Rafael Reig, blog, escritor, novelista, literaturaPues aquí pondré lo que se me vaya ocurriendo. Poca cosa, en general. Lo primero que se me pase por la cabeza. Lo que lea por ahí y lo que me cuenten en la barra de los bares o los amigos. Y si alguien quiere poner algo también, estupendo: no censuraré ningún comentario. Corrijo: sólo permitiré que se publiquen los comentarios que a mí me dé la gana y no daré ninguna explicación al respecto

Gracias, Vargas Llosa

El otro día leí un artículo en el que un periodista comentaba los 53 días que faltaban para las elecciones.  Como es periodista no mencionaba lo primero que a mí se me viene a la cabeza al oír 53 días: el tiempo que empleó Stendhal para escribir La cartuja de Parma.

Qué cabrón Stendhal.

Con la misma perplejidad ante Stendhal, Georges Perec escribió una novela titulada 53 jours.

Lo gracioso es que la dejó inacabada y se publicó después de su muerte.

No es gran cosa, al menos tal y como está.

Por mi parte he puesto el cronómetro y empieza la cuenta atrás: a ver si en 53 días consigo acabar también.

El amigo Isaac Rosa está como una ídem, tuvo un pequeño traspiés médico, pero ya está bien y vuelve corregido y aumentado.

El miércoles estuve en Hotel Kafka en el Club de Lectura.

Nos reunimos y comentamos un libro.

Chavi Azpeitia y yo tenemos un truco para buscar formas más interesantes de leer cualquier novela: investigamos si Vargas Llosa ha dicho algo sobre ella.

Todo empezó cuando leímos El Gran Gatsby.

-Vargas Llosa ha dicho que es una gran historia de amor.

-¿De amor? No puede haber dicho eso. De amor ¿a quién? ¿Entre el narrador y Gatsby?

-No, no, se refiere a amor entre Gatsby y Daisy.

-Atiza.

-Arrea.

Las carcajadas se debieron de oír en la cercana Sociedad de Autores.

El miércoles nos tocaba leer Santuario, de William Faukner, así que hice lo que se hace en estos casos: averiguar si Vargas Llosa había dicho algo sobre esa novela.

A partir de ahí, viene todo rodado, basta con pensar en la dirección contraria y ya está.

Leí la novela de joven, la saqué de una biblioteca (como la mayoría de lo que leo: yo detesto tener muchos libros en casa), así que no la tenía.

Conseguí un ejemplar de una traducción española en cuya contraportada, oh casualidad, oh qué suerte, venía lo siguiente:

«Una inquietante parábola sobre la naturaleza del mal»

MARIO VARGAS LLOSA

Pistonudo.

Siempre se puede confiar en Vargas Llosa. Nunca defrauda.

Con las preposiciones y los artículos estoy de acuerdo, pero el resto…

¿Parábola? Qué rayos tendrá esta novela de parábola. Ni que fuera Saramago.

¿Inquietante? Bueno, eso no quiere decir nada, es uno de esos adjetivos que gozan de prestigio y ya está.

¿La naturaleza del mal? Mmmmm, creo que la novela viene a decir todo lo contrario: que el mal no tiene ninguna naturaleza específica. Que la naturaleza del mal es la misma que la del bien. Eso es lo alarmante, lo intranquilizador. El ladrillo ese de «la naturaleza del mal» ya estaba muy manoseado cuando nuestro querido autor y buen bebedor Faulkner se puso a escribir esta novela. Quizá para reírse de semejante idea peregrina.

Quizá muramos en ese instante en que nos damos cuenta de que el mal tiene una estructura lógica, pensó Horace.

 Horace comprende entonces que lo que estaba escuchando, el ruido que le perseguía: 

era el roce de la tierra girando sobre su eje al acercarse ese momento en el que había de decidir si seguía adelante o se inmovilizaba para siempre: un globo inmóvil en el espacio cada vez más frío, sobre el que se enroscaba -como volutas de humo- el penetrante aroma de las madreselvas.

Pero sigue la novela y el planeta girando, porque ya sabemos que Faulkner, entre el dolor y la nada, elige el dolor.

El mal no tiene naturaleza específica, sino una estructura lógica. Lo dice de forma más sencilla Ruby Lamar (qué gran personaje):

los muchachitos como ése son demasiado jóvenes para darse cuenta de que la gente no comete delitos sólo para divertirse.

Exacto.

En el centro de la novela está el secuestro y la violación de Temple Drake. Nadie la protege (salvo el idiota de Tommy, al que Popeye mata para poder violar a Temple).

