La gente miente

-¿Está fresca esa cola de rape?

El tío bajó la vista y dijo que sí, que estaba fresca.

Luego la cociné, y aunque no era venenosa, no estaba fresca, y la verdad es que nada más hacerle esa pregunta ya sabía que estaba mintiendo. Aún así pagué y me la llevé y me la comí. ¿Por qué? Porque muchas veces los instintos nos generan sensaciones que nos desasosiegan o que pueden ponernos en una situación embarazosa. Podría haberle dicho:

-Has bajado la vista justo al responder, así que no hace falta ser mago para saber que mientes. Dame otra cosa, y más te vale que estuviera nadando hace unas horas.

Lo cierto es que una respuesta así podría dar con mis huesos en el calabozo del supermercado. Ayer estuve viendo la serie «Lie To Me«, protagonizada por Tim-Señor-Rosa-Roth, y me encantó. No porque sea buenísima, sino porque una serie sobre un detector de mentiras humano me parece tan seductora como útil. Lightman, el prota, te diría que en la respuesta del pescadero hay dos señales que indican la mentira: la repetición innecesaria «está fresca» y el hecho de bajar la mirada. Lo malo es que no sabemos si conocer la verdad de los otros nos haría ser los reyes del mundo o personas increíblemente desgraciadas. ¿Vosotros qué creeis?

A mi, cuando era pequeña, ya os lo he contado en alguna ocasión, mi madre me decía que si me portaba mal me mandaría con Mamá Sarita, que no es otra que Sara Montiel, y claro, con el asco que me han dado a mi los puros de siempre, yo me lo creía y me daba mucho miedo. Tradicionalmente me he creído grandes chorradas en mi vida, ahora mis amigos han dejado de tomarme el pelo, pero yo me caracterizaba por creer las tonterías más gordas y estrambóticas, or ser cándida y tener mucha fe en las mayores bobadas. Con los años he tenido mi dosis de personas manipuladoras de las que he aprendido mucho sobre cómo maquillar la realidad, y sumado a que me gusta observar a la gente y analizar sus comportamientos, creo que ya no es tan fácil tomarme el pelo. Sobre todo, porque ahora que no me fío ni de mi padre. (De mi madre, a veces.) Esta es la espectacular promo de la serie.

?ltimamente creo que la gente no sólo miente, sino que a veces dice (decimos) lo contrario de lo que pensamos. La pregunta es si estamos mintiendo a la persona que nos escucha o a nosotros mismos. La finalidad es diversa, pero se podría resumir en lo siguiente: hacernos la vida más fácil.

Creo que un guionista despierto podría llegar a ser un buen socio de Cal Lightman. Estamos acostumbrados a crear situaciones y a explicar por qué un personaje actuaría de una manera o de otra. Y es que, como dicen en la serie, hay algo más importante que conocer la mentira, y es conocer el por qué.