopa.
Lo que he leído es lo serios que os ponéis todos cuando se habla de dinero propio, o del mundo propio, y lo mucho que se frivoliza con el dinero ajeno, o del mundo ajeno. Me da igual, no tengo mundo ni dinero. Sólo -con tilde- era por dejar la cagadica de rigor.
En cuanto a Borges, pues tampoco sé qué decir, pero así en general, hay escritores que tienen vocación de multinacinal conservera, como las que hay a pie del Ebro, por mi tierra -un arte lo de embotar, por cierto- y son como el Cid, ganan pasta incluso muertos, subidos al caballo que otros alimentan (herederos creo que los llaman que ya he dicho que yo no sé nada) y que sujetan con una firmeza pasmosa. Les va el sueldo en ello. Normal. Yo haría lo mismo.
La verdad es que haría tantas cosas… pero no tengo un chavo.
¡Ay! la cueva, qué nostalgias de los días antes a la cueva, cuando éramos, solamente, animales .
Alan, el día que entramos en la cueva después de bajar del árbol; el día que se nos ocurrió cambiar nuestra habilidad o nuestra fuerza por algo, ese día el mundo empezó a ser peor.
«Seguid habrientos, seguid alocados»: justo lo que estan haciendo los especuladores, pero con su producto, que es el dinero. Y así
Francisco, no es ser antitecnológico. Tengo ordenador, teléfono móvil, blogs, tableta (me gustaban más las de chocolate, claro), publico electrónicamente, uso programas de concordancias y análisis textual, he creado corpora lingüísticos, etc. No soy sospechoso de propugnar la vuelta a las cavernas (aunque donde esté un libro de verdad, que se quiten los electrónicos). De lo que abrenuncio es del papanatismo de los appleitas y macacos, esos ungidos por el rabito (de la manzana) de Jobs. Antonio Orejudo lo dijo muy bien en un artículo en Público hace poco: Apple tiene adeptos, no clientes. Bastante me ha costado sacudirme el yugo de otras dominaciones para venir a imponerme el de la de esos caros juguetes procedentes de Cupertino.
Me se olvidaba… cuando leí Nutrexpa sí Borges no, pensé en qué le habían hecho al autor de este blog las nueces de California. Ahora sí. Hasta la siguiente.
Bueno, yo he opinado algo semejante en el blog de Fernández Mallo y sorpendentemente parece que era el único en pensar así. El mamotreto de Prado es realmente infumable, Olmos también publica la carta de adhesión (incondicional) en su blog. Todo muy aburrido.
Sr. Reig, estoy leyendo Todo está perdonado y dice usted que hicieron «200 fotocopias» del manifiesto del 56, ¿fotocopias en el 56? en el 76 todavía andaban con la multicopista vietnamita (del Norte). En cuanto a lo del derecho moral y los mejores escritores fascistas…supongo que lo que no autorizaría sería lo de «mejores» ¿nor?
Saludos
No he leído el libro de Mallo. Es dificil saber lo que diría Boges, los muertos no opinan. María kodama me cae fatal. Dicho esto y pensándolo bien, estoy de acuerdo con su planteamiento ¿Por qué Nutrexpa sí, Borges no?
Blog «Palco de la sevigne»
Sé que no tiene nada que ver, pero ya que mencionas a Steve Jobs (y por sacar la noticia del círculo en que es conocida) diré que 3 días después que Jobs murió Dennis Ritchie.
Este señor, matemático y físico de titulación, sí que fue un verdadero pionero y revolucionario de la informática (lo que según la Garmendia es S. Jobs) en un grado que ni me atrevo a explicar. Creánme el hecho de que Ritchie, allá por los setenta, hizo avanzar la informática unos veinte años de golpe.
Al parecer D.R. siempre fue una persona discretita. Vivía (hablo de memoria) en Nueva Jersey, que debe ser algo así como la Vallecas de Nueva York. En su currículum solo ponía que era programador.
Como Jobs, también había luchado mucho tiempo contra una enfermedad. La noticia de su muerte mereció unas escuetas líneas en plan «muere de viejo informático importante» en algunos medios generalistas. Yo me enteré ayer. Se supo porque un amigo suyo lo publicó en su perfil de una red social.
Diría que los verdaderamente grandes son discretos hasta en la muerte, pero mientras lo escribo me lo pienso mejor: son discretos sobretodo en ella.
Saludos.
JC, lejos de darle lecciones sobre ordenadores, internet y tecnologías afines. Veo que está usted en disposición de dármelas a mí. Creo que todos estos medios están para quedarse, y ese lastimero llanto del pasado es eso; lastimero llanto del pasado que yo mismo a veces entono.
Aquí en Cádiz hacemos uso de esa frase: «Yo no soy tonto»; eslogan comercial de una famosa tienda de aparatos electrónicos (Mediamark, vamos). Y visto lo rápido que un aparato se desfasa y te quieren colocar otro en una carrera frenética decimos: Yo no soy tonto, no, soy carajote. Es lo que tienen estos tiempos. Su postura, libro de papel, conocimiento aplicado a necesidades, me parece un modelo de salud que no sólo pienso seguir, sino que ya seguía. Como usted gracias a esas cañas en la Encarnación (Sevilla), mientras twiteaba sin limitación de carácteres. UN SALUDO.
Nocilla es una marca comercial registrada, y su uso está regulado; las referencias a obras literarias en otras no lo está, y es una costumbre milenaria. Mejor dicho, la ley interviene para dirimir el límite entre intertextualidad y plagio. El Hacedor (Remake) de marras, utiliza tan sólo la estructura y los títulos de El Hacedor de Borges, por lo que plagio y aprovechamiento, veo más bien poco. Criticar la defensa de AFM basándose en el aburrimiento que provoca o lo poco que gusta, me parece un tanto innoble. Más ha hecho él que la irascible y nula Kodama.
á, no niegues que eres Fernández Mallo, metiéndote de incógnito en este blog. Ahora me quieres decir que las obras literarias no están reguladas: Acaso crees que los que leemos este blog somos unos estúpidos? Y Maria Kodama ha hecho más que AFM, primero se casó con Borges y segundo retiró el libro de AFM del mercado.
Querid@ á, me parece exagerado llamarnos ‘innobles’ a quienes no defendemos a A.F.Mallo. Yo reconozco su mérito como autor, pero como simple lectora que soy me considero con la suficiente libertad para opinar, y a mi me aburre. O sólo pueden opinar los críticos, escritores ,etc? Quien se pica….
Así que Alberto Olmos es, además de un escritor interesante, un buen ajedrecista. O al menos aguanta mejor que los demás el alcohol.
Por cierto, enhorabuena por la presentación de «Ejército enemigo» en Hotel Kafka. Se me hizo corta. De hecho me hubiera gustado preguntarle a Alberto cómo conseguir una invitación para acceder a su blog lector-malherido. Rafael, ¿puedes pasarme su cuenta de correo para pedírselo?
Un abrazo, y espero pasarme más por el Hotel K.
Juanra