El mal y el bien. Los buenos protegen la inocencia y a las chicas. Los malos les arrancan la ropa y las violan (aunque sea con una mazorca de maíz).

Sí, pero lo terrible es que lo hacen por la misma razón, como le dice al final de la novela a Horace el conductor:

We got to protect our girls. Might need them ourselves.

Tenemos que proteger a nuestras chicas. Podríamos necesitarlas nosotros.

Protegemos a las chicas, pero es para poder follárnoslas nosotros.

?sta es para mí la verdadera brutalidad de la novela: el bien y el mal tienen la misma naturaleza y, a menudo, los mismos motivos. Unos logran su propósito mediante el bien; a otros, en cambio, no les queda más recurso que el mal para alcanzar el mismo objetivo.

Brutal, en efecto, más que inquietante.

Pensar que la naturaleza del mal es distinta de la naturaleza del bien no es inquietante: es simplemente complaciente y consolador.

La misma naturaleza tienen el bien y el mal. Por eso, como afirma Horace en la novela:

El simple hecho de reflexionar sobre el mal, aunque sea por accidente, corrompe.

Porque uno acaba ante un espejo.

Lo que más entristece es que, a la postre, el bien es tan impotente como el mal.

Horace es un impotente moral, con buenos propósitos, pero impotente, paralelo a Popeye, que es impotente y necesita usar la mazorca de maíz para penetrar a la chica.

Discutimos pues, en el club, estas cosas, en relación también con la guerra civil americana y con el castigo al Sur (malo-malo, y por ello convertido en una colonia dentro del país) y la justificación moral del castigo (la esclavitud), por parte del Norte (bueno-bueno) que instituye la nueva esclavitud capitalista (con la que los negros, de hecho, salieron peor parados). Discutimos el perjurio de Temple Drake (aquí debo decir que no acabamos de comprenderlo del todo). Discutimos los muchos paralelismos: Horace/ Popeye, Temple Drake/Ruby Lamar, etc., y la forma en la que Faulkner trabaja con ellos, cómo contrapone personajes para explicar mejor a uno frente al otro. Discutimos la colisión de dos mundos contiguos, pero mutuamente impenetrables, que para mí es el motivo central, ya desde la primera escena (el encuentro de Horace y Popeye, separados por el agua). El mundo de los que tienen y el de los que no tienen (Faulkner, como se sabe, trabajo en el guión de To have and have not).  El mundo de los que consiguen lo que quieren haciendo el bien y el de los que, para obtenerle, necesitan hacer el mal. Discutimos el título: ¿cuál es el «santuario»? Yo opinaba que era el burdel, pero me convenció bastante la chica que sostenía que era la Casa del Francés, donde se comulgaba con alcohol ilegal. Discutimos las imágenes centrales de la novela. En esto nos ayudó mucho compararlo con el gran Juan Marsé, con quien tanto tiene en común.

Total, que lo pasamos en grande, la verdad.

No sé qué novela me tocara compartir en el Club, pero sólo pido una pequeña ayuda: ¡que Vargas Llosa haya dicho algo al respecto, por favor!

Mientras tanto, me consuelo meditando sobre esta solemne, pomposa y escandalosa burrada del Nobel peruano:

 Mientras no tome el poder político y este sepa preservar su independencia y neutralidad frente a ella, la religión no sólo es lícita, sino indispensable en una sociedad democrática.

El País, 28-08-11

-Atiza.

-Arrea. ¿La religión es indispensable en una sociedad democrática?

-Indispensable, tronco, lo dice Vargas.

-Y la familia, ¿no le parece indispensable para la democracia?

-Seguro que sí.  Tambien.

-Entre ateos no puede haber democracia, salta a la vista.

¿A que da que pensar que alguien diga eso?

Si algo hay indispensable para la democracia, no es la igualdad real (por ejemplo), sino… ¡la religión!

Mira tú por dónde.

Comments (19)

un papá del Rufinoseptiembre 30th, 2011 at 13:55

Rafita, no seas tramposote. No vale para sacudirle a Vargas-Llosa entresacar tres líneas chorras de contracubiertas de libros. Vargas Llosa es un lector apasionado. Y un lector listo. Y el mejor escritor de novelas en español de Baroja para acá.

