David Torres, blog, escritor, literaturaTropezando con melones, David Torres  El primer melón me lo encontré en una playa andaluza, un día de verano. El último lo veo cada mañana al enfrentarme al espejo. ¿Qué me dirá ese tipo hoy? ¿Qué inesperados regalos, qué decepciones, qué frescas dentelladas me tendrá reservadas el día?
  Yo no lo sabía pero eso que mis manos agarraban con el ansia de un talonador de rugby era un melón. Es decir, una réplica más o menos ovoide de mi cabeza, la materialización fáctica de una idea en el mundo de los objetos reales.


Huelga de marqueses

En España, un país de sindicatos verticales y virtuales, sólo un colectivo mantiene viva la conciencia social: los pilotos. Los pilotos de Air Europa, para ser más exactos. Igual que esos multimillonarios excéntricos que piden que les suban los impuestos como quien pide más hielo en el whisky, los pilotos de Air Europa han decidido a llevar a cabo las huelgas que los obreros no se atreven a hacer. Es el mundo al revés: los marqueses y archiduques luchando por los derechos de los trabajadores, poniendo en riesgo sus sueldos estratosféricos, sus obscenos privilegios y su statusde señoritos sólo para que los demás trabajadores de la compañía recuerden los males del capitalismo.

Desde la pasada semana, estos esforzados aristócratas del aire van a echar un pulso a la compañía todos los jueves y los lunes, a ver si la arruinan del todo y así pueden mendigar un puesto en una de esas Low Cost donde tratan a los pilotos a patadas, como se merecen. Puede parecer una estrategia suicida e imbécil, y en efecto, lo es, pero no hay que olvidar que aparte de su trabajo los pilotos pueden llevarse por delante el de azafatas, tripulantes, mecánicos y el resto del personal de tierra. Para que luego digan que son egoístas.

Buena parte de los pilotos de Air Europa tiene sede en Mallorca, lugar donde vivirían como reyes si no fuese porque los reyes veranean en Miravent sólo treinta días al año. Los pilotos hacen vida borbónica durante doce meses, interrumpida de cuando en cuando por el incordio de esos vuelos que tanto les cortan el rollo. No les bastan las comilonas ni las dietas estupendas ni los hoteles de primera categoría ni los familiares que vuelan gratis: los pobrecillos se quejan de que en Air Europa no les hacen la ola.

En medio de una guerra aérea feroz los pilotos de Air Europa torpedean sus propios aviones. Mientras, el Ministerio de Fomento, en lugar de echar una mano a empresas españolas, favorece descaradamente a Ryanair, Easyjet y otras compañías de negreros. No es la única ayuda que reciben estos porquerizos con alas a los que sólo les falta facturar a los pasajeros como ganado ya que los transportan como a tal. Se calcula que Ryanair, la gran beneficiada de estos oscuros tejemajenes, la pionera del ??vuela barato, que verás qué caro te saldrá?, recibe unos 660 millones de euros anuales de la CEE. En concepto de limosna, se supone.

Posiblemente los pilotos tengan sus razones, aparte de la ceguera y la avaricia, pero se desconoce cuáles son. Nunca hay que descartar la estupidez como móvil de los impulsos humanos. A los pilotos, profesionales entrenados para reaccionar en décimas de segundo, no les vendría mal dedicar un par de minutos a pensar.