Sobre Gatsby dice algo más que esa chorrada que tú citas en http://bit.ly/qM6Suz (en una web que se llama, vaya, http://www.ateos.biz

También dice algo más sobre Santuario en http://bit.ly/oWMzQd

Me encantaría charlar contigo sobre Varguitas, Faulkner o lo que sea. A ver si nos vemos por el Maracaná y nos tomamos cuatro copas. Abrazote.

JCseptiembre 30th, 2011 at 15:01

Marito, ese pozo insondable de majaderías solemnes… ¿Qué harías sin él, Reig? ¿Quién es el Mario Vargas de la literatura española del XXI? (Vargas es peruano, y más bien del XX).

Carlosseptiembre 30th, 2011 at 15:05

me cansas

Carlos Muñozseptiembre 30th, 2011 at 17:29

Un tanto patética tu animadversión contra Vargas Llosa. Es como si un delantero del Tordesillas dice que Messi juega mal.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXIseptiembre 30th, 2011 at 18:06

«[…]del Norte (bueno-bueno) que instituye la nueva esclavitud capitalista (con la que los negros, de hecho, salieron peor parados) […]»

Hombre, R.R., te has pasado de frenada. Claro, del capitalismo somos todos esclavos, y los negros en USA nunca han sido igual que los blancos, pero eran mucho menos iguales siendo esclavos, vamos, digo yo.

Por lo que respecta a V.Ll. Nada nuevo bajo el sol: figura y fachenda. Este hombre necesita un sofá durante unos cuantos meses intensivos y el mismísimo Freud comiéndole la oreja.

Qué bien os lo pasais en el club: lo digo desde la más puta envidia

Dexteroctubre 1st, 2011 at 11:30

Intuyo que su querida hija , la otra protagonista del facebook, se ha quedado sin la firma del señor Vargas. No se preocupe, hombre, donde estén escritores como Moccia… que hasta se dejan retratar y todo y luego subo la foto a mi face y queda de lo más cuco.
Ah, y supongo que si ha cobrado el premio Tusquets de novela es porque esa editorial es una cooperativa. Es lo que le parece a Rosa la fundación Lara.

lectoraoctubre 1st, 2011 at 12:28

he echado de menos su articulo en abc cultural hoy, por que? Ya lo siento

Azafránoctubre 1st, 2011 at 20:16

Dios, dios, cuánto beato del Nobel, cuánto domesticado por el bombo y platillo, cuánto abotargado por el relumbrón circula por este blog. Ahora resulta que V Llosa es «el mejor escritor de novelas en español de Baroja para acá». ¡Toma ya! No el segundo, ni el quinto, ni el duodécimo por la cola, no: el mejor. ¿Se puede escribir algo más chorra y más petulante? ¡¡Por dios, si hasta el burro de Cela era mucho mejor escritor!!

Y no digamos el escandalizado: «Es como si un delantero del Tordesillas dice que Messi juega mal». Más que escandalizado, este es el acomplejado. Y para no escandalizarse, oiga, cuando sabemos que V LLosa ha estado en la Academia Sueca recibiendo «el galardón», y que sale mucho por la tele y que además escribe en EL PAÍS. Razones de pardillo, y perdonen que lo diga con esta franqueza. En el montaje político-publicitario-comercial que es el mundillo literario de hoy día todas esas «razones de pardillo» significan realmente muy poco.

Señores, no olviden ustedes D?NDE ESTÁN. No olviden que Obama es Nobel de la PAZ; no olviden que los EEUU pasan por ser un país super-demócrata; que la Iglesia Católica es una institución SANTA; que R Zapatero es SOCIALISTA, que Shakira es una CANTANTE; que Esperanza Aguirre es MUY POBRE y está MUY INTERESADA en el bienestar de los madrileños. Etc, etc, etc.

Por favor, no se dejen engañar. No permitan que les timen. Resístanse a ejercer de pardillos.

Bernardooctubre 2nd, 2011 at 1:05

Cada día es más convincente. Vargas Llosa, bueno, es un Zafón en otro escalón. Pienso, amigo.
Buen post.
Los lectores demandan más novelas y más post.
Me lo voy a proponer también: 53 días. Mola.
¡Venga!

martaoctubre 2nd, 2011 at 11:20

azafrán, lo has clavao

Marcosoctubre 2nd, 2011 at 22:59

Pero bueno; cuanta agresividad, por dios. Digo yo que se pueden hacer lecturas de muchos tipos. Seguro que una novela puede utilizarse como pre-texto para sesudas disquisiciones, por qué no, y para que os aticéis interpretaciones, a cual más brillante, sobre lo que el autor pretendía o buscaba. Pero la gente también lee para entretenerse, pasarlo bien, aprender alguna cosa, ¿no? A mí lo que ha escrito Vargas me parece, en general, interesante y divertido; lo que no quiere decir superficial. Me consta que, al menos, «La fiesta del chivo» fue una obra, como se dice ahora, «coral» (se la trabajaron/redactaron los miembros de un nutrido equipo de negros, que el «autor» dirigía desde cierta distancia…); pero el resultado final me parece muy bueno.

Por lo demás, no entiendo muy bien tu tesis sobre la identidad de las naturalezas del bien y del mal. ¿Qué es eso de la naturaleza? A mí me parece que el bien está, en general, bien; y el mal, al contrario, suele estar mal. Los veo distintos, pero será que soy muy simple. El quid, claro, es quien traza la raya en los infinitos matices del gris. Pero ya sabes lo blandos y pactistas que somos los socialdemócratas para estas cosas.

Abrazos.

Hostal mi lolioctubre 2nd, 2011 at 23:51

Paso a saludarte ,creo que llegamos a ser ¿amigos? no,¿conocidos? si, pero no en persona ,de mentiras o sea de por aquí. Nunca me visitaste,ya me cansé de venir por aquí y que no me hicieras tu ni una visita a mí. Que te vaya bonito.Salud.

Más claro, aguaoctubre 3rd, 2011 at 10:37

Todos somos contingentes, pero Vargas Llosa es necesario.

(con el permiso de J.L. Cuerda)

😉

ASTARESoctubre 3rd, 2011 at 11:33

Estimado Rafael:
Era usted lo mejor que había en Público, pero Vargas Llosa…Leí «La guerra del fin de mundo»con 16 años. Luego en COU nos decía el prefesor si nos perdíamos con «Tiempo se silencio». La verdad: está Don Mario y los demás.
Un abrazo Rafael le leo siempre. Me recuerda a mis anños de la Autónoma. ¿Se acuerda de Rubalcaba?

Microalgooctubre 3rd, 2011 at 12:57

¿Y a mí que Faulkner no…?

(Con lo que es Faulkner en este pueblo, que se le tiene verdadera adoración).

Lo mismo es que no he leído lo mejor de él. Me zampé «Absalón, Abslaón» y me pareció un pestiño del nueve que, además, estaba puntuado con el culete (el mismo traductor se exculpa de los errores de puntuación y se los atribuye al autor). Si la puritas no furula y uno no es Cortázar, algo no va bien…

Pero bueno, yo lo considero a Usted un lector intelilgente. Insisitré con Faulkner, descuide.

Genarooctubre 3rd, 2011 at 21:55

yo no sé qué narices hacéis aquí si este tío ni siquiera se digna a contestaros nunca.
Su crítica a Vargas Llosa (que hace una interpretación muy simplona de El Gran Gatsby, es verdad. En mi opinión, con permiso de Reig, va del poder de los ricos y de cómo aplastan a los pobres. Y la historia de amor….. puede, pero la chica no es la pareja….) es sencillamente porque Reig es de extrema izquierda y Llosa se escora al otro lado. Y Reig, como todos los extremistas de izquierda de España, no soporta a los que no piensan como él.
Dejad de lamerle el culo, que ni siquiera se digna a dedicaros unas líneas.

Genarooctubre 3rd, 2011 at 22:03

qué trampso eres, Rafael, cogiendo frases sueltas de Vargas Llosa. Sólo porque no es de extrema izquierda, como tú.
Por cierto, no sé que hace aquí la gente escribiendo a un tío que ni se digna en dedicarles unas líneas a modo de contestación.

JCoctubre 5th, 2011 at 12:04

¿Y tú qué coño haces aquí, Genaro, hijo, escribiendo a un tío que ni se digna dedicarte (sobra el en, juntaletras abyecto) unas líneas a modo de contestación y, lo que es peor, escribiendo a los que escriben a un tío que no se digna a contestarnos nunca?

preocupínoctubre 5th, 2011 at 16:31

Sin ánimo de incordiar (ya pasan por aquí otros a hacerlo), y sin defender otras «liberalidades» de Vargas Llosa, si el libro desdibuja la frontera entre el mal y el bien y sus motivos, ¿no es entonces una parábola sobre la naturaleza del mal? Ya sé, ya sé que la tentación de hacer mofa de tanta grandilocuencia es fuerte, pero, ¿no será que esta vez dice lo mismo, incluso que ha leído bien el libro?

Leave a comment

Your